1. La Mesa del
Congreso de los Diputados acordó por unanimidad en su reunión del día 28 deabril
la creación de una “Comisión no permanente para la Reconstrucción Social y
Económica”, a propuesta de los grupos parlamentarios Socialista y Confederal de
Unidas Podemos-En Comù Podem-Galicia en Común.
Según la citada
propuesta, la Comisión debía trabajar sobre “cuatro grandes cuestiones: el
reforzamiento de la sanidad pública; la reactivación de la economía y la
modernización del modelo productivo; el fortalecimiento de los sistemas de
protección social, de los cuidados y la mejora del sistema fiscal; y la
posición de España ante la Unión Europea”.
La Comisión fueconstituida en la sesión plenaria del Congreso del día 7 de mayo , habiendo sido elegido como presidente el diputado socialista Patxi López. La
primera sesión se celebró el 13 de mayo, y se estableció el plan de trabajo Desde entonces, se celebraron doce reuniones,
siendo la última de fecha 3 de julio, en la que se aprobó el Dictamen con las
conclusiones relativas a cada de las cuestiones abordadas y que han sido referenciadas
con anterioridad
Dicho dictamen queda
pendiente ahora de aprobación definitiva por el Pleno del Congreso, si bien
parece previsible que a los efectos de lograr el mayor acuerdo posible se incorporen
algunas enmiendas, e incluso animó a ello el presidente de la Comisión al
afirmar, en la última parte de la sesión que “…nuestro trabajo termina hoy, pero la cosa
sigue y, por lo tanto, hasta que se produzca ese Pleno permítanme una última
sugerencia, un último ruego: utilicen todo este tiempo para seguir negociando,
para seguir acordando, porque es lo que espera la ciudadanía de nosotros.
Además, ya que esta cosa empezó por la salud, les diré que acordar y pactar es
una cosa políticamente muy sana, así que eskerrik asko a todos”. En cualquier
caso, la importancia del texto aprobado me ha parecido que era suficientemente significativa
para efectuar esta entrada con una descripción
de sus contenidos relativos a los ámbitos laboral y de protección social.
Cabe indicar que las
conclusiones del Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública fueron aprobadas por
166 votos a favor, 33 en contra y 94 abstenciones; las del Grupo de Trabajo de
Reactivación Económica lo fueron por 167 diputados votos a favor, 115 en contra
y 10 abstenciones; las del Grupo de Trabajo de Políticas Sociales y Sistema de
Cuidados por 155 votos a favor, 132 en contra y 5 abstenciones; por último, las
del Grupo de Trabajo de la Unión Europea lo fueron por 183 votos a favor, 6 en
contra y 102 abstenciones.
Toda la
documentación y actas de las reuniones de los grupos puede consultarse en este
enlace Según puede leerse en la nota de prensa
en la que se dio cuenta de la aprobación de las conclusiones, “En los dos meses
en los que ha desarrollado sus trabajos, de acuerdo con el plazo fijado en el
acuerdo de constitución, la Comisión ha celebrado 12 sesiones, en las que ha
acogido más de 25 comparecencias entre miembros del Gobierno, dirigentes de
instituciones públicas y representantes del sector empresarial y sindicatos,
entre otros. De forma simultánea, los cuatro grupos de trabajo de Unión
Europea, Sanidad y Salud Pública, Políticas Sociales y Sistema de Cuidados, y
Reactivación Económica, creados para agilizar los trabajos, han mantenido más
de 30 reuniones, en las que han escuchado el testimonio de más de 100 personas
entre eurodiputados, académicos, representantes de ONGs, sindicatos y
organizaciones profesionales”.
2. La gran mayoría
de las recomendaciones que abordan cuestiones de carácter laboral y de protecciónsocial se encuentran lógicamente en las aprobadas por los grupos sobre reactivación
económica, por una parte, y de políticas sociales y sistemas de cuidado por
otra. No obstante, también hay algunas menciones dignas de ser destacadas en
los otros dos grupos, así como menciones específicas a algún sector de actividad
productiva que debe merecer nuestra atención.
