miércoles, 23 de agosto de 2023

Mundial femenino de futbol 2023. Sydney, Delft, Barcelona CAMPEONAS. ¡MUCHAS FELICIDADES!


1. Martes 15 de agosto, gimnasio, Barcelona (España), 10-12 horas (diez horas más en Auckland) En muchas pantallas se está viendo la semifinal del Mundial de fútbol femenino entre las selecciones de España y Suecia. Primer gol de España y satisfacción en todas las caras sudorosas de quienes corren, o caminan a ritmo rápido, en las cintas para correr del gimnasio. Gol de Suecia que empata el partido y murmullos de insatisfacción y decepción, ya que faltaba muy poco para llegar al minuto 90…, que ahora no es en absoluto el del pitido final ya que los partidos se alargan muchos minutos más. Y poco antes de llegar a ese minuto 90 ¡gol de España! Gritos de alegría que descargan al mismo tiempo la tensión del esfuerzo físico y el seguimiento de un muy emocionante partido, que se vuelven a escuchar pocos minutos después a su finalización.

2. Domingo 20 de agosto, casa de mis hijos, Delft (Países Bajos) 12-14 horas (ocho horas más en Sidney). Final del mundial entre las selecciones de España e Inglaterra. Seguimiento a través de youtube y de redes on line, hasta que uno de mis nietos consigue descubrir que un canal neerlandés está retransmitiendo el partido. Mientras tanto, ya había marcado Olga Carmona el gol que muchos minutos más tardes acabaría siendo el decisivo y victorioso. En el silencio de un muy tranquilo domingo, en el que solo se oían a las y los niños pequeños jugando junto a las puertas de sus casas, seguimos con mucha atención y nervios el resto del partido que pudimos ver en directo, con la (gran) alegría después de 13 minutos añadidos a los 90 y victoria de España.

3. Domingo 20 de agosto,  Sidney Football Stadium, 20-22 horas,  sede de la final. Mi hijo Nacho y mi nieta Emma verán en vivo el partido en el estadio y disfrutarán de lo lindo. Nos envían fotos (lado positivo de la globalización). Emma juega al fútbol en posición de portera y a buen seguro que habrá aprendido mucho de las excelentes guardametas que ha habido en el mundial. Mientras tanto, mi nuera Annabel y mi nieta Carla están viendo el partido en una de las muchas pantallas gigantes instaladas en la ciudad australiana, con la misma satisfacción. Nos hubiera gustado mucho a toda la familia española-neerlandesa-australiana que la final la hubieran jugado España y Australia, ya que ganara quien ganara habría habido satisfacción… y también ciertamente un poco de pena de quienes fueran con el equipo perdedor, pero todo “quedaría en familia”.

4. Domingo 20 de agosto, Barcelona (y muchas más ciudades de España). Temperatura sofocante. Alrededor de las 14 horas, gritos de júbilo, satisfacción y alegría por el triunfo de nuestras jugadoras. A buen seguro que muchas y muchos con quienes coincido en el gimnasio, y que ese día también estuvieran haciendo deporte, manifestarían la misma alegría, allí donde estuvieran en ese momento.

5. Después de la final, pasaron cosas tristes, muy tristes y condenables, tanto social como jurídicamente hablando, y de ello habrá tiempo para su análisis. En esta breve entrada quiero acabar felicitando a todas las jugadoras españolas por su triunfo, un avance más, y muy importante, en el camino por la igualdad. A buen seguro que mi nieta Emma podrá seguir jugando como portera de su equipo y con mucho más interés, si cabe que antes.

¡CAMPEONAS!

 

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