lunes, 23 de septiembre de 2024

Nuevas reflexiones y aportaciones sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en general y en el mundo del trabajo en particular.

 

1. En el marco de las XXXIV jornadas catalanas de Derecho Social   , celebradas en Barcelona los días 19 y 20 de septiembre, tuvo lugar una muy interesante mesa redonda sobre el impacto de la protección de datos en el ámbito laboral, planteándose cuestiones de actualidad. Participaron, la vicepresidenta de PIMEC, Emma Gumbert, el letrado de Comisiones Obreras de Cataluña Guillem Bernat, y el profesor de la Universitat Oberta de Catalunya Ignasi Beltrán.

En las tres intervenciones se plantearon cuestiones de indudable interés sobre cómo proteger los datos de las personas, en general, y de las trabajadoras en particular, ante una realidad tecnológica que evoluciona tan rápidamente que lleva a los marcos jurídicos a una necesaria, a la par que muy rápida, adaptación permanente para lograr esa protección. De especial interés, la ponencia del profesor Beltrán nos alertó de todos los riesgos que dicha protección tiene en estos momentos y la necesidad de repensar cómo debemos garantizar su protección, incluso frente a nosotros mismos, nuestro “yo inconsciente”   , por utilizar su terminología.

En todo el debate, al igual que en otras ponencias de las jornadas, estuvo presente el papel que está jugando en estos momentos la Inteligencia Artificial (IA), con lógica y preferente atención a su impacto en la vida cotidiana de las personas trabajadoras, en sus condiciones de trabajo desde la fase previa de acceso al empleo hasta la extinción de la relación contractual.

Ello me ha animado a poner a disposición de los lectores y lectoras del blog algunos documentos de indudable interés que se han publicado recientemente sobre la IA, tanto, insisto, desde una perspectiva general como también, y con carácter más concreto, la específicamente dirigida al mundo del trabajo. Obviamente, la síntesis que efectúo quedaría incompleta si no se procede a una lectura atenta de los textos en cuestión.

Continuo con esta entrada los análisis de documentos, propuestas y reflexiones propias, que he ido realizando desde hace varios años, algunas de las cuales recuerdo a continuación.

Entrada “Inteligencia artificial. Su impacto en la vida laboral. Una mirada al presente, que parte del pasado y se orienta hacia el futuro”  

Entrada “Publicado el Reglamento de Inteligencia Artificial. Notas descriptivas de su contenido laboral” 

Entrada “Flujo incesante de decisiones políticas, informes técnicos, documentos académicos, y propuestas con acento en las cuestiones éticas, sobre inteligencia artificial. Lecturas relacionadas con el mundo del trabajo”  

Entrada “Relaciones laborales y digitalización e inteligencia artificial”  

 

2. El primer documento que deseo comentar, que puede marcar el futuro de la Unión Europea a medio plazo, es el conocido como “Informe Dragui” por el nombre de su director  , economista italiano y que ha ocupado cargos de dirección en varias instituciones comunitarias e italianas  , titulado “El futuro de la competitividad de Europa” y presentado el 9 de septiembre, del que ya disponemos numerosos artículos que proceden detalladamente a su análisis, así como las reacciones de organizaciones sindicales internacional y comunitarias.

A) El documento fue presentado al Parlamento Europeo el 17 de septiembre durante la sesión plenaria. Reproduzco la nota de prensa      :

“Draghi, autor de un informe sobre la competitividad europea solicitado por el Presidente de la Comisión Europea, afirmó que la UE debe centrarse en tres cuestiones cruciales: cerrar la brecha de la innovación con Estados Unidos y China; desarrollar un plan conjunto para vincular el objetivo de la descarbonización con el aumento de la competitividad; e impulsar la seguridad de Europa y reducir su dependencia de potencias económicas extranjeras.

El mantenimiento del modo de vida europeo dependerá de la mejora de la competitividad, y la mejora de la competitividad requiere una cooperación e integración más estrechas entre las naciones europeas, afirmó Draghi.

Un programa de competitividad adecuado requeriría una financiación anual de entre 750.000 y 800.000 millones de euros para proyectos cuyos objetivos ya hayan sido acordados por la UE. Parte de este dinero podría proceder de fuentes privadas, pero otra parte también tendría que garantizarse mediante inversión pública, incluso mediante nueva deuda común emitida específicamente para financiar proyectos conjuntos clave, dijo Draghi.

En un debate posterior a la intervención de Draghi, muchos eurodiputados coincidieron con su análisis de que la economía de la UE debe cambiar urgentemente de rumbo. La UE debe centrarse en la competencia y la innovación en sectores clave, junto con más inversiones públicas y privadas en transformaciones sociales, ecológicas y digitales. Algunos eurodiputados pidieron más soberanía y mercados más libres, y subrayaron que la lucha contra el cambio climático sabotea la economía de la UE. Otros observaron que el crecimiento es compatible con las tecnologías innovadoras limpias y la inversión social, para ayudar a los ciudadanos a ajustar sus capacidades”.

B) En su muy extenso prólogo podemos leer que “El cambio tecnológico se acelera rápidamente. Europa se perdió en gran medida la revolución digital liderada por Internet y los aumentos de productividad que trajo consigo: de hecho, la diferencia de productividad entre la UE y EE.UU. se explica en gran medida por el sector tecnológico. La UE es débil en las tecnologías emergentes que impulsarán el crecimiento futuro. Sólo cuatro de las 50 mayores empresas tecnológicas del mundo son europeas”, que “... Si Europa no consigue ser más productiva, nos veremos obligados a elegir. No podremos convertirnos, a la vez, en líder de las nuevas tecnologías, faro de la responsabilidad climática y actor independiente en la escena mundial. No podremos financiar nuestro modelo social. Tendremos que reducir algunas de nuestras ambiciones, si no todas”. Para las y los autores del Informe, un elemento central de la nueva agenda europea “dotar a los europeos de las capacidades que necesitan para beneficiarse de las nuevas tecnologías, de modo que tecnología e inclusión social vayan de la mano. Si bien Europa debe aspirar a igualar a EE.UU. en términos de innovación, debemos aspirar a superar a EE.UU. en la oferta de oportunidades de educación y aprendizaje de adultos y de buenos empleos para todos a lo largo de toda la vida”.

