1. El Boletín Oficial del
Congreso de los Diputados (Serie D, núm. 11, 12 de septiembre) publicó la Proposiciónno de ley del presentada por el PSOE el 20 de julio, relativa a la derogaciónde la reforma laboral y a la elaboración de un nuevo Estatuto de lostrabajadores, para su debate en el Pleno. El pasado martes, 13 de diciembre, fue
aprobada (con modificaciones) la citada proposición, con 168 votos a favor, 131
en contra (parlamentarios del grupo popular) y 42 abstenciones (parlamentarios
de Ciudadanos y del Partido Demócrata Europeo Catalán).
En el documento anexo
puede compararse el texto inicialmente presentado con el finalmente aprobado
tras las incorporaciones de diversas enmiendas, cuya explicación realizó el
portavoz parlamentario socialista Sr. Simancas en la presentación del texto. El
mantenimiento de las medidas de conciliación de la vida familiar y laboral se
produjo con la aceptación de propuestas de Unidos Podemos -En Comú Podem – En Marea;
las referencias a la reciente jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea sobre el derecho a indemnización de los trabajadores interinos a
la finalización de su contrato fueron propuestas por Ciudadanos; en fin, las
referencias a las partidas presupuestaria destinadas a las políticas de empleo
encuentran su origen en las aportaciones del grupo mixto, más exactamente del
PDEC y de su portavoz Sr. Campuzano.
“El
Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:
Adoptar
de forma inmediata las medidas necesarias para derogar la reforma laboral que
el Partido Popular impuso en la X Legislatura, y abrir un proceso de diálogo
social que desde el acuerdo culmine con la aprobación de un nuevo Estatuto de
los Trabajadores que recupere su naturaleza originaria de carta de garantía
de los derechos laborales.»
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“El
Congreso insta al Gobierno a:
Adoptar de
forma inmediata las medidas necesarias para derogar las normas contenidas en
la reforma laboral que han generado devaluación de las condiciones del
empleo, y que el PP impuso en la X Legislatura. De esta derogación deben
salvarse los preceptos que, fruto del diálogo social y político, no se
consideren lesivos para los trabajadores, como aquéllos que introdujeron
medidas para la conciliación de la vida laboral y familiar, actualmente
contenidas a partir del artículo 37 del Texto Refundido del Estatuto de los
Trabajadores (TRET).
Asimismo,
se abrirá un proceso de diálogo y de acuerdo con los agentes sociales, los
grupos políticos y las comunidades autónomas, con el objetivo de aprobar un
nuevo Estatuto de los Trabajadores que contribuya a recuperar derechos para
los trabajadores y a crear empleo estable y de calidad. Tal proceso
habrá de perseguir también la adaptación de la economía española a las nuevas
realidades de la sociedad, especialmente en el ámbito de la conciliación de
la vida familiar y personal.
El nuevo
Estatuto de los Trabajadores deberá actualizar nuestra legislación laboral
teniendo en cuenta la jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo y por
las recientes sentencias de la sala décima del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, y que acabe con la discriminación existente entre los
trabajadores temporales y los indefinidos y equipare sus derechos; promueva
una mayor estabilidad en el empleo y una reducción de la rotación laboral; e
incentive la formación permanente en el puesto de trabajo y la
recualificación profesional.
Se
adoptarán también las medidas oportunas, en colaboración con las comunidades
autónomas competentes, a fin de incrementar en los Presupuestos Generales del
Estado para 2017 los recursos destinados a políticas activas de empleo y
situarlos como mínimo, y de momento, en los niveles previstos en los PGE para
el año 2011, con el objetivo de garantizar una financiación más acorde con
los servicios de empleo autonómicos, con las necesidades a las que éstos
deben hacer frente.
El
Congreso de los Diputados insta al Gobierno a adoptar de forma inmediata las
medidas necesarias para derogar la reforma laboral que el Partido Popular
impuso en la X Legislatura, y abrir un proceso de diálogo social que desde el
acuerdo culmine con la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores
que recupere su naturaleza originaria de carta de garantía de los derechos
laborales”.
