1. El pasado 29 de
enero la Comisión Europea publicó la Comunicación dirigida al Parlamento Europeo,
al Consejo Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité
de las Regiones, titulada “Una brújula de competitividad para la UE” (original
en inglés, A Competitiveness Compass for the EU ).
Se trata, tal como
se explica en la nota de prensa de presentación del texto , de “la primera iniciativa de gran alcance de este mandato, que aporta un
marco estratégico de cara a orientar el trabajo de la Comisión”, y que lleva
por título “Una brújula de la UE destinada a recuperar la competitividad y
procurar una prosperidad sostenible”
En la presentación
de la Comunicación, la presidenta Úrsula von der Leyen , se manifestó en estos términos:
“al final de mi
último mandato, en preparación de un posible segundo mandato, le pedí a Mario Draghi
que escribiera su informe sobre la competitividad de la Unión Europea. El
informe es exactamente lo que necesitábamos. Es una evaluación muy clara con un
conjunto de excelentes recomendaciones. Y la Brújula de la competitividad
que acordamos hoy en el Colegio es básicamente la traducción del informe Draghi
con las aportaciones del informe Letta en una comunicación de la Comisión.
También describe hacia dónde vamos en los próximos años. La Brújula de la
competitividad se centra en tres pilares: el primero es cerrar la brecha de
innovación; el segundo es una hoja de ruta conjunta para la descarbonización y
la competitividad; el tercero es reducir nuestras dependencias y aumentar
nuestra resiliencia y seguridad económica. Estos tres pilares se complementan
con facilitadores transversales horizontales que son muy importantes para
nuestra competitividad: la simplificación; Se trata de reducir las barreras al
Mercado Único –nuestro mayor activo en un mundo de gigantes; se trata de
financiar la competitividad; se trata de habilidades y empleos de calidad; y se
trata de coordinación” (la negrita es mía).
Y en la nota de
prensa se presentación de la Comunicación se recoge esta frase:
“Europa tiene todo
lo que necesita para triunfar en la carrera hacia la cima. Pero, al mismo
tiempo, debemos corregir nuestros puntos débiles para recuperar la
competitividad. La Brújula de la Competitividad transforma las excelentes
recomendaciones del informe Draghi en una hoja de ruta. Ahora tenemos un plan.
Tenemos la voluntad política. Lo que importa es la velocidad y la unidad. El
mundo no nos está esperando. Todos los Estados miembros están de acuerdo en
esto. Así que convirtamos este consenso en acción”.
2. Tuve la oportunidad,
hace unos días, de escuchar una conferencia de un excelente profesor, y buen
amigo, de la UAB, Carles Gorriz López , sobre los dos citados informes, en los
que describió con toda claridad y
precisión los elementos centrales de ambos, con especial atención a las
propuestas formuladas y el coste, tanto político como económico, que implicaban.
Su rigurosa explicación me animó a la
lectura de la Comunicación que es objeto de la presente entrada.
3. Analicé el
Informe Dragui, titulado “El futuro de la competitividad en Europa” en la
entrada “Nuevas reflexiones y aportaciones sobre el impacto de la Inteligencia
Artificial en general y en el mundo del trabajo en particular” Reproduzco parte de mi explicación.
“... En su muy
extenso prólogo podemos leer que “El cambio tecnológico se acelera rápidamente.
Europa se perdió en gran medida la revolución digital liderada por Internet y
los aumentos de productividad que trajo consigo: de hecho, la diferencia de
productividad entre la UE y EE.UU. se explica en gran medida por el sector
tecnológico. La UE es débil en las tecnologías emergentes que impulsarán el
crecimiento futuro. Sólo cuatro de las 50 mayores empresas tecnológicas del
mundo son europeas”, que “... Si Europa no consigue ser más productiva, nos
veremos obligados a elegir. No podremos convertirnos, a la vez, en líder de las
nuevas tecnologías, faro de la responsabilidad climática y actor independiente
en la escena mundial. No podremos financiar nuestro modelo social. Tendremos
que reducir algunas de nuestras ambiciones, si no todas”. Para las y los
autores del Informe, un elemento central de la nueva agenda europea “dotar a
los europeos de las capacidades que necesitan para beneficiarse de las nuevas
tecnologías, de modo que tecnología e inclusión social vayan de la mano. Si
bien Europa debe aspirar a igualar a EE.UU. en términos de innovación, debemos
aspirar a superar a EE.UU. en la oferta de oportunidades de educación y
aprendizaje de adultos y de buenos empleos para todos a lo largo de toda la
vida”.