C) El informe plantea tres grandes transformaciones: “la necesidad de acelerar la innovación y encontrar nuevos motores de crecimiento, afirmándose que “... Europa necesita urgentemente acelerar su ritmo de innovación tanto para mantener su liderazgo en fabricación como para desarrollar nuevas tecnologías de vanguardia. A su vez, una innovación más rápida contribuirá a aumentar la productividad de la UE, lo que se traducirá en un mayor crecimiento de la renta de los hogares y una demanda interna más fuerte. Europa aún tiene la oportunidad de cambiar de rumbo. Ahora que el mundo está en la cúspide de otra revolución digital, desencadenada por la expansión de la inteligencia artificial (IA), se ha abierto una ventana para que Europa corrija sus deficiencias en innovación y productividad y recupere su potencial manufacturero” (la negrita es mía)

En segundo lugar, hay que “reducir los elevados precios de la energía sin dejar de descarbonizarse y pasar a una economía circular”, y por último, “Europa debe reaccionar ante un mundo de geopolítica menos estable, en el que las dependencias se están convirtiendo en vulnerabilidades y ya no puede depender de otros para su seguridad”.

D) Hay dos apartados del Informe que deseo destacar desde la perspectiva más concreta de las políticas de empleo y de protección social, el dedicado a la preservación de la inclusión social y el que se refiere a “Closing the skills gap” (cerrar la brecha de habilidades).

a) Del primero, conviene reproducir estos fragmentos (traducción no oficial)

“Si bien la UE debería tratar de acercarse al ejemplo de Estados Unidos en términos de crecimiento de la productividad e innovación, debería hacerlo sin los inconvenientes del modelo social estadounidense. ... Estados Unidos ha superado a la UE debido a su posición más fuerte en tecnologías de vanguardia, pero muestra mayores tasas de desigualdad. Un enfoque europeo debe garantizar que el crecimiento de la productividad y la inclusión social vayan de la mano. Europa está entrando en un período sin precedentes en su historia, en el que el rápido cambio tecnológico y las transiciones sectoriales se combinarán con una disminución de la población en edad de trabajar. En este contexto, Europa tendrá que asegurar el mejor uso de sus habilidades disponibles, manteniendo intacto el tejido social. El cambio tecnológico puede implicar una disrupción significativa para los trabajadores de industrias que antes eran dominantes y que ya no lo son, así como un aumento de la desigualdad: de 1980 a 2016, se ha descubierto que la automatización representó el 50-70% del aumento de la desigualdad salarial en Estados Unidos entre trabajadores con mayor y menor nivel educativo. Por lo tanto, el Estado de bienestar europeo será fundamental para proporcionar servicios públicos sólidos, protección social, vivienda, transporte y cuidado infantil durante esta transición. Al mismo tiempo, Europa necesitará un enfoque fundamentalmente nuevo en materia de habilidades. La UE debe garantizar que todos los trabajadores tengan derecho a la educación y la capacitación, lo que les permitirá pasar a nuevas funciones a medida que sus empresas adopten la tecnología, o a buenos empleos en nuevos sectores” ...

...  las políticas de cohesión deberán reorientarse hacia áreas como la educación, el transporte, la vivienda, la conectividad digital y la planificación, que pueden aumentar el atractivo de una variedad de ciudades y regiones diferentes. Europa debería aprender de los errores cometidos en la fase de “hiperglobalización” y prepararse para un futuro de rápidos cambios. La globalización trajo consigo muchos beneficios para la economía europea y sacó a cientos de millones de personas de la pobreza en todo el mundo, pero se podría decir que los responsables políticos fueron demasiado insensibles a sus supuestas consecuencias sociales, especialmente su efecto aparente sobre los ingresos laborales (la negrita es mía).

b) El segundo, es de especial interés, ya que se abordan todas las necesidades de la UE en políticas de formación, siendo el punto de partida de una reflexión posteriormente mucho más detallada la siguiente:

“La competitividad de la UE y el éxito del modelo económico europeo –empezando por la ejecución exitosa de las transiciones verde y digital– requieren una fuerza laboral dotada de los conocimientos y las habilidades adecuados. La UE tiene una fuerza laboral altamente calificada, pero sufre una escasez persistente de habilidades en diferentes sectores, tanto en ocupaciones poco calificadas como en ocupaciones altamente calificadas, incluidos los sectores estratégicos analizados en capítulos anteriores. Por ejemplo, en tecnologías limpias, las empresas se enfrentan a una importante escasez de habilidades, lo que limita su capacidad para competir a nivel mundial. De cara al futuro, el desafío puede volverse aún más grave. Los obstáculos demográficos conducirán a una disminución de la fuerza laboral, mientras que la reorientación de la economía causada por las transiciones verde y digital cambiará el mercado laboral y las necesidades de habilidades. Sin políticas de habilidades ambiciosas, pero pragmáticas, la UE no podrá alcanzar los objetivos analizados en este informe de manera eficaz y equitativa”.

