1. Del 4 al 6 de
noviembre se celebrará en Doha, capital de Qatar, la segunda cumbre mundial
sobre desarrollo social.
En la página webde las Naciones Unidas dedicada a este importante evento se explica que “... reunida al nivel de Jefes
de Estado o de Gobierno, la Cumbre tiene como objetivo abordar las lagunas y
reafirmar el compromiso con la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo
Social y el Programa de Acción y su aplicación, así como dar impulso a la implementación
de la Agenda 2030”, sintetizando sus objetivos en estos términos: “En un mundo
que enfrenta crecientes desigualdades, cambios demográficos y transformaciones
tecnológicas y ambientales rápidas, la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social ofrece una plataforma crucial para el diálogo mundial y la acción
colaborativa. Es un espacio único para que líderes de gobiernos, organizaciones
internacionales, organizaciones no gubernamentales, sociedad civil, sector
privado, instituciones académicas y el sistema de las Naciones Unidas aborden
los temas de desarrollo social al más alto nivel y promuevan el progreso
social, asegurando que nadie quede atrás en nuestro camino común hacia el
desarrollo sostenible”.
He dedicado ya mi
atención a esta cumbre mundial en algunas entradas anteriores, tanto de forma
directa como por su relación con la creación de la Coalición Mundial para la
justicia social.
Entrada “OIT.
Puesta en marcha de la Coalición Mundial por la Justicia Social”
Entrada “Consejo
de Administración de la OIT. Propuestas para un nuevo contrato social, y para
avanzar en los objetivos de la Coalición Mundial para la justicia social”
Entrada “Documentos
internacionales, europeos y españoles de importancia sociolaboral. Especial
atención al Informe de la OIT “La situación de la justicia social. Progresos en
curso”
Vuelvo ahora a
interesarme por esta reunión dado que ya disponemos del Proyecto de Declaración
Política que será aprobada en la misma. Y digo que será aprobada, por cuanto en
la citada página web de la Cumbre se explica que “... ha sido acordada por
consenso mediante un proceso de negociación intergubernamental que tuvo lugar
en las Naciones Unidas en Nueva York”, añadiendo que “la Declaración marca un
momento decisivo en el esfuerzo mundial por acelerar el progreso social,
erradicar la pobreza y construir sociedades más inclusivas, justas y
sostenibles”.
Igualmente,
disponemos de dos aportaciones de indudable interés realizadas desde Europa,
una Resolución aprobada por el Parlamento Europeo en su última sesión plenaria,
y las propuestas formuladas por la Confederación Europea de Sindicatos.
Asimismo, no hay
duda de que la temática del empleo pleno y productivo y el trabajo decente para
todos estará presente en los debates que tendrán lugar en el Salón del Empleo que
se celebra en Barcelona los días 15 y 16 de octubre, en especial la sesión
dedicada el segundo día a los retos para generar un empleo de calidad einclusivo , en la que tendré la oportunidad de intervenir, en mi condición de presidente
del Consejo Económico y Social de Barcelona ,
sobre las dimensiones del empleo de calidad.
2. La Propuesta deDeclaración Política lleva por título “Una Visión de Futuro
y una Evaluación de los avances y las deficiencias en la aplicación de la
Declaración y el Programa de Acción de Copenhague y la Dimensión Social del
Desarrollo Sostenible.”.
Tras una amplia
introducción, en la que destaco la afirmación de que “reconocemos que los tres
temas centrales del desarrollo social, a saber, la erradicación de la pobreza,
el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos y la integración
social, están interrelacionados y se refuerzan mutuamente y que, por lo tanto,
es necesario crear un entorno propicio para que los tres objetivos puedan
alcanzarse simultáneamente”, dedica un amplio bloque de su contenido al “Empleo
pleno y productivo y trabajo decente para todos”, que por su indudable interés
transcribo a continuación:
“Reafirmamos
nuestro compromiso de promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible,
el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. Para ello, nos
comprometemos a: Adoptar políticas macroeconómicas que promuevan la creación de
empleo, el trabajo decente y salarios dignos, incluidas políticas para la
transición de la economía informal a la economía formal, fomentar el
crecimiento económico inclusivo y sostenible, reconocer la importante función
de los sectores público y privado en la generación de oportunidades de empleo
decente para todos e involucrar al sector privado, los empleadores y los
trabajadores, y sus respectivas organizaciones, como asociados esenciales.