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2. Resulta muy interesante
la lectura de debate parlamentario del día 13 de diciembre para comprobar que
la aprobación del texto encubre diversos, y en ocasiones muy distantes,
intereses de los grupos parlamentarios que le dieron el visto bueno, y también
de aquellos que con su abstención
contribuyeron a que tuviera la mayoría de votos, mientras que la tesis
defendida por el grupo popular fue la misma que con anterioridad, esto es el
impacto positivo de la reforma sobre el empleo. En cualquier caso, y con
independencia del resultado que produzca la tramitación parlamentaria del texto
aprobado el martes 13, el debate puso de manifiesto la soledad del grupo
popular en la defensa de su tesis del carácter beneficioso de la reforma
laboral para el conjunto de la ciudadanía. Mi posición crítica al respecto es
bien conocida, y por ello me permito remitir a las personas interesadas a la
lectura de diversos textos publicados en
este blog que se orientan en esa línea crítica de una reforma que a mi parecer
reforzaba (refuerza, porque no está derogada) el poder unilateral del empleador
en la determinación de las condiciones de trabajo, y debilita la autonomía colectiva,
en su vertiente del ejercicio del derecho de negociación colectiva, al
establecer la prioridad aplicativa del convenio de empresa en muchas, y muy
importantes materias relativas a las condiciones de trabajo (principalmente,
jornada y salarios).
El portavoz socialista,
Sr. Simancas, reiteró, en su defensa de la proposición no de ley las ya
conocidas tesis muy críticas sobre la reforma laboral del gobierno del Partido
Popular y su impacto muy negativo sobre las condiciones laborales de buena
parte de los trabajadores. Desde la perspectiva jurídica, me interesa destacar
que en la propuesta no sólo se planteaba la derogación de la reforma laboral
sino también el debate y posterior aprobación de un nuevo Estatuto de los
trabajadores, en el que deberían modificarse textos vigentes e incluirse otros
que por su importancia cada día son más reclamados por las organizaciones
sindicales y los trabajadores, con cita expresa de los siguientes: “el
debilitamiento de la negociación colectiva a favor del poder unilateral del
patrón para fijar salarios y jornadas; la prevalencia de los convenios de
empresa sobre los convenios de sector, siempre más garantistas para los
derechos de los trabajadores; la descausalización de contratos y de despidos;
los falsos contratos temporales, los falsos contratos a tiempo parcial, los
falsos autónomos, los falsos becarios que facilitan la explotación laboral; la
discriminación de los trabajadores subcontratados frente a los contratados
directamente; la eliminación del subsidio para parados mayores de cincuenta y
dos años y el recorte de la cobertura al desempleo”. El cambio debería servir
para la puesta en marcha de un nuevo Estatuto de los trabajadores, fruto del
diálogo político y social, apuntándose ya algunas propuestas: “que refuerce la
negociación colectiva en el establecimiento de salarios y condiciones de
trabajo; que simplifique la planta de contratos y asegure que los contratos
temporales son para empleos temporales y los contratos a tiempo parcial son
para empleos a tiempo parcial, sin fraudes y sin explotación; que eleve
progresivamente los salarios mínimos; que trabaje por la igualdad real entre
mujeres y hombres; que convierta por fin las políticas activas de empleo en una
herramienta eficaz para ayudar a jóvenes y a parados de larga duración a
encontrar un empleo digno y que recupere el subsidio para mayores de cincuenta
y dos años, elevando también en su conjunto la cobertura del desempleo, pasando
del 54 % actual al 70 % al menos, que fue donde lo dejamos en 2011”.
La oposición radical a
esta propuesta por parte del grupo popular era bien conocida, y su portavoz,
Sr. Camps, enfatizó la tarea del gobierno en la creación de empleo
durante la anterior legislatura y la adopción de medidas que por la vía de la
flexibilidad interna (el tan debatido, denostado por unos y alabado por otros,
art. 41 de la LET) habían evitado que muchas empresas acudieran a la vía de la
flexibilidad externa, es decir de las extinciones contractuales, recordando la
“herencia recibida” del PSOE en 2001 y cómo, siempre a su parecer, el gobierno
había contribuido a invertir la situación negativa, manifestando con
contundencia que la reforma laboral estaba funcionando muy bie, y que había que
“dejarse de demagogias y trampas”, en cuanto que la derogación propuesta,
afirmó en un tono muy tremendista a mi parecer, significaría “derogar la
creación de empleo,… anular el marco de relaciones laborales que ha permitido a
España pasar de generar la mitad del paro de Europa a crear la mitad del empleo
de la zona euro”.
