martes, 23 de junio de 2020

UE. La presidencia alemana durante el segundo semestre de 2020. Entre los temores a la Covid-19 y la necesidad de recuperación económica y social. Notas a los contenidos sociolaborales del programa de los próximos 18 meses.


1. Casualidades de la vida, el momento álgido del debate sobre cómo avanzar en la reconstrucción económica y social de la Unión Europea tras la gravísima crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19, que va de la mano con el temor a nuevos rebrotes en los próximos meses si no se siguen respetando las medidas encarecidamente solicitadas por la Organización Mundial de la Salud para todos los Estados, y también con las duras negociaciones con el Reino Unido para culminar los términos de su salida de la UE y los derechos y obligaciones de ambas partes tanto en el período transitorio como en el posterior, asume la presidencia rotatoria semestral de la UE el peso más pesado de la Unión, Alemania. Después, y en el marco del nuevo trio de presidencias que se abre a partir de pocos días, el 1 de julio, será el momento de Portugal (primer semestre 2021) y más adelante de Eslovenia (segundo semestre 2021).


Ya disponemos del programa de trabajo para los próximos 18 meses, https://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-8086-2020-REV-1/es/pdf preparado conjuntamente por los tres Estados y por el alto representante presidente del consejo de asuntos exteriores. Sin duda alguna, la crisis sanitaria iniciada en marzo ha condicionado, y alterado en gran medida, los planes de la presidencia croata que está a punto de finalizar, y la presidencia alemana llega en un momento de máxima ebullición de medidas impulsadas por la Comisión Europea, bastantes de ellas ya adoptadas por el Consejo y otras que siguen siendo objeto de duras negociaciones entre dos grupos bien definidos de Estados, como por ejemplo las últimas medidas relativas al plan de reconstrucción económica y social y sus partidas presupuestarias, si bien ya somos plenamente conscientes de la gravedad de la crisis y ello debería permitir encararla con mayor conocimiento de qué medidas deben y han de adoptarse para enfrentarse a ella en beneficio del conjunto de la ciudadanía europea.

La presidencia alemana ya dispone de su página web  . En ella se recoge la intervención de la canciller Ángela Merkel el 18 de junio enel Bundestag para presentar las líneas maestras de su programa europeo para los próximos seis meses. En la nota de prensa se explica que “Soportar las consecuencias de la crisis y, al mismo tiempo, hacer que Europa sea más resistente: esos son los desafíos que la Canciller ve para la UE y los objetivos de la Presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea a partir de julio. La cohesión y la solidaridad son más necesarias que nunca.

"Ningún país puede superar la crisis solo, de forma aislada", declaró Angela Merkel en el Bundestag alemán. En la declaración de su gobierno, esbozó brevemente las principales líneas de la política europea antes de la reunión virtual del Consejo Europeo del 19 de junio y el comienzo de la Presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea el 1º de julio”. 

2. En 30 páginas se incluyen todas las líneas y propuestas de actuación para los próximos 18 meses.

Hay una amplia introducción en la que se destaca la gravedad de la situación en la que nos encontramos y en la que se resalta la prioridad de adoptar políticas sanitarias eficaces, ya que solamente si son así y permiten contener e incluso llegar a superar las amenazas actuales “podrá desplegarse una recuperación duradera en todos los demás sectores de la economía y en la vida  pública”; la necesidad de aprobar un marco financiero plurianual 2021- 2027 que permita encarar el futuro europeo con garantías de éxito, resaltando la importancia de su rápida aprobación por tener las medidas propuestas “una importancia crucial para dar una respuesta adecuada y enérgica a las consecuencias de la pandemia de COVID-19, así como a otros objetivos estratégicos y desafíos persistentes de la Unión”; cómo hay que seguir negociando con el Reino Unido para establecer las relaciones futuras tras las finalización del período transitorio, con unas condiciones “justas y equitativas” para todos los Estados miembros y siempre con respeto a las orientaciones del Consejo Europeo adoptadas a lo largo del proceso negociador; en fin, el trio da su aprobación al ajuste efectuado por la Comisión de su programa para este año a fin de tener en consideración la crisis pero sin olvidar seguir avanzando en las medidas propuestas, habiendo demostrado aquella ue es especialmente relevante “producir bienes esenciales en Europa para reducir el exceso de dependencia de terceros países”.

Un primer bloque está dedicado a la protección de los ciudadanos y de las libertades; a continuación, se presta especial atención al desarrollo de la base económica, en la perspectiva de construir el “modelo económico para el futuro”; estrechamente vinculado con la anterior se aborda cómo debe avanzarse para construir una Europa “climáticamente neutra, ecológica, justa y social”; por último, y no menos importante, la presencia de Europa en el mundo, la defensa en suma de los intereses y valores europeos se aborda en el programa de trabajo.