Apoyar un entorno
económico internacional favorable para los países en desarrollo y mejorar la
asistencia técnica y financiera para la aplicación de programas de políticas
macroeconómicas, en apoyo del crecimiento económico sostenido, sostenible e
inclusivo, el desarrollo sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo
decente para todos.
Promover el acceso
equitativo de los países en desarrollo a los mercados globales y fortalecer el
papel de la comunidad internacional para apoyar a los países que lo soliciten a
fin de alcanzar mayores niveles de productividad económica, incrementando las
inversiones sostenibles e inclusivas en la transformación estructural y
mejorando las capacidades productivas mediante la diversificación, la
modernización tecnológica, el desarrollo industrial, la transformación digital
y la innovación, y subrayando la necesidad de mejorar la asistencia técnica y
financiera a los países en desarrollo para la implementación de programas de
políticas macroeconómicas. Apoyar el emprendimiento mediante la creación de un
entorno propicio, en particular para las mujeres, las personas con
discapacidad, las personas mayores y los jóvenes, apoyando mecanismos
innovadores, las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), las
cooperativas, así como la economía social y solidaria.
Aprovechar la
contribución positiva del sector privado a la creación de empleo, el trabajo
decente y la mejora del nivel de vida, reconociendo la importancia de una
conducta empresarial responsable y exigiendo el respeto de las normas y marcos
internacionales pertinentes. Invertir en una educación inclusiva, equitativa y
de calidad en todos los niveles, el desarrollo de competencias, la
alfabetización digital, la formación profesional y el aprendizaje permanente,
en particular en lo que respecta a las competencias necesarias para las
transiciones al mercado laboral, incluidas las transiciones ecológica y
digital, y apoyar el desarrollo de capacidades de los países en desarrollo a
este respecto.
Considerando
apoyar la implementación del Acelerador Mundial sobre Empleo y Protección
Social para Transiciones Justas y reconociendo la labor y la contribución de la
Coalición Mundial por la Justicia Social para contribuir al empleo pleno y
productivo y al trabajo decente para todos.
Adoptar todas las
medidas necesarias para abordar las altas tasas de desempleo juvenil y abordar
su integración en el mercado laboral, incluyendo la creación de empleo decente,
la promoción de políticas de educación de calidad, formación profesional y de
competencias, el aprendizaje permanente, la alfabetización digital y el
emprendimiento, y garantizar el acceso de los jóvenes a sistemas de protección
social universales, adecuados, integrales, sostenibles y de titularidad
nacional.
Fomentar las
oportunidades de educación y formación para las personas mayores a fin de que
puedan participar activamente en la sociedad y el mercado laboral, y promover
la transferencia intergeneracional de conocimientos en el lugar de trabajo.
Hacer cumplir eficazmente las leyes laborales en lo que respecta a las
relaciones y los derechos laborales, los salarios, la contratación ética y las
condiciones de trabajo saludables y seguras, así como el derecho a la libertad
de asociación de todos los trabajadores, en particular los que tienen empleos
precarios y los trabajadores migrantes, incluidas las trabajadoras migrantes,
reconociendo al mismo tiempo el importante nexo entre la migración
internacional y el desarrollo social.
Fortalecer las
instituciones del mercado laboral y el diálogo social, incluso promoviendo el
respeto de las normas internacionales del trabajo y los derechos de los
trabajadores, así como promoviendo, protegiendo e invirtiendo en mecanismos de
diálogo social, libertad sindical y negociación colectiva.
Considerando un
renovado espíritu de logro de la justicia social y el desarrollo social
mediante la propuesta de un contrato social global renovado que se elaborará,
según corresponda, en estrecha consulta con las organizaciones de empleadores y
trabajadores, y que garantice la igualdad de oportunidades y la cohesión
social, y fomente un diálogo social inclusivo.
Reforzando la
inversión en sistemas de protección social universales, inclusivos y
sostenibles, como factor clave para el crecimiento sostenible e inclusivo.
Respondiendo a los
desafíos y oportunidades que plantean las transiciones energética, tecnológica
y demográfica mediante políticas sociales y laborales adecuadas, incluyendo el
desarrollo de competencias, la promoción de la formalización del trabajo informal
y la garantía de salarios dignos, condiciones de trabajo seguras y saludables,
y el pleno respeto de los derechos de los trabajadores.