4. ¿Cómo se manifestaron los
demás grupos parlamentarios que intervinieron? Todos ellos, al margen de su
apoyo o abstención a la proposición, repartieron las culpas de la situación
actual del mercado de trabajo entre las anteriores reformas del gobierno
popular (desde 2012) y las precedentes llevadas a cabo por el último gobierno socialista
(desde 2010).
La tesis del portavoz del PDEC, Sr Campuzano, que en 2012 se
mostró partidario, así como todo el grupo parlamentario, entonces existente, de
Convergència i Unió, fue, agradeciendo previamente la aceptación de una
enmienda suya, que no iban a apoyar pero tampoco a rechazar la iniciativa,
argumentando su posición “aséptica” en que la proposición no hacía propuestas
de futuro sino que principalmente se centraba en recuperar derechos perdidos
por los trabajadores con la reforma , de tal manera que el documento socialista
era “nostálgico del pasado”, apostando por una nueva regulación laboral, que
creo que también se encuentra en muchas de las propuestas presentadas por el
grupo socialista desde la puesta en marcha de la nueva legislatura, que dé
respuesta a relaciones laborales cada vez más necesitadas de un marco normativo
que se adapte a los cambios tecnológicos y a su impacto sobre los sistemas y la
organización productiva.
El representante de Bildu, además de ser muy duro con
el PP y PSOE, y de paso también con el FMI que el día anterior había presentadoun documento sobre la situación económica en España en el que pedía una nuevareforma laboral, defendió la conveniencia de crear un marco autónomo vasco de
relaciones laborales para mejorar la condiciones de trabajo de la población
trabajadora vasca.
En fin, por Compromís el Sr. Baldoví fue muy crítico con las
reformas del PP y apoyó dicha crítica con datos que también han sido puestos de
manifiesto en documentos de organizaciones sindicales: la reducción del total del número de horas
trabajadas en la actualidad con respecto a las que se llevaban a cabo antes de
2012 (algo tiene que ver, ¿o mucho? la contratación a tiempo parcial y los
contratos temporales de muy corta duración); la caída de la recaudación por
cuotas de la Seguridad Social (algo tiene que ver ¿o mucho) los bajos salarios
y las consiguientes cotizaciones inferiores); en fin, el incremento de personas
que aun trabajando no salen de la situación de pobreza, el fenómeno de los
trabajadores pobres, los working poors, iniciado en Estados Unidos y que se ha
extendido a muchos países desde la crisis económica y social iniciada en 2008.
Le llegó al turno a
Ciudadanos, a su portavoz Sr. Roldán, ferviente defensor del llamado contrato
único (lo de “llamado” es mío, porque en todas las propuestas que se han
formulado al respecto nunca he encontrado una única referencia a un único
contrato). Tampoco se salió del guion, es decir de la defensa de su tesis sobre
el carácter nocivo de la dualidad del mercado de trabajo entre trabajadores
fijos (bueno, lo de “fijo” vamos a dejarlo, visto como está el mercado laboral
y la normativa vigente, y las posibilidades existentes para extinguir tales
contratos “fijos”) y temporales, critica que repartió entre el PP y PSOE pero
con contundencia especial para este último, y llamando a la puesta en marcha de
algunas de su propuestas estrellas del programa electoral, y que parece que
pueden ponerse en práctica al menos para una parte de jóvenes si prosperan las
negociaciones con el gobierno, como es en especial la del llamado complemento
salarial, si bien tuvo el detalle de reconocer que el contrato único “no va a
solucionar todos los problemas” (bueno, ya coincidimos en algo) y que hay que
invertir mucho más en educación y en la transformación del sistema productivo
(bueno, seguimos coincidiendo). También le reprochó a la proposición
socialistas que mirara “al pasado y no al futuro”, por lo que no podían votar
favorablemente la misma.
Sin pelos en la lengua en
las críticas al PP y al PSOE se mostró la portavoz de Unidos Podemos- En Comú
Podem. En Marea, Sra. Díaz, al afirmar que las dos fuerzas políticas habían
mentido a los trabajadores durante sus etapas de gobierno, y que sus políticas
habían contribuido al deterioro de las condiciones laborales y al empobrecimiento de buena parte de la
población, manifestando su especial preocupación por la situación actual del
mercado de trabajo español, al que calificó de “absolutamente envejecido,
masculinizado”, y por ello “sobre esto es sobre lo que debemos cambiar la
realidad de nuestro pueblo”, enfatizando (de forma un tanto exagerada a mi
parecer, aunque ciertamente hay bastante verdad en su afirmación) que con la
redacción actual de la normativa sobre movilidad funcional, movilidad
geográfica y modificación sustancial de condiciones de trabajo, los derechos
laborales quedan muy cuestionados y “pueden hacer con nosotros (Nota de Eduardo
Rojo: supongo que se refiere a los trabajadores) exactamente lo que les de la
gana (nueva Nota de Eduardo Rojo:
supongo que se refiere a los empresarios)”.