3. Las tres presidencias, se afirma en la introducción, “se comprometen a trabajar en los cinco ámbitos definidos en la Declaración conjunta de los miembros del ConsejoEuropeo de 26 de marzo de 2020”, así como también “a respetar los principios de la Hoja de ruta común europea para el levantamiento de las medidas deconfinamiento contra la COVID-19 y de la Hoja de ruta para la recuperación”, adoptadas el 15 y 22 de abril respectivamente.     

Recordemos que los cinco ámbitos  eran los siguientes: limitar la propagación del virus, suministrar equipos médicos, promover la investigación, hacer frente a las consecuencias socioeconómicas, y dar adecuadas respuestas a la situación de ciudadanos europeos bloqueados en terceros países.

De la primera “Hoja de ruta”  cabe destacar que se aprueba “para levantar las medidas de confinamiento adoptadas contra el coronavirus”, y que tiene en cuenta “los conocimientos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, del Grupo consultivo de la Comisión sobre el coronavirus, la experiencia de los Estados miembros y las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud”, anunciando ya que “cualquier reflexión de esta naturaleza se basa en los conocimientos científicos disponibles hasta la fecha y debe ser revisada a medida que aparezcan nuevas evidencias”. Con relación específica al mundo del trabajo, la hoja de ruta proponía lo siguiente: “La actividad económica debe retomarse gradualmente para garantizar que las autoridades y las empresas puedan adaptarse adecuadamente al aumento de las actividades de manera segura. Toda la población no debe reincorporarse al trabajo al mismo tiempo y debe seguir cumpliéndose el distanciamiento social. Debe fomentarse el teletrabajo. En el lugar de trabajo, deben observarse las normas de salud y seguridad en el trabajo”.

En cuanto a la segunda hoja de ruta  el mundo laboral era tenido en consideración cuando se hacía esta constatación: “El impacto económico de esta crisis es y será considerable. Como primera línea de defensa, los Estados miembros han acometido un importante esfuerzo presupuestario para evitar el cierre de empresas y mantener los puestos de trabajo. La flexibilidad resultante del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el régimen de ayudas estatales, así como la decidida actuación del BCE han creado espacio para la adopción de medidas nacionales destinadas a evitar el colapso de la economía y proteger las empresas, el empleo y los medios de subsistencia. Así se allana el camino para la suspensión de las restricciones y la recuperación global cuando se den las condiciones para ello”.

Igualmente, lo resalto positivamente al menos en el plano teórico, las tres presidencias manifiestan expresamente su compromiso con los principios del Pilar Europeo de Derechos Sociales, anunciando ya la celebración de una cumbre social de la UE en mayo de 2011 y bajo la presidencia europea. No está de más aquí recordar una vez más que el Pilar se estructura en tres grandes bloques: igualdad de oportunidades y de acceso al mercado de trabajo; condiciones de trabajo justas; protección e inclusión social. En su introducción se expone que “expresa los principios y derechos esenciales para el buen y justo funcionamiento de los mercados laborales y de los sistemas de bienestar de la Europa del siglo XXI. Reafirma algunos de los derechos del acervo de la Unión y añade nuevos principios que abordan los desafíos derivados de los cambios económicos, tecnológicos y sociales. Para que los principios y derechos tengan jurídicamente fuerza ejecutiva, es necesario adoptar antes medidas específicas o legislación al nivel adecuado”.

4. Como digo, el primer bloque del programa tras la introducción está dedicada a abordar cómo proteger a los ciudadanos y las libertades.

Destaco las menciones a la importancia de la lucha contra la desinformación, a la promoción de la diversidad cultural y religiosa, y al respeto al principio de cooperación legal y unidad entre los Estados miembros, que a su vez deben respetar la subsidiariedad, la proporcionalidad y el fomento de la gobernanza multinivel.

De especial interés para el ámbito sociolaboral son las referencias a la nueva Estrategia Europeapara la igualdad de género 2021- 2025,  acogida por los tres Estados con innegable satisfacción, uno de cuyos ejes es la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral, destacando la importancia de adoptar medidas “vinculantes” en materia de transparencia salarial como paso útil para avanzar hacia esa igualdad y esperando que la Comisión formule próximamente una propuesta  al respecto.

Entre las medidas anunciadas en la Estrategia se encuentran las siguientes: “velar por que las mujeres y los hombres reciban igual salario por un mismo trabajo y por un trabajo de igual valor proponiendo disposiciones vinculantes en materia de transparencia salarial de aquí al final de 2020; hacer que las normas de la UE relativas a la conciliación de la vida familiar y la vida profesional de las mujeres y los hombres funcionen en la práctica, garantizando que los Estados miembros transpongan y apliquen las normas, y  fomentando un reparto equilibrado entre las mujeres y los hombres de los permisos por motivos familiares y las fórmulas de trabajo flexible; mejorar el acceso a servicios de guardería y otros servicios de asistencia asequibles y de alta calidad - invirtiendo en servicios asistenciales y la adopción de una Garantía Infantil Europea”.

