Nota previa.
Reproduzco en esta
entrada del blog la primera parte de la conferencia pronunciada el 9 de
noviembre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Girona, con motivo del
homenaje que me dedicó por mi jubilación académica a partir del 1 de septiembre. Dicha
parte esta dedicada justamente, como indica la primera parte del título, a
reflexionar sobre los momentos y contenidos más relevantes de mi vida académica
en la UdG durante quince años.
El texto completo
de la conferencia se encuentra disponible en este enlace . Además, en el vídeo de la Jornada se recogen todas las intervenciones
instituciones y de las y los ponentes que participaron en este, a quienes ahora
aprovecho para darles las gracias una vez más por su asistencia y por sus
amables palabras hacia mi persona.
Buena lectura.
Mis primeras
palabras en este acto han de ser, obviamente, de agradecimiento a la
Universidad de Girona por haber organizado esta jornada con motivo de mi
jubilación académica a partir del 1 de septiembre de este año.
Este
agradecimiento he de personificarlo en la persona del profesor Ferran Camas
Roda, Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de esta
Universidad, que se incorporó a la UdG conmigo en octubre de 1992, año de los
Juegos Olímpicos, quien lo ha organizado
con sumo detalle y que, por ello, ha permitido que podamos escuchar a
cualificadas y cualificados miembros del mundo jurídico laboralista, y también
a profesionales del Derecho que desde su actividad diaria tratan de conseguir
que el mundo de las relaciones de trabajo sea más ordenado, más solidario y
permita reconocer derechos (que no son en modo alguno incompatibles con
obligaciones que surgen en las relaciones de trabajo, tanto individuales como
colectivas), además de respeto, a las personas trabajadoras.
Por supuesto,
quiero agradecer el loable esfuerzo de la Sra. Andrea Cano en la preparación
técnica de esta Jornada y la difusión de la misma a través de la página web
creada al efecto.
Agradezco muy
sinceramente la presencia del decano de la Facultad de Derecho que acoge este
acto, profesor Albert Ruda González, miembro de la promoción 1994-1997 y al que
tuve la suerte de impartir docencia en los “módulos prefabricados” de Fontajau.
Muy especialmente,
deseo también manifestar mi satisfacción por la celebración de la Jornada en la
Sala de Actos que lleva el nombre de una persona que defendió durante muchos
años los derechos constitucionales y que, quizá por ello, fue asesinado. Saben que
me refiero al que fuera presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás
y Valiente. El mismo día de su asesinato, el 15 de febrero de 1996, a las
10:48, a manos de un pistolero de ETA que simuló ser un alumno, escribí un
artículo en el Diari de Girona, en el que colaboro habitualmente desde mayo de
1993, proponiendo, en mi condición de decano, que la futura Sala de Grados de
la Facultad Derecho tuviera su nombre: Por ello estoy orgulloso de celebrar
este acto en una Sala que representa los valores jurídicos de respeto al Estado
Social y Democrático de Derecho que está plasmado en el art. 1 de nuestra
Constitución.
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La celebración de
este acto me ha obligado, y lo he hecho con mucho gusto, a refrescar mi memoria
y a repasar el currículum académico, para poder hablarles de mi actividad en
esta Universidad, creada por la Ley 30/1995 de 30 de diciembre, que incluía la
entonces denominada Facultad de Ciencias Jurídico-Económicas, y que más
adelante se convertiría en Facultad de Derecho, tras la separación de la
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Dicho currículum
pone de manifiesto que me incorporé, en comisión de servicios cuando era aún profesor
titular de la Universidad de Barcelona, el 1 de octubre de 1992, si bien ya recuerdo
con agrado que la primera reunión, para planificar el curso académico 1992-1993
se celebró el 10 de julio (la fecha puede ser errónea, pero no creo que tenga
mayor importancia que fuera unos días antes o después), donde tuve la oportunidad de conocer a mis
nuevos compañeros y compañeras, junto con la presencia de otros profesores y
profesoras que también se incorporaban provenientes de la UB.
Por cierto, de
dicha reunión, y a partir de la propuesta del entonces decano, profesor Luís
María Pérez Herrero, surgió mi nombramiento como vicedecano desde la fecha
oficial de mi incorporación a la UdG.