Adoptar medidas
eficaces para erradicar el trabajo forzoso, la trata de personas y eliminar
todas las formas y manifestaciones de trabajo infantil.
Respetar los
principios y derechos fundamentales en el trabajo fomentando la ratificación y
la aplicación de los Convenios Fundamentales de la Organización Internacional
del Trabajo sobre la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho
a la negociación colectiva, la eliminación de todas las formas de trabajo
forzoso u obligatorio, la abolición efectiva del trabajo infantil, la
eliminación de la discriminación en el empleo y la ocupación, y el derecho a un
entorno de trabajo seguro y saludable.
Considerar los
efectos multiplicadores de la economía del cuidado y la asistencia en términos
de aumento de la participación laboral, facilitando la transición del trabajo
informal al formal y condiciones laborales decentes en el sector del cuidado y
la asistencia, garantizando el acceso a la protección social para los
cuidadores, invirtiendo en infraestructura social y fortaleciendo la protección
social a lo largo de la vida, así como la rentabilidad de las inversiones en
políticas y sistemas de cuidado y asistencia. Implementar políticas que
garanticen el empoderamiento económico de las mujeres mediante, entre otras
medidas, la elaboración de presupuestos con perspectiva de género, la mejora
del pleno acceso de las mujeres al trabajo decente, la igualdad de
oportunidades en el mercado laboral y la igualdad de remuneración por un
trabajo de igual valor, la garantía de la igualdad de oportunidades y
condiciones laborales para las trabajadoras y empresarias eliminando la
discriminación en el acceso a los mercados laborales, la protección social, los
activos y servicios financieros, los recursos productivos y la toma de
decisiones, y la provisión y el aumento de las prestaciones familiares y el
apoyo social, la atención médica y un cuidado infantil asequible y de calidad,
y la promoción de la conciliación de la vida laboral y personal, teniendo en
cuenta las estrategias nacionales.
Fortalecer la
capacidad para la capacitación y el reciclaje profesional de la fuerza laboral
existente, incluso para capacitarla para gestionar el impacto de la
inteligencia artificial en diversos sectores industriales, y fortalecer la
cooperación internacional para el reconocimiento mutuo de competencias y
cualificaciones, así como para facilitar la movilidad laboral”.
Y, aunque no esté
incluido en este bloque, no es menos importante a mi parecer, y mucho más en
estos momentos, destacar las manifestaciones que se formulan sobre la
migración:
“Reconocemos la
migración como motor del crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible, y
reconocemos sus contribuciones positivas al desarrollo social y económico, a la
garantía de vías migratorias seguras, ordenadas y regulares y su relevancia
para el desarrollo social de los países de origen, tránsito y destino. En este
sentido, nos comprometemos a:
a. Fortalecer la
cooperación internacional, regional y bilateral para garantizar una migración
segura, ordenada y regular, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales.
b. Promover y
proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los
migrantes, incluidas las mujeres, los niños y las niñas, independientemente de
su estatus migratorio”.
3. Como ya he indicado,
el Parlamento Europeo aprobó el 9 de octubre una Resolución dedicada a la segunda cumbre mundial
sobre desarrollo social, de la que transcribo aquellos contenidos más
directamente relacionados a mi parecer con la Cumbre:
“M. Considerando que la estructura tripartita
de la OIT y su gran número de miembros la hacen líder en materia de normas
laborales a nivel mundial; que, en el contexto de la misión de la OIT de
fomentar la justicia social, sus principios y derechos fundamentales en el
trabajo se centran en garantizar un entorno de trabajo justo y digno para
todos, en particular la libertad de asociación y el derecho de negociación
colectiva, la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio,
la abolición efectiva del trabajo infantil, la eliminación de la discriminación
en el empleo y la ocupación, y el derecho a un entorno de trabajo seguro y
saludable; que, en el contexto de la Unión, estos derechos están protegidos por
los Tratados de la Unión, la Carta de los Derechos Fundamentales y el acervo de
la Unión en materia de Derecho laboral; que algunos Estados miembros se
enfrentan a retos derivados de la aplicación y el control del cumplimiento de
estas obligaciones;
N. Considerando que los interlocutores
sociales y las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel
fundamental a la hora de garantizar unas condiciones de trabajo dignas y
promover la justicia social y la igualdad; que, según diversos estudios, la
democracia industrial está estrechamente relacionada con la calidad del trabajo
y el empleo y la competitividad industrial;
1. Estima que la Comisión y los Estados
miembros deben redoblar sus esfuerzos para aplicar el pilar europeo de derechos
sociales, en consonancia con la Declaración de La Hulpe y mediante una
actualización ambiciosa del Plan de Acción, a fin de alcanzar los objetivos