... El informe
plantea tres grandes transformaciones: “la necesidad de acelerar la innovación
y encontrar nuevos motores de crecimiento, afirmándose que “... Europa necesita
urgentemente acelerar su ritmo de innovación tanto para mantener su liderazgo
en fabricación como para desarrollar nuevas tecnologías de vanguardia. A su
vez, una innovación más rápida contribuirá a aumentar la productividad de la
UE, lo que se traducirá en un mayor crecimiento de la renta de los hogares y
una demanda interna más fuerte. Europa aún tiene la oportunidad de cambiar de
rumbo. Ahora que el mundo está en la cúspide de otra revolución digital,
desencadenada por la expansión de la inteligencia artificial (IA), se ha
abierto una ventana para que Europa corrija sus deficiencias en innovación y
productividad y recupere su potencial manufacturero”.
En segundo lugar,
hay que “reducir los elevados precios de la energía sin dejar de
descarbonizarse y pasar a una economía circular”, y, por último, “Europa debe
reaccionar ante un mundo de geopolítica menos estable, en el que las
dependencias se están convirtiendo en vulnerabilidades y ya no puede depender
de otros para su seguridad”.
... Hay dos
apartados del Informe que deseo destacar desde la perspectiva más concreta de
las políticas de empleo y de protección social, el dedicado a la preservación
de la inclusión social y el que se refiere a “Closing the skills gap” (cerrar
la brecha de habilidades).
Del primero,
conviene reproducir estos fragmentos:
“Si bien la UE
debería tratar de acercarse al ejemplo de Estados Unidos en términos de
crecimiento de la productividad e innovación, debería hacerlo sin los
inconvenientes del modelo social estadounidense. ... Estados Unidos ha superado
a la UE debido a su posición más fuerte en tecnologías de vanguardia, pero
muestra mayores tasas de desigualdad. Un enfoque europeo debe garantizar que el
crecimiento de la productividad y la inclusión social vayan de la mano. Europa
está entrando en un período sin precedentes en su historia, en el que el rápido
cambio tecnológico y las transiciones sectoriales se combinarán con una
disminución de la población en edad de trabajar. En este contexto, Europa
tendrá que asegurar el mejor uso de sus habilidades disponibles, manteniendo
intacto el tejido social. El cambio tecnológico puede implicar una disrupción
significativa para los trabajadores de industrias que antes eran dominantes y
que ya no lo son, así como un aumento de la desigualdad: de 1980 a 2016, se ha
descubierto que la automatización representó el 50-70% del aumento de la
desigualdad salarial en Estados Unidos entre trabajadores con mayor y menor
nivel educativo. Por lo tanto, el Estado de bienestar europeo será fundamental
para proporcionar servicios públicos sólidos, protección social, vivienda,
transporte y cuidado infantil durante esta transición. Al mismo tiempo, Europa
necesitará un enfoque fundamentalmente nuevo en materia de habilidades. La UE
debe garantizar que todos los trabajadores tengan derecho a la educación y la
capacitación, lo que les permitirá pasar a nuevas funciones a medida que sus
empresas adopten la tecnología, o a buenos empleos en nuevos sectores” ...
... las políticas de cohesión deberán
reorientarse hacia áreas como la educación, el transporte, la vivienda, la
conectividad digital y la planificación, que pueden aumentar el atractivo de
una variedad de ciudades y regiones diferentes. Europa debería aprender de los
errores cometidos en la fase de “hiperglobalización” y prepararse para un
futuro de rápidos cambios. La globalización trajo consigo muchos beneficios
para la economía europea y sacó a cientos de millones de personas de la pobreza
en todo el mundo, pero se podría decir que los responsables políticos fueron
demasiado insensibles a sus supuestas consecuencias sociales, especialmente su
efecto aparente sobre los ingresos laborales”.
