1. El Consejo deMinistros celebrado el 30 de abril aprobó el Programa Nacional de Reformas delReino de España 2014 y la actualización del Programa de Estabilidad para elperíodo 2014 – 2017, documentos que ya se encuentran disponibles en la página webdel Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, junto con un resumen
del segundo (en castellano y en inglés) y el vídeo de la rueda de prensa delMinistro Cristóbal Montoro. El objetivo de esta entrada es examinar los
contenidos de interés laboral de ambos documentos, con especial atención al
primero, en la misma línea que efectué de los Programas de los años 2012 y
2013. En la nota de prensa del MINHAP, y tras recordar que dichos textos se
elaboran, y envían a la Comisión Europea, en cumplimiento de lo dispuesto en la
normativa europea (las reglas del llamado “semestre europeo”) se afirma con
contundencia y sin medias tintas (esta vez no hay, al menos en este punto
concreto, neolengua) que “por primera vez desde el inicio de la crisis, en 2014
habrá creación de empleo neto. A finales de 2015, el paro será inferior al de
finales de 2011 tanto en número de parados como en tasa”.
Por su parte, en
una nota de prensa más extensa del Consejo de Ministros se afirma lo siguiente:
“Además de una recuperación sostenida en el tiempo, se trata de una dinámica
generadora de empleo. Las mejoras estructurales alcanzadas con la reforma
laboral de 2012 posibilitarán la creación de empleo con tasas de crecimiento
inferiores a las del pasado. Ya en 2014 se creará empleo neto, por primera vez
desde el inicio de la crisis. Para el bienio 2014/2015 se estima una reducción
sensible del umbral de crecimiento de la actividad para dar lugar a creación de
empleo. Igualmente, se conseguirán avances importantes en la reducción del
paro. Por primera vez desde el inicio de la crisis, en 2014 se reducirá el paro
EPA en términos medios anuales. A finales de 2015 el paro será inferior al de
finales de 2011 tanto en número de parados como en tasa”.
2. ¿Vivimos en
un país casi idílico? No creo que sea precisamente así (recordemos la ducha
fría de los datos de la última Encuesta de Población Activa sobre población
activa y población ocupada, parece que olvidados por el gobierno en su
análisis, aunque no obviamente el dato de que el número de personas
desempleadas sea inferior en 344.900 a los que proporcionaba la EPA del primer
trimestre de 2013), pero alguien que conozca poco la realidad española, y mucho
menos la vida labora real, quizás estuviera cerca de pensarlo si lee el resumen
del programa de estabilidad que se adjunta a la nota de prensa del Consejo, que
lleva por título “Nuevo escenario, mejores previsiones: más reformas”. Para que los lectores y lectoras del blog juzguen
y valoren con total conocimiento de causa si mi afirmación anterior es correcta
o está sesgada por el acercamiento cotidiano a la realidad laboral, reproduzco
el contenido de la primera página del documento:
“El Programa de
Estabilidad y el Programa Nacional de Reformas son la previsión de las medidas
y la evolución de la economía. Y son, además, la demostración de un hecho: que
la recuperación se está consolidando.
• Hace un año
España atravesaba una situación muy difícil. Que exigía prudencia y
responsabilidad. Dijimos entonces que íbamos a trabajar para superar las
previsiones y lo hemos hecho.
• Hoy,
certificamos que hemos cumplido con creces los objetivos que nos habíamos
marcado:
Hemos superado
la recesión y recuperado la competitividad de la economía. España está
creciendo al mayor ritmo desde hace seis años.
Hemos respetado
los objetivos de déficit, y hemos aflorado y afrontado la deuda oculta. El Plan
de Pago a Proveedores ha financiado casi 42.000M€; el Fondo de Liquidez
Autonómico, casi 40.000M€.
Hemos evitado un
rescate a la economía española y recuperado la confianza. La prima de riesgo ha
caído casi 500 puntos desde el máximo alcanzado en verano de 2012.
Hemos hecho del
sector exterior el motor de la economía y el consumo vuelve a crecer. Hay más
de 150.000 empresas exportadoras y registramos tres trimestres positivos en el
gasto de los hogares.
Hemos reducido
el paro y reactivado la creación de empleo. España ha pasado de liderar el
incremento del paro en la UE a encabezar la reducción del desempleo (Eurostat
Feb. 2014).