En el grupo de
trabajo sobre sanidad y salud pública hay una mención concreta al personal
sanitario, algo que no debería extrañar a nadie, tanto por la extraordinaria importancia
que ha tenido, y sigue teniendo, durante la crisis sanitaria, como por la
precariedad en la que se encuentra buena parte de su personal y de la que me he
ocupado en diversas ocasiones en el blog, y baste citar solo a título de ejemplo
el caso de una trabajadora de un hospital de Barcelona que tuvo 242 contratos
durante un periodo de ocho años
La recomendación
formulada y que pone, más bien sigue poniendo, deberes al gobierno para atajar
la inestabilidad permanente de una parte no menospreciable del personal
sanitario, es la siguiente:
“7.1. Priorizar
con carácter urgente medidas para acabar drásticamente con la precariedad laboral
y la temporalidad estructural, no solo a través de medidas puntuales y coyunturales,
sino mediante una regulación que establezca mecanismos permanentes de cobertura
de puestos, evitando tener que recurrir a la contratación temporal para cubrir
vacantes estructurales. Para ello es necesario actualizar con carácter urgente
el sistema de selección de profesionales sanitarios, y en particular para las
especialidades médicas, habilitando un sistema abierto y permanente que combine
una prueba nacional periódica de competencias (board), con una selección local
por concurso, de adaptación a perfil y puesto, posibilitando que la mayoría de
las vacantes (por ejemplo, jubilaciones) se puedan reponer antes de producirse.
Con ello se reduciría mucha complejidad y conflictos, evitando los enormes daños
personales, familiares e institucionales asociados a la temporalidad, así como
el actual sistema de dilatados y conflictivos concursos-oposiciones masivos y
de periodicidad errática, con correlato de empleo precario y arbitrariedad
local en las coberturas temporales”.
Igualmente, se
pide “eliminar la tasa de reposición de efectivos para así terminar con la
precariedad laboral”, y poner en marcha, de acuerdo con las Comunidades
Autónomas, “un plan de recursos humanos, cuya prioridad sea la estabilidad en
el empleo…”. También hay una mención concreta a la necesidad de abordar la
problemática laboral del sector en las recomendaciones del segundo grupo, en
las que se afirma, eso sí sin mayor concreción, que debe dedicarse “una
especial atención a la regulación de las condiciones laborales de las
profesiones sociosanitarias”, algo que a mi parecer no se refiere solo a las
modalidades contractuales laborales, o a la regulación del personal estatutario
de los servicios de salud, sino por supuesto también a la ordenación de su
tiempo de trabajo.
Desde una
perspectiva más general relativa a las condiciones de trabajo en el sector
sanitario se pide impulsar políticas activas “en pro de la igualdad de género y
de la conciliación de la vida laboral y personal, tanto en los niveles
directivos de los centros y establecimientos sanitarios como de los niveles de
dirección de los servicios autonómicos, consejerías y Ministerio de Sanidad,
para revertir una situación según la cual la gran mayoría de profesionales y
trabajadores de la salud son mujeres y la gran mayoría de los decisores políticos
y gerenciales son hombres”. Justamente poco después de la aprobación de las
conclusiones teníamos conocimiento de una importante resolución judicial que,
desde la perspectiva de rechazo de todo tipo de discriminación por razón de
sexo, ahonda en esa perspectiva: la sentencia del Pleno del Tribunal Constitucionalde 2 de julio que ampara a una médico “a la que se ha
vulnerado su derecho a la igualdad ante la ley y la prohibición de
discriminación indirecta por razón de sexo tras asignarle unos periodos de
descanso retribuido (por reducción de jornada por cuidado de hijos), al salir
de la guardia diferentes al de sus compañeros médicos”
3. Como ya he indicado,
el bloque dedicado a la reactivación económica concentra la mayor parte de las
medidas de carácter laboral, si bien encontramos también algunas en el de
políticas sociales y sistemas de cuidados, que muy probablemente se hayan
ubicado en ese ámbito, y que reiteran en buena medida propuestas contenidas en
el de reactivación económica, por su relación con las políticas de conciliación
y corresponsabilidad en el ámbito familiar.