El segundo, es de
especial interés, ya que se abordan todas las necesidades de la UE en políticas
de formación, siendo el punto de partida de una reflexión posteriormente mucho
más detallada la siguiente:
“La competitividad
de la UE y el éxito del modelo económico europeo –empezando por la ejecución
exitosa de las transiciones verde y digital– requieren una fuerza laboral
dotada de los conocimientos y las habilidades adecuados. La UE tiene una fuerza
laboral altamente calificada, pero sufre una escasez persistente de habilidades
en diferentes sectores, tanto en ocupaciones poco calificadas como en
ocupaciones altamente calificadas, incluidos los sectores estratégicos
analizados en capítulos anteriores. Por ejemplo, en tecnologías limpias, las
empresas se enfrentan a una importante escasez de habilidades, lo que limita su
capacidad para competir a nivel mundial. De cara al futuro, el desafío puede
volverse aún más grave. Los obstáculos demográficos conducirán a una
disminución de la fuerza laboral, mientras que la reorientación de la economía
causada por las transiciones verde y digital cambiará el mercado laboral y las
necesidades de habilidades. Sin políticas de habilidades ambiciosas, pero
pragmáticas, la UE no podrá alcanzar los objetivos analizados en este informe
de manera eficaz y equitativa”.
El documento
enfatiza la necesidad de disponer de una gama mucho más amplias de competencias
que en etapas históricas anteriores, entre ellas las digitales, que son “...
una condición necesaria para desarrollar capacidades en tecnologías digitales,
adoptar nuevas tecnologías e incluso promover la creación de empresas
innovadoras. Como tales, son esenciales para la transición digital de la UE. Es
fundamental que la población en general esté alfabetizada digitalmente, pero
también es importante que se amplíe el grupo de trabajadores con competencias
digitales avanzadas, por ejemplo, en las áreas de inteligencia artificial,
programación, gestión de datos y ciberseguridad.
... El documento
apunta cinco razones principales para la brecha de habilidades existente en la
UE y que hay que corregir: “el deterioro gradual del rendimiento del sistema
educativo, la disminución de la población activa, el aprendizaje limitado de
los adultos, la baja movilidad laboral y las malas condiciones de trabajo”. En
estrecha relación con el contenido de esta entrada, destaco las consideraciones
efectuadas sobre las necesidades de formación:
“... El actual
bajo rendimiento de los sistemas de formación de adultos refleja fricciones
informativas generalizadas y una mala coordinación entre empresas, trabajadores
y organizaciones de formación. El sistema de enseñanza formal, incluidas las
escuelas profesionales y las universidades, carece de información precisa sobre
las competencias que necesitan las empresas. Las empresas, por otra parte,
pueden tener mejor información sobre sus necesidades de competencias, pero
pueden no tener el incentivo para proporcionar oportunidades de formación a los
trabajadores (especialmente si se percibe que esas competencias generan capital
humano general) por miedo a que otras empresas del mercado se apropien de
ellas. Por último, si bien los proveedores de formación se enfrentan a
importantes costes asociados a la creación, la publicidad y la aplicación de
programas de formación eficaces, a menudo falta información sobre la calidad y
la eficacia de sus servicios. Esto puede reducir el incentivo para establecer
programas de formación de alta calidad y para ampliar la escala de los
programas de alta calidad existentes. Los sistemas de aprendizaje de adultos
tendrán que proporcionar capacidades pertinentes a los trabajadores y ofrecer
cursos de alta calidad dirigidos a los públicos adecuados. Para que esto
suceda, se requiere un nuevo enfoque que refleje cuidadosamente las necesidades
del mercado laboral e involucre a los empleadores y otras partes interesadas en
todas las fases del proceso de aprendizaje de adultos (desde el diseño del
programa hasta la implementación). Si bien algunos Estados miembros han podido
acercarse a este modelo... esta no es la realidad actual en muchos Estados
miembros, donde persiste una amplia variedad de modelos relacionados con la
financiación, el plan de estudios, la organización, la elegibilidad, la
participación de las partes interesadas y la comunicación de los programas para
adultos, independientemente de su eficacia..” (la negrita es mía)”.