El documento enfatiza la necesidad de disponer de una gama mucho más amplias de competencias que en etapas históricas anteriores, entre ellas las digitales, que son “... una condición necesaria para desarrollar capacidades en tecnologías digitales, adoptar nuevas tecnologías e incluso promover la creación de empresas innovadoras. Como tales, son esenciales para la transición digital de la UE. Es fundamental que la población en general esté alfabetizada digitalmente, pero también es importante que se amplíe el grupo de trabajadores con competencias digitales avanzadas, por ejemplo, en las áreas de inteligencia artificial, programación, gestión de datos y ciberseguridad.

“... En Europa, la escasez de personal se hace sentir en una amplia variedad de competencias y ocupaciones. Los datos de la OCDE muestran que una quinta parte de los trabajadores adultos de la UE carecen de competencias básicas. La escasez de competencias es aún mayor en otras competencias clave, empezando por las competencias digitales... Alrededor del 42% de los europeos carecen de competencias digitales básicas, incluido el 37% de los trabajadores. Los expertos en TIC con competencias avanzadas tienen una gran demanda, lo que lleva a una creciente competencia entre sectores para contratar a estos expertos. Aproximadamente el 63% de las empresas de la UE que intentan contratar especialistas en TIC experimentan dificultades para cubrir estas vacantes. Es probable que la escasez en esta ocupación sea persistente también debido a las elevadas necesidades de reemplazo...”

“... El cambio hacia ocupaciones altamente calificadas requerirá una mejora y una reconversión significativas de las habilidades de la fuerza laboral. El CEDEFOP predice que las ocupaciones altamente calificadas se expandirán en unos 12 millones de empleos, mientras que las ocupaciones calificadas (manuales y no manuales) se reducirán en alrededor de 3,5 millones de puestos. Los empleos elementales se mantendrán más o menos constantes. Esto implica que habrá una mayor necesidad de trabajadores que hayan completado la educación superior para adaptarse a este cambio...”.

El documento apunta cinco razones principales para la brecha de habilidades existente en la UE y que hay que corregir: “el deterioro gradual del rendimiento del sistema educativo, la disminución de la población activa, el aprendizaje limitado de los adultos, la baja movilidad laboral y las malas condiciones de trabajo”. En estrecha relación con el contenido de esta entrada, destaco las consideraciones efectuadas sobre las necesidades de formación:

“... El actual bajo rendimiento de los sistemas de formación de adultos refleja fricciones informativas generalizadas y una mala coordinación entre empresas, trabajadores y organizaciones de formación. El sistema de enseñanza formal, incluidas las escuelas profesionales y las universidades, carece de información precisa sobre las competencias que necesitan las empresas. Las empresas, por otra parte, pueden tener mejor información sobre sus necesidades de competencias, pero pueden no tener el incentivo para proporcionar oportunidades de formación a los trabajadores (especialmente si se percibe que esas competencias generan capital humano general) por miedo a que otras empresas del mercado se apropien de ellas. Por último, si bien los proveedores de formación se enfrentan a importantes costes asociados a la creación, la publicidad y la aplicación de programas de formación eficaces, a menudo falta información sobre la calidad y la eficacia de sus servicios. Esto puede reducir el incentivo para establecer programas de formación de alta calidad y para ampliar la escala de los programas de alta calidad existentes. Los sistemas de aprendizaje de adultos tendrán que proporcionar capacidades pertinentes a los trabajadores y ofrecer cursos de alta calidad dirigidos a los públicos adecuados. Para que esto suceda, se requiere un nuevo enfoque que refleje cuidadosamente las necesidades del mercado laboral e involucre a los empleadores y otras partes interesadas en todas las fases del proceso de aprendizaje de adultos (desde el diseño del programa hasta la implementación). Si bien algunos Estados miembros han podido acercarse a este modelo... esta no es la realidad actual en muchos Estados miembros, donde persiste una amplia variedad de modelos relacionados con la financiación, el plan de estudios, la organización, la elegibilidad, la participación de las partes interesadas y la comunicación de los programas para adultos, independientemente de su eficacia..” (la negrita es mía).

E) Como ya he indicado, el informe ha recibido ya numerosos comentarios, análisis y reflexiones más o menos críticas. Me permito reseñar algunas de ellas.

a) En el blog de Joaquim González, que fuera durante muchos años Secretario General de la Federación de Estatal de la Industria Textil-Piel, Quimicas y Afines (FITEQA-CCOO), se publicaba el 17 de septiembre el artículo   “De Jacques Delors a Mario Dragui” , que sintetiza el informe en estos términos:

“En conclusión, Europa debe actuar con urgencia para evitar comprometer su bienestar, su libertad o su sostenibilidad. Esto requiere una evaluación común de la situación, un consenso sobre las prioridades y una coordinación europea efectiva. Es decir, una mayor política común europea. Aunque avanzar en estos objetivos es un desafío difícil, no hacerlo supondría una seria amenaza para el futuro de Europa.

Renunciar a liderar las nuevas tecnologías, a ser un referente en responsabilidad climática, o a ser un actor global independiente, representaría un fracaso en términos de mejorar la productividad. El riesgo sería perder la capacidad de financiar el modelo social europeo y sus valores fundamentales, como la prosperidad, la equidad, la libertad, la paz y la democracia en un entorno sostenible. Un fracaso de este tipo pondría en peligro la propia razón de ser de la Unión Europea nos advierte el informe”.