principales de 2030; pide a la Comisión que, como parte del Plan de Acción
actualizado, complemente los objetivos principales actuales, según proceda, y
que presente iniciativas legislativas para la plena aplicación del pilar
europeo de derechos sociales;
2. Pide a la Comisión y a los Estados
miembros que cooperen con el Parlamento en el desarrollo de un nuevo Pacto
Social Europeo para el Futuro con compromisos e inversiones claros en los
siguientes ámbitos: Reducir el riesgo de pobreza y exclusión social en la Unión
y lograr el objetivo de cero emisiones netas en la Unión de aquí a 2050;
3. Reconoce la continuada pertinencia e
importancia, así como la naturaleza interrelacionada y sinérgica, de los tres
temas principales de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social celebrada en
Copenhague en 1995, considerados los tres pilares del desarrollo social, a
saber, la erradicación de la pobreza, el empleo pleno y productivo y el trabajo
digno para todos, así como la inclusión social;
4. Subraya la importancia de utilizar el
cuadro de indicadores sociales y el marco de convergencia social para detectar
los riesgos y seguir los avances en la reducción de las desigualdades, la
consecución de la convergencia social al alza, el refuerzo de los sistemas de
protección social y la promoción de condiciones de trabajo dignas y medidas de
apoyo para asegurar la equidad en las transiciones; destaca, a este respecto,
que es necesario garantizar una Europa sostenible, socialmente justa e
integradora en la que los derechos sociales estén plenamente protegidos y
salvaguardados; recuerda que la ciudadanía de la Unión considera la Europa
social como una de sus prioridades; destaca, por ende, la necesidad de que la
Comisión presente urgentemente un paquete sobre empleo de calidad que incluya
las iniciativas legislativas y las inversiones necesarias para garantizar
puestos de trabajo de calidad;
18. Hace hincapié en que para alcanzar los
ODS de 2030 también es necesario aplicar principios de buena gobernanza basados
en el Estado de Derecho, unas instituciones responsables, una aplicación,
seguimiento y garantía de cumplimiento eficaces y evitar la inseguridad
jurídica, lo que incluye a los países candidatos a la adhesión a la UE; pide
que la Declaración política resultante de la Segunda Cumbre Mundial incluya
compromisos significativos para promover los ODS y abordar las deficiencias
persistentes en el desarrollo social, así como mecanismos sólidos de
seguimiento y revisión; destaca la necesidad de llevar a cabo un proceso de
revisión exhaustivo de forma periódica, incluyendo declaraciones ministeriales
cada dos años; apoya la revitalización de la Comisión de Desarrollo Social de
las Naciones Unidas y una mayor participación de los ministerios de trabajo y
los interlocutores sociales, y pide a la OIT que actúe como órgano de
seguimiento principal;
19. Recuerda que la paz y la cooperación
mundial son condiciones fundamentales para lograr el desarrollo sostenible,
tanto en Europa como en el resto del mundo; destaca que la Unión debe
desempeñar un papel de liderazgo en el ámbito de los derechos humanos internacionales
mediante la aplicación plena y efectiva de los instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos; señala que también debe reforzarse el compromiso
mundial con los instrumentos de derechos humanos mediante el uso de
oportunidades diplomáticas y económicas, así como facilitando que otros —como
las organizaciones no gubernamentales y los sindicatos— trabajen libremente en
la promoción de las normas sociales y en materia de derechos humanos en todo el
mundo; insta a los Estados miembros de las Naciones Unidas a que apoyen y
promuevan el papel de los interlocutores sociales y las organizaciones de la
sociedad civil en sus territorios y a que velen por que participen
significativamente en la preparación y el seguimiento de la Cumbre; destaca que
una participación activa de múltiples partes interesadas en la elaboración de
políticas y una negociación colectiva eficaz pueden contribuir sustancialmente
a la consecución de los objetivos de desarrollo social; recuerda que solo
pueden promover de forma creíble los derechos humanos y los derechos sociales
los países que cumplen ellos mismos sus obligaciones;
20. Pide a las Naciones Unidas y a todos los
países participantes, y en particular a los países anfitriones de la Cumbre
Social, que respeten plenamente los derechos laborales y sociales, en
particular ratificando los convenios fundamentales de la OIT y comprometiéndose
con los valores de la Declaración Social; destaca la importancia del pilar
europeo de derechos sociales, así como de la Declaración de La Hulpe, para
construir una Europa social fuerte; destaca la necesidad de renovar el
compromiso con la consecución tanto de los objetivos sociales de la UE como de
los ODS para 2030, en Europa y en todo el mundo;
22. Pide a la Unión que apoye la transición
mundial del empleo informal al formal, en consonancia con la Recomendación
n.º 204 de la OIT, promoviendo normas justas de trabajo, el trabajo
decente y el acceso a la protección social; alienta la integración de este
objetivo en las políticas de desarrollo, comercio y acción exterior de la Unión”.
