martes, 12 de septiembre de 2017

Un nuevo curso, un nuevo alumnado, un nuevo reto, una nueva ilusión.



1. Hoy martes, 12 de septiembre de 2017, se inicia un nuevo curso académico en la UniversidadAutónoma de Barcelona. A media mañana estaré delante de 34 alumnas y 33 alumnos (al menos esto son los datos facilitados por gestión académica), en el aula 7 de la Facultad de Economía y Empresa, para llevar a cabo una sesión introductoria y de presentación general de la actividad que vamos a desarrollar durante todo el curso 2017-2018, aunque formalmente el estudio de la disciplina de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social se realice en dos asignaturas semestrales.

El alumnado es en su gran mayoría nacido en 1995, año en el que utilicé por primera vez Internet, porque, y lo digo con orgullo de padre, mi hijo Juan, con 15 años, me acercó al mismo cuando me explicó que había la posibilidad de acceder (entonces de forma aún incipiente) a la información por nuevas vías informáticas, siendo desde entonces un fiel usuario y cuya utilización me ha reportado múltiples ventajas en mi actividad profesional.

Los alumnos y alumnas que inician el curso se incorporaron a la Universidad el curso 2013-2014, momento en el que la crisis de 2007-2008 iba siendo dejando paulatinamente de lado en términos de datos globales pero en modo alguno para una buena parte de la población que se ha visto seriamente perjudicada por aquella, algo que presumo (admite prueba en contrario) que habrá sido estudiado y analizado en las asignaturas de economía que están en el plan de estudios. Los datos sobre la pérdida salarial de buena parte de la población trabajadora en el período 2008- 2015 avalan la afirmación anterior.

Siempre es especial el primer día de actividad docente tras el parón vacacional, tras el descanso necesario para la recuperación física y psíquica, y mucho más en mi caso para ambas tras el cuidado y disfrute durante tres semanas de dos nietos y dos nietas (11, 7, 4 y año y medio), encantadores y agotadores, que me han hecho ser un experto en dibujos infantiles. El profesor tiene ahora delante a un grupo de jóvenes que llegan con ánimos renovados tras su descanso estival, o tras las actividades laborales o de voluntariado que hayan llevado a cabo, y que esperan, estoy seguro de ello, a que el profesor los anime y motive para trabajar intensamente durante todo el curso a fin y efecto de que los resultados finales sean altamente positivos en términos de aprendizaje de conocimientos y, por supuesto, de evaluación. Y no sólo ello, sino también que les aporte pistas de por dónde va el mundo del trabajo y cuál es el futuro profesional que les espera, tarea ciertamente no fácil en atención a la rapidez de los cambios que se dan en dicho mundo.

También es especial el nuevo curso para quien redacta esta entrada. Durante el curso 2016-2017, y lo digo con innegable tristeza, se han jubilado tres profesores y amigos con los que he compartido muchos años de docencia e investigación, en las mismas o distintas Universidades. Vaya desde aquí mi más cariñoso saludo, y mi más profundo respeto por todo el conocimiento que he adquirido durante muchos años de sus saberes, de los profesores Francisco Pérez Amorós, Vicente Martínez Abascal y Agnès Pardell Veà. Sin duda, seguiremos trabajando conjuntamente en el ámbito investigador, porque la sabiduría intelectual, desde luego, no desaparece, ni mucho menos, por el trámite administrativo de la jubilación. Eso sí, la escuela catalana de Derecho del Trabajo, que impulsaron los profesores sevillanos, y grandes maestros del laboralismo, Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer, y Manuel Ramón Alarcón,  pierde a tres excelentes docentes que han dejado huella, desde la transición de la dictadura a la democracia en España en 1976, en miles de alumnos y alumnas en las Universidades de Barcelona, Autónoma de Barcelona, Rovira i Virgili, i Lleida, algunos de los cuales ocupan hoy importantes cargos políticos, y que han formado a un importante número de profesores y profesoras que hoy se encuentran en la plenitud de su carrera universitaria.  

A través de este blog, una herramienta fundamental para la difusión de mis artículos, trabajos, comentarios y críticas sobre las relaciones laborales, doy la bienvenida y deseo una provechosa actividad a todo el nuevo alumnado. Doy la bienvenida a estudiantes matriculados en quinto curso del doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, y cito ahora sus nombres porque todas las personas con las que compartiré mis conocimientos, y de las que espero también aprender por lo que aporten de una vida laboral aún muy breve pero seguro que interesante, donde muy probablemente en bastantes ocasiones la prestación efectiva de trabajo no siempre se adecue a lo dispuesto en la normativa aplicable, no son meramente un número de identificación o rostros anónimos a los que no llegas a conocer durante el curso.