4. El Informe
Letta, titulado “Mucho más que un mercado”, presentado en abril de 2024, fue
abordado en la entrada “UE. Declaración interinstitucional sobre el futuro del
Pilar Europeo de Derechos Sociales suscrita el 16 de abril de 2024” , en la que destaqué la importancia que le concedía al diálogo social para el
desarrollo de la política social europea:
“En el corazón del
modelo social europeo, lanzado por Jacques Delors con el diálogo Val Duchesse
en 1985, estaba el compromiso con un diálogo social sólido. En los últimos
años, la esencia de estos diálogos ha disminuido y algunos ven el diálogo
social, los sindicatos y las organizaciones de empleadores como reliquias del
pasado. Por el contrario, la necesidad de mecanismos de coordinación y
negociación entre empleadores y trabajadores debe aumentar si queremos ser
eficaces en el apoyo a las empresas y la provisión de empleos de calidad. El
diálogo social y la negociación colectiva siguen siendo herramientas únicas
para que los gobiernos y los interlocutores sociales encuentren soluciones
justas y personalizadas. Además, es esencial reconocer el papel de los
interlocutores sociales a la hora de afrontar los desafíos actuales, como el
cambio climático y la digitalización, en el contexto de la revitalización del
mercado interior de la UE. Además, la promoción de condiciones laborales justas
y equitativas en el contexto de patrones laborales cambiantes es esencial para
garantizar que las transiciones sean ampliamente compartidas y aceptadas. El
compromiso renovado de fortalecer el diálogo social a nivel de la UE, plasmado
en el relanzamiento de la Cumbre de Val Duchesse encabezada por Ursula von der
Leyen en su discurso SOTEU 2023, es un cambio bienvenido. Como muestra el
trabajo analítico de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de
Vida y de Trabajo”.
Para un examen
mucho más amplio del Informe, remito a todas las personas interesadas al artículo
publicado por el profesor Ferran Camas en su blog, titulado “Una reseña del
informe "Much more than a market" (Mucho más que un mercado),de
Enrico Letta” , en el que pasa revista a los diversos apartados del sumario, que son los
siguientes: “El
Mercado Único nació en un mundo más pequeño -El nuevo Mercado Único para un mundo más
grande -Un esfuerzo colectivo para un nuevo Mercado Único: 400 reuniones, 65
ciudades europeas. -El Mercado Único somos todos: cada uno debe desempeñar su
papel -Una quinta libertad para un nuevo Mercado Único -Un Mercado Único para
jugar a lo grande -Un Mercado Único que apoye la creación de empleo y facilite
los negocios -La transición justa, verde y digital como catalizador de un nuevo
Mercado Único: hacia una «Unión del Ahorro y la Inversión» -Ampliación:
ventajas y responsabilidades -Promover la paz y defender el Estado de Derecho:
Un Mercado Común para la industria de seguridad y defensa -Libertad para
circular y libertad para permanecer: un nuevo mercado único para todos los
ciudadanos europeos”
5. Para dar respuesta
a las peticiones formulas en el Informe Dragui, y también sin olvidar muchas de
las propuestas del Informe Letta, la “Brújula para la competitividad” establece
un determinado enfoque y unas determinadas medidas para alcanzar los objetivos
fijados, que son sintetizados en la nota de prensa y, por supuesto, muy
desarrollados en la Comunicación. Se trata de tres pilares, que son
complementado con los que se califican de “facilitadores horizontales”, un total
de cinco, que la Comisión considera esenciales para “respaldar la
competitividad en todos los sectores”.
Los tres pilares
son los siguientes:
“Reducir la brecha de innovación: La UE debe reactivar su motor de innovación. Queremos crear un hábitat
para las empresas emergentes innovadoras jóvenes, promover el liderazgo industrial
en sectores de alto crecimiento basados en tecnologías profundas y promover la difusión
de tecnologías entre empresas y pymes establecidas. A este respecto, la
Comisión propondrá las iniciativas «Gigafábricas de IA» y «Aplicar la
IA» con miras a impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial y que
la industria la adopte en sectores clave. Además, presentará planes de acción
en lo referente a materiales avanzados, la tecnología cuántica, la
biotecnología, la robótica y las tecnologías espaciales.