4. Por
su parte, la Confederación Europea de Sindicatos aprobó el 7 de octubre una
Declaración en la que recoge sus propuestas dirigidas a la Cumbre , en la que manifiesta que celebra la convocatoria, ya que “... en un momento
de crisis profundas e interconectadas, una crisis del coste de la vida y una
creciente desigualdad, ataques a la democracia y la creciente emergencia
climática, el mundo debe elegir un camino diferente: un modelo de desarrollo
centrado en los trabajadores que garantice justicia y dignidad para todos”, sin
olvidar de entrada formular una dura crítica a las relaciones laborales en el
país anfitrión a partir de los datos recogidos en el Índice Global de Derechos2025 de la Confederación Sindical Internacional
Tras subrayar que “para
los trabajadores, las promesas de la Primera Cumbre Mundial siguen en gran
medida incumplidas. Persisten la pobreza, la inseguridad y la erosión de los
derechos, mientras que la riqueza y el poder se concentran en manos de unos
pocos. Por lo tanto, la Segunda Cumbre debe marcar un punto de inflexión
decisivo: alejarse de la austeridad fallida y las políticas de mercado, y
avanzar hacia un futuro basado en la justicia social, la igualdad, la
sostenibilidad y la democracia”, enfatiza que “La Unión Europea tiene la
responsabilidad especial de dar ejemplo. La Hoja de Ruta para el Empleo de
Calidad de la UE y la plena implementación del Pilar Europeo de Derechos
Sociales deben reforzar la ambición de la Agenda de Trabajo Decente de la OIT y
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Europa
debe garantizar empleos seguros y de calidad en todos los sectores y regiones,
respaldados por la negociación colectiva, salarios justos, una protección
social sólida, formación universal e igualdad para todos.
Y en pleno apoyo a
la CSI y al movimiento sindical mundial en general, la CES insta a los
gobiernos y a las instituciones multilaterales a comprometerse a:
“1. Garantizar el
Trabajo Decente y los Derechos Laborales Universales
Implementar y
hacer cumplir plenamente todos los convenios de la OIT, incluyendo la libertad
sindical, la negociación colectiva, la protección contra el trabajo forzoso e
infantil, y la no discriminación.
Todos los empleos
deben ser de calidad. Abordar el trabajo precario, informal y de plataformas
digitales garantizando una regulación adecuada, relaciones laborales estables y
protección social universal, y acabar con el falso trabajo por cuenta propia. Reformar
las normas de contratación pública para poner fin a la competencia a la baja y
promover la negociación colectiva y el empleo de calidad, limitar las cadenas
de subcontratación y acabar con la intermediación laboral abusiva.
Comprometerse con
salarios dignos, incluyendo la transposición efectiva de la Directiva sobre el
Salario Mínimo en la UE, lugares de trabajo seguros, servicios públicos bien
financiados, pensiones dignas y una protección social adecuada como fundamento
del progreso social.
2. Garantizar una
Transición Justa y la Justicia Climática
Integrar medidas
de Transición Justa en todas las políticas climáticas y energéticas, incluyendo
una Directiva de Transición Justa sólida en Europa, para que ningún trabajador
ni región se quede atrás. Las transiciones deben reducir la desigualdad, no profundizarla.
Movilizar financiación para políticas industriales sostenibles que fomenten la
innovación, creen empleos de calidad y fortalezcan la resiliencia ante futuras
crisis.