Hoy, constatamos
los resultados y mejoramos las perspectivas. En 2014 el crecimiento real será
más del doble del esperado hace un año y habrá creación de empleo, cuando
entonces se preveía un retroceso.
Estamos ante un
nuevo escenario. Pero nuestro objetivo no ha cambiado: sigue siendo crear
empleo.
Acabaremos la Legislatura con menos parados que al inicio y vamos por
el buen camino. Por esta razón, continuamos con las reformas”.
En fin, según la
actualización del Programa de Estabilidad pasaremos de una tasa de desempleo
(media anual) del 26,1 % al 19,8 % en 2017, algo que estoy seguro que toda la
ciudadanía, y desde luego mucho más quienes están desempleados, desea. Vamos a
ver qué medidas de contenido laboral se plantean en el programa de reformas, y
que se argumenta en el de estabilidad, para analizar su incidencia en este cambio
tan radical de perspectiva de nuestro mercado de trabajo.
3. La lectura
del Programa de Reformas 2014 permite pensar, si hemos de hacer caso a su
contenido, que no habrá nuevas reformas laborales del calado e importancia que
han tenido lugar en 2012 y 2013, pero déjenme que sea muy prudente al respecto
porque siguen existiendo petición de algunas organizaciones internacionales y
de medios empresariales para “profundizar” en tales reformas. Con todo, habrá
quien piense, y quizás no le falte razón, que mi afirmación anterior no es
correcta porque no valoro suficientemente la importancia que puede tener la
reforma de la política de empleo con una cada vez mayor presencia del sector
privado, y la reforma de la normativa de protección social y la posible
atribución a las mutuas de la concesión del alta médica del trabajador en
situación de baja laboral.
En el resumen
ejecutivo del Programa se insiste en reiteradas ocasiones en que las medidas ya
adoptadas y las que se adopten en el próximo futuro tienen un claro objetivo,
cual es el de favorecer la creación de empleo, se muestra la satisfacción
gubernamental por haber “ejecutado prácticamente en su totalidad” las medidas
propuestas en el Programa de 2013 (no esperen encontrar una mínima autocrítica
en los documentos examinados en esta entrada, porque no la hay) y se destacan
las medidas cuya aprobación está prevista en el año en curso, siendo una de
ellas la reforma tributaria que deberá resolver los que se califican como “problemas actuales del sistema tributario: el
sesgo desincentivador del empleo y la baja recaudación. En el ámbito del
empleo, formación y protección social, se enumeran y sintetizan las propuestas
que más adelante se desarrollarán en el Plan y que ahora dejo ya apuntadas:
nuevo modelo de formación para el empleo, la estrategia española de activación
para el empleo 2014- 2016 (aquí sí que se anuncian “desarrollos normativos”,
entre ellos uno cuyo contenido tengo curiosidad por conocer, cual es el que se
anuncia de “una mayor vinculación entre las políticas activas y pasivas de
empleo” -- ¿mayores posibilidades de acceso al empleo o mayores controles de
las personas desempleadas?), y como una medida más concreta en cuanto que
dirigida a un público específico, el plan nacional de implantación de la
garantía juvenil .
El optimismo
gubernamental se manifiesta con claridad al referirse a los datos de desempleo
de Eurostat (febrero 2014) y de afiliación a la Seguridad Social (marzo 2014),
y por lo que parece los datos de la última EPA sobre población activa y ocupada
no deben ser del gusto de los redactores del documento porque no han sido
tomados en consideración. Se pone especial énfasis en la importancia de
disponer de más de 28.500 millones de euros de los fondos estructurales (FEDER
y FSE) para el período 2014 – 2020, junto con otras cantidades de no menos
relevancia como por ejemplo la de 943 millones para la iniciativa de empleo
joven, y se destaca que con todos estos recursos se poteciarán las medidas “que
aumenten la productividad y el empleo, la inversión privada y desarrollen
sectores con elevado potencial de crecimiento”.