Para añadir, combinando su propia reflexión con la del Informe, que “... Todo ello en una Europa hoy con mayoría de fuerzas conservadoras y un peso tan importante de la extrema derecha, el populismo y el racismo. Lo que exige del Gobierno progresista de España y de las organizaciones sociales y sindicales europeas un papel activo para asumir la advertencia del Informe Draghi: “si no actuamos, tendremos que comprometer nuestro bienestar, nuestro medio ambiente o nuestra libertad”.

b) El 11 de septiembre, en la página web del Real Instituto Elcano se publicaba el artículo  “El Informe Dragui no debería terminar en un cajón”, suscrito por Judith Arnal, Enrique Feás, Miguel Otero y Federico Steinberg. Tras realizar un amplio análisis del documento, la y los autores concluyen en estos términos:

“... El Informe Draghi es un excelente ejercicio de reflexión sobre los desafíos de la UE, con un sentido de urgencia muy marcado y con una vocación profundamente europeísta. El problema es que se produce en un momento político europeo particularmente sensible, con muy pocas ganas de cambiar tratados y de promover una mayor integración. El Informe se alinea bien con las prioridades de la nueva Comisión, en el sentido de que destaca la existencia de disyuntivas entre la competitividad y determinadas políticas europeas en proceso de revisión. En ese sentido, podría leerse como una posible hoja de ruta para los próximos cinco años. De hecho, aborda temas como la defensa, que los economistas tradicionalmente no se han atrevido a tocar. El principal riesgo consiste en dejar que aspectos evidentes (como la necesidad de invertir para innovar y crecer, y por tanto financiar esas necesidades) hagan olvidar que el Informe, fruto de un importante trabajo de reflexión y un profundo conocimiento técnico y del funcionamiento de las instituciones europeas, también detalla cómo invertir bien y regular mejor para que la inversión se traduzca en crecimiento y en competitividad. No debería ser otro de los informes de la UE que termina en un cajón” (la negrita es mía).

c) Una valoración positiva fue la realizada por la organización empresarial europea Business Europe, en el artículo    “BusinessEurope welcomes Draghi report and calls for urgent action to restore the EU’s competitive Edge” (BusinessEurope celebra el informe Draghi y pide medidas urgentes para recuperar la competitividad de la UE), publicado el mismo día de su presentación, en el que manifestaba que

“... Una conclusión cruda y alarmante del informe es que la Unión Europea se está quedando rezagada con respecto a sus competidores mundiales, una realidad que las empresas europeas experimentan a diario. Apoyamos plenamente el llamamiento a un debate franco y urgente sobre las medidas disruptivas que la UE debe adoptar para recuperar su ventaja competitiva. BusinessEurope aboga desde hace tiempo por un reinicio de las políticas europeas al entrar en el próximo ciclo institucional.

Prestaremos mucha atención a la petición de una estrategia industrial renovada, que priorice acertadamente medidas como incentivar las inversiones productivas en Europa, abaratar los costes energéticos o reducir las cargas reglamentarias que pesan sobre las empresas. Las fuerzas del mercado deben estar en el centro de esa estrategia, en lugar de una intervención pública excesiva” (la negrita es mía).

d) Desde el sindicalismo europeo, la valoración del Informe fue efectuada por la Confederación Europea de Sindicatos, también el mismo día de la presentación, en el artículo  “Turning the tide for investment for quality jobs in Europe (Invertir la tendencia de la inversión en empleos de calidad en Europa), en el que, junto a una valoración positiva de algunos de sus contenidos, como la importancia conferida al diálogo social, también formula algunas críticas como las que menciono a continuación:

“Aunque las recomendaciones del informe insisten acertadamente en la necesidad de inversiones masivas como medio para impulsar la competitividad, no detallan las medidas necesarias que garanticen la protección y creación de empleos de calidad en todos los sectores y regiones.

Las inversiones no pueden ser un cheque en blanco en lo que se refiere a los derechos de los trabajadores. La CES viene defendiendo que las inversiones se vinculen a la promoción de la negociación colectiva como medio de crear empleos de calidad.

El informe también pide que se garantice a todos los trabajadores el derecho a la educación y al reciclaje profesional. Esto está al alcance de la mano, pero sólo con inversiones suficientes e iniciativas legislativas que garanticen el derecho a la formación. Será decisiva una directiva de la UE que apoye una auténtica participación de los sindicatos en la anticipación y gestión del cambio para las transiciones ecológica y digital de Europa.

Es positivo que el informe confirme que Europa no puede ganar competitividad mediante la represión salarial y que la inversión es la vía para impulsar la productividad.

Sin embargo, la CES está muy preocupada por el resurgimiento de la agenda desreguladora, en particular la petición de que la UE se «autocontrole» y los argumentos erróneos contra la «sobrerregulación». Estos argumentos pueden socavar derechos fundamentales. Las normas protectoras garantizan la igualdad de condiciones y una economía resistente, de alta calidad y preparada para el futuro, basada en la innovación, y no deben considerarse un lastre para la competitividad.

La CES pide a la Presidenta de la Comisión, la Sra. Von der Leyen, que establezca un grupo de trabajo de alto nivel de los interlocutores sociales sobre la manera de aplicar una política industrial de la UE en favor del empleo de calidad, junto con otras recomendaciones. La Europa social y la Europa competitiva son las dos caras de una misma moneda”.

e) Desde el sindicalismo internacional del sector industrial, el informe ha merecido más críticas que elogios. Buena prueba de ello es el artículo    “Draghi report: a social agenda is lacking” (Informe Draghi: falta una agenda social), publicado el 12 de septiembre por Judith Kirton-Darling e Isabelle Barthès, Secretaria General y Vicescretaria del sindicato IndustryAll  , respectivamente, del que reproduzco unos fragmentos:

“Si el informe es sólido desde el punto de vista de la estrategia industrial, su talón de Aquiles es, sin embargo, que no reconoce el vínculo intrínseco con una auténtica agenda social de la UE. Aunque afirma que la competitividad no debe basarse en la reducción de los costes laborales y debe ir de la mano de la inclusión social, carece de propuestas concretas.