3. Promover la
igualdad de género y la inclusión
Eliminar las
brechas salariales y de pensiones de género e implementar plenamente el
Convenio n.º 190 de la OIT para poner fin a la violencia y el acoso en el
trabajo. La UE también debe cumplir todos los elementos de la Directiva sobre
transparencia salarial, garantizando especialmente la igualdad de remuneración
por un trabajo de igual valor.
Garantizar la
igualdad de oportunidades para las mujeres, los jóvenes, los migrantes y las
personas con discapacidad en los mercados laborales y la vida pública.
Adoptar políticas
de cuidados ambiciosas que reconozcan, valoren y remuneren de forma justa el
trabajo de cuidados como piedra angular de las sociedades inclusivas.
4. Reformar la
gobernanza económica mundial
Establecer un
sistema fiscal mundial justo que ponga fin a la elusión y la evasión fiscal de
las empresas, garantice una tributación progresiva del patrimonio y genere
ingresos para la inversión social y los servicios públicos.
Reformar las
instituciones financieras internacionales para que prioricen el trabajo
decente, la protección social y el desarrollo, y sustituyan las perjudiciales
condicionalidades de austeridad por condicionalidades sociales para el uso de
los fondos públicos. Fortalecer la cooperación internacional para garantizar el
acceso universal a la salud, la educación y los servicios sociales. Reconocer
la importancia de los servicios públicos.
La Directiva sobre
la Debida Diligencia Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CDDS) no debe
diluirse, sino garantizar obligaciones vinculantes para las empresas con el fin
de garantizar el respeto de los derechos de los trabajadores, los derechos sindicales
y la negociación colectiva en sus actividades y a lo largo de sus cadenas de
valor globales.
5. Fortalecer la
Democracia y el Diálogo Social
Defender los
derechos sindicales frente al autoritarismo y la represión. El sindicalismo no
es un delito.
Garantizar una
participación sindical significativa en el diseño, la implementación y el
seguimiento de todas las políticas sociales y de desarrollo.
Promover un
diálogo social sólido e inclusivo a nivel nacional, europeo y mundial como
motor del desarrollo sostenible. En Europa, el Pacto de Diálogo Social debe
implementarse con respaldo político, financiero y legal para garantizar un
impacto real.
La gobernanza de
la Inteligencia Artificial (IA) debe basarse en el principio de control humano.
Los trabajadores y los ciudadanos nunca deben ser reducidos a objetos pasivos
de la toma de decisiones o la vigilancia algorítmica. La IA debe servir a la sociedad,
la democracia y el trabajo decente, no reemplazar el juicio humano, la
responsabilidad y la rendición de cuentas”.
Para concluir su Declaración
en estos términos:
“La Segunda Cumbre
Mundial sobre Desarrollo Social debe transmitir más que palabras. Debe
comprometerse con una acción transformadora: las personas antes que el lucro,
los derechos antes que la explotación, la solidaridad antes que la desigualdad.
El apoyo de la CES
a la OIT y al sistema de la ONU es inquebrantable. En un momento en que el
multilateralismo se ve amenazado, su autoridad es vital para defender los
derechos laborales, la paz y el desarrollo sostenible. La UE, en particular,
debe defender tanto la Agenda de Trabajo Decente de la OIT como los Objetivos
de Desarrollo Sostenible de la ONU, haciendo de su plena realización un
criterio de decencia para todas sus políticas internas y externas.
Junto con el
movimiento sindical mundial, la CES seguirá luchando por una agenda de
desarrollo que garantice la dignidad, la igualdad, la paz y la justicia para
todos los trabajadores, en Europa y en todo el mundo”.
5. Para concluir
esta entrada, me permito recomendar la lectura de dos documentos que, si bien
no están directamente relacionados con la Cumbre, sí contienen una serie de
propuestas que guardan estrecha relación con las que se formulan en los
documentos expuestos con anterioridad.
A) En primer lugar,
el reciente Informe de la OIT dedicado a Indicadores y métodos para medir lagobernanza eficaz en el ámbito de la administración del trabajo , del que reproduzco su resumen ejecutivo:
“Este informe se
centra en la gobernanza en el ámbito de la administración del trabajo. Su
objetivo principal es sugerir medidas que ayuden a los actores nacionales a
evaluar la eficacia de los sistemas nacionales de administración del trabajo y
a considerar maneras de fortalecer la capacidad y la agilidad de la
administración del trabajo, incluyendo a los organismos públicos pertinentes y
el diálogo social entre gobiernos, organizaciones de empleadores y sindicatos.
