1. La 113ª reunión de laConferencia Internacional del Trabajo tendrá lugar en Ginebra del 2 al 13 de
junio.
En esta ocasión, hay
varios temas de especial interés: además de la presentación del Estudio General
sobre la protección en caso de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales, y de una Discusión general sobre enfoques innovadores para
combatir la informalidad y promover transiciones hacia la formalidad a fin de
fomentar el trabajo decente, se podría aprobar un nuevo Convenio y una nueva
Recomendación sobre la protección frente a los peligros biológicos en el
entorno de trabajo, y se llevará a cabo la primera discusión sobre el trabajo
decente en la economía de plataformas, con el objetivo de poder avanzar, de
cara a la próxima CIT, en la elaboración de un Convenio y de una Recomendación
sobre esta cada vez más importante temática de las relaciones de trabajo.
Toda la documentación disponible sobre el orden del día y los documentos presentados se encuentra disponible en este enlace
En esta entrada me
refiero al documento en el que se aborda como facilitar el tránsito de la
economía informal, y por consiguiente de la informalidad en las relaciones de
trabajo, a la economía formal, o dicho de otra forma, a cómo avanzar en el
logro de uno de los ejes centrales de la política de la Organización
Internacional del Trabajo, cuál es el trabajo decente, al que se apliquen sin
ningún tipo de duda las normas laborales, algo que es mucho más difícil de
lograr, en las pocas ocasiones que ello pueda ocurrir, en las actividades
laborales informales.
La lectura del Informe, , publicado el 14 de abril, es de especial interés para conocer la realidad mundial del trabajo y los déficits de cumplimiento de la normativa laboral, empezando lógicamente por los Convenios aprobados y muy específicamente aquellos que tienen la consideración de fundamentales
2. No es, desde luego, ni
mucho menos, la primera vez que la OIT se acerca al estudio de la informalidad
laboras desde que en el año 2015 se aprobara la importante Recomendación núm.
204 sobre sobre la transición de la economía informal a la economía formal. Un estudio
detallado de esta norma fue realizado en este blog en la entrada aquí disponible , de la que reproduzco un breve fragmento:
“... El sábado 13 de
junio finalizó la 104ª Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, con la
aprobación de aquella que ha sido calificada en una nota informativa de la OIT
como “una histórica norma del trabajo para hacer frente a la economía informal que servirá para apoyar los esfuerzos por
ayudar a cientos de millones de trabajadores y unidades económicas a pasar de
la informalidad a la economía formal...”
.... ¿Qué es, a los efectos de la OIT, la economía
informal? La respuesta la tenemos en el apartado 2 del bloque I (Objetivos y ámbito
de aplicación), en los siguientes términos:
“… Todas las actividades
económicas desarrolladas por los trabajadores y las unidades económicas que —
en la legislación o en la práctica — están insuficientemente cubiertas por
sistemas formales o no lo están en absoluto, y
… no abarca las
actividades ilícitas, en particular la prestación de servicios y la producción,
venta, posesión o consumo de bienes prohibidos por la legislación, incluyendo
la producción y el tráfico ilícitos de estupefacientes, la fabricación y el
tráfico ilícitos de armas de fuego, la trata de personas y el blanqueo de
dinero, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes”.
Como pueden comprobar, no
se trata, ni mucho menos, de una norma que afecte sólo a países en desarrollo,
y estoy seguro de que todavía queda mucho por hacer en los llamados países
desarrollados, entre ellos España. A buen seguro que quienes tienen entre sus
funciones las de velar por el cumplimiento de la normativa laboral podrían
poner numerosos ejemplos del “no cumplimiento” y de la “informalización” no
deseada de sus relaciones de trabajo para una parte de la población, entre las
que se encuentra en muchos países la población migrante, y es por ello por lo
que la Recomendación pide la adopción, en el marco global de la política de
empleo, de “políticas de migración laboral que tengan en cuenta las necesidades
del mercado de trabajo y que promuevan el trabajo decente y los derechos de los
trabajadores migrantes”.