No querría tampoco
dejar de agradecer en este acto el interés que manifestó el profesor Miquel
Martín Casals por mi incorporación a la UdG y el esfuerzo que puso, con
resultado positivo, para que pudieran convocarse rápidamente varias cátedras de
universidad para el profesorado, tanto del ya presente con anterioridad como de
las nuevas incorporaciones, a fin y efecto de potenciar la actividad docente e
investigadora en nuestra Facultad.
La comisión de
servicios duró hasta el 15 de diciembre de 1993, siendo nombrado Catedrático de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, tras la celebración de la
preceptiva oposición el 25 de octubre de dicho año, el 16 de diciembre,
habiéndose extendido en el tiempo hasta el 16 de diciembre de 1997. En este
año, y tras haber estado tres meses en comisión de servicios en la UAB, fui
nombrado catedrático de esta Universidad, tras la celebración del preceptivo
concurso el 10 de diciembre, el día 17 de dicho mes.
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En mi actividad
académica, impartí docencia teórica y práctica de DTSS a muchos grupos de la,
primeramente, Facultad de Ciencias Jurídico-Económicas, y, después, Facultad de
Derecho.
Permítanme
decirles que fue una grata sorpresa encontrarme el primer día del curso 92-93
con un número de alumnas y alumnos que no superaba la treintena, es decir un
grupo con el que se podía hablar y debatir sobre la temática de cada sesión.
Acostumbrado a impartir docencia para más de 150 alumnas y alumnos en el aula
15 del edificio ilerdense de la Facultad de Derecho de la UB, siendo tres los
grupos de clases (matriculados más de 1.000 alumnos y alumnas) y a cargo
también de los profesores Francisco Pérez Amorós y Vicente Martínez Abascal,
pueden fácilmente comprender que el cambio fue radical y que por supuesto me
obligó a una readecuación de mi actividad docente.
Igualmente, eran
realmente muy tranquilos los cursos de tercer ciclo, de preparación al
doctorado, que versaron sobre la protección de los derechos fundamentales
laborales (1993-1995), Análisis del Derecho del Trabajo comparado (1996-1997 y
1998-1999), Análisis de los nuevos fenómenos y realidades del Derecho del
Trabajo (2000-2011), y la jurisprudencia laboral del Tribunal Constitucional
(2001-2002, 2002-2003, 2004-2005 y 2006-2007).
En mi actividad de
gestión de la UdG, y más concretamente en la Facultad de Ciencias Jurídico-Económicas
y, después, la Facultad de Derecho, fui vicedecano desde el 1 de octubre de
1992 hasta el 8 de junio de 1994, siendo nombrado posteriormente decano el 9 de
junio, permaneciendo en el cargo, tras una renovación, hasta el 2 de marzo
de 2000, fecha en la que asumió el cargo
el profesor, y muy buen amigo, José Luis Linares Pineda, catedrático de Derecho
Romano y con quien me unía una buena amistad desde que compartíamos “pasillo”
en el tercer piso del edificio ilerdense de la Facultad de Derecho de la UB por
estar nuestros despachos casi unidos.
Durante mi etapa
de decano tuve la suerte de poder inaugurar la Facultad de Derecho en este
campus de Montilivi el 4 de octubre de 1999, con ocasión de la inauguración del
curso académico 1999-2000, si bien el acto formal e institucional de
inauguración de la Facultad se llevaría a cabo el mes de mayo de 2000, ya bajo
el mandato decanal del profesor Linares.
La etapa decanal
tuvo muchas luces y algunas sombras. Creo que siempre es mejor quedarse con
todo lo positivo que tuvo, que fue mucho, y agradecer su dedicación al
profesorado que formó parte, en la primera y segunda etapa, del equipo de
gobierno de la Facultad, profesoras Francina Esteve y Maribel Narváez, y profesores
Ignacio Farrando, Josep Solé, Xavier Arbós, Josep Juan Moreso, Hernán Hormazábal
y Ramón Paniagua (y pido disculpas si me dejo a alguna persona).