El término
«administración del trabajo», tal como se define en el Convenio n.º 150 (C150)
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (adoptado en 1978), se
refiere a las «actividades de la administración pública en el ámbito de la
política laboral nacional».
La Recomendación
n.º 158 (R158) de la OIT especifica cuatro áreas principales de las que son
responsables los sistemas de administración del trabajo: normas laborales,
relaciones laborales o industriales, empleo e investigación en materia laboral.
Las tareas específicas incluyen la preparación, coordinación y revisión de las
políticas laborales, la aplicación de las normas laborales, la promoción del
empleo, la recopilación de datos del mercado laboral, la prestación de
asesoramiento técnico a las organizaciones de trabajadores y empleadores, y la
adopción de medidas para garantizar la consulta, la cooperación y la
negociación entre las autoridades públicas y los representantes de empleadores
y sindicatos.
Unos sistemas
eficaces de administración laboral son esenciales para proteger a los
trabajadores y promover el empleo. Por ello, desempeñan un papel fundamental en
la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las
Naciones Unidas (ONU).
Los sistemas de
administración laboral se basan en formas adecuadas de gobernanza, que,
aplicadas al sector público, abarcan nociones sobre cómo se toman las
decisiones políticas y administrativas, cómo funcionan los sistemas
gubernamentales y por qué las instituciones formales e informales influyen en
la forma en que se hacen las cosas y en cómo los Estados se relacionan con las
sociedades (Grindle, 2017: 17). En 2018, el Comité de Expertos en
Administración Pública de las Naciones Unidas (ECOSOC) adoptó once principios
de gobernanza eficaz para el desarrollo sostenible, agrupados bajo los pilares
de eficacia, rendición de cuentas e inclusión.
- La eficacia abarca la competencia, la
formulación de políticas sólidas y la colaboración.
- La rendición de cuentas implica garantizar la
integridad, la transparencia y la supervisión independiente.
- La inclusión implica no dejar a nadie atrás,
la no discriminación, la participación, la subsidiariedad y la equidad
intergeneracional.
El propósito de
este informe es considerar cómo podrían aplicarse los principios de gobernanza
eficaz en el contexto de la administración laboral. Más específicamente, el
informe propone un conjunto de indicadores que podrían permitir a los actores
nacionales identificar maneras de mejorar la eficacia de la administración
laboral. También propone un índice y una metodología complementaria que
deberían permitir la evaluación de los marcos regulatorios e institucionales de
los sistemas nacionales de administración laboral.
Indicadores
relativos a los sistemas nacionales de administración laboral en su conjunto
El informe propone
un conjunto de indicadores relativos a las administraciones nacionales del
trabajo en su totalidad.
Estos indicadores
se basan en los principios de gobernanza eficaz de las Naciones Unidas, así
como en los convenios y recomendaciones pertinentes de la OIT.
Los indicadores
relativos a la eficacia abarcan cuestiones como los recursos financieros y
materiales disponibles para la administración laboral, la gestión de personal y
recursos humanos, la gestión del rendimiento, la digitalización y el gobierno
electrónico, así como las medidas para apoyar la coordinación de las
actividades de la administración laboral y la colaboración entre las
autoridades públicas y, potencialmente, organismos privados o del tercer sector
cuando participan en la prestación de servicios. Los indicadores relacionados
con la rendición de cuentas abarcan cuestiones como la presentación de informes
sobre actividades, incluso al público, la existencia de sistemas transparentes
y justos de licitación competitiva, mecanismos de auditoría, códigos de
conducta y procedimientos disciplinarios conexos.
Los indicadores
relacionados con la inclusión abarcan medidas para promover la igualdad, la
diversidad y la inclusión, así como para lograr mejores resultados en el
mercado laboral para ciertas categorías de trabajadores, la protección de los
grupos vulnerables, si el ámbito de la administración laboral abarca la
economía informal y la accesibilidad a los servicios.
Indicadores
relacionados con servicios y funciones específicos de la administración laboral
El informe también propone conjuntos de indicadores relacionados con diferentes
servicios y funciones de la administración laboral, en concreto:
Aplicación de las
normas laborales, en particular las actividades que involucran a las
inspecciones de trabajo.