Por el contrario, el diálogo social, la negociación colectiva y el poder de imponer condiciones sociales a las inversiones y las ayudas apenas se mencionan en las 400 páginas del informe. Una agenda social necesita algo más que propuestas tan interesantes como el derecho a la formación para todos los trabajadores.

El informe se centra de forma sesgada en la productividad. Explica el débil crecimiento de la UE por el débil crecimiento de la productividad, alegando que esto a su vez se traduce en un crecimiento más lento de los ingresos y una demanda interna más débil.

Insiste correctamente en que, para mejorar la competitividad, «no debe recurrirse a la represión salarial para reducir los costes relativos». Sin embargo, la baja productividad es consecuencia, además de causa, de la codicia empresarial. La caída de la participación del trabajo en la renta desde principios de los 80 no es sólo un posible efecto de la automatización, sino el resultado directo del aumento masivo de la participación de los beneficios durante ese tiempo”.

 

3. Específicamente referida a la IA en el ámbito laboral,  es importante prestar atención a la declaraciónconjunta suscrita por las organizaciones sindicales y empresariales del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), “ Shaping the advancement of Artificial Intelligence through social dialogue” (Dar forma al avance de la IA a través del diálogo social), presentada a la reunión de Ministras y Ministros de Empleo en la reunión celebrada en la ciudad italiana de Cagliari los días 11 a 13 de septiembre, de cuyo contenido reproduzco amplios fragmentos a continuación:

“El rápido avance de los sistemas de inteligencia artificial (IA), incluida la IA generativa, es sin duda una de las tendencias más significativas que afectan al mundo del trabajo y a nuestras sociedades en general. Con ella, la vida, los métodos de trabajo y los hábitos de millones de trabajadores y empresas ya están cambiando.

Que este cambio sea para mejor o para peor no está predeterminado: depende de las decisiones que tomen los responsables políticos y de su capacidad para adoptar políticas ambiciosas y eficaces, así como marcos normativos que favorezcan el progreso social, la inclusión, la igualdad, la prosperidad económica, las empresas sostenibles, la continuidad y la resiliencia de las empresas, la creación de empleos dignos, el respeto de las instituciones democráticas y los derechos de los trabajadores.

En el actual clima tecnológico de rápidos cambios, es urgente que se establezcan mecanismos y políticas adecuados y ágiles para garantizar que los seres humanos sigan controlando los avances de la IA en el futuro, que los planes de estudios incluyan conocimientos y sensibilización sobre el cambio tecnológico y que éste beneficie a todos sin exacerbar las desigualdades, tanto entre los países como dentro de ellos.

El diálogo social desempeña un papel clave a este respecto. Trabajadores y empresarios pueden contribuir conjuntamente a las políticas más eficaces sobre el uso y el control de la IA para dar forma al futuro del trabajo que queremos.

Estudios recientes demuestran que, cuando los interlocutores sociales participan y se respetan los derechos de los trabajadores, los lugares de trabajo que utilizan la IA y cuentan con representación de los trabajadores pueden dar lugar a mejores condiciones laborales y a una mayor productividad. Esto demuestra que beneficia tanto a los trabajadores como a los empresarios y fomenta la cooperación.

Tenemos ante nosotros importantes retos y oportunidades. Si se adoptan las medidas normativas y políticas adecuadas, el avance de la IA podría generar importantes oportunidades de empleo, ingresos y productividad, que deberían repartirse equitativamente. La IA puede impulsar la eficiencia en el lugar de trabajo, ya que las tareas pueden transformarse y aumentarse eficazmente mediante la automatización y la racionalización de los procesos.

La IA, en sinergia con otras tecnologías facilitadoras, puede mejorar la productividad y la resistencia económica. Invertir en IA y sus aplicaciones de forma ética e inclusiva podría conducir a las industrias a la economía de los datos, ampliar el mercado laboral y mejorar el progreso en sectores clave como la sanidad y las ciencias de la vida. Basándonos en el Proceso de Hiroshima del G7 sobre IA, apoyamos al G7 en el establecimiento de principios y políticas centrados en el ser humano para supervisar y guiar su evolución, fomentando al mismo tiempo la innovación y la interoperabilidad en beneficio de todos.

También plantea riesgos relacionados con la protección de datos, la ciberseguridad, la salud y la seguridad en el trabajo, la privacidad, la libertad de asociación, la responsabilidad, la autonomía de los trabajadores en el desempeño de su trabajo y la propiedad intelectual y los derechos de autor de empresarios y trabajadores. Deben tomarse las medidas adecuadas para garantizar que la IA no socave la seguridad y la salud en el trabajo, y que la gestión algorítmica no conduzca a niveles extremos de control o incluso de vigilancia ilegal.

La toma de decisiones algorítmica no debe correr el riesgo de exacerbar y sistematizar aún más los prejuicios y la discriminación en el mercado laboral, como la discriminación por razón de género. Además, en el contexto de una economía digital cada vez más concentrada, deben adoptarse marcos normativos y políticas para garantizar que los sistemas de IA permitan a todas las empresas reforzar su posición en el mercado y contribuir a la dirección y naturaleza de la innovación tecnológica, incluso a través del diálogo social. Debe apoyarse a las microempresas y a las pequeñas y medianas empresas para que tengan un mejor acceso a la IA y a las tecnologías digitales para expandir sus negocios.