Además, he de
reconocer que mi tarea de gestión no hubiera sido posible sin la inestimable
ayuda de quienes formaban parte del equipo de administración de la Facultad y
que contribuyeron de forma inestimable a que todo se desarrollara con el máximo
rigor y profesionalidad, además por supuesto de tener que aguantar mis estados
de ánimo, ciertamente cambiantes en función de cómo avanzaba el proceso de
construcción de la nueva Facultad de Derecho. Es obvio que me refiero a la
secretaria del decanato, Sra. Marta Clusells Perafita, la responsable de
gestión académica, Sra. Ángels Lara Escamilla, y la responsable económica, Sra.
Sílvia Oliveras i Casadellà.
Tuve pues la
oportunidad de celebrar como decano el acto de graduación de la primera
promoción de Derecho de a UdG en 1994, contando con la presencia en el acto,
como conferenciante, del entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia
de Cataluña. Guillem Vidal Andreu (tristemente fallecido el 23 de marzo de
2007), y con lógica satisfacción por mi parte le dediqué el artículo “La
primera promoció de Dret de la UdG” en la edición del Diari de Girona del 22 de
mayo de dicho año.
Con ocasión de la
celebración del acto de graduación de la promoción de 2019, es decir
veinticinco años después de la primera, tuve la oportunidad de responder a las
preguntas formuladas por el DdG y quedar después plasmadas en un artículo
publicado en mi blog el 6 de julio de dicho año, y de la que me permito
reproducir dos preguntas y dos respuestas.
“¿Qué aspectos de
la formación docente considera esenciales en una Facultad de Derecho? ¿Qué
destaca de la de Girona?
El espíritu
crítico, el aprendizaje de los valores del esfuerzo, del diálogo, del compartir
y de la solidaridad. Durante mi etapa como decano, y hasta que impartí docencia
en la Udg (curso 2006-2007) traté de inculcarlos, como ya lo había hecho antes
en la Universidad de Barcelona y actualmente en la Universidad Autónoma.
Valóreme su etapa
como Decano de la facultad de Derecho de la UdG.
Muy positiva. Fue
un aprendizaje acelerado de cómo gestionar una Facultad que se ponía en marcha,
en una Universidad también en plena fase de consolidación, y donde todo el
mundo dejó su huella para conseguir, y logramos, que la sociedad gerundense
tuviera unos estudios de Derecho de mucha calidad”.
Una vez finalizada
mi etapa decanal, no dejé de tener responsabilidades académicas, ya que poco
después, y tras la aprobación pertinente por los órganos de gobierno de la UdG,
fui nombrado coordinador de los estudios de la licenciatura de ciencias del
trabajo desde el 28 de marzo de 2002 hasta el 30 de junio de 2004. Desaparecida
más adelante, en los procesos de reestructuración de los diferentes estudios en
esta Facultad, sería para mí una gran satisfacción que pudieran recuperarse los
estudios de Relaciones Laborales, y estoy seguro que tanto el profesor Ferran
Camas como el actual decano, profesor Albert Ruda, están poniendo, y lo
seguirán haciendo, todo su empeño para que ello sea posible.
Y como supongo que
el “gusto” de la gestión académica no había desaparecido, formalicé mi
candidatura a la dirección del Departamento de Derecho Privado, ocupando el
cargo, tras mi nombramiento, desde el 9 de junio de 2004 hasta el 30 de junio
de 2007. Incidentalmente, deseo señalar que la normativa universitaria entonces
vigente sobre creación de departamentos propiciaba que estos pudieran tener una
composición, y una denominación, bien distinta, según cual fuera el profesorado
de cada área de conocimiento, y me permito poner el ejemplo que viví
directamente: como digo, en la UdG fue director del Departamento de Derecho
Privado, en el que se incluía el área de DTSS, mientras que en la UAB fui
director (desde noviembre de 2014 a noviembre de 2018) del Departamento... de
Derecho Público y Ciencias Historicojurídicas, en el que también se incluía la
unidad docente de DTSS.
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Fue una gran
satisfacción haber dirigido, durante mi etapa académica en la UdG, diversas
memorias de grado de licenciatura y tesis doctorales.