Una Estrategia para las Empresas Emergentes y en Expansión de la UE
específica abordará los obstáculos que impiden la aparición y expansión de
nuevas empresas. Una propuesta de régimen jurídico n.º 28 simplificará
las normas aplicables, incluidos los aspectos correspondientes del Derecho de
sociedades, las normas sobre insolvencia, la legislación laboral y fiscal, y
reducirá el coste de los fracasos empresariales. De este modo, las empresas
innovadoras se beneficiarán de un conjunto único de normas dondequiera que
inviertan y operen en el mercado único.
Una hoja de ruta conjunta para la descarbonización y la competitividad : La Brújula ha constatado la importancia que tiene el problema de los
precios elevados y volátiles de la energía, de modo que establece ámbitos de
intervención para facilitar el acceso a una energía limpia asequible. El
próximo Pacto Industrial Limpio establecerá un enfoque de descarbonización
impulsado por la competitividad, que pretende que la UE sea un lugar atractivo
para la fabricación, también en el caso de las industrias de gran consumo
energético, y promover las tecnologías limpias y los nuevos modelos de negocio
circulares. Un Plan de Acción para una Energía Asequible contribuirá a
reducir los precios y costes de la energía mientras que una Ley de
Aceleración de la Descarbonización Industrial ampliará la concesión
agilizada de permisos a los sectores en transición. Además, la Brújula prevé
planes de acción a medida para los sectores de gran consumo energético, como el
acero, los metales y los productos químicos, que aun
siendo la columna vertebral del sistema europeo de fabricación, son los más
vulnerables en esta fase de la transición.
Reducir las dependencias excesivas y aumentar la seguridad: La capacidad de la UE para diversificar y reducir las dependencias
dependerá de que se creen asociaciones eficaces. La UE ya cuenta con la red
mayor y de crecimiento más rápido de acuerdos comerciales del mundo, con 76
países que representan casi la mitad del comercio de la UE. Con vistas a seguir
diversificando y potenciando nuestras cadenas de suministro, la Brújula hace
referencia a una nueva serie de Asociaciones de Comercio e Inversión Limpios
que deben contribuir a asegurar el suministro de materias primas, energías
limpias, combustibles sostenibles para el transporte y tecnologías limpias de
todo el mundo. En el mercado interior, la revisión de las normas de
contratación pública permitirá introducir una prioridad europea en la contratación
pública para sectores y tecnologías fundamentales (la negrita en el original)”.
Los calificados de
“facilitadores horizontales para la competitividad” son los siguientes:
i. Simplificación:
Este facilitador pretende reducir drásticamente la carga normativa y administrativa.
También implica un esfuerzo sistemático por simplificar, agilizar y facilitar
los procedimientos de acceso a los fondos de la UE y las decisiones
administrativas de la Unión. La próxima propuesta Ómnibus simplificará
la presentación de información sobre sostenibilidad, diligencia debida y
taxonomía. Además, la Comisión facilitará la actividad empresarial de miles de pequeñas
empresas de capitalización mediana. La Brújula establece el objetivo de reducir
al menos en un 25 % la carga administrativa para las empresas, y al menos en un
35 %, para las pymes.
ii. Reducir
los obstáculos al mercado único: Durante treinta años, el mercado único ha
sido el motor de competitividad de Europa y ha demostrado su eficacia. Para
mejorar su funcionamiento en todas las industrias, una Estrategia Horizontal
para el Mercado Único modernizará el marco de gobernanza, al tiempo que
elimina las barreras dentro de la UE y evita que se creen otras nuevas. Además,
la Comisión aprovechará la oportunidad para que los procesos de elaboración de
normas sean más rápidos y accesibles, especialmente por lo que se refiere a las
pymes y las empresas emergentes.
iii. Financiación
de la competitividad: La UE no cuenta con un mercado de capitales eficiente
que convierta el ahorro en inversiones. La Comisión presentará una Unión
Europea del Ahorro y de la Inversión para crear nuevos productos de ahorro
e inversión, ofrecer incentivos al capital riesgo y garantizar que las
inversiones fluyan sin fisuras en toda la UE. Gracias a la reorientación del
presupuesto de la UE, se racionalizará el acceso a los fondos de la Unión en
sintonía con las prioridades de la UE.