Se ubican en el
bloque 3 que lleva por título “Sistema laboral: formación y empleabilidad” y
son un total de 21 recomendaciones, tras haberse incorporado algunas propuestas
de diversos grupos al dictamen inicial. La
mayor parte de ellas versan sobre las medidas adoptadas durante la crisis y su
necesidad de mantenimiento en el inmediato futuro, y recogen propuestas ya
contenidas en el programa suscrito el 30 de diciembre de 2019 por las dos
fuerzas políticas que forman el actual gobierno.
Se pone especial
acento en la importancia del diálogo social, de una política de formación que prepare
para los cada vez más rápidos cambios en las vidas profesionales, medidas
adecuadas de conciliación y corresponsabilidad, reordenación de las modalidades
de contratación y de las prestaciones de protección por desempleo, unas
políticas activas de empleo que se adecuen a las nuevas y cambiantes realidades
productivas y siempre teniendo en cuenta la necesidad de articular adecuadamente
las competencias estatales y autonómicas en este ámbito, e incluso se
incorpora, supongo que por enmienda transaccional del grupo defensor de esta
propuesta desde hace varios años, Ciudadanos,
la propuesta de incorporar la llamada coloquialmente “mochila austriaca”; sin
olvidar la importante propuesta, incorporada en el tramo final del debate,
de proponer la despenalización de las
conductas tipificadas actualmente en el art. 315.3 del Código Penal (“ Quienes
actuando en grupo o individualmente, pero de acuerdo con otros, coaccionen a
otras personas a iniciar o continuar una huelga, serán castigados con la pena
de prisión de un año y nueve meses hasta tres años o con la pena de multa de
dieciocho meses a veinticuatro meses”).
Algunas de estas
recomendaciones aprobadas son las que recojo a continuación.
“43. Ahondar en la
protección de los puestos de trabajo ya iniciada con los acuerdos con los
agentes sociales sobre los ERTE para paliar los efectos económicos y sociales
de la crisis sanitaria del COVID-19. En este sentido, el diálogo social
estudiará los términos de flexibilización en el uso de los ERTE, para que
continúen siendo un instrumento de flexibilidad interna de las empresas y
protección del empleo y de los trabajadores con base en la evolución de la
recuperación de la actividad a nivelsectorial y lo suficientemente flexible
para acomodar los efectos de nuevos rebrotes
localizados o generalizados que afecten a la actividad económica de las
empresas.
Por otra parte, se
analizará también que las empresas que puedan recuperar parcialmente su
actividad procedan a la incorporación de personas trabajadoras, afectadas por
un ERTE, primando los ajustes en términos de reducción de jornada.
Asimismo, se
fomentará que el diálogo social contribuya a mantener los niveles de empleo por
parte de las empresas. Reactivar de manera progresiva la economía, proporcionando
una respuesta ponderada que evite el ajuste estructural que se produciría en
nuestra economía si tuviera lugar la salida del mercado de empresas solventes y
afectadas negativamente por esta situación transitoria y excepcional, contribuyendo
a aminorar el impacto negativo sobre el empleo y la actividad económica.
44. Luchar contra
la precariedad y temporalidad excesiva del mercado laboral que sufre nuestro
país, mediante las reformas pertinentes, en el marco del diálogo social. Se impulsará
la simplificación de las fórmulas contractuales.
45. En aquellos
sectores afectados por un proceso de reconversión o transformación acelerado
por el COVID-19, diseñar conjuntamente mecanismos eficaces para la formación y
recualificación de los trabajadores de cara a su capacitación, en particular en
el ámbito digital y tecnológico, para acceder a los puestos de trabajo que se
creen y su recolocación en la misma u otra empresa o sector.
47. Impulsar el
trabajo autónomo, su dignificación y su potencial en la regeneración de un tejido
productivo más sólido y resistente a las crisis avanzando para otorgar más derechos
a los trabajadores autónomos, eliminando trabas al emprendimiento y apoyando
específicamente el emprendimiento y el intraemprendimiento, un objetivo clave para
propiciar las condiciones necesarias para retener y atraer a mujeres y hombres
capaces de desarrollar la reflexión, la creatividad y la innovación, para
diseñar su futuro profesional y, a la vez, generar oportunidades de trabajo en
su comunidad.