Por su parte, la
Resolución aprobada en la 21ª Conferencia Internacional de Estadísticos del
Trabajo (2023) sobre las estadísticas de economía informal diferencia también entre trabajadores
del sector formal y del sector informal, en estos términos:
“Las personas que
realizan trabajo en el sector formal incluyen personas ocupadas en el sector
formal, aprendices no remunerados y voluntarios que realizan trabajo para una
unidad económica formal... e incluyen trabajadores independientes que poseen y
operan una empresa formal; contratistas dependientes que poseen y operan una
empresa formal o están registrados a efectos fiscales; y empleados y
trabajadores familiares auxiliares con puestos de trabajo informales o formales
que realizan trabajos para una unidad económica formal”. “Las personas que
realizan trabajos en el sector informal incluyen personas ocupadas en el sector
informal, aprendices no remunerados y voluntarios que realizan tareas para una
empresa de mercado informal no constituidas en sociedad perteneciente al hogar...
e incluyen trabajadores independientes que poseen y operan una empresa de
mercado informal no constituida en sociedad; contratistas dependientes que no
poseen ni operan una unidad económica formal y no están registrados a efectos
fiscales; y empleados y trabajadores familiares auxiliares que están ocupados
en empresas de mercado informales no constituidas en sociedad”.
Entre otras entradas en
las que he dedicado atención a la economía informal, cabe reseñar dos de ellas.
Entrada “Sigamos hablando
de las desigualdades (aunque sea reiterar e incluso reforzar lo expuesto en
años anteriores) y de propuestas para su corrección (solo por algunos). Fórum
Económico Mundial, Oxfam, OIT, FMI” , publicada el 16 de enero de 2024, en
el que me referí al el Informe elaborado por la OCDE “Breaking the Vicious
Circles of Informal Employment and Low-Paying Work” (“ Romper los círculos
viciosos del empleo informal y el trabajo mal pagado”) hecho público el 16 de enero, sintetizado en
este resumen:
“Los trabajadores
informales representan casi el 60% de la mano de obra mundial, y el 90% en los
países de renta baja. Nuevos datos procedentes de los Indicadores Clave de la
Informalidad basados en los Individuos y sus Hogares (KIIbIH) muestran que, a pesar
de la heterogeneidad generalizada, la informalidad muestra a menudo una
estructura de dos niveles. El nivel inferior comprende a los trabajadores con
ingresos inferiores al 50% de los ingresos medios de su país: son la mayoría de
la mano de obra informal mundial, con un 54% de media, y hasta un 80% en
algunos países. Un número relativamente pequeño de trabajadores del nivel
superior disfrutan de ingresos relativamente más elevados; también están más
cualificados y son más productivos. En comparación tanto con los trabajadores
formales como con los trabajadores informales del nivel superior, los del nivel
inferior, así como los miembros de sus hogares, tienen más probabilidades de
caer en la pobreza y se enfrentan a mayores dificultades relacionadas con la
salud y la vejez”. El resumen de su contenido se expone así: “Este informe
añade dos perspectivas sobre la informalidad. En primer lugar, desmonta la
mecánica de los vínculos perniciosos entre empleo informal, trabajo mal pagado
y baja cualificación. Muestra que el empleo informal es muy persistente, y que
la vulnerabilidad de los trabajadores informales se transmite a sus hijos en
ausencia de una política adecuada de educación, cualificación y protección
social. En segundo lugar, el informe subraya la doble carga de la informalidad
y el trabajo mal pagado que soporta una gran parte de los trabajadores de las
economías en desarrollo y emergentes, y como tal reclama soluciones políticas
que vayan más allá de la agenda de la formalización y abracen el objetivo de la
justicia social”.
Entrada “Consejo de
Administración de la OIT. Propuestas para un nuevo contrato social, y para
avanzar en los objetivos de la Coalición Mundial para la justicia social”, , publicada el 4 de octubre de 2024, en la que me referí al Informe del Grupode trabajo sobre el nuevo contrato social para Nuestra Agenda Común , que será presentado a la 113ª reunión de la CIT para su aprobación, en el que
el Consejo de Administración recomienda, a los efectos de erradicación de la
pobreza, que se adopten, entre otras, medidas de apoyo a la transición de la
economía informal a la economía formal, en estos términos:
“Tomando nota de que la
economía informal representa cerca del 60 por ciento del empleo a nivel mundial
y se concentra esencialmente en la economía rural, y que más del 90 por ciento
de las microempresas y las pequeñas empresas de todo el mundo realizan sus
actividades en el sector informal, el Consejo de Administración invita a la
Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social a que las economías informal y
rural figuren entre sus principales prioridades. Reconociendo que la
formalización y la prevención de a informalización de los puestos de trabajo y
de las unidades económicas exigen una combinación integral de medidas
coherentes y coordinadas, que abarquen políticas económicas, regulatorias,
fiscales, de empleo y sociales, el Consejo de Administración recomienda la
adopción de medidas para apoyar la sostenibilidad de las empresas, en articular las microempresas y las pequeñas
empresas, mediante la promoción de un entorno empresarial propicio, incluido un
marco normativo e institucional sólido, la mejora del acceso al crédito y
medidas para aumentar la productividad. También recomienda adoptar medidas para
ampliar el acceso a la protección social, incrementar los salarios y los
ingresos y proteger los derechos laborales, entre otras cosas mediante la
inspección del trabajo, como elementos esenciales de la transición a la
formalidad. Por otro lado, el Consejo de Administración reconoce el papel
fundamental que pueden desempeñar las nuevas tecnologías para afrontar los
retos de la transición, al aumentar la productividad laboral, ampliar las
oportunidades de empleo y generación de ingresos y facilitar el acceso a una
protección laboral y social adecuada”.
