Los retos de la política de empleo ante el nuevo marco normativo de la Ley 3/2023 de 28 de febrero

 

Reproduzco en esta entrada de blog la introducción de la ponencia presentada en la X Jornada de Derecho del Trabajo, “Novedades legislativas y retos del futuro del trabajo”, organizada por la UOC, y remito a las personas interesadas a la lectura del texto íntegro, disponible en este enlace. 

A) Deseo agradecer  en primer lugar a la UOC su amable invitación a participar en esta prestigiosa Jornada de Derecho del Trabajo que ya va por su décima edición, y obviamente he de personificar tal agradecimiento en la persona del profesor, y buen amigo, Ignasi Beltrán deHeredia  , un jurista cuya valía profesional está muy ampliamente reconocida y cuyo blog, además, es de obligado seguimiento por parte de todas las personas interesadas en las relaciones laborales, con particular atención a la recopilación y ordenación de las sentencias de los juzgados y tribunales laborales que ha merecido por mi parte, y creo que es totalmente correcta, la calificación de “CENDOJ no oficial”, que en más de una y dos ocasiones es más rápido en la publicación de las resoluciones oficial que el oficial del Centro de Documentación Judicial del Consejo General del Poder Judicial.

La ponencia que presento en esta Jornada constituye una buena excusa para ordenar, actualizar, y en su caso corregir, algunos de los análisis, documentos, y tesis personales que he ido exponiendo desde hace ya bastantes años sobre la política de empleo y la necesidad de que sirva tanto para mejorar la “cantidad”, es decir el número de personas que pueden acceder, porque así lo desean, al mercado de trabajo, como la “calidad”, o lo que es lo mismo, las condiciones en las que se desarrolla la relación de trabajo, principalmente para las personas trabajadoras asalariadas, pero sin olvidar al cada vez más importante número de quienes llevan a cabo su actividad como autónomos, y desde luego quienes trabajan en un “limbo jurídico” y una realidad social mucho más clara, el de la economía informal, que tiene, como subrayan periódicamente los informes y estudios de la Organización Internacional del Trabajo, una importante presencia a escala mundial. Solo a título de referencia relevante me permito recordar el titulado “El empleo y la formación. Medidas necesarias, ¿medidas adoptadas atiempo? Notas a propósito del RD 818/2021 de 28 de septiembre y repaso delmarco normativo vigente.” 

La excusa, además, tiene como punto de apoyo la reciente aprobación de la Ley 3/2023 de 28 de febrero, de Empleo (LE), tras un amplio período de elaboración de su anteproyecto, posterior presentación del proyecto de ley, y una intensa tramitación parlamentaria con la aceptación de numerosas enmiendas de los grupos y subgrupos parlamentarios de la anterior legislatura que mejor sintonía política tenían con el gobierno de coalición, quedando reflejado todo ello en la recopilación   que efectué de todos mis artículos publicados en mi blog desde diciembre de 2021 (Anteproyecto) hasta mediados de febrero de 2023 (aprobación definitiva por el Congreso del Proyecto de Ley).

Quizá el término “reciente” pueda sorprender, ya que se trata de una norma que tiene nueve meses de vida desde su entrada en vigor. Si acaso, puedo explicarlo, o matizarlo, y lo utilizo porque aspectos importantes de su contenido están pendientes de desarrollo reglamentario, y otros, como por ejemplo todos los relativos a los incentivos a la contratación de determinados colectivos, han entrado en vigor el 1 de septiembre, por lo que necesitamos, primero, de dicho desarrollo para concretar el verdadero alcance de la norma, y también, después, conocer tras un amplio período de tiempo cómo han funcionado tales incentivos y si han cumplido el objetivo para el que fueron preparados. Además, repárese en que el desarrollo de la norma, con algunos borradores de textos normativos reglamentarios ya preparados, quedó en suspenso por la disolución del Parlamento y quedar, desde la fecha de convocatoria de las elecciones del 23 de julio, el gobierno en funciones.

B) En cualquier caso, conviene ya apuntar de entrada que las normas sobre política de empleo, y desde luego la LE no es una excepción, están estrechamente relacionadas con la normativa general reguladora de las modalidades contractuales y de los derechos y obligaciones de las partes de la relación laboral. Apunto este dato para subrayar que la situación del empleo en España ha mejorado sustancialmente en cuanto a la estabilidad contractual, y disminución de la tasa de temporalidad desde la entrada en vigor del RDL 32/2021 de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo.

En efecto, permítanme que acompañe algunos datos bien recientes para apuntalar esta afirmación.

a) Si vamos a la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre  , publicada el 26 de octubre, conocemos que el número de personas ocupadas se sitúa ya en 21.265.900, habiéndose incrementado el empleo en el sector privado en 691.600 personas durante los últimos doce meses, con un incremento muy inferior en el sector público de 28.600 personas. Más importante es que el empleo asalariado se ha incrementado en 716.500 personas, desglosado en un crecimiento del indefinido en 1.102.000 personas y una reducción del temporal en 385.500. La tasa de actividad de las personas ocupadas de 16 a 64 años se sitúa en el 76,43 %, mientras que la de empleo es del 67,34 %, y la de desempleo del 11,90 %, con, todavía, diferencias importantes, aunque se van reduciendo, entre la población masculina y femenina, y sirva como ejemplo que la tasa de empleo es de del 72.25 % para los primeros y del 62,45 % para las segundas. Y otro dato de especial importancia a mi parecer para conocer cómo está cambiando el mundo del trabajo en España, es el de la composición según la población ocupada sea española (incluida la doble nacionalidad) o extranjera, ya que en serie interanual el aumento de la primera ha sido de 356.200 y el de la segunda superior, 363.900.