48. Impulsar
fórmulas contra el fraude laboral, especialmente dirigidas para que afloren la economía
sumergida y los falsos autónomos.
49. Impulsar la
elaboración, con la participación de las entidades que componen la Economía
Social, de una nueva Estrategia de Estado para la Economía Social.
50. Elaboración,
en el marco de diálogo social y con perspectiva de género, de una propuesta
legal sobre el teletrabajo, que recoja entre sus previsiones el reconocimiento de
nuevos derechos, como el derecho a la desconexión, a la formación continua y a
la organización del tiempo de trabajo de la persona trabajadora, con garantía
para el empresario, que sea beneficiosa y atractiva tanto para la parte
trabajadora como para la parte empresarial.
51. Dedicar una
especial atención a la prevención de los nuevos riesgos laborales (físicos y
psicosociales) asociados a la digitalización de la actividad económica y el uso
de las tecnologías tanto en el trabajo presencial como en el trabajo a
distancia.
52. La crisis
sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de favorecer la conciliación de
la vida laboral, familiar y personal, y la necesaria corresponsabilidad entre
hombres y mujeres. El avance de la igualdad y de la corresponsabilidad implica
una reflexión sobre el uso que damos al tiempo, para lo cual es imprescindible
promover un pacto social y político por la racionalización de los horarios, que
incluya una Ley de Usos del Tiempo y Racionalización de los Horarios, que
permita reorganizar completamente los tiempos de trabajo, ocio y cuidados. Se
debe, asimismo, desarrollar una legislación del trabajo corresponsable,
relacionado con la reforma del régimen de trabajo a tiempo parcial.
53. Modernización
y optimización, en coordinación con las comunidades autónomas, de las políticas
activas de empleo mediante: (1) La revisión del marco global de las Políticas
Activas de Empleo; (2) La redefinición de los objetivos en materia de empleo; (3)
La revisión de los incentivos a la contratación para evitar las ineficiencias y
las redundancias, priorizando la incentivación de los contratos indefinidos;
(4) Actualizar la Estrategia de Empleo Joven, diseñando sistemas y programas de
empleo para jóvenes que incorporen estrategias de acompañamiento prolongadas en
el tiempo; (5) la articulación de un nuevo derecho a la formación continua que
permita la permanente actualización de las competencias y habilidades de las
personas trabajadoras y (6) la consideración de los nuevos nichos de empleo
verde generados por la transición ecológica, con especial hincapié en que se
repartan de forma equitativa en función del género. El sistema de formación
deberá imbricar la formación inicial del sistema educativo con la formación
continua, garantizando la eliminación de las brechas de género, particularmente
la digital.
54. Promover
programas de Formación Profesional robustos y renovados, que respondan a las
necesidades de cualificación de jóvenes y profesionales, incluyendo nuevos programas
de Formación Profesional vinculados a los entornos rurales, con una adaptación
a nuevas demandas que surgen en respuesta a la transformación de la sociedad y
del modelo económico en la etapa post-COVID-19, especialmente en el ámbito
sanitario, de los servicios sociales y de la nueva gestión digital de las administraciones.
En este sentido, se integrará la innovación y el emprendimiento como ejes
prioritarios de una Formación Profesional que den respuestas a las necesidades
actuales y futuras.
55.
Intensificación de la colaboración público-privada en la adopción de
estrategias conjuntas en materia de Formación Profesional.
56. Avance en el
reconocimiento y acreditación de las competencias básicas y profesionales
adquiridas a través de la experiencia laboral como modelo para la mejora de la
cualificación profesional de los trabajadores y trabajadoras.
63. Adopción de
las medidas, en el marco del diálogo social, para mejorar del sistema de protección
por desempleo mediante la reordenación y simplificación de sus prestaciones,
con el fin de evitar solapamientos y dotarlo con cuantías dignas dirigidasa las
personas desempleadas y coordinarlos con los procesos de formación y activación
para el empleo.
63. ter (nueva).