Por ello, doy la bienvenida, por el orden alfabético de sus apellidos, a Óscar, Laura, Bruno, Andrea, Aleix, Marc, Eloi, Asmit, Marc, Lydia, Xavier, Qui Wen, Anna, Francesc, Pau, Daniel, Mina, Lidia, Elisabet,  Daniel, Cristina, Marta, Mariona, Jésica, Ricardo, David, José Manuel, Natàlia, Víctor, Elisabet, Ornella, Meritxell, Adrià, Laura,  Ayelén, Eva, Àngela, Marc, Xavier, Mireia, Andrea, Sara, Marc, Marta, Adrià, Aleix, Enric, Joan, Guillem, Isabel, Irene, Wendy,  Alexandrina, Joaquím, Mariama, Víctor, Valeriya, David, Ferran, María, Yaiza, Andrea, Rodrigo, Pol, Sandra, Eudald, Juli.  Todo el alumnado será convocado a sesiones extraordinarias de tutoría durante los próximos días para conocerles con mayor detalle.

Tiempo habrá para desarrollar el temario, y por ello el primer día es sólo el de la presentación general de este y el de explicación también general de los objetivos perseguidos, cómo se desarrollará la actividad docente y el intenso trabajo que llevará a cabo el alumnado de actividades y casos prácticos. El alumnado tendrá durante el primer semestre la fortuna de contar con la participación, como corresponsable docente en las actividades prácticas, de la profesora asociada Elisabeth del Rio Cumbreño, que cursó estudios en la prestigiosa Universidad de Santiagode Compostela, y es en la actualidad miembro del Cuerpo Superior de laInspección de Trabajo y Seguridad Social tras haber superado una difícil oposición, y por consiguiente una persona de reconocido prestigio, tal como demanda la normativa universitaria en materia de contratación de profesorado, y muy buena conocedora de la realidad laboral, a fin de poder aplicar el marco normativo legal y convencional. En el Derecho del Trabajo el convenio colectivo, inexistente en otras ramas del ordenamiento jurídico, es una fuente de conocimiento de primera importancia vigente, y ya es necesario destacarlo desde el primer día del curso.  

Vamos a estudiar, y aplicar, un marco normativo laboral estatal que cambió a pasos acelerados desde 2012 hasta 2015, y que quedó paralizado desde la convocatoria de elecciones generales para el 20 de diciembre de 2015, no habiendo sufrido modificaciones de importancia durante el último año, dada la composición del Parlamento surgido de las elecciones del 26 de junio de 2016.

En este estudio, cobra también cobra más importancia conocer la aplicación de la normativa internacional y europea, en especial del Derecho de la Unión Europea y de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, jurisprudencia en materia social a la que dedico especial atención en este blog y que es de inexcusable conocimiento y estudio. Trataré de explicar igualmente cuáles son las líneas básicas de aquello que debe ser el trabajo en general y el Derecho del Trabajo en particular, o más exactamente cuál es su concepto, su contenido y cuáles las fuentes de producción y de conocimiento, para poner de manifiesto que aquello que en algunas ocasiones se vende como moderno y avanzado no es más que una adaptación tecnológica de relaciones de trabajo que ya existían hace más de treinta años (y es probable que algún alumno o alumna se encuentre entre las personas afectadas por dicha modernidad), al mismo tiempo que sí que habrá que dar respuesta jurídica a las nuevas relaciones de trabajo que han ido surgiendo al calor de las posibilidades ofrecidas por la tecnología  y la globalización de las relaciones económicas.

Debe quedar espacio el primer día, obviamente, a la explicación de los criterios de evaluación de la asignatura, aunque ello ya quede reflejado en las guías docentes de cada materia que el estudiantado tiene a su disposición. E igualmente, debe ser objeto de explicación la planificación orientativa del curso, de todas y cada una de las actividades a realizar y la correspondiente fecha de realización, en el bien entendido, y la experiencia docente acumulada desde el muy lejano 1976 así lo me demuestra, que casi siempre es necesario introducir algún cambio como consecuencia de alteraciones, por diversos motivos, de la vida académica o social.    

Es bueno, y necesario, que el alumnado conozca al profesor que impartirá docencia, y para ello nada mejor que remitirle a que vean algunos vídeos en los que aparezco en diversos actos públicos y en programas de medios de comunicación durante los últimos años. Pueden conocer mi parecer sobre cuál es mi punto de vista sobrelas políticas de inmigración; mi valoración del derecho constitucionalfundamental de huelga; el análisis de la jurisprudencia de las sentencias decontenido sociolaboral (y son muchas) del Tribunal de Justicia de la UniónEuropea; la regulación de la negociación colectiva; la problemática deldesempleo; en fin, una visión general de las relaciones laborales.  
  
Y para conocer, desde la perspectiva del propio alumnado, al profesor, qué mejor manera que hablar con sus compañeros y compañeras del curso anterior, para que les den las "pistas" de cómo actúa, de cómo imparte docencia, de cuáles son sus gustos, sus manías, etc. ¿no les parece?  

2. También me parece conveniente que conozcan otro lado del profesor que va a dirigir la actividad docente durante todo el curso académico, cuál es cómo reacciona ante estudiantes que tuvo a su cargo y que ya han finalizado sus estudios. Por ello, me permito reproducir un fragmento de mi intervención, el 4 de julio de 2014, en el acto de graduación de la promoción 2008-2014 de la doble Licenciatura en Derecho y ADE.

