El pasado viernes, 31 de julio, publiqué en el blog de Cristianisme i Justícia el artículo que ahora pongo a disposición de todos los lectores y lectoras de este blog.
Lo que sigue es
una conversación mantenida hace pocos días, por supuesto por vía telemática,
con una buena amiga, no jurista, interesada desde hace muchos años por los
temas sociales, y más ahora durante esta grave situación de crisis sanitaria y
las devastadoras consecuencias económicas y sociales que está teniendo.
Mi amiga,
manifestaba su preocupación por diversos casos de personas a las que conoce y
que le han explicado que están trabajando aunque su empresa está acogida a un
Expediente de Regulación Temporal de Empleo (las cuatro letras ERTE que se han
convertido en trending topic en las redes sociales desde el inicio de la
crisis), y me pedía, como quien no quiere la cosa, que le diera respuesta a
todas las dudas jurídicas que tenía al respecto.
Pues bien, aquí
está, con su permiso, sin citar su nombre (of course) y con el mismo, o al
menos lo he intentado, tono coloquial, el texto de dicha conversación.
Amiga. Hola Eduardo, estoy muy cansada de las
pantallas pero como soy cumplidora de las normas y el Govern nos ha recomendado
que quienes vivimos en Barcelona no salgamos de casa salvo para aquello que sea
indispensable (no sé si la gente le hace mucho caso, pero eso nos daría para
otra conversación), se me ha ocurrido aprovechar esta vía telemática para
hacerte algunas preguntas jurídicas que seguro que sabrás responderme.
Eduardo Buenos días. Me
alegro de hablar contigo y verte, aunque sea en la pantalla. También hago caso
al govern, pero coincido contigo en que se le está haciendo muy poco caso y
ojalá esto no suponga un endurecimiento de las medidas de contención de la
crisis.
Pero en fin, me
decías que querías hacerme algunas preguntas jurídicas. Intentaré responderte,
y desde luego como somos buenos amigos añadiré todo aquello que me parezca
importante de contenido social, ya que ¿sabes? quienes formamos parte del mundo
jurídico no vivimos, ni desde luego queremos la gran mayoría, en una “urna de
cristal” o en una “torre de marfil” aislados de la realidad.
Amiga. Eduardo, no te enrolles, que siempre te he
dicho que los juristas sois muy pesados y no sabéis resumir en pocas palabras
vuestras respuestas, y hazme el favor de ser directo, ¿vale?
Bueno, a lo que
vamos: tengo varios amigos y amigas, que a su vez también tienen a otros y
otras, y no sigo la cadena porque se ampliaría considerablemente, que me dicen
que su empresa presentó hace tiempo, poco después de la declaración del estado
de alarma, eso que llaman expediente de crisis, pero que desde hace ya
bastantes días están trabajando y siguen cobrando de ese expediente. ¿Eso es
legal? ¿O es que la empresa actúa de forma ilegal? ¿Se puede sancionar a quien
incumple las normas? ¿Y si a mis amigos y amigas no les queda otro remedio que
trabajar en la oscuridad porque les dicen que esa es la única manera de salvar
sus puestos de trabajo?
Oye, y puestos ya
a preguntar ya que siempre dicen en nuestro entorno que eres una persona
accesible, que no te creas que todos los juristas lo son, ¿crees que las normas
son útiles para dar respuesta a los problemas laborales de tantas y tantas
personas que están con contratos suspendidos, o han perdido sus empleos, o no
pueden seguir trabajando por cuenta propia por el deterioro de la situación
económica? Porque, si es verdad lo que mis amigos y amigas me cuentan, entonces
esos expedientes de crisis sirven para potenciar el fraude, ¿no es así?
Eduardo. Vale, ¡y eras
tú la que decías que yo me enrollaba! Pero en fin, como eres una buena amiga no
voy a minutar el tiempo dedicado a responderte, que de hacerlo reduciría tu ya
seguro que menguada cuenta corriente, y paso a dar respuesta, que te guste o no
cada una de ellas ya no depende de mí, a tus preguntas, y cuando quieras, si
tienes dudas o más preguntas, me interrumpes y las planteas, para que
compruebes que es verdad eso que dicen de que soy accesible, y como vess “no
tengo abuela”.
No, no es legal
que una persona trabajadora que la empresa ha incorporado a eso que has llamado
expediente de crisis, y que es, jurídicamente hablando, un expediente de
regulación temporal de empleo, trabaje mientras cobra el paro, es decir, otra
vez me pongo en plan jurídico, las prestaciones por desempleo. Justamente aquello que pretende la normativa
es que mientras dure la situación de crisis, con muchos matices jurídicos que
te voy a ahorrar ahora, la empresa no abone salarios, y puede dejar de pagar su
cotización a la Seguridad Social, y las personas trabajadoras perciban una
prestación económica (inferior ciertamente a su salario) durante el periodo de
tiempo que marca la normativa aplicable.
Amiga. Disculpa
Eduardo, que salte de la primera a la última pregunta. ¿Me estás diciendo
entonces que la culpa del fraude no es de la norma?
Eduardo. ¡Bingo para la señora! Sí, la norma es buena,
y te aseguro que de no haberla tenido, y aplicado, durante esta crisis, la
situación hubiera sido mucho peor para gran parte de trabajadores y
trabajadoras. Además, medidas semejantes se han aplicado en muchos otros
países, y no solo europeos, ya que el objetivo debe ser, nos lo dice la
Organización Internacional del Trabajo, proteger a las personas y sus empleos,
a la par que tomar medidas para avanzar en la recuperación económica y apoyar
para ello a las empresas.