En este sentido, nosotros, los Labour 7 y Business 7, como representantes de los sindicatos y las organizaciones patronales del G7, hacemos un llamamiento a los miembros del G7 para que adopten marcos normativos y políticas para:

- Promover el principio de que los seres humanos controlen la IA, prestando especial atención a la necesidad de proteger el espacio cívico, la gobernanza democrática y los derechos humanos;

- Promover el papel de los interlocutores sociales en el diseño, la aplicación y la supervisión del uso de los sistemas de IA en el mundo del trabajo, incluso mediante el establecimiento de consultas adecuadas y proporcionando a los trabajadores y a sus representantes acceso a la información y a la formación sobre las implicaciones que la introducción y el uso de los sistemas de IA pueden tener en su trabajo;

- Establecer mecanismos tripartitos a nivel nacional y local para fomentar el diálogo social y garantizar la supervisión continua del avance de la IA y el seguimiento de cualquier problema que surja;

- Invertir en educación y formación para garantizar que los estudiantes (jóvenes y adultos) aprendan sobre IA, incluido cómo desarrollar tecnologías de IA y comprender su eficacia y sus riesgos;

- Incorporar a las políticas de IA el respeto, la protección y la promoción de todos los principios y derechos fundamentales de la OIT en el trabajo, en particular la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva; la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación; y el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable;

- Equipar y capacitar a todas las empresas, incluidas las PYME, y a los trabajadores para que aprovechen las oportunidades de la IA, entre otras cosas mediante políticas ambiciosas y eficaces de cualificación y recualificación;

- Garantizar que los beneficios de la IA, incluso en términos de productividad, se redistribuyan equitativamente entre los trabajadores y en toda la cadena de valor....” (la negrita es mía)”

4. La declaraciónfinal  de la reunión de Ministras y Ministros de Empleo en la reunión de Cagliari también contiene numerosas referencias a la importancia del cambio tecnológico y las medidas a poner en práctica para tratar de controlar su impacto en el mundo del trabajo. Reproduzco la parte de dicha Declaración referida en concreto a la IA.

“... Desarrollo centrado en el ser humano y uso de la Inteligencia Artificial en el mundo laboral

- Reconocemos que las tecnologías basadas en la Inteligencia Artificial (IA) segura y fiable, incluida la IA generativa, pueden aumentar la productividad laboral, mejorar las condiciones de trabajo y la seguridad y salud en el trabajo en los lugares de trabajo, empoderar a los trabajadores y crear oportunidades de empleo de calidad, incluso para las personas con discapacidad, mejorar la eficacia de las políticas del mercado laboral y de formación, y hacer frente a la escasez de mano de obra. Además, la IA puede servir como potenciador del espíritu empresarial, capacitando a las personas para aprovechar las tecnologías avanzadas para desarrollar y ampliar proyectos innovadores.

- Subrayamos que los beneficios de la IA en el mundo del trabajo sólo pueden maximizarse y distribuirse equitativamente entre toda la población cuando los derechos humanos y la inclusión social están en primer plano, empoderando a los trabajadores. Para aprovechar todo el potencial de las tecnologías de la IA se requieren inversiones públicas y privadas bien orientadas, en particular en infraestructuras de IA, reciclaje y mejora de las cualificaciones, así como en educación.

- Para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la IA, debemos seguir conciliando el desarrollo tecnológico con la protección de los derechos laborales y minimizar los posibles riesgos para el mundo del trabajo, y especialmente para las personas en situación de vulnerabilidad y marginación. Estos riesgos incluyen el aumento de las desigualdades y las discriminaciones, un impacto negativo en la seguridad y la salud en el trabajo, incluida la salud mental, el debilitamiento de la representación de los trabajadores y del poder de negociación colectiva, el uso indebido de la vigilancia digital de los trabajadores, así como las amenazas a la privacidad y la rendición de cuentas en el mundo del trabajo. Destacamos que el diálogo social y la negociación colectiva pueden ayudar a garantizar la adopción segura y fiable de la IA en el mundo del trabajo.

- Nos basaremos en los resultados del Proceso de IA de Hiroshima, la Asociación Mundial sobre IA, la revisión de 2024 de la Recomendación de la OCDE sobre IA (Principios de IA de la OCDE) y la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre «Aprovechar las oportunidades de los sistemas de inteligencia artificial seguros y fiables para el desarrollo sostenible». Trabajaremos por una IA centrada en el ser humano y socialmente responsable garantizando un trabajo digno y oportunidades de recualificación para todos los trabajadores, incluidos los desplazados por la IA.

- Estamos de acuerdo con el Plan de Acción del G7 para una adopción centrada en el ser humano de una IA segura y fiable en el mundo del trabajo... Trabajaremos para hacer avanzar el Plan de Acción del G7 en estrecha cooperación con el sector privado, las organizaciones de trabajadores, la sociedad civil, el mundo académico y otras partes interesadas. Pedimos a la OIT y a la OCDE que nos apoyen y que informen de nuestros progresos al G7.

- Acogemos con satisfacción las iniciativas de la Asociación Global sobre Inteligencia Artificial sobre el futuro del trabajo para fomentar la cooperación internacional. Al tomar nota del informe del Enviado Técnico del Secretario General de la ONU y de la OIT “Mind the AI divide. Shaping a Global Perspective on the Future of Work”, reconocemos el valor de las iniciativas de cooperación internacional para abordar las brechas digitales que podrían ampliar las desigualdades mundiales, incluidas las desigualdades de género, con especial atención a los países en desarrollo y las economías emergentes. Además, hacemos hincapié en la importancia de garantizar la protección de los principios y derechos fundamentales en el trabajo para los trabajadores de la cadena de suministro de la IA dentro y fuera de nuestros países, incluidos los que revisan y perfeccionan las entradas de datos utilizadas para entrenar los sistemas de IA”  (la negrita es mía)

5. De muy especial importancia en el ámbito de las reflexiones  y propuestas de carácter general, y dirigida a toda las instituciones internacionales y a todos los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas, es el informe presentado por la ONU el 19  de septiembre, elaborado por 24 destacadas y destacados especialistas, que lleva por título “Gobernanza de la IA enbeneficio de la humanidad”  presentado el 19 de diciembre y cuya síntesis se encuentra en la nota de prensapublicada el mismo día

A) Reproduzco a continuación la nota de prensa:

“Un nuevo informe de un grupo de expertos de la ONU afirma este jueves que es necesario regular a escala mundial el floreciente campo de la inteligencia artificial (IA), y añade que el desarrollo y uso de esta tecnología “no puede dejarse únicamente al capricho de los mercados”.

