martes, 24 de septiembre de 2024

Salarios. Un apunte sobre la Encuesta de Estructura Salarial de 2022

 

El Instituto Nacional de Estadística publicó el lunes 23 de septiembre los datos definitivos de la Encuesta anual de estructura salarial correspondiente al año 2022  

¿Cuáles son los factores que inciden sobre el salario? El sector de actividad económica es sin duda relevante con diferencias muy destacadas, e igualmente la ocupación de la persona trabajadora. Asimismo, que la jornada sea completa o a tiempo parcial tiene, igualmente, una importancia destacada, como también la tiene el sexo de quien presta sus servicios por la diferente ubicación de trabajadores y trabajadores en sectores de actividad, ocupaciones, duración de la jornada de trabajo y modalidad contractual, teniendo esta última también su reflejo en las diferencias salariales, en perjuicio de quienes tuvieron contratos de duración determinada con respecto a los indefinidos.

No es menos importante la nacionalidad, como se comprueba año tras año, para entender la existencia de estas diferencias salariales. ¿Y qué decir de la edad? Pues que los datos conocidos confirman las intuiciones, cuales son que la mayor edad y la mayor antigüedad en el empleo implican una remuneración salarial más elevada. No nos podemos olvidar, en fin, del ámbito territorial donde se desarrolla la actividad, la respectiva la Comunidad Autónoma considerada, y los datos también pone de manifiesto importantes diferencias, que guardan relación con la estructura productiva y también, no conviene olvidarlo, con la mayor presencia sindical para representar los intereses de las personas trabajadoras.

2. De las consideraciones generales hemos de pasar ya a los datos concretos. Según la EES 2022, la ganancia media anual por persona trabajadora fue de 26.948,87 euros, con un aumento del 4,1 % respecto al año anterior. La ganancia media para los hombres fue de 29.381,84 euros (incremento del 3,5 %) y para las mujeres de 24.359,82 euros (aumento del 5,1 %). El salario medio anual femenino representó el 82,9 % del masculino, si bien esa diferencia debe matizarse, señala la encuesta, “en función de otras variables laborales (tipo de contrato, de jornada, ocupación, antigüedad, etc.) que inciden de forma importante en el salario”.

Otra diferencia significativa es que el 10,3 % de los hombres percibió una remuneración igual o inferior al SMI, incrementándose hasta el 24,2 % en el caso de las mujeres. Por el contrario, mientras el porcentaje de hombres que perciben un salario igual o superior a cinco veces el SMI es del 3,9 %, la cifra se reduce al 2,2 % para las mujeres.

En función de la ganancia de cada persona trabajadora con respecto al SMI en % (recordemos que el del año 2022 era de 33,33 euros/día o 1.000 euros/mes, según que estuviera fijado por días o por meses, el porcentaje de mujeres que percibían de 0 a 1 SMI era muy superior al de los hombres (24,28 y 10,34 % respectivamente) mientras que a partir de remuneraciones que se encontraban entre 1 y 2 del SMI y superiores, la presencia masculina era mayoritaria en los de mayor remuneración. En cualquier caso, hay que reseñar que el 17,10 % del total de personas trabajadores percibían una remuneración situada del 0 al 1 del SMI, y que el 48,16 % está entre el 1 y 2 % del SMI, si bien esas cifras se reducen considerablemente cuando el punto de referencia es la jornada a tiempo completo, pasando al 3,35 y 53,16 % respectivamente (4,20 % mujeres y 2,65 hombres con salario entre el 0 y el 1 del SMI).

Ahora bien, no menos importante, ni mucho menos, es prestar atención a los datos del salario mediando y del salario modal, ya  que, tal como se explica en la nota de prensa de presentación de los datos, “Una característica de las funciones de distribución salarial es que figuran muchos más trabajadores en los valores bajos que en los sueldos más elevados. Este hecho da lugar a que el salario medio sea superior tanto al salario mediano, como al más frecuente”.

Si prestamos atención al salario mediano (“el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior”) fue de 22.383,11 euros en 2022. Bastante por debajo se encuentra el salario modal, es decir el de mayor frecuencia, 14.586,44 euros para un 4,2 % de las y los asalariados, si bien la se subraya por el INE que cifras superiores afectaron a un 8,3 %, en concreto 16.495,84 euros (4,2%) y 18,494,32 (4,1%). En conclusión, el 20,5 % de las y los asalariados tuvieron un salario anual en 2022 entre 14.000 y 19.000 euros.