Una valoración muy positiva de estos datos ha sido la efectuada por Economistas frente a la crisis, que en el artículo “Más empleo y de mejorcalidad: se consolidan sus tendencias positivas”  destaca estos tres aspectos:

“Primero, la gran resiliencia mostrada por el mercado de trabajo español, que mantiene unos niveles importantes de creación de empleo incluso en un entorno europeo e internacional de clara desaceleración de las economías.

Segundo, el cambio cuantitativo y cualitativo que continúa produciéndose en el aspecto de la calidad y la estabilidad del empleo, lo que revela que las reformas abordadas han ido en la buena dirección, y así están siendo asumidas por el tejido empresarial. Este es uno de los principales avances registrados en nuestro modelo laboral, con consecuencias muy positivas para la formación (más estabilidad la incentiva), las prestaciones sociales (menos entradas y salidas al y del empleo) y la productividad (implicación laboral, experiencia y competencias profesionales, etc.). Unas reformas, en suma, que no solo deben mantenerse, sino que debe profundizarse en las mismas, recorriendo el camino pendiente hasta alcanzar un mercado laboral y unas condiciones de empleo equiparables a las de los mejores países de nuestro entorno.

Y tercero, el proceso de cierre de los diferenciales históricos que ha mantenido España respecto al resto de la UE en los aspectos de la fuerza de trabajo, de su tasa de participación laboral, y de sus niveles de empleo. Esta es la buena dirección. En este sentido, lo más importante es que continúen elevándose los volúmenes totales de empleo y de población activa, por más que ello pueda suponer una transitoria ralentización en el proceso de reducción de la tasa de paro hasta los deseados niveles europeos”.

b) Si nos acercamos a datos más recientes, los disponibles sobre la afiliación a la Seguridad Social el mes de octubre, y los datos sobre empleo del mismo mes, y los de desempleo del mes de septiembre, facilitados el primero por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones  , y los dos restantes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social  , podemos conocer que la cifra media de personas afiliadas es ya de 20.817.657, con un incremento de 533.871 durante los diez primeros meses de 2023, y que “la afiliación media de las mujeres ha alcanzado la cifra más alta de la historia, con más de 9,83 millones de cotizantes”, lo que supone el 47,2 % de las personas trabajadoras afiliadas. Respecto a la “calidad” de la afiliación, destaca el crecimiento en sectores de alto valor añadido (informática y telecomunicaciones, actividades profesionales, científicas y técnicas) destacándose por el MISSMI que “desde el fin de la pandemia, uno de cada cinco nuevos afiliados (300.000 en términos absolutos) se ha incorporado a estos dos sectores altamente productivos”. Incremento del número de personas afiliadas y mejora de los ingresos de la Seguridad Social que han permitido elevar la ratio cotizante por pensionista hasta el 2,4, “máximo de la década”

Por lo que respecta a los datos sobre empleo, sigue la tendencia de fuerte presencia, desde poco después de la entrada en vigor de la reforma laboral (marzo de 2022) de la contratación indefinida, ya que así es para el 43,6 % de los contratos formalizados el mes de octubre. Donde ciertamente hay que seguir avanzando, a mi parecer, para fortalecer la calidad del empleo, es en el incremento del número de horas de trabajo, ya que del total de contratos indefinidos formalizados el mes de octubre, 244.395 han sido a tiempo completo, 151.988 a tiempo parcial y 212.376 como fijos discontinuos, y en cuanto a los contratos de duración determinada, 525.539 lo han sido a tiempo completo y 262.206 a tiempo parcial.

C) En el texto que sigue a continuación recordaré en primer lugar los contenidos más relevantes de la LE y destacaré, obviamente, aquellos que necesitan de desarrollo reglamentario o de un mayor tiempo de aplicación para conocer cuáles serán sus resultados.

Mas adelante, expondré algunos de los que considero que son retos inmediatos y también de futuro, pero no solo desde la perspectiva española (y esta mención debe incluir forzosamente las políticas que se lleven a cabo tanto desde el ámbito estatal como desde las Comunidades Autónomas que, recordémoslo una vez más, son competentes en este ámbito y además tienen una participación muy activa en la elaboración de las normas a través de la Conferencia Sectorial de Empleo y Asuntos Laborales) sino por supuesto desde la internacional y europea, pues no se olvide que las políticas estatales deben seguir las Recomendaciones que anualmente se publican desde las instancias comunitarias sobre las orientaciones generales económicas y de empleo, en el marco del llamado semestre europeo, y también deben examinarse  desde una perspectiva más global, ya que algunos retos no conocen de fronteras.