“La propia naturaleza de la tecnología, transfronteriza en su estructura y aplicación, hace necesario un enfoque global”, concluye el informe final del grupo nombrado por el Secretario General de la ONU.

La inteligencia artificial está transformando nuestro mundo, desde la apertura de nuevas áreas de investigación científica y la optimización de las redes de energía, hasta la mejora de la salud pública y la agricultura y la promoción del progreso en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Sin embargo, aunque existe un enorme potencial para el bien, si no se gobierna, los beneficios de la IA podrían limitarse a solo un puñado de Estados, empresas y particulares pioneros; y en un esfuerzo por mitigar estos riesgos, el informe propone varias recomendaciones para establecer un marco de gobernanza mundial de la IA.

En el informe también se expresa la máxima preocupación por las formas en que la IA puede utilizarse para trasgredir los derechos humanos.

Las propias materias primas necesarias para las tecnologías de IA, incluidos los minerales críticos, se obtienen a nivel mundial, lo que conduce a una batalla por el poder y la riqueza sobre estos productos escasos a escala global.

Además, los sistemas de armas autónomas podrían tomar decisiones sin intervención humana, lo que plantearía cuestiones éticas y jurídicas sobre la rendición de cuentas y la protección de los civiles durante los conflictos. El creciente potencial de una carrera armamentística impulsada por los avances de esta tecnología también podría poner en peligro la seguridad humana.

El sesgo y la vigilancia de la IA es otro motivo de preocupación, ya que la creación y difusión de desinformación podría perjudicar a la población civil.

Ya empiezan a aparecer disparidades. En términos de representación, partes enteras del mundo han quedado fuera de las conversaciones internacionales sobre gobernanza de la IA.

Por ejemplo, sólo siete países (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EE.UU.) participan en siete iniciativas destacadas de IA ajenas a la ONU, mientras que 118 países, principalmente del Sur Global, no participan en ninguna.

“La equidad exige que más voces desempeñen papeles significativos en las decisiones sobre cómo gobernar la tecnología que nos afecta”, afirma el informe.

“La concentración de la toma de decisiones en el sector tecnológico de la inteligencia artificial no puede justificarse; también debemos reconocer que históricamente muchas comunidades han sido totalmente excluidas de las conversaciones sobre la gobernanza de la IA que les afectan”, añade.

Para abordar estas preocupaciones, el grupo de expertos de la ONU propone varias recomendaciones para regular el uso de la IA.

Las recomendaciones del informe incluyen un panel científico internacional independiente sobre IA, un diálogo político intergubernamental y con múltiples partes interesadas sobre su gobernanza, que se celebre dos veces al año para compartir las mejores prácticas y un fondo mundial para la IA con el fin de reducir la brecha digital.

El grupo también subrayó que cualquier despliegue de IA en entornos militares debe cumplir el derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos, y recomendó que los Estados establezcan marcos jurídicos y mecanismos de supervisión sólidos.

En conjunto, estas recomendaciones instan a los Estados miembros de la ONU a sentar las bases de la primera arquitectura global inclusiva para la gobernanza de la IA basada en la cooperación internacional y la transparencia”.

B) Más concretamente, el grupo de trabajo ha propuesto estas seis recomendaciones:

“Recomendación 1

Un grupo internacional de científicos expertos en IA

Recomendamos la creación de un grupo internacional e independiente de científicos expertos en IA, formado por diversos expertos multidisciplinares en la materia que presten sus servicios a título personal y de forma voluntaria. Con el apoyo de la oficina de IA propuesta y otros organismos pertinentes de las Naciones Unidas, en colaboración con otras organizaciones internacionales pertinentes, su mandato incluiría:

a) Publicar un informe anual en el que se analicen las capacidades, las oportunidades, los riesgos y las incertidumbres relacionadas con la IA, y se identifiquen las esferas de consenso científico sobre las tendencias tecnológicas y las áreas en las que se necesita más investigación;

b) Producir compendios trimestrales de investigación temática sobre las esferas en las que la IA podría contribuir a la consecución de los ODS, centrándose en las áreas de interés público que puedan estar insuficientemente atendidas; y

c) Publicar informes ad hoc sobre cuestiones emergentes, en particular la aparición de nuevos riesgos o las importantes lagunas existentes en el panorama de la gobernanza.

 

Recomendación 2

Diálogo sobre políticas de gobernanza de la IA

Recomendamos el inicio de un diálogo sobre políticas intergubernamental y multilateral sobre la gobernanza de la IA dos veces al año, en paralelo a las reuniones que se celebren en las Naciones Unidas. Su objetivo sería:

a) Compartir las mejores prácticas sobre una gobernanza de la IA que respete, proteja y promueva los derechos humanos y fomente el desarrollo, y que incluya tanto la búsqueda de oportunidades como la gestión de riesgos;

b) Promover un entendimiento común sobre la implementación de medidas de gobernanza de la IA por parte de los desarrolladores y los usuarios de los sectores público y privado para mejorar la interoperabilidad internacional de la gobernanza de la IA;

c) Compartir voluntariamente incidentes significativos de IA que hayan sobrepasado la capacidad de respuesta de los organismos estatales; y

d) Debatir sobre los informes del grupo internacional de científicos expertos en IA, según proceda.