iv. Promover
las capacidades profesionales y el empleo de calidad : La base de la
competitividad
de Europa son sus ciudadanos. Para que haya una correspondencia alta entre las capacidades
de las personas y las demandas del mercado laboral, la Comisión presentará una iniciativa
dirigida a crear una Unión de las Capacidades. Esta unión se centrará en
la inversión, el aprendizaje permanente y de los adultos, la creación de
capacidades con visión de futuro, la retención de capacidades, la movilidad
justa, la atracción e inserción laboral de la inmigración cualificada y el
reconocimiento de los diversos tipos de formación para que las personas puedan trabajar
en toda nuestra Unión.
v. Mejor
coordinación de las políticas a escala nacional y de la UE: La Comisión
introducirá también una Herramienta de Coordinación de la Competitividad,
que colaborará con los Estados miembros para garantizar que se apliquen los
objetivos políticos compartidos de la UE a escala nacional y de la Unión,
identificar proyectos transfronterizos de interés europeo y proseguir las
reformas e inversiones conexas. En el próximo marco financiero plurianual, un Fondo
de Competitividad sustituirá a varios instrumentos financieros de la UE que
existen actualmente y tienen objetivos similares, de manera que se faciliten
ayudas a la ejecución de acciones en el marco de la Herramienta de Coordinación
de la Competitividad”.
6. Destaco a
continuación aquellos contenidos más concretos de la Comunicación que tienen a
mi parecer mayor relevancia, y problemática, social.
... “lo que está
en juego para Europa no es solo el crecimiento económico, sino el futuro de su
modelo. Si Europa no aumenta su productividad, corre el riesgo de quedarse
estancada en una senda de bajo crecimiento, con menos ingresos para los
empleados, menos bienestar para los desfavorecidos y menos oportunidades para
todos. Europa se enfrenta a un mundo de rivalidad entre grandes potencias,
competencia por la supremacía tecnológica y una lucha por el control de los
recursos. En este mundo, la competitividad de Europa y lo que Europa representa
son inseparables”
“... El informe
Draghi muestra que la innovación debe estar en el centro de la renovación
europea, al tiempo que se eliminan otras limitaciones que frenan el
crecimiento. La estructura industrial de Europa se ha vuelto estática, dominada
por sectores tradicionales que gastan menos en investigación e innovación que
los sectores impulsados por la tecnología en los EE. UU., y con pocas empresas
emergentes que alcancen una masa crítica con nuevas tecnologías revolucionarias...
Con una población en descenso, Europa no puede contar con un aumento de los
insumos laborales para impulsar el crecimiento futuro. Por lo tanto, la
productividad debe reactivarse avanzando hacia la frontera de la innovación e
invirtiendo en habilidades, no restringiendo los salarios.
“... Europa debe
ser el lugar donde se inventen, fabriquen y comercialicen las tecnologías, los
servicios y los productos limpios del mañana, mientras mantenemos el rumbo
hacia la neutralidad climática. Una Europa que siga albergando innovación
científica y de investigación de vanguardia. Que retenga y atraiga a los
mejores talentos del mundo y proporcione empleos de calidad para todos. Donde
la convergencia ascendente entre regiones fortalezca nuestra posición global y
nuestra unidad. Que brille como un destino líder de inversión global y
recompense el riesgo y el espíritu emprendedor.
“... Cerrar la
brecha de innovación
Hacer posible que
las empresas innovadoras se beneficien de un conjunto único y armonizado de
normas a escala de la UE dondequiera que inviertan y operen en el mercado
único, en lugar de enfrentarse a 27 regímenes jurídicos distintos,
representaría un verdadero cambio de paradigma. Por ello, la Comisión propondrá
un 28º régimen jurídico, que simplificará las normas aplicables y reducirá el
coste del fracaso, incluidos todos los aspectos pertinentes del derecho de
sociedades, la insolvencia, el derecho laboral y el derecho fiscal”.
7. Me detengo
ahora en esta última propuesta, ya que ha merecido una muy dura crítica por
parte de la Confederación Europea de Sindicatos. En un escrito dirigido a la
presidenta de la Comisión el 19 de enero , la Secretaria General, Esther Lynch se
manifestaba en estos términos:
“... Me pongo en
contacto con usted hoy para plantearle nuestra creciente preocupación, a raíz
de la versión filtrada de la Brújula, de que la dirección ahora apunta más
hacia una carrera hacia el abismo. No solo faltan en la Brújula las garantías y
seguridades necesarias de que los derechos, los salarios y las condiciones de
los trabajadores no se verán afectados negativamente por la agenda de
desregulación y simplificación, sino que ahora existe una amenaza adicional de
que la legislación laboral forme parte del conjunto único de normas armonizadas
para las empresas en virtud de una nueva propuesta para el 28.º régimen
empresarial.