4. Antes de
seguir con el Programa de Reformas 2014 y entrar a examinar con más detalle las
propuestas futuras de actuación a corto y medio plazo, vuelvo a la
actualización del Programa de Estabilidad 2014-2017 por el interés muy directo
de algunos de sus contenidos sobre las políticas laborales, que parten de una
valoración bastante positiva (¿quién iba a dudarlo?) de las reformas laborales
operadas desde 2012, y de las que destaca (se lo hemos escuchado a los
responsables económicos del gobierno en numerosas ocasiones, y en algunas a los
responsables de empleo) que los cambios normativos y su impacto en el mercado
de trabajo “posibilitarán la creación de empleo con tasas de crecimiento
inferiores a las del pasado”, previéndose (tomo nota “a los efectos oportunos”)
que se producirá “una creación neta próxima a
600.000 empleos entre finales de 2013 y finales de 2015”, y que en los
dos años que median entre los dos períodos citados disminuirá el número de
personas desempleadas “en cerca de 800.000 personas” (¿tendrá aquí algo que ver
la caída de la población activa y no sólo el esperado crecimiento del empleo?
Parece que sí, que esta es la previsión del gobierno vinculada a la reducción
del número de inmigrantes que accederán a nuestro mercado laboral) e incluso se
prevén mejores perspectivas para el conjunto de los cuatros años (¡largo me lo
fiais, amigo Sancho!), con previsión de creación de empleo de 900.000 en
cómputo a tiempo completo (¿se refiere a un crecimiento del empleo a tiempo
completo o bien a un incremento importante del trabajo a tiempo parcial y que
lleve a ese cáculo optimista?)
Más exactamente,
el documento sitúa la creación neta de empleo por debajo del 2 % del
crecimiento del PIB y adjudica este cambio a las reformas operadas en el
mercado de trabajo con las reformas laborales y que han significado “una mayor
flexibilidad interna de las empresas” (igual a incremento del poder de
dirección del empleador, pero eso lo digo yo y no el gobierno), “mayor uso del
trabajo a tiempo parcial” (igual a mayores posibilidades para el empleador de
distribución de los tiempos de trabajo según sus necesidades), “intensificación
de la moderación salarial” (neolengua que esconde la reducción de salarios en
unos casos, y el mantenimiento nominal pero con incrementos de jornadas en
otros, es decir descenso real, y que al preverse su mantenimiento en los años
venideros seguirá propiciando, según el gobierno, “un comportamiento contenido
en los costes laborales unitarios y ganancias de competitividad”), y “aumento
de las inaplicaciones de convenios” (con su implicación sobre la pérdida de
importancia del valor normativo del convenio colectivo estatutario, y su
impacto directo sobre reducciones salariales y reordenación de los tiempos de
trabajo, según los datos disponibles de tales inaplicaciones en la página webde la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos”, con 2149
inaplicaciones en 2013 y que permitieron, siempre según el gobierno “adaptar
las condiciones de trabajo – particularmente los salarios – para evitar los
despidos”).
El impacto de
las medidas de ajuste, y entre ellas la reforma en materia laboral que permite los
despidos colectivos en el sector público en general y en las Administraciones
Públicas en particular, se constata con claridad en el documento al examinar
los datos del empleo en el sector público y en el privado, ya que “la pérdida
de empleo asalariado en 2013 siguió incidiendo con mayor intensidad en el sector público, con una tasa
media de caída anual del 5,6 %, mientras que en el privado prácticamente se
estabilizaba a finales de 2013”.
¿Van a tener
impacto positivo en los ingresos de las arcas públicas las medidas previstas
por el gobierno en materia de empleo y protección social? Tal es su parecer,
tanto pensando en las que está previsto aprobar en 2014 y aplicar a partir de
2015 como las que han sido aprobadas con anterioridad a la actualización del Programa
de Estabilidad y que ya están surtiendo
frutos (tarifa plana en cotización empresarial por contingencias comunes a la
Seguridad Social, no abono por el FOGASA del 20 % de las indemnizaciones
debidas a los trabajadores en empresas de menos de 25 trabajadores, incremento
de los conceptos computables a efectos de cotización a la Seguridad Social,
reforma del marco normativo de las pensiones e incremento gradual de la edad de
acceso a la jubilación), que se calcula “en el entorno de los tres mil millones
de euros anuales cuando estén todas en vigor, con un mínimo de dos mil millones
en 2014 y mil millones en 2015”). Por cierto, nos enteramos, leyendo la página
55, de que el Gobierno ha remitido a las Cortes un proyecto de ley del que, al
menos en mi caso, no hay todavía constancia de que se haya producido (aunque a
fuer de ser sinceros cabe pensar que lo será próximamente), cual es el de
modificación (una vez más) de la Ley General de Seguridad Social, “incluyendo
entre otras medidas la atribución a las Mutuas de la gestión de la prestación
por incapacidad temporal”.