Amiga. Pero vamos
a ver, si la norma es buena, o eso es lo que tú dices, y la empresa se
beneficia de la misma, y las y los trabajadores también, ¿por qué se incumple?
¿No es esos ilegal como ya te he preguntado antes y ahora te lo repito?
Eduardo. ¡Vaya,
ahora me pides que te responde no solo con apoyo jurídico, sino también que te
haga una valoración social! Es decir, dos respuestas por el precio de una.
Pero como eres una
buena amiga te respondo ambas y empiezo por la segunda: sí es ilegal, y hay una
norma que quienes nos dedicamos al mundo jurídico laboralista conocemos muy
bien, en especial la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que es la Ley
sobre infracciones y sanciones en el Orden Social, la llamamos siempre LISOS
por sus siglas, que regula las faltas, leves, graves y muy graves, de conductas
contrarias a derecho, ¡ojo tanto de los empleadores como de los trabajadores!,
y que prevé la imposición de sanciones que en el caso de las muy graves no son
desde luego “moco de pavo”.
Y mi valoración
social es que en el mundo del trabajo, como en botica, hay de todo, desde
personas plenamente cumplidoras de las normas y otras que intentan evadirlas o
eludirlas y beneficiarse de ellas aunque suponga un perjuicio para el resto de
la ciudadanía. Porque a buen seguro que esta pregunta que me has hecho se puede
trasladar al ámbito de la evasión o incumplimiento fiscal ¿no te parece? y para
ello están las normas sancionadoras, y que consigan o no su objetivo eso
ciertamente no depende solo de ellas sino de la voluntad de quienes deben
aplicarlas y de la fuerza que tengan para conseguirlo, aunque yo creo que puede
hacer mucho más la conciencia cívica que una norma perfecta, y fíjate que quien
hace esta afirmación es un jurista.
Amiga. Ya, todo lo
que me explicas es muy bonito, y como eres, o eso dices, una persona sería, me
lo voy a creer. Pero, qué les digo a mis amigos y amigas que hagan ante las
situaciones en que se encuentran? Si dejan de trabajar al margen de la ley (no
voy a decirte que trabajan “en negro” para no reproducir los tics
inconscientemente racistas que tenemos incorporados en nuestro lenguaje
habitual) ¿les van a despedir? ¿se quedarán en la calle sin trabajo y sin
sueldo? ¿Tienen alguna vía, y no sólo jurídica, para defender sus derechos?
Eduardo Veo que
estás hoy muy preguntona, y no te falta nada de razón en tus últimas dudas más
que preguntas. Te voy a insistir en algo que ya te he dicho, pero que por una
vez me perdonarás que lo haga ya que es importante: las normas ayudan, pero
casi nunca resuelven los problemas si detrás no hay una clara conciencia, tanto
entre todos los poderes públicos como entre toda la ciudadanía, de la
importancia de su cumplimiento, y mucho más cuando su coste económico es muy
elevado para las arcas públicas.
¿Y qué les puedes
responder a tus amigos y amigas? Pues primero explicarles que aquellos que
están haciendo, supongo por lo que me cuentas de manera totalmente involuntaria
(si no fuera así no echemos las culpa entonces solo a su empleador) es ilegal y
que la citada LISOS impone sanciones económicas importantes, además de poder
llegar, en el caso de los trabajadoras, a la extinción, como sanción, de la
prestación por desempleo.
Segundo, que la
respuesta individual a una situación como la que viven es ciertamente
arriesgada, aunque siempre útil en el terreno la justicia social, y que debería
ser tomada de forma colectiva si ello es posible.
No, no les
deberían despedir (que lo hagan, pues sí puede ocurrir ciertamente) por ejercer
sus derechos pidiendo que se respete la legalidad, y de acudir entonces a los
juzgados a denunciarlo, y probarlo, debería declararse el despido nulo y
ordenarse su readmisión, aunque la justicia laboral actualmente no es
precisamente rápida, dada la carga de trabajo acumulada, durante la crisis, ya
buen seguro que aún será mucho mayor en los meses venideros.
Amiga. Bueno
Eduardo, hoy no te voy a dar más la lata. Me has animado algo, no mucho, con tu
explicación, ya que sabes que quienes no sabemos de leyes siempre nos acercamos
con temor a las mismas, y ojalá que su cumplimiento fuera sencillo y eficaz,
pero parece por lo que me has contado que no siempre es así.
Eduardo. En
efecto, no siempre es así, pero ningún avance social se ha logrado sin mucho
esfuerzo, y los libros de historia, y alguna historia más reciente que hemos
conocido en vivo y en directo los que ya somos personas de edad avanzada (me
encanta esta terminología que utiliza la OIT), así no los demuestran.
¡Ah! Y en la
próxima ocasión que nos veamos, que mucho me temo que va a seguir siendo por
pantalla, seré yo quien te interrogue sobre todas las dudas que tengo, que son
muchas, sobre aquello que es tu especialidad ¿de acuerdo?
Amiga. Pues sí, de
acuerdo, pero quiero verte presencialmente, o sea que pon todo lo que puedas de
tu parte (y ojalá que también lo hagan todas las personas que aún no son
conscientes de la gravedad del problema sanitario que tenemos encima de
nuestras cabezas) para que eso sea posible. Un fuerte abrazo y un beso, todo virtual,
y hasta pronto.
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