3. Justamente sobre la “informalidad”, que en muchas ocasiones es el incumplimiento de la normativa laboral aplicable, aquella a la que se refiere el Informe cuando incluye a las personas “que pueden realizar actividades que son en parte informales, aunque tengan un empleo formal, como beneficios no declarados u horas no declaradas”, hubo un muy interesante debate en la Jornada organizada por la UGT de Cataluña el 24 de abril sobre los efectos de la reforma laboral de 2021 y el Acuerdo para el empleo de calidad en Barcelona2021-2030 (ABOC) , en el que tuve la oportunidad de participar , y se lo agradezco a la UGT, en relación con los citados efectos, los puntos fuertes de la reforma y las cuestiones pendientes. El vídeo de la jornada, con todas las intervenciones,está disponible aquí
Y digo que el debate fue
de mucho interés porque las aportaciones de representantes sindicales de los
sectores de limpieza, comercio, y hostelería y turismo, sobre las “buenas y malas
praxis en el empleo en la ciudad de Barcelona”, pusieron claramente de
manifiesto que queda mucho por hacer para que se haga realidad el logro del decálogo
de empleo de calidad que se recoge en el ABOC. A buen seguro que si en la
sesión hubieran estado presentes Inspectores e Inspectoras de Trabajo y Seguridad
Social no les hubiera resultado nada extraño escuchar los incumplimientos de la
normativa laboral que cada día, en su actividad profesional, tienen oportunidad
de constatar.
4. El Informe de la OIT
consta de una introducción y de tres capítulos. Tras los antecedentes y la
presentación, el capítulo I aborda qué es la informalidad, qué factores la
impulsan, y qué se está haciendo al respecto. Por su parte, el capítulo 2 está
dedicado, tal como reza el título, a los enfoques innovadores y buenas
prácticas para avanzar en el transito a la economía formal y el trabajo
decente. Por fin, el capítulo 3 efectúa las conclusiones de todo lo anteriormente
expuesto, y, siendo especialmente importante a mi parecer, cuáles han de ser
las líneas de acción para el futuro.
Tal como se explica en la
presentación, en el Informe
“... se brinda una base
de cara a la discusión de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre
enfoques innovadores y buenas prácticas para abordar la informalidad, a fin de determinar
nuevas medidas y prioridades en los ámbitos mundial, regional y nacional y
posibilitar que la OIT y sus mandantes presten un mejor apoyo a las medidas
exitosas para promover la transición hacia la formalidad, entre otras cosas
mediante la prevención de la informalización”, así como igualmente que “el
informe también es de ayuda para sacar partido de la base empírica de distintos
enfoques innovadores y buenas prácticas en pos de la transición hacia la
formalidad. Complementa un ejercicio de inventario en todas las regiones de la
OIT para determinar y analizar qué propuestas funcionan y en qué condiciones...
En conjunto, esta labor brinda una gran cantidad de información de interés para
respaldar el diseño y la aplicación de vías eficaces que conduzcan a la
formalidad”.
En el recuadro que se adjunta
a continuación, publicado en la página 10 del Informe, se sintetiza qué es la
economía informal, siempre partiendo de la Recomendación 204.