En el turno de fijación
de posiciones intervinieron los portavoces del grupo parlamentario vasco
(EAJ-PNV) y de Esquerra Republicana de Catalunya. Por el primero, el Sr.
Barandiarán reiteró algunas de las críticas que el anterior diputado Sr. Olavarría
había puesto de manifiesto en muchas de sus intervenciones parlamentarias, cual
es que la principal causa del fracaso de
todas las reformas laborales, fueran del PSOE o del PP, “es la descausalización
del contrato de trabajo”. Pidió muchas más concreción en las propuestas, y
reivindicó nuevamente, como viene haciéndolo su grupo desde hace muchos años,
la modificación de la normativa laboral para ampliar el ámbito competencial
autonómico, al efecto de poder crear “un marco laboral propio en Euskadi”. Se
manifestó abierto a colaborar en la elaboración de propuestas que recuperaran
derechos laborales perdidos durante la anterior legislatura, y al mismo tiempo
ya puso de relieve una radical discrepancia con un grupo parlamentario que
finalmente se abstuvo en la votación, Ciudadanos (ciertamente no es el único
grupo que manifestó críticas las tesis de Ciudadanos), en el debate sobre el
llamado contrato único, con la contundente afirmación de que “no estaremos
dispuestos a colaborar … respecto de aquellas (propuestas) que estén amparadas en
la unilateralidad ni sustentadas en modelos que intentan dar soluciones
aparentes y superficiales a problemas complejos como – lo siento, así lo
pensamos – el del contrato único o el de flexiseguridad sin seguridad jurídica
u otros similares".
Por ERC, el Sr. Salvador manifestó con nítidez que pedían la derogación de las reformas laborales, es
decir no sólo la del PP de 2012 sino también la del PSOE de 2010, argumentando
que de esta manera se recuperarían no sólo derechos laborales sino que al mismo
tiempo el mundo del trabajo, y supongo que se refería a las organizaciones
sindicales y a las fuerzas políticas que han apostado por un nuevo texto
normativo, estarían en “mejores condiciones de negociación durante el proceso
de elaboración de un nuevo Estatuto de los trabajadores, que puede ser largo”.
La crítica a las reformas laborales las concretó en la devaluación salarial, es
decir la reducción de los salarios de buena parte de la población, y no se
olvidó, of course, de mencionar su vía política, “nuestra república”, pero
mientras se construye, afirmó enfáticamente “durante y después, siempre vamos a
combatir por un marco de relaciones
laborales mucho más justo que este”.
5. Bueno, ya está aprobado
un texto que pide la derogación de la reforma laboral, en donde las pretensiones
y los intereses de cada grupo parlamentario no necesariamente, ni mucho menos
van a coincidir, aunque sí creo que hay un muy amplio margen para explorar
acuerdos parlamentarios, como mínimo, entre PSOE y Unidos Podemos – En Comú
Podem y En Marea, que en cualquier caso necesitarán para llegar a buen puerto
del acuerdo de otros grupos. Ahora tocar pensar en cómo se gestiona, tanto en
sede parlamentaria como social, esta decisión del Parlamento.
Y mientras tanto,
no se olviden de que existe un documento, el presentado por FIDE el 1 dediciembre, “Por un nuevo marco legislativo laboral”, que sin duda podría
concitar, con los lógicos matices cuando se trate de concretar más, los
acuerdos políticos y sociales. Un documento que mereció mi atención detalladapor considerarlo de indudable valor en una anterior amplia entrada del blog, entrada
que he comprobado que ha merecido también la atención de otros blogueros, y que
quizás haya inspirado parte de su texto, y me alegro por ello, aunque no estaría
de más ¿no les parece? que se hubiera hecho una cita a mi comentario en algún
lugar de ese otro comentario; pero si no es así, qué le vamos a hacer ¿verdad?.
Buena lectura del acuerdo
parlamentario, y a esperar acontecimientos.
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