Simplificar las modalidades de contratación, de forma que se penalice a las empresas
que abusen de la contratación temporal respecto de las que prioricen el contrato
estable.
63. quáter
(nueva). Potenciar el nivel de cualificación de las personas y la formación a
lo largo de la vida. Cerca del 40% de la población activa tiene un nivel bajo
de cualificación, y ante fenómenos como la transformación digital y la
tendencia a la desaparición de los puestos de trabajo vinculados a niveles
bajos de cualificación, garantizar una oferta formativa amplia a lo largo de la
vida es fundamental. Al igual que lo es, el disponer de un sistema lo
suficientemente flexible para adaptarse a la diversidad, composición y cambios
del mercado de trabajo.
63. sexies
(nueva). Los objetivos, fines y medidas contenidos en este bloque se aplicarán respetando
la distribución de competencias que, en relación a las materias que se consignan,
prevén la Constitución, los Estatutos de Autonomía, y en las Comunidades Forales,
las normas atributivas de las mismas.
63. septies
(nueva). A los efectos de reducir la dualidad del mercado de trabajo, para los nuevos
contratos se articulará un sistema consistente en un fondo de capitalización para
los trabajadores nutrido de las aportaciones empresariales mensuales en función
del salario, que el trabajador pueda hacer efectivo en los supuestos de
despido, cambio de empresa o jubilación (implementar un sistema tipo mochila
austriaca).
63. octies
(nueva). Despenalizar la conducta prevista en el artículo 315.3 del Código
Penal.
4. En la concreción
que pueda hacerse por las autoridades competentes de las distintas propuestas
habrá que tomar en consideración igualmente las presentadas recientemente en
sede europea comunitaria. Me refiero más exactamente a dos propuestas de Recomendación
presentadas por la Comisión Europea el 1 de julio, en el marco de un paquete
conjunto sobre medidas tendentes a potenciar las capacidades de todas las
personas que están ya o desean incorporarse al mercado de trabajo:
En primer lugar,
la que lleva por título “Un puente hacia el empleo: refuerzo de la Garantía
Juvenil”, que sustituirá, si es aprobada, a la vigente
de 22 de abril de 2013 sobre el establecimiento de la garantía juvenil y que
analicé en una entra anterior explicando que “se pide a todos los Estados que
velen para que todos los jóvenes menores de
25 años “reciban una buena oferta de empleo, educación continua,
formación de aprendiz o período de prácticas en un plazo de cuatro meses tras
quedar desempleados o acabar la educación formal”, y que se articulen las
medidas adecuadas para que todos los jóvenes puedan tener conocimiento de la
medida y realizar los trámites administrativos que en su caso sean necesarios
para poder acogerse a la medida. Se pide una estrecha colaboración entre los
servicios de empleo públicos y privados, y de todos ellos con los centros
educativos y las entidades que trabajan con los jóvenes. Se trata de potenciar
“las asociaciones entre los empleadores y los agentes pertinentes del mercado
de trabajo (servicios de empleo, diversos niveles de la administración,
sindicatos y servicios dirigidos a la juventud) a fin de fomentar las oportunidades
de empleo, de formación de aprendices y de prácticas para los jóvenes”.
A la propuesta de
nueva Recomendación se acompaña una Comunicación con idéntico título, y el eje central de ambos documentos es que los Estados miembros “velen por
que todos los jóvenes menores de 30 años reciban una buena oferta de empleo,
educación continua, formación de aprendices o período de prácticas en los
cuatro meses siguientes a quedar desempleados o finalizar los estudios
formales, en consonancia con el principio 4 del pilar europeo de derechos
sociales.”, que el punto de partida para
conceder la Garantía Juvenil a un joven debe ser “la inscripción en una entidad
proveedora de la Garantía Juvenil”, y que los sistemas de Garantía Juvenil
deben basarse en las orientaciones que se relacionan en la propuesta, “estructuradas
en torno a cuatro fases (inventario, divulgación, preparación y oferta), y
organizarse de conformidad con las circunstancias nacionales, regionales y
locales atendiendo al género y a la diversidad de los jóvenes destinatarios”.