El Informe, también resalta
en su parte introductoria la importancia de la formalización económica y laboral “para una transición
justa y la protección de las comunidades vulnerables contra los efectos
negativos del cambio climático y medioambiental en sus medios de vida, de
conformidad con los principios rectores de una transición justa para todos”,
Cambio climático, transición justa, protección de las personas trabajadoras,
empresa socialmente sostenibles, son cuestiones que abordaremos en el ya
cercano XXXV Congreso Nacional de la Asociación Española de Derecho del Trabajoy de la Seguridad Social, a celebrar en Valencia los días 29 y 30 de mayo, con
el título de “Tiempo de trabajo y cambio climático” (remito a la entrada “Duración del tiempo de trabajo y cambio climático. Notas
previas para un primer debate. A propósito del XXV Congreso de la Asociación
Española de Derecho del Trabajo y Seguridad Social” ).
Una temática, la del
cambio climático y su impacto sobre las relaciones laborales, que ha merecido especial
atención en el último número de la Revista Internacional del Trabajo (1/2025) , que dedica una sección monográfica
dedicada a “Hacia un trabajo sostenible: requisitos de un enfoquesocial-ecológico del trabajo” con muy interesantes artículos, y en especial
uno, a mi parecer, que puede provocar un amplio debate, y críticas, en el mundo
sindical: “Los trabajadores frente al cambio climático. Repolitización de la
acción climática sindical” https://es.ilr-rit.org/article/pubid/18838/
, del que son autores Ben Cradwford y David Whyte.
4. ¿Tiene importancia la
informalidad económica y laboral? Ya he dado la respuesta, muy afirmativa, con
anterioridad, a partir de los datos disponibles, que ahora se concretan con
mayo detalle en el Informe, y que quedan muy bien reflejados en el dos recuadros
que adjunto, publicados en la página 14 de este, el primero del porcentaje del
empleo informal con respecto al empleo total, 2004-2024, y el segundo del porcentaje
del empleo informal con respecto al empleo total por sexo, 2004-2024
“Cerca de 6 de cada 10
trabajadores y 8 de cada 10 empresas en el mundo se encuentran en la economía
informal. Según la región, la economía informal aporta entre el 15 y el 35
por ciento del producto interno bruto total. Además, la informalidad está muy
extendida y es persistente (gráficos 1 y 2). En todo el mundo, la informalidad
ha disminuido gradualmente en los dos últimos decenios, pero los avances siguen
siendo lentos. En 2024, el empleo informal representaba poco menos del 58 por
ciento del empleo total, en contraste con el 62 por ciento registrado en 2004. Dado
el ritmo de crecimiento de la población y el empleo, el número de trabajadores
en la informalidad sigue aumentando y llegará a más de 2 000 millones en 2024”
(la negrita es mía).
5. En el informe se
destacan las disparidades dentro de las regiones y los países y entre ellos,
previa manifestación de que la economía informal, “si bien es prevalente en los
países de ingresos bajos y de ingresos medianos, existe en todas partes del
mundo, incluso en los países en ingresos altos”.
En apretada síntesis, el
Informe menciona cuatro grandes grupos: en el primero, “hay un empleo informal
generalizado, principalmente en la agricultura, que depende fundamentalmente de
trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares auxiliares. Alrededor
del 70 por ciento de los países de este grupo se encuentran en África
Subsahariana, a la que siguen Asia Meridional y Asia Sudoriental”. El segundo, “está
formado principalmente por países de ingresos medianos de casi todas las
regiones, pero con una sobrerrepresentación de Asia y el Pacífico. El empleo
informal representa entre el 40 y el 80 por ciento del empleo total”. En cuanto
al tercero, “incluye una proporción igual de países de ingresos medianos altos
y de ingresos altos, 1 de cada 4 trabajadores tiene un empleo informal. Los
países de América Latina y el Caribe, los Estados Árabes y, en cierta medida,
Asia y el Pacífico están sobrerrepresentados”. Por fin, el cuarto grupo “incluye
países de ingresos altos y algunos países de ingresos medianos altos. Hasta el
90 por ciento de los países se encuentran en Europa y Asia Central. La tasa de
empleo informal es de poco más de 1 de cada 10 trabajadores”.