3. Ya he indicado que la estructura productiva, y la presencia sindical, condicionan los niveles salariales, y ello queda plenamente puesto de manifiesto al analizar los datos por territorios autonómicos, ya que siguen siendo, como en años anteriores, País Vasco, Madrid y Navarra las tres autonomías que tienen niveles superiores a la media, además de Cataluña y las Islas Baleares, mientras que en la franja inferior se ubican Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha Las diferencias van desde los 32.313,73 euros del País Vasco a los 21.922,73 Extremadura. Se destaca que las diferencias entre sexos no son iguales en todas las regiones y que la distinta estructura del empleo en cada una de ellas es el factor fundamental que explica la variabilidad, si bien el dato común a todas ellas es el salario inferior de las mujeres con respecto al de los hombres.

Siguen las muy importantes diferencias en función de la actividad económica que ya se observaban en años anteriores. En el top ten se coloca la actividad de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (55.470,69 euros) y el farolillo rojo es para el sector de hostelería (16.274,71 euros), es decir un 105,8 y un 45,6 % superior e inferior a la media nacional, respectivamente.

4. El principio de igualdad de trato y no discriminación debe ser respetado con independencia de la modalidad contractual y del tipo de jornada. Los datos ponen de manifiesto la diferencia salarial por razón de la duración (indefinida o temporal) de la modalidad contractual, ya que el de quienes trabajan con contratos temporales perciben una media anual de 25.096,82 euros (25.458,95 y 24.629,59 para mujeres y hombres), mientras que para los trabajadores con contrato indefinido su remuneración es de 27.193,32 euros (24.187,41 y 29.902,58 para mujeres y hombres).

La sensible disminución de la diferencia existente en 2021 se explicaba por el INE en el avanceprovisional de los datos en estos términos que ponen de manifiesto la importancia de la reforma laboral operada por el RDL 32/2021 de 28 de diciembre: “El salario anual de los contratos temporales aumentó un 25,5% respecto a 2021. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la entrada en vigor del Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo dio lugar a que un número significativo de contratos temporales se convirtieran en indefinidos mediante la figura del contrato de fijo discontinuo. Así, el porcentaje de trabajadores con contrato temporal en la encuesta ha pasado de ser el 18,3% en 2021 al 11,7% en 2022. Por su parte, el salario anual de los indefinidos bajó un 0,8% entre ambos años”

Tampoco es de extrañar, lógicamente, que si se analizan los salarios por tipos de ocupación, la categoría de directores y gerentes ocupe el primer lugar del ranking, mientras que el menor nivel se adjudica a las personas trabajadoras no cualificadas en los servicios, yendo desde los 59.478,63 a los 14.665,40 euros, es decir un 120,7 % superior y un 45,6 % inferior a la media, respectivamente.

Con respecto a la edad, se destacaba en los datos provisionales que la remuneración se va incrementando de forma gradual hasta los 59 años, subrayando la encuesta que la percepción salarial de quienes tenían una edad entre 60 y 64 años disminuyó, si bien “se mantuvo por encima del salario medio”, y volvió a subir a partir de los 65 años, destacándose que este último grupo “tuvo el salario más alto, con 30.496,85 euros. La diferencia es sustancial con respecto a las y los trabajadores menores de 20 años, cuyo salario medio fue de 10.597,24 euros, influyendo sobremanera el elevado número de contratos temporales y a tiempo parcial.

En razón de la antigüedad, la diferencia es también significativa. Para quienes llevan menos de 1 año prestado sus servicios, el salario medio fue de 19.940,80 euros, mientras que en el extremo opuesto, con 30 y más años de antigüedad, fue de 40.116,37 euros, con nuevamente diferencias significativas entre mujeres y hombres, ya que en el primer grupo el salario fue de 16.491,75 y 21.09930, y en el segundo de 37.624,29 y 42.428,65, respectivamente-  

5. El nivel de estudios juega un papel determinante en la remuneración percibida, como se observa con toda claridad en el dato de que mientras que el salario de licenciados/as y doctores/as universitarios/as fue de 44.672,13 euros (65,8 % superior al promedio), el de las personas trabajadores con estudios primarios incompletos fue de 17.333.57 euros (inferior en un 35,7 % al salario medio)

6. No menos importante, dado el importante número de personas trabajadoras extranjeras, tanto de la Unión Europea como de terceros países, es el dato de la diferencia salarial por razón de nacionalidad, siendo solo los españoles quienes percibieron una cuantía superior a la media (27.500,25 euros ), situándose por debajo los restantes, destacándose el dato de que el más bajo fue el de personas de nacionalidades americanas (18.214,62),  algo que sin duda tendrá bastante que ver con el elevado número de quienes, en su gran mayoría mujeres, trabajan en el servicio doméstico y en el sector de la hostelería. En todos los grupos el salario medio de las mujeres es inferior al de los hombres.

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