Si me refiero
primeramente a las memorias, hay que destacar la del profesor Ferran Camas, el
15 de noviembre de 1995, sobre los despidos nulos en fraude de ley, una
temática que nunca ha perdido relevancia jurídica y que la ha adquirido si cabe
aún más con la regulación de la prohibición de despidos durante la crisis
sanitaria provocada por la Covid-19 y más adelante con la entrada en vigor de
la Ley 15/2022 de 12 de julio, integral para la igualdad de trato y no
discriminación.
En la misma fecha
era leída, obteniendo la máxima calificación de excelente por unanimidad, al
igual que la de profesor Ferran Camas, la memoria del profesor Ignasi Camós
Victoria, “La relación de causalidad en la configuración jurídica de las
contingencias profesionales (el accidente de trabajo y la enfermedad profesional), igualmente una
temática que nunca ha perdido actualidad y mucho más con ocasión de los cambios
en los modelos organizativos empresariales, incluyendo el desarrollo del
trabajo a distancia que ha experimentado un importante crecimiento, aun cuando
ralentizado en los últimos tiempos, a partir de la crisis sanitaria desde marzo
de 2020.
Además de las
memorias del profesor Joaquím Velayos, del magistrado Ramón Gimeno y la
estudiante Gilda Mariela Carleo, debo subrayar la importancia de la defendida
por la Inspectora de Trabajo y Seguridad Social Mercedes Martínez Aso, en la
actualidad Consejera de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en Suiza, con
acreditación en Austria y Liechtenstein, cuyo título era “La actuación
preventiva de la ITSS: modalidades de actuación inspectora”, el 6 de octubre de
2005 y que también mereció la máxima calificación.
Si entramos en el
capítulo de tesis doctorales que dirigí durante mi etapa en la UdG, la
satisfacción es también muy grande, tanto por la calidad de la mismas como por
haber obtenido todas ellas la máxima calificación de cada tribunal, contando
con la presencia en estos de grandes maestros y maestras de la doctrina
jurídica laboralista, y permítanme que referencie a quienes fueron presidentes
del Tribunal Constitucional, Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, y María
Emilia Casas Baamonde.
Por orden
cronológico fueron las siguientes:
María Casajuana
Palet, en aquel momento secretaria de juzgado de lo social y en la actualidad
Magistrada de Trabajo en Barcelona: "La nulidad de actuaciones y su
incidencia en el proceso laboral.
Estudio jurisprudencial” (21 de junio de 1999)
Ferran Camas Roda,
"La obligación empresarial de seguridad en el marco de la relación
laboral” (21 de diciembre de 2019)
Ignasi Camós
Vitoria, en aquel momento profesor de DTSS de la UdG y en la actualidad Director
del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, “La
configuración de la pensión de jubilación en el régimen contributivo de la
Seguridad Social” (15 de diciembre de 2000)
Josep Maria Fusté
i Miquela, actualmente profesor de la UAB, “La participació dels representants
del treballadors en els acomiadaments col.lectius” (20 de abril de 2001),
codirigida con el profesor Francisco Pérez Amorós, y que mereció el “Premi
Duran i Bas de Dret 2003”.
Joaquim Velayos
Solé, profesor de la UdG. “Els valors límits d’exposició profesional i límits
biològics per a agents químicis en l’ambit de treball, mesura i control.
Evolució de la normativa sobre el plom i la seva incidencia en els accidents
laborals i malalties professionals en la indústria cerámica” (21 de julio de
2003)
Ramón Gimeno Lahoz,
magistrado de Juzgado de lo Social en Girona y actualmente integrante de la
Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria; “La presión laboral
tendenciosa (Mobbing)”. (10 de diciembre de 2005).
No querría olvidar
en esta síntesis de mi vida profesional en la UdG la importancia que tuvo mi
nombramiento como director de la Cátedra de Inmigración, Derechos y Ciudadanía,
desde noviembre de 2001 a abril de 2008, pasando después a desempeñar ese cargo,
con singular acierto, el profesor Ferran Camas. Durante mi mandato llevamos a
cabo varias jornadas de trabajo sobre la inmigración y prestamos especial
atención a la problemática laboral, que si entonces ya empezaba a ser
importante, ahora lo es mucho más, y baste resaltar el dato de ser la población
extranjera afiliada a la Seguridad Social (2.683.937) el 12,89 % del total de
la afiliación, 20.817.657, con una participación destacada en el IV Congreso
sobre la inmigración en España, que se celebró en Girona el año 2004.