No menos importantes son
las diferencias en el seno de la propia población trabajadora, tanto entre
nacionales y extranjeros como entre quienes están en la economía formal y aquellos
que se encuentran en la economía informal. En los países en los que se dispone
de información, subraya el Informe, “la incidencia media del empleo informal es
3 puntos porcentuales mayor para la población nacida en el extranjero que para
la población nativa (es 7 puntos porcentuales mayor para los no ciudadanos que
para los trabajadores que son ciudadanos del país en el que viven)”. Por otra
parte, “En el ámbito mundial, los trabajadores asalariados informales ganan en
promedio un 56 por ciento de los salarios de los trabajadores formales. Los
hombres en trabajos informales ganan el 58 por ciento del salario de los
hombres en trabajos formales, mientras que las mujeres ganan solo el 52 por
ciento en comparación con sus homólogas en la economía formal”, concluyéndose
que “considerando todas las situaciones laborales y fuentes de ingresos de los
hogares, los trabajadores informales tienen el doble de probabilidades de
ser pobres que los trabajadores formales” (la negrita es mía).
Entre los principales
factores de la informalidad, el Informe se refiere, entre otros, a los altos niveles
de pobreza y desigualdad, la incapacidad de la economía para generar
suficientes puestos de trabajo formales y oportunidades empresariales formales,
que una elevada prevalencia de sectores y formas de empleo más expuestos a la
informalidad “suele determinar que el nivel de informalidad de un país sea alto”,
unas instituciones públicas débiles y unos marcos normativos inadecuados, la
falta de transparencia y de rendición de cuentas de las instituciones públicas,
la falta de coordinación institucional de las políticas intersectoriales en los
diferentes niveles de gobierno, la existencia de un bajo nivel de productividad
que “limita la capacidad de las unidades económicas informales para ser
económicamente viables, soportar los costos de la formalización, competir en
los mercados formales y crear empleo formal y productivo”, la discriminación y
la desigualdad de género, La falta de representación y de acceso al diálogo
social de los trabajadores y unidades económicas de la economía informal”, y un
bajo nivel de educación y competencias que, cuando se da, “restringe la
movilidad ascendente y dificulta la capacidad de los trabajadores informales
para acceder a oportunidades de empleo formal” . Sin olvidar, por supuesto, el
impacto de las crisis ambientales, y las afectaciones en las relaciones de
trabajo por las innovaciones tecnológicas, los cambios demográficos, el cambio
medioambiental y climático y la globalización.
6. Por último, me refiero,
igualmente de forma esquemática a las propuestas de prioridades y principios
que deberían guiar la puesta en práctica de la Recomendación 204 para seguir
avanzando en el camino de la reducción de la informalidad y el avance hacia una
mayor formalidad, económica y laboral, a escala mundial y siempre teniendo en
cuentas las distintas realidades nacionales:
a) Intensificar
los esfuerzos para mejorar la gobernanza y adoptar enfoques completos, coordinados
e integrados
b) Asegurar que
los trabajadores y las unidades económicas de la economía informal estén
organizados y efectivamente representados en el diálogo social sobre las políticas
de apoyo a la transición hacia la formalidad.
c) Avanzar hacia
la formalización reduciendo los déficits de trabajo decente en la economía
informal.
d) Acelerar la
aplicación de las normas internacionales del trabajo, incluidos los convenios
fundamentales.
Destaco de esta
propuesta la tesis, que considero acertada, de que “la aplicación de estas
normas sienta las bases para crear condiciones en las que todos los
trabajadores, incluidos los de la economía informal, puedan desempeñar un
trabajo más seguro, justo y digno. Se debería prestar una atención especial a
la necesidad de actuar de inmediato para corregir las condiciones de trabajo
inseguras e insalubres que a menudo caracterizan el trabajo en la economía
informal” (la negrita es mía) .
e) Crear un
entorno propicio para las empresas sostenibles, mejorar la productividad y asegurar
una distribución equitativa de sus beneficios.
f) Prestar
especial atención a las personas que están expuestas a los déficits más graves de
trabajo decente en la economía informal.
g) Aprovechar las
nuevas tecnologías y reducir la brecha digital.
h) Aplicar
enfoques sectoriales y otros enfoques selectivos a la formalización.
i) Generar un
doble dividendo de la transición a la formalidad y una transición justa hacia economías
y sociedades ambientalmente sostenibles.
j) Fortalecer la
base empírica para fundamentar y medir el impacto de las políticas e intervenciones.
k) Establecer
alianzas estratégicas en el marco del sistema multilateral y con las instituciones
financieras internacionales.
l) Fortalecer las
capacidades de los mandantes mediante el apoyo al intercambio de conocimientos
y el fomento de la cooperación horizontal”.
Buena lectura.
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