En segundo
término, la propuesta de Recomendación sobre la educación y formación profesionales(EFP) para la competitividad sostenible, la equidad social y la resiliencia, también
acompañada de una Comunicación dedicada a la Agenda de Capacidades Europeas para los objetivos y finalidades mencionados
en el título de la Recomendación, y que sustituiría a dos anteriores de 18 de
junio de 2009, relativa al establecimiento de un Marco de Referencia Europeo de
Garantía de la Calidad en la Educación y Formación Profesionales (EQAVET) y a
la creación del Sistema Europeo de Créditos para la Educación y la Formación
Profesionales (ECVET), objeto ambas de atención por mi parte en esta entrada
Los objetivos de
la nueva Agenda se delimitan en estos términos: “La nueva Agenda de Capacidades
cumple el pilar europeo de derechos sociales y, en particular, su primer
principio, que define el derecho a una educación, una formación y un
aprendizaje permanente inclusivos y de calidad. También está firmemente
vinculado al Pacto Verde Europeo 10 , la nueva Estrategia Digital 11 y las
nuevas estrategias para la industria y las pymes 12 , puesto que las
capacidades son clave para su éxito. Por otra parte, apoya la propuesta de
Recomendación del Consejo relativa a un «Puente hacia el empleo: refuerzo de la
Garantía Juvenil», que la Comisión ha adoptado hoy y que tiene en cuenta las
conclusiones del reciente Informe sobre el impacto del cambio demográfico 13 .
El Nuevo Plan de Acción para la Economía Circular y la Estrategia de la UE
sobre Biodiversidad para 2030 también destacan el papel clave de las
capacidades en la transición hacia una economía verde.
Enlaza con otras
iniciativas de actuación que apoyan el enfoque del aprendizaje permanente. Le
seguirán otras propuestas que den un nuevo impulso en el ámbito de la educación,
en particular una iniciativa que convierta el Espacio Europeo de Educación en
una realidad para 2025, eliminando en toda la Unión las barreras al aprendizaje
y promoviendo una educación y una formación innovadoras e inclusivas para
todos. El Espacio Europeo de Investigación también promueve la capacitación y
el reciclaje profesional del talento, especialmente en el ámbito académico. En
conjunto, estas iniciativas contribuirán a crear una cultura del aprendizaje
permanente en Europa, fomentarán un enfoque basado en la demanda para reforzar
la cooperación con la industria e impulsarán la empleabilidad de los ciudadanos”.
5. En el bloque
núm. 9 de este segundo grupo hay un amplio apartado relativo a la reactivación
del turismo y al relanzamiento de la hostelería, en el que se recoge una propuesta
concreta de alcance laboral y que en buena medida ya ha sido acogida en el RDL
24/2020 con respecto a las y los trabajadores fijos discontinuos: “128.
Estudiar en el marco del diálogo social, la posibilidad de extender las medidas
laborales de flexibilidad interna de forma específica a la hostelería,
permitiendo la reincorporación gradual de los trabajadores en función del nivel
de recuperación de la actividad, así como establecer incentivos para la
formación y la recualificación de los trabajadores en sectores donde la
actividad no se recuperará por completo”. Está por ver, ciertamente qué
ocurrirá en el sector a partir del 30 de septiembre y si será necesario, y todo
apunta a que así será, mantener medidas que permitan una cierta flexibilidad a
las empresas para evitar las extinciones contractuales.
6. El otro gran bloque
de medidas sociales, centradas en el ámbito de la protección social, se
encuentran recogidas, como ya he indicado, en las recomendaciones formuladas
por el grupo de trabajo sobre política social y sistemas de cuidados.
Así, se incluyen el
reforzamiento de las políticas de rentas, con especial atención al
recientemente aprobado ingreso mínimo vital y la necesidad de sus desarrollo
reglamentario y prestar atención a aquellas situaciones que no quedan cubiertas
por la nueva norma para tratar de buscar respuestas satisfactorias; igualmente
la atención a los sistemas de cuidados pasa por modificar y/o reordenar las
políticas públicas que permitan compatibilizar adecuadamente la vida familiar con
la laboral, y por supuesto también las políticas laborales deben tender a
conseguir ese objetivo, ya plasmado en normativa de la emergencia con el plan “mecuida”,
y también con una regulación del trabajo a tiempo parcial y del trabajo a distancia
que evite cualquier tipo de discriminación por razón de género aun cuando fuer
bajo la apariencia de una norma neutral.