Se incluye una amplia mención a la propuesta anunciada por la Comisión de proponer un nuevo Pacto de Migración y Asilo, que se acoge con agrado, que ha de incluir propuestas legislativas y que el trio se compromete a llevar adelante “con carácter prioritario”. La búsqueda del “equilibrio perfecto” entre las política de reforzamiento de control de fronteras y lucha contra la inmigración irregular, por una parte, y las medidas adecuadas para la lucha contra la trata de seres humanos, políticas eficaces de asilo y la apertura de vías para facilitar las migración regulares por otra, queda claramente puesta de manifiesto a mi parecer en este fragmento del documento:

“La UE necesita una solución integral, permanente y previsible en materia de migración. Esta solución tendría que incluir un Sistema Europeo Común de Asilo efectivo, resiliente y resistente a las crisis, con el necesario equilibrio entre responsabilidad y solidaridad. Deben abordarse las situaciones de presión migratoria desproporcionada para uno o más Estados miembros. Esto deberá complementarse fomentando las vías legales de migración y mejorando al mismo tiempo los retornos. Este enfoque integral también debe incluir una intensificación en la lucha contra la migración ilegal, la trata de seres humanos y el tráfico ilícito de personas, abordando simultáneamente las causas profundas de la migración y el desplazamiento forzoso de la población. La dimensión exterior se debe abordar reforzando las asociaciones con los países de origen y de tránsito”.  

El pleno funcionamiento del espacio Schengen, tras las múltiples restricciones a la libertad de circulación de personas entre Estados de la UE durante la crisis sanitaria (recordemos que en España siguen cerradas las fronteras, salvo las excepciones expresamente previstas en la normativa aplicable, hasta el 30 de junio) se considera fundamental para recobrar la normalidad en territorio europeo y el pleno respeto al derecho de libre circulación de las personas.

Por todo ello, sería preocupante a mi parecer que el pacto se centrara prioritariamente en el control de fronteras y la expulsión de inmigrantes en situación irregular, comoparecen apuntar los primeros borradores. 

Además, como ha destacado recientemente un gran conocedor de la realidad migratoria, Sami Naïr,  es fundamental seguir recordando, en unos momentos en que la inmigración ha dejado de tener la relevancia mediática que tuvo con anterioridad, que la gestión de los flujos migratorios “es una necesidad fundamental para el porvenir demográfico y económico de la UE”, y de ahí que “Elegir ahora olvidar a la inmigración no camuflará los inmigrantes que anhelan llegar en la UE. Por mil razones, la demanda de acogida ira creciendo desde África del norte y subsahariana, los países del Este y Asia. Falta, desgraciadamente como siempre, una visión prospectiva sobre este reto histórico”.

5. El siguiente bloque está dedicado al desarrollo de la base económica europea, al objeto de sentar las bases del que se califica como “el modelo europeo para el futuro”, si bien se reiteran a mi parecer los objetivos que ya estaban presentes en documentos comunitarios y en los de presidencias anteriores, aun cuando ahora lógicamente han incrementado su importancia de cara a la salida de la crisis. Así, se seguirá trabajando “en torno al Pacto Verde y al futuro digital de Europa”, se aplicará “el Plan de Acción para la Economía Circular”, y la inversión “en investigación e innovación (I+i) y en capacitación para incrementar la competitividad, aportar soluciones a los retos mundiales y crear empleo”.

Se destaca una vez más la importancia de las pequeñas y medianas empresas para el crecimiento económico sostenible, el empleo y la cohesión social, proponiéndose reforzar las políticas ya puestas en marcha por la UE. No menos importante me parece la decisión de seguir proponiendo “la fiscalidad justa en una economía cada vez más digitalizada (concretamente, en relación con una fiscalidad mínima efectiva) e impulsar las iniciativas expuestas en el Plan de Acción contra la Evasión Fiscal”.