El último intento
de la UE de tener un conjunto único de normas laborales fue recibido con
protestas y contó con la oposición activa de los trabajadores de toda la UE. La
denominada Directiva Bolkestein se basó en el principio inaceptable de que los
empleadores podían aplicar el "principio del país de origen", lo que
creaba el peligro de buscar el foro más conveniente y de dumping social,
socavando los sistemas nacionales de relaciones laborales y amenazando la
capacidad de los sindicatos de negociar o emprender acciones colectivas para
hacer cumplir o garantizar mejores condiciones.
La Comisión hizo
bien en abandonar ese enfoque, tras las protestas sindicales en toda Europa.
Recalentar este enfoque fallido en el marco del régimen de la 28.ª empresa
sería un grave error. También sería un grave error intentar adoptar un conjunto
armonizado de normas retomando los argumentos de la
"sobrerregulación" e intentar convertir las Directivas de empleo de
la UE en la única obligación de los empleadores que apliquen el régimen de la
28.ª empresa. Las Directivas de derechos laborales de la UE tienen por objeto
proteger un mínimo de decencia en el mercado único, no son un máximo.
Cabe recordar que
los Tratados de la UE establecen que los Estados miembros deben tener libertad
para establecer derechos laborales más protectores que los estándares mínimos
de las diversas Directivas de la UE. Además, los trabajadores deben tener libertad
para negociar colectivamente para conseguir normas y derechos más elevados y
emprender acciones colectivas en defensa de sus intereses. Exigir a los
empleadores que cumplan únicamente un régimen mínimo de normas y derechos
laborales armonizados de la UE y, al mismo tiempo, permitirles eludir todos los
derechos y normas laborales nacionales definidos por los Estados miembros o los
interlocutores sociales a nivel nacional, sectorial y regional sería una receta
para el desastre.
El paquete de
medidas para el empleo de calidad debe entrar en vigor en el primer semestre de
2025. Además, el Compass debe incluir una declaración clara sobre las
salvaguardas que garantizarán que las iniciativas de reducción de cargas o
simplificación, como el régimen de la 28.ª empresa, no incluyan en su ámbito de
aplicación la legislación laboral, los derechos y las normas laborales, ni su
aplicación, incluido el derecho de huelga y la negociación colectiva. A la
espera de su respuesta positiva, me gustaría darle las gracias de antemano y
quedamos a su disposición para cualquier otro intercambio sobre este asunto...”.
8. Regreso al
texto de la Comunicación y a sus contenidos de especial interés laboral.
“... El sector
público tiene un papel central que desempeñar. En un contexto en el que otros
actores importantes imponen restricciones de acceso a sus mercados y tratan de
impulsar la capacidad de fabricación en tecnologías críticas, Europa debe
salvaguardar sus propias capacidades. La Comisión propondrá la introducción de
una preferencia europea en la contratación pública para sectores y tecnologías
estratégicos. La contratación pública representa aproximadamente el 14 % del
PIB de la UE... La revisión prevista de
las Directivas sobre contratación pública tiene por objeto reforzar la
seguridad tecnológica y las cadenas de suministro nacionales, así como
simplificar y modernizar las normas, en particular para las empresas emergentes
y las empresas innovadoras...
...2.4 Promover
las capacidades y los empleos de calidad garantizando al mismo tiempo la
equidad social
La competitividad
de Europa se sustenta en su población. La UE alberga a algunos de los mejores
científicos e investigadores del mundo y a unas industrias creativas y
culturales dinámicas. Cuenta con una gran cantidad de trabajadores
cualificados, sólidos sistemas de educación y formación, mercados laborales
inclusivos, leyes contra la discriminación y un sólido Estado del bienestar.