Por fin, hay una
mínima referencia a la política en materia de pensiones, si bien es claro el
deseo de que la comisión existente en el Congreso puede alcanzar una propuesta
unánime de cara a las medidas a adoptar en el inmediato futuro para garantizar
la viabilidad del sistema público, que no olvidemos que estamos hablando de un
derecho constitucional.
Algunas de las recomendaciones
aprobadas en este grupo son las siguientes:
“1. Derechos
sociales
1.1. Afianzar los
derechos constitucionales a la educación, la sanidad, las pensiones, el acceso
a rentas mínimas, a viviendas sostenibles, así como a reforzarlos mediante el reconocimiento
de nuevos derechos, como el relativo a la protección del consumidor vulnerable,
para que nadie sufra recortes de suministros y de servicios básicos, que
también debe extenderse a fortalecer y desarrollar los servicios sociales.
1.2. Asegurar la
financiación de las políticas públicas dirigidas a garantizar los derechos sociales,
acercándonos a una inversión educativa y sanitaria que converja con la media
europea.
2. Renta básica y
garantías de rentas
2.1. Reforzar el
sistema de garantía de ingresos mediante el desarrollo del Reglamento del
Ingreso Mínimo Vital, con especial atención a las situaciones de vulnerabilidad
cuya cobertura debe garantizarse en todo caso, teniendo en cuenta los
mecanismos de estímulo de empleo ya vigentes en las comunidades autónomas, para
asegurar una coherencia con los mismos, y la eficacia de este ingreso en su
función de inserción social.
2.2. Acordar con
los interlocutores sociales y las comunidades autónomas la articulación de un
modelo acorde con los requerimientos del nuevo sistema productivo, muy alejado
de carreras salariales continuas, para que a través de itinerarios
personalizados y de acciones de mejora de la empleabilidad, se instituya en
instrumento de oportunidad para la incorporación al mercado laboral.
2.3. Explorar en
el marco del diálogo social la mejora del sistema de protección por desempleo,
garantizando su viabilidad presupuestaria.
2.4. Analizar con
los agentes sociales y las administraciones afectadas por su aplicación la
actualización del IPREM, en el marco de las disponibilidades presupuestarias.
2.5 (Nueva)
Financiar a cargo de los Presupuestos Generales del Estado el Ingreso Mínimo
Vital (IMV) a través de una línea de transferencia con destino a la Seguridad
Social por la cuantía necesaria para la concesión de las correspondientes
prestaciones.
3. Brecha laboral
por cuestiones de género
3.1. Orientar, en
el marco del diálogo social, las políticas de empleo a la eliminación de la
brecha de género en el empleo y la ocupación y, en consecuencia, la brecha
salarial.
3.1.1. Se promoverá
un pacto social y político por la racionalización de los horarios, que incluya
una Ley de usos del tiempo y racionalización de los horarios, que permite
reorganizar completamente los tiempos de trabajo, ocio y cuidados. Se debe,
asimismo, desarrollar una legislación del trabajo corresponsable, que incluya
la reforma del régimen de trabajo a tiempo parcial.
6.
Corresponsabilidad y conciliación
6.1. Elaborar, en
el marco del diálogo social, una propuesta de “tiempo de trabajo corresponsable”,
que deberá incluir una reforma de la regulación del tiempo de trabajo y de la conciliación
laboral y familiar con perspectiva de género.
Con dicha
finalidad:
6.1.1. Se situará
la corresponsabilidad en el centro de las políticas de conciliación.
6.1.2. Se
analizará la normativa laboral con el fin de evitar situaciones de
discriminación laboral por la asunción de las responsabilidades de cuidado, por
ejemplo, en la determinación de los tiempos de trabajo y de permisos y que
pudieran implicar el abandono de la actividad laboral.