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No menor fue la
satisfacción de haber sido nombrado por la Generalitat de Catalunya árbitro,
por Resolución de 3 de noviembre de 1994 del Director General de Relaciones de
Trabajo del Departamento de la Generalitat, en los procesos electorales para
elegir a representantes en el seno de las empresas, coloquialmente conocidas
como “elecciones sindicales”, habiendo dictado 90 arbitrajes hasta el 30 de
abril de 2000, fecha de finalización de mi actividad como árbitro.
En esta tarea tuve
la fortuna de coincidir con dos Inspectoras de Trabajo y Seguridad Social,
Mercedes Martínez Aso y Encarnación Cerro Monge, compartiendo nuestros conocimientos
y aprendiendo mucho por mi parte de su experiencia directa, “en el tajo” de las
relaciones de trabajo en las empresas. Desde luego, no podía imaginarme, por
poner solo un ejemplo, lo complejo que iba a resultar dictar arbitrajes en los
procesos electorales en el sector de la pesca, y que tuviera que levantar acta
un notario, a primera hora del día, del número de personas que trabajaban en
una barca de pesca y quiénes tenían la condición de trabajadores, algo que
evidentemente hubiera sorprendido mucho a mi suegro en su condición jurídica de
notario en un período en que la actividad notarial pudiera ser calificada de
más elitista; como también le sorprendería mucho, no así en el caso de notarios
y notarias más jóvenes, que haya llegado al Tribunal de Justicia de la Unión
Europea una petición de decisión prejudicial presentada por el Juzgado de lo
Social núm. 1 de Madrid (asunto C-583/21), cuya sentencia será dictada el 16 de
noviembre, en la que se plantea la siguiente cuestión: “¿Resulta aplicable el
artículo 1,1,a) de la Directiva 2001/23[CE del Consejo], de 12 de marzo [de
2001], sobre aproximación de las legislaciones de los Estados miembros
relativas al mantenimiento de los derechos de los trabajadores en caso de
traspasos de empresas, de centros de actividad o de parte de empresas o de
centros de actividad, y por tanto el contenido de la Directiva, a un supuesto
en el que el titular de una Notaría, funcionario público que a su vez es
empresario privado del personal laboral a su servicio, regulada esa relación
como empleador por la normativa laboral general y por Convenio Colectivo de
sector, que sucede en la plaza a otro anterior titular de la Notaría que cesa,
asumiendo su Protocolo, que continúa prestando la actividad en el mismo centro
de trabajo, con la misma estructura material, y que asume al personal que venía
trabajando laboralmente para el anterior Notario que era titular de la plaza?”
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Por fin, quería
saber qué parecer tenía el chat GPT de este acto y de mi estancia en la UdG,
pero me he llevado una decepción, que al mismo tiempo demuestra que incluso la
mejor tecnología tiene límites. Le pregunté “¿Qué sabes de la actividad
académica del profesor Eduardo Rojo Torrecilla durante su estancia en la
Universidad de Girona?, y su respuesta fue la siguiente: “Hasta mi última
actualización en 2022, no tengo información detallada sobre la actividad académica
específica del profesor Eduardo Rojo Torrecilla en la Universidad de Girona.
Sin embargo, Eduardo Rojo Torrecilla es conocido por su destacada labor en el
campo académico y por sus contribuciones a la investigación en áreas como la
lingüística y la filología. Ha publicado numerosos trabajos y ha
participado en conferencias y seminarios en diversas instituciones académicas.
Si estás interesado en obtener información más detallada sobre su actividad
académica específica en la Universidad de Girona, te recomiendo buscar en la
página web de la universidad o en su departamento académico correspondiente.
También podrías encontrar información relevante en su perfil profesional,
investigaciones publicadas y proyectos en los que haya participado”. Dicho con
un refrán castellano, “para este viaje
no se necesitan alforjas” (la negrita es mía).
2 comentarios:
Gràcies, a tu, Eduardo, per tant que ens has donat i compartit!!! ha estat un orgull tenir-te a la Facultat de Dret de Girona.
Moltes gràcies Glòria per les teves molt amables paraules.
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