5. Volvamos al Programa
de Reformas de 2014 y detengámonos en el balance que hace el gobierno de sus
actuaciones en 2013 con respecto a materias laborales, en concreto en lo
relativo a la recomendación número 4 formulada por las autoridades europeas de
evaluar la reforma laboral de 2012, así como también en otras medidas
adicionales.
A) El gobierno “saca
pecho” y se muestra orgulloso de la valoración positiva de la reforma que ha
hecho la OCDE y que se suma a la anteriormente realizada por el propio gobierno
tras un año de entrada en vigor, y a mi valoración crítica sobre tales documentos
en otras entradas del blog me permito remitir ahora.
Como ya he
dicho, poca autocrítica encontrarán por parte del gobierno, ya que se afirma
que la reforma desplegó desde sus inicios efectos positivos “a pesar del muy
negativo entorno económico” y en nota a pie de la página 19 se afirma aún con
mayor orgullo (me pregunto si la vida laboral se ve de una forma desde un
despacho del Ministerio y de otra en un centro de trabajo, pero no voy ahora a
elucubrar más de la cuenta) que “los datos positivos indican un impacto
positivo aún mayor de la reforma”. Entre los aspectos positivos de la reforma
se recuerda que uno de ellos fue la puesta en marcha del contrato de apoyo a
los emprendedores (PYMES) “a tiempo completo”, y quizás hubiera sido también
conveniente incorporar una nota en la que se explicara, aunque fuera a pie de página
y mucho menos leída, el motivo por el que se posibilita en 2013 la utilización
de esa modalidad a tiempo parcial cuando se tanto se había publicitado el valor
de ese contrato a tiempo completo para incorporar especialmente a personas con
mayores necesidades de protección al mercado de trabajo.
El programa
destaca también, como ya he dicho, la valoración positiva de la OCDE en cuanto
que considera (la neolengua sigue jugando aquí un papel importante) que “ha
reducido sustancialmente la rigidez de la regulación laboral y ha flexibilizado
la negociación colectiva”. ¡Ah!, no olvidemos que la reforma había provocado,
al parecer de sectores jurídicos cercanos al mundo empresarial y que
lógicamente tienen muy buena sintonía con el gobierno actual, “alguna
incertidumbre en materia de despidos colectivos”, y raudo y veloz el gobierno
se aplicó a intentar desactivarla (no creo que lo haya conseguido hasta ahora,
porque no sólo de la normativa laboral española sino también de la Constitución
y normas internacionales y europeas viven, y aplican, los juzgados y tribunales)
con la reforma operada por el RDL 11/2013, ahora convertido en la Ley 1/2014.
Siempre es de agradecer la claridad en los objetivos perseguidos, aunque no se
diga con la misma claridad que se pretende desactivar aquellas interpretaciones
doctrinales y judiciales distintas de las del gobierno y del mundo empresarial,
y por ello me parece positivo que se diga con claridad que con las reformas
citadas se pretende “reducir la probabilidad de que los procedimientos de
despido colectivos sean declarados nulos judicialmente, regulando con mayor
precisión la información que las empresas deben proporcionar a los
representantes de los trabajadores”.
B) En el ámbito
de las políticas de empleo las reformas operadas durante 2013 se han centrado
en la aprobación y puesta en marcha del Plan anual de política de empleo, con
un porcentaje cada vez mayor (10 % en 2013 y 40 en 2014) de fondos estatales
distribuidos a las Comunidades Autónomas según el grado de cumplimiento de los
objetivos comunes identificados con anterioridad, así como también en el
llamado “programa de buenas prácticas para modernizar los servicios públicos de
empleo”, que deberá consolidarse normativamente en la Estrategia España de
activación para el empleo 2014-2016.