6.2. Elaborar, en
el marco de diálogo social y con perspectiva de género, una propuesta legal
sobre el teletrabajo, que recoja entre sus previsiones el reconocimiento de
nuevos derechos, como el derecho a la desconexión, derecho a la formación
continua, derecho a la organización del tiempo de trabajo de la persona
trabajadora con garantía para el empresario y la prevención de riesgos
laborales.
8.
Juventud/emancipación.
8.1. Renovar y mejorar
el programa de Garantía Juvenil, incluyendo la perspectiva de género, no
poniendo el foco en la persona demandante de empleo y en sus competencias, sino
también en la protección del puesto de trabajo (estabilidad, derechos
laborales...), en el marco del Programa Operativo de Empleo Juvenil del Fondo
Social Europeo.
8.2. Elaborar el
“Estatuto del Becario”, con revisión de los contratos formativos para asegurar
que su uso responde a finalidades exclusivamente formativas y mejorar sus condiciones
laborales, incluidas las retributivas, con la finalidad, entre otras, de
limitar el encadenamiento de períodos de prácticas y estableciendo un
porcentaje máximo de becarios y becarias en las empresas.
9. Pensiones.
9.1. Recuperar la centralidad
del Pacto de Toledo y buscar la generación de consensos para garantizar la
suficiencia y la sostenibilidad del sistema de pensiones, para asumir los retos
de un futuro inmediato y asegurar prestaciones suficientes y una acción
protectora capaz de dar cobertura a las realidades sociales emergentes.
9.2. Elaborar un
informe sobre la adecuación de la normativa de Seguridad Social a la actividad
de colectivos que presentan particularidades en su actividad y valorar si es
preciso ajustarla a las circunstancias derivadas de la pandemia causada por el
COVID-19.
6. Por último, en las
recomendaciones del grupo de trabajo sobre la Unión Europea encontramos también
algunas referencias concretas a las medidas en las que las autoridades comunitarias deberían trabajar
y las autoridades españolas contribuir a ello con sus propuestas. En sintonía
con las propuestas antes referenciadas en materia de educación y formación, se propone
(y no es la primera vez que aparece en el debate político y social) la creación
de una cuenta personal de aprendizaje y reciclaje de la persona trabajadora
durante toda su vida laboral. Igualmente, no son nuevas, pero nunca está de más
insistir en ellas, las propuesta de desarrollo de las medidas contenidas en el
pilar europeo de derecho sociales para
que la política social no sea solo un subproducto de la política económica y
monetaria.
El texto de las
recomendaciones que creo importante reproducir es el siguiente:
“4. quater
(nueva). Apostar por la formación como clave de la recuperación y la necesidad
de formar personas en nuevas habilidades y competencias adaptadas a la economía
circular. Crear una cuenta personal de aprendizaje y reciclaje a lo largo de
toda la vida profesional que conecte conocimiento, preparación y experiencia de
las personas con las nuevas canteras de empleo.
13. Desarrollar el pilar social de la Unión
Europea como una de sus prioridades básicas en pie de igualdad con los pilares
económico y monetario, impulsando el empleo juvenil, el seguro europeo de
desempleo, el salario mínimo interprofesional europeo, un instrumento europeo
sobre Ingreso Mínimo Vital o una Estrategia Europea de Combate contra la
Pobreza y para la Igualdad de Género, reforzando la Garantía Juvenil y poniendo
en marcha una Garantía Infantil.
La Unión Europea
post COVID-19 debe incluir entre sus prioridades un auténtico pilar social. La
estrategia de salida y recuperación europea debe contemplar como meta el
desarrollo social, sus derechos y deberes”.
Buena lectura.
2 comentarios:
Hola, me ha parecido interesante tu análisis. Me gustaría preguntarte, si lo sabes, cuál es el rango jurídico de dictámenes como este, de comisiones no permanentes del Congreso, pues me he quedado con la duda.
Gracias
Buenos días. No se trata de una norma, y por consiguiente no tiene rango normativo. Es un documento de trabajo, ciuertamente importante, que debe ser incorporado a disposiciones legales si asi se considera oportuno. Saludos cordiales.
Publicar un comentario