Sin embargo, el mercado laboral europeo está atravesando una profunda
transformación. Si bien el empleo en la UE aumentó a 216,5 millones de
personas, lo que llevó la tasa de empleo a un nuevo récord del 75,3%, y la tasa
de desempleo a un mínimo histórico (6,1%) en 2023, persisten las brechas de
capacidades y la escasez de mano de obra. Por ejemplo, casi cuatro de cada
cinco pequeñas y medianas empresas de la UE informan de dificultades para
encontrar trabajadores con las capacidades adecuadas...
Unas políticas
sociales eficaces basadas en el pilar europeo de derechos sociales son
fundamentales para dar forma a una Europa competitiva. Una economía más
competitiva y con una alta productividad garantizará que nuestro modelo social
sea sostenible financieramente a largo plazo y que los ciudadanos vean vías
claras para su propio éxito económico. Todos los europeos deben poder
contribuir a una mayor mejora de la competitividad y beneficiarse de ella.
Para garantizar
una buena adecuación entre las capacidades y las demandas del mercado laboral,
la Comisión presentará una iniciativa para construir una Unión de Capacidades,
centrada en la inversión, el aprendizaje permanente y de adultos, la creación
de capacidades a prueba de futuro, la retención de capacidades, la movilidad
justa, la atracción e integración de talentos cualificados de terceros países y
el reconocimiento de diferentes tipos de formación para permitir que las
personas trabajen en toda nuestra Unión. La mejora y el reciclaje de la mano de
obra existente en Europa es esencial para permitir la transición entre empleos
y ocupaciones. La Unión de Capacidades incluirá un Plan Estratégico de
Educación STEM, un Plan de Acción de Capacidades Básicas centrado en la
educación escolar y una Estrategia Europea de Educación y Formación
Profesionales, y reforzará las Alianzas de Universidades Europeas. Del mismo
modo, la pertinencia de las capacidades y las ocupaciones para el mercado
laboral requiere un diálogo sólido con los interlocutores sociales, facilitando
el reconocimiento y la validación de las capacidades y recabando datos sobre
las capacidades actuales y futuras y las tendencias del mercado laboral. El
trabajo en este ámbito incluirá una Iniciativa de Portabilidad de Capacidades
destinada a facilitar que las capacidades adquiridas sean reconocidas en caso
de movilidad. Además de esto, Europa también debe ser un destino más accesible
y atractivo para los profesionales cualificados de terceros países, por los que
competimos con otras jurisdicciones, aprovechando las asociaciones de talentos
existentes con los países socios y la futura reserva de talentos de la UE.
Además, como
Europa se enfrenta a una disminución de la población en edad laboral, es
necesario aumentar la participación en el mercado laboral... Hay muchos
factores que limitan el acceso al trabajo para las mujeres, los jóvenes y los
ciudadanos de mayor edad que desean seguir siendo económicamente activos. El
acceso al mercado laboral también es difícil para las personas poco
cualificadas, las personas con discapacidad y otros grupos subrepresentados. El
aumento de la participación laboral y la productividad dependen en gran medida
de unas condiciones de trabajo justas, unos salarios dignos, un equilibrio
entre la vida laboral y la vida privada y el acceso a servicios de guardería y
cuidados de larga duración asequibles y de calidad. Para abordar estas y otras
dimensiones que afectan a la participación en el mercado laboral, la Comisión
colaborará con los interlocutores sociales para presentar una Hoja de Ruta para
el Empleo de Calidad. La Comisión presentará además un Plan de Vivienda
Asequible...”
9. Por último,
cabe destacar que en las conclusiones puede leerse que “La competitividad no es
una responsabilidad exclusiva de la UE. Las instituciones de la UE, los
gobiernos nacionales, las autoridades regionales y también las empresas deben
dar un paso adelante para afrontar el desafío, trabajando juntos en un esfuerzo
conjunto y llevando el compromiso y la cooperación a un nuevo nivel. La
herramienta de coordinación de la competitividad será un vehículo clave para
cumplir con las prioridades estratégicas. Para llevar a cabo esta agenda, la
Comisión colaborará con las partes interesadas en consultas estrechas y
periódicas para identificar áreas prioritarias de preocupación y encontrar
soluciones para aliviar las condiciones empresariales. El diálogo social
seguirá siendo una base” (la negrita es mía)
Buena lectura.
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