Recomendación 3

Intercambio de normas sobre la IA

Recomendamos el establecimiento de una entidad de intercambio de normas sobre la IA que reúna a representantes de organizaciones nacionales e internacionales de normalización, empresas tecnológicas, la sociedad civil y representantes del grupo internacional de científicos. Este se encargaría de:

a) Elaborar y mantener un registro de definiciones y normas aplicables para medir y evaluar los sistemas de IA;

b) Debatir y evaluar las normas y los procesos para su elaboración; e

c) Identificar las lagunas que requieran nuevas normas.

Recomendación 4

Red de desarrollo de la capacidad

Recomendamos la creación de una red de desarrollo de la capacidad en materia de inteligencia artificial que reúna a una serie de centros de desarrollo de la capacidad afiliados a las Naciones Unidas poniendo conocimientos especializados, computación y datos de entrenamiento de IA a disposición de los agentes clave. El objetivo de la red sería:

a) Acelerar y alinear los esfuerzos regionales y mundiales de capacitación en materia de inteligencia artificial apoyando la creación de redes entre ellos;

b) Crear capacidad de gobernanza de la IA entre los funcionarios públicos para garantizar el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos y promover el desarrollo;

c) Poner instructores, computación y datos de entrenamiento de IA de los múltiples centros a disposición de los investigadores y emprendedores sociales que busquen aplicar la IA a casos de interés público local, entre otras cosas, a través de:

i) Protocolos que permitan a los equipos de investigación interdisciplinares y a los empresarios de entornos con escasez de ordenadores acceder a la informática disponible para entrenar/afinar y aplicar sus modelos de forma adecuada a los contextos locales;

ii) Entornos controlados para poner a prueba posibles soluciones de IA y aprender sobre la marcha;

iii) Un conjunto de oportunidades educativas en línea sobre IA dirigidas a estudiantes universitarios, jóvenes investigadores, emprendedores sociales y funcionarios del sector público y  

iv) Un programa de becas para que personas prometedoras pasen una temporada en instituciones académicas o empresas tecnológicas

Recomendación 5

Fondo mundial para la IA

Recomendamos la creación de un fondo mundial para la IA con el fin de reducir la brecha existente en este ámbito. Gestionado por una estructura de gobierno independiente, el fondo recibiría contribuciones financieras y en especie de fuentes públicas y privadas y las desembolsaría, también a través de la red de desarrollo de la capacidad, para mejorar el acceso a facilitadores de la IA orientados a impulsar el empoderamiento local en pro de los ODS como:

a) Recursos informáticos compartidos para la elaboración y el perfeccionamiento de modelos por parte de los desarrolladores de IA de países que carecen de la capacidad local adecuada o de los medios para adquirirla;

b) Entornos y herramientas de análisis comparativo y de pruebas para incorporar las  mejores prácticas en la elaboración de modelos seguros y fiables y en la gobernanza de los datos;

c) Soluciones de gobernanza, seguridad e interoperabilidad de aplicación mundial;

d) Conjuntos de datos e investigaciones sobre cómo combinar datos y modelos para proyectos relacionados con los ODS; y

e) Un repositorio de modelos de IA y conjuntos de datos seleccionados para los ODS

Recomendación 6

Marco mundial de datos sobre IA

Recomendamos la creación de un marco mundial de datos sobre IA, desarrollado mediante un proceso iniciado por un organismo competente como la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional y fundamentado en el trabajo de otras organizaciones internacionales, para:

a) Establecer definiciones y principios relacionados con los datos para la gobernanza global de los datos de entrenamiento de IA, incluidos los extraídos de las mejores prácticas existentes, y promover la diversidad cultural y lingüística;

b) Establecer normas comunes sobre la procedencia y el uso de los datos de entrenamiento de IA para una rendición de cuentas transparente y basada en los derechos en todas las jurisdicciones; e

c) Implantar mecanismos de administración e intercambio de datos de configuración del mercado que permitan el desarrollo de ecosistemas locales de IA a nivel mundial, como por ejemplo:

i) Fideicomisos de datos;

ii) Mercados mundiales bien regulados de intercambio de datos anónimos para el entrenamiento de modelos de IA; y

iii) Acuerdos modelo para facilitar el acceso internacional a los datos y la interoperabilidad mundial, posiblemente como protocolos técnico-jurídicos del marco

 

Recomendación 7

Una oficina de IA en la Secretaría General de las Naciones Unidas

Recomendamos la creación de una oficina de IA dentro de la Secretaría General, dependiente del Secretario General. Su organización debería ser sencilla y ágil, aprovechando en la medida de lo posible las entidades competentes de las Naciones Unidas ya existentes. Actuando como elemento “aglutinante” para apoyar e impulsar las propuestas de este informe, estableciendo alianzas e interactuando con otros procesos e instituciones, el mandato de la oficina incluiría:

a) Brindar apoyo al grupo internacional de científicos expertos en IA, al diálogo sobre políticas, al centro de intercambio de normas, a la red de desarrollo de la capacidad y, en la medida en que sea necesario, al fondo mundial y al marco mundial de datos sobre IA;

b) Participar en actividades de divulgación dirigidas a las múltiples partes interesadas, incluidas las empresas tecnológicas, la sociedad civil y el mundo académico, sobre cuestiones emergentes relacionadas con la IA; y

c) Asesorar al Secretario General sobre cuestiones relacionadas con la IA en coordinación con otras partes pertinentes del sistema de las Naciones Unidas para ofrecer una respuesta conjunta “de todo el sistema de las Naciones Unidas””.

Buena lectura.

                                                                                              

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