Obviamente el documento no podía desconocer la importancia, y mucho más en la actualidad, de los procesos de transformación digital, que tienen un indudable impacto sobre el desarrollo económico y social de Europea, por lo que hay el anuncio de prestar especial atención “a la digitalización de servicios y organizaciones, en particular en la administración pública”, además de recordar la importancia de la inteligencia artificial y esperar con atención las próximas propuestas de la Comisión en este terreno.  Me permito remitir a una entrada anterior “Antes, durante y después de la crisis delCovid-19. Sigue el debate sobre la importancia de la tecnología (con especialatención a la inteligencia artificial y la robótica) en la sociedad en generaly en el trabajo en particular. Lecturas recomendadas” 

No puede olvidarse tampoco el documento de la importancia de adoptar medidas en el ámbito educativo y también en el de la investigación, que han padecido extraordinariamente tras la pandemia. Por ello, se manifiesta en los siguientes términos: “La experiencia de los retos vividos durante el brote de COVID-19 muestra que los ámbitos de la educación, las capacidades y la investigación deben ser suficientemente flexibles y resistentes a las interrupciones de sus ciclos regulares. Aprovechar el potencial de la educación, la investigación y la innovación para soluciones transformadoras y lograr los ODS exigirá un enfoque multinivel que centre estratégicamente los esfuerzos de estos ámbitos de actuación a todos los niveles dentro de cada iniciativa sectorial y los integre a escala de la UE en un enfoque común”.

Hay que poner en estrecha relación estas consideraciones generales con las que se incluyen en el bloque posterior y que se refieren al acceso a la educación, aprendizaje y formación permanente para todas las personas trabajadoras, con especial atención, se insiste una vez más, en el perfeccionamiento de competencias digitales ya que “será esencial para abordar la creciente brecha de competencias y cambiar los patrones de trabajo”.

6. Sigue el apartado dedicado a la construcción de una Europea “climáticamente neutra, ecológica, justa y social”, en donde se encuentra el núcleo duro de medidas que deben adoptarse para construir la Europa justa y social, y que en algunas ocasiones son desarrollo de otras ya existentes, siendo particularmente relevantes las menciones a seguir avanzando hacia la adopción de un marco europeo para los salarios mínimos nacionales, la protección de todas las personas desempleadas, medidas que eviten situaciones de pobreza y que requerirían, por ello, de la regulación de una renta mínima, y políticas específicamente dirigidas a la población juvenil que es una de las más afectadas por la crisis actual.


No menos importante es mi entender seguir trabajando para la protección de las personas trabajadoras vulnerables, que cada vez son más numerosas, con atención especial al trabajo temporal, a tiempo parcial involuntario, al trabajo desregulado a través de plataformas digitales, y sin olvidar en modo alguno una regulación del teletrabajo, trabajo remoto o trabajo a distancia, que combine los intereses empresariales con la debida protección laboral, incluida la seguridad y salud en el trabajo, de la persona trabajadora.

Y desde la perspectiva de la responsabilidad empresarial en la adopción de medidas tendentes a facilitar un nuevo y renovado marco de relaciones económicas y sociales ,se pide a la Comisión la elaboración de una nueva Comunicación (por tanto, solo es soft law) “que incluya un plan de acción de la UE en materia de conducta empresarial responsable y que tenga en cuenta las experiencias y las lecciones adquiridas en la crisis de la COVID-19”.

7. Por último, el documento de trabajo para los próximos 18 meses aborda de qué forma deben promoverse los intereses y valores de Europa en el mundo, subrayando la necesidad de seguir defendiendo los derechos humanos “en el conflictivo mundo actual”, e intentar reforzar el papel de liderazgo de la UE para promover “la paz, la prosperidad y los derechos humanos para todos”, jugando un papel de primera importancia en la política exterior la aprobación y aplicación del Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional, que “permitirá promover nuestros intereses y valores, así como una mejor armonización de nuestra política de cooperación con las prioridades de la política exterior de la UE”.

Las relaciones con África merecen especial atención, llamando a seguir desarrollando las relaciones, en los términos acordados en la última cumbre entre la UE y la Unión Africana, “en particular la paz y la seguridad duraderas en el continente africano, el crecimiento sostenible e integrador, la inversión, la creación de empleo y el desarrollo humano, al tiempo que se buscan soluciones conjuntas y positivas para las cuestiones relacionadas con el clima, la migración y la movilidad”.

El punto de referencia es la Comunicación conjunta al Parlamento Europeo y al Consejo “Haciauna estrategia global con África” de 9 de marzo  uno de cuyos apartados está dedicado a “Socios para el crecimiento sostenible y el empleo”, y en el que se puede leer lo siguiente:

“Los estrechos vínculos y la proximidad geográfica entre la UE y África las convierten en aliadas naturales para propiciar un crecimiento económico integrador y sostenible en ambos continentes. La creación de oportunidades económicas y puestos de trabajo dignos en África y la UE podría fomentarse sustancialmente a través de medidas conjuntas en cuatro frentes prioritarios: a) fomentar el comercio y las inversiones sostenibles en África; b) mejorar el clima de inversión y el entorno empresarial; c) aumentar el acceso a una educación de calidad, las capacidades, la investigación, la innovación, la salud y los derechos sociales; d) promover la integración económica regional y continental”. 

Buena lectura.

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