“… muchas gracias a todos los estudiantes que hoy están, estáis, aquí. Fuisteis un grupo estupendo, tanto en el terreno estrictamente académico como en las relaciones personales… Pero no voy a negar a todas las personas asistentes que tuve serios “problemas” con el grupo, al igual que lo he tenido con todos los cursos de la doble licenciatura que he impartido en la UAB desde mi incorporación a esta Universidad en el curso 2007-2008: tener que decidir entre varios muy brillantes expedientes académicos para otorgar la máxima calificación de matrícula de honor. ¡Ojalá todos los problemas universitarios fueran de este tenor, ¿verdad?

…. Hoy, en este acto cargado de simbolismo por lo que representa para la comunidad universitaria y para los miembros de sus familias, y amigos que han querido compartir este momento de felicidad, damos por finalizada una pequeña parte de la vida, la de los estudios reglados cuya superación otorga el derecho a obtener un título que habilita para actuar en el mercado, un  mercado muy imperfecto y con muchas grietas en cuanto a la pretendida igualdad que debería predicarse en su conformación y puesta en práctica, pero sería pretencioso, y al mismo tiempo muy arriesgado, hablar de ello ahora ante cualificados representantes de la Facultad de Economía. Pero, insisto, no van a dejar de estudiar, porque el proceso de aprendizaje es parte fundamental de nuestro desarrollo, y mucho más en el ámbito jurídico, y qué les voy a decir del ámbito jurídico-laboral que no les dijera (y ahora volvería repetirlo) el pasado curso, donde la velocidad de los cambios va a ritmo de Fórmula 1…  

Déjenme que les diga una perogrullada: son Uds. mayores de edad con capacidad jurídica plena. Por consiguiente, pocos consejos puedo darles, o mejor dicho sí se los puedo dar, pero seguro que no me harán caso. Pero, ¿qué sería de un acto como el que hoy celebramos si un profesor sexagenario no diera algún consejo a jóvenes, muy preparados, que inician su vida profesional? Pues son muy sencillos: tengan una mirada abierta del mundo (eso sí, profundamente desigual e injusto) que les rodea, y contribuyan con su trabajo a cambiarlo, a mejorarlo. Sean propositivos y no reactivos, no tengan miedo a defender sus ideas, o a equivocarse cuando participen en sus actividades profesionales o preparen documentos de trabajo, porque después de la primera, segunda,.. equivocación llega el primer, segundo… acierto. No crean que por cambiar de vestimenta (informal en la Universidad, mucho más formal en la vida profesional) han de cambiar necesariamente su forma de entender la vida…  

Caramba, profesor Rojo, me dirá algún hoy ya exalumno, no nos ha “soltado” ningún discurso sobre qué el derecho del trabajo, que es el contrato de trabajo, “ese título jurídico que legitima la situación de desigualdad jurídica y económica de la parte trabajadora frente a la parte empleadora”, ni nos ha criticado ese desprecio que una parte, importante, del mundo económico, el más influyente, tiene sobre las normas laborales por considerarlas una rémora, un obstáculo para la mejora económica y el crecimiento de la productividad, cuando la realidad del día a día demuestra que las empresas que mejor operan en los mercados son aquellas que tienen una relaciones laborales sólidas y asentadas en buenas relaciones jurídicas y en donde se valora la profesionalidad y todos los saberes de las personas (trabajadoras, capital humano, póngales el nombre que quieran) que forman parte de las mismas. Pues no, hoy no tocaba, salvo esta pequeña “reflexión”, porque ya lo hice hace un año y estoy seguro de que todavía no han olvidado mis explicaciones. Y si se han olvidado, les remito a mi blog y a mis intervenciones en las redes sociales, herramientas de trabajo del siglo XXI y necesarias de todo punto para todas las personas, incluido el profesorado universitario que no vive aislado de la realidad y en su torre de marfil.

Humildemente me ofrezco, si necesitan ayuda o consejo, a seguir siendo su profesor, y ya saben dónde encontrarme. No hay cosa que más me guste que alumnos y alumnas que tuve hace diez o quince años se acuerden de su antiguo profesor cuando son ya juristas y economistas de prestigio.

Muchas felicidades de todo corazón, y recuerden, hoy y siempre a Antonio Machado: caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar”.
  
3. Concluyo esta entrada. Una persona de 64 años (un "abuelete viejete" en muy gráfica cariñosa y real expresión de uno de mis nietos) se pone delante de jóvenes de 22 o 23 años en su gran mayoría. La experiencia junto con la juventud, el saber acumulado con las ganas de aprender, la motivación e interés por la docencia junto con el deseo de adquirir nuevos conocimientos que puedan ser de utilidad tanto en la vida académica como posteriormente, o al mismo tiempo, profesional. Un nuevo reto, una nueva ilusión. Adelante.   

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