En mi explicacióndel PAPE 2013 ya puse de manifiesto que se apuntaban futuros cambios normativos,
y ahora habrá que esperar a ver cuándo y cómo se concretan. Decía entonces
que “en relación el marco general se
identifica la EEE 2012-2014, las normas estatales y autonómicas, y los PAPE, y
como hay que cambiar ese marco (no todo es “herencia recibida” por cierto) ya
se anuncia la elaboración de una nueva EEE que pasará a denominarse “Estrategia
española de políticas activas de empleo” (cambiamos las palabras, ¿cambiamos
los contenidos?), tres nuevos Reglamentos, de servicios, de empleo y de
formación (no arriendo la ganancia a los responsables estatales, y
fundamentalmente los autonómicos, que tengan que conocer y aplicar ese nuevo
marco que se anuncia, que irá acompañado sin duda de instrucciones y circulares
internas para su aplicación), y la “implantación de un nuevo modelo de
distribución de fondos orientado al cumplimiento de objetivos”, y en el que sí
se ha avanzado ya este año para fijar en un 40 % la distribución de fondos en
2014 en razón del cumplimiento de los objetivos marcados el año anterior, “más
un mecanismo de garantía de continuidad con el marco anterior del 60 % que
facilite la adaptación al nuevo modelo y gradúe el impacto que su implantación
pueda tener, sobre todo en los primeros años” (si hay un gobierno distinto del
color político actual en 2015 es posible que vuelvan a cambiarse las reglas,
con los que el concepto de “primeros años” quedaría sin contenido, pero de
momento esta afirmación sólo se encuadra en el ámbito de la política-ficción)”.
En 2013 también
se ha producido el desarrollo de un nuevo modelo de formación profesional para
el empleo “dando prioridad a la financiación de acciones formativas destinadas
a que los menores de 30 años y los desempleados de larga duración obtengan un
certificado de profesionalidad”, y el inicio de los trabajos para la puesta en
marcha de un nuevo modelo de formación del que se afirma que estará basado “en
los principios de mayor transparencia y control en la gestión de los recursos
públicos, concurrencia competitiva y evaluación de la calidad de la formación”,
y cuya mayor concreción se encuentra en la explicación contenida en el eje 3 (“capital
humano”) de la tercera línea prioritaria de actuación para este año, que lleva
por título “fomentar el crecimiento y la competitividad actual y futura”, en el
que se explica que “se abrirá el sistema a la concurrencia competitiva de los
proveedores de servicios de formación, se reforzarán las actuaciones de
seguimiento y evaluación, así como las obligaciones de transparencia y los
incentivos para el correcto y eficiente funcionamiento del sistema. La puesta
en marcha del nuevo modelo requerirá la aprobación de varios instrumentos
normativos” (en esto momentos se está debatiendo con los agentes sociales el
borrador de futuro texto normativo).
También se ha
ido desarrollando el calificado como “nuevo sistema de intermediación laboral”
con una estrecha colaboración público-privada (pendiente aún de implantarse de
forma efectiva debido a los conflictos jurídicos suscitados en los concurso de selección
de las agencias privadas de colocación), y la elaboración de un portal único de
empleo aún pendiente de entrada en funcionamiento (la previsión es durante el
primer semestre de 2014).
Por fin, con
respecto al desempleo juvenil se afirma que ya se han puesto en marcha “en
torno al 55 %” de las medidas recogidas en la Estrategia de Emprendimiento yEmpleo Joven 2013-3016, con 3.845 millones de euros. tales como el estímulo de
la contratación laboral de jóvenes, mejora de la empleabilidad de los que se
encuentran desempleados y el fomento del emprendimiento (reducción de cuotas a
la SS, ampliación de la cuantía de la capitalización por desempleo, programas formativos
con compromiso de contratación posterior, reformas en los contratos para la
formación y el aprendizaje, contrato eventual de “primer empleo joven”,
contrato a tiempo parcial con vinculación formativa, ampliación de los
certificados de profesionalidad,…). Medidas especificas se prevén en este año y
los siguientes para poner efectivamente en marcha la llamada garantía juvenil,
es decir el acceso al trabajo o a la formación para jóvenes menores de 25 años
que no estén estudiando y que tampoco estén trabajando o llevando a cabo un
proceso formativo.
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