Servicios Públicos
de Empleo, que desempeñan un papel vital en relación con objetivos como la
lucha contra el desempleo, la promoción del trabajo decente y la ayuda a los
jóvenes trabajadores en su transición al mercado laboral.
Diálogo social,
que es un principio de gobernanza fundamental para la OIT.
Actividades de
investigación, importantes para el desarrollo y la evaluación de políticas e
intervenciones laborales. Un índice de gobernanza eficaz en la administración
laboral
La sección final
del informe propone un índice de gobernanza eficaz en la administración
laboral. El índice se sustenta en cinco bloques de indicadores, cada uno de los
cuales está asociado a una puntuación máxima de 20. Los bloques son: el marco
jurídico de la administración laboral, en particular los cinco Convenios de la
OIT, fundamentales para la gobernanza y la administración laboral; el marco
institucional, que abarca los principales pilares institucionales de la
administración laboral; y los tres principios clave de una gobernanza eficaz:
eficacia, rendición de cuentas e inclusión.
Los criterios
clave que han guiado la selección de los indicadores son: deben capturar
información fundamental sobre la gobernanza laboral; deben ser aplicables a
diferentes contextos nacionales; deben ser fáciles de entender; debe ser
posible medir cada indicador de forma objetiva y relativamente transparente; y
los Ministerios de Trabajo y otros organismos públicos pertinentes deben poder
proporcionar información para cada indicador sin tener que recopilar
información adicional periódicamente.
B) En segundo
término, el Documento de Opinión de la Red de Servicios Públicos de Empleo Nuevo Plan de Acción para la implementación del Pilar Europeo de DerechosSociales , del que reproduzco su introducción.
“La triple
transición (verde, digital y demográfica) y la escasez de mano de obra y de
competencias impondrán nuevas exigencias a nuestros mercados laborales y
podrían conllevar, por primera vez, el riesgo de un aumento del desempleo. En
un contexto donde el progreso hacia los objetivos principales de la UE ha sido
desigual, la Revisión en curso ofrece una oportunidad para evaluar los avances
logrados y elaborar un nuevo Plan de Acción adecuado para abordar los desafíos
nuevos y persistentes, respetando al mismo tiempo las competencias nacionales y
las estructuras existentes en los mercados laborales nacionales.
Esto comienza por
sentar nuevas bases: contar con un marco claro para las competencias, el empleo
y las políticas activas del mercado laboral, que alinee las prioridades con las
inversiones y los recursos sociales adecuados. Aprovechar el potencial sin explotar
y aumentar la participación en el mercado laboral también será esencial,
incorporando a los grupos infrarrepresentados al mercado laboral y valorando
todos los talentos disponibles. El nuevo Plan de Acción ofrece la oportunidad
de avanzar en la prevención, dotando a los trabajadores de las competencias
adecuadas y ayudándoles a anticipar los cambios profesionales, a la vez que
mejora la competitividad de Europa y se prepara, colectivamente, para posibles
crisis del mercado laboral. También tiene el potencial de intensificar la
coordinación de políticas entre empleo, educación, salud y políticas sociales
para abordar las barreras sistemáticas y establecer alianzas estratégicas con
los actores pertinentes (incluidos los ciudadanos, los interlocutores sociales
y la sociedad civil). Este enfoque sentará las bases para un mercado laboral
resiliente, inclusivo y competitivo en toda la UE.
La Red de
Servicios Públicos de Empleo (SPE) está dispuesta a apoyar activamente la
aplicación continua del Pilar Europeo de Derechos Sociales y sus Planes de
Acción. Las propuestas que se presentan a continuación fueron adoptadas por el
Consejo de Administración de los SPE en septiembre de 2025. Presentan áreas
prioritarias y posibles iniciativas para su consideración, basándose en la
experiencia diaria de los Servicios Públicos de Empleo ayudando a solicitantes
de empleo y empleadores a gestionar las transiciones en el mercado laboral.
Estas propuestas
amplían el Memorándum de la Red de SPE a los próximos líderes europeos y tienen
como objetivo contribuir a la próxima Estrategia de la UE contra la Pobreza.
Puede encontrar más detalles y prácticas inspiradoras en el Centro de
Conocimiento de la Red de SPE”.
Buena lectura.
1 comentario:
Seguiremos estas excelentes ideas por el empleo digno, estimado Pfsor. Eduardo Rojo, mañana en el Salón. Muchas gracias.
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