1. El Instituto Nacional de Estadística publicó el jueves 16 de diciembre los datos provisionales sobre cifras de población residente en España a 1 de julio de 2021 y la estadística de migraciones correspondiente también al mismo período.
Efectúo a
continuación una breve síntesis de los datos más relevantes referidos a la problemática
migratoria, con los que pretendo completar los análisis que realizo de los
datos de afiliación a la Seguridad Social y de desempleo registrado
proporcionados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones,
y por el Ministerio de Trabajo y
Economía Social (últimos datos publicados: noviembre de 2021), de los de la
población activa, ocupada, desempleada o inactiva según la encuesta trimestral
(EPA) que realiza el INE (últimos datos publicados: tercer trimestre de 2021), y de los datos semestrales sobre extranjeros
con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor, facilitados por
el Observatorio Permanente de la Inmigración del MISSMI (último datos
publicados: 30 de junio de 2021).
Sobre la
explicación de qué es la estadística de migraciones, se encuentra en la nota de
prensa del INE, indicando que tiene por finalidad “la medición de las
migraciones que tienen lugar entre España y el resto del mundo y entre las
diferentes regiones españolas, desagregadas según sexo, edad, año de
nacimiento, nacionalidad y país de nacimiento del migrante y origen y destino
de la migración”.
2. En primer
lugar, hay que referirse a la disminución de la población residente en España,
que rompe el crecimiento observado desde 2016. Los 47.398.695 habitantes a 1 de
julio de 2021 suponen un descenso semestral de 72.007, siendo resultado en su
práctica totalidad del saldo vegetativo de la población (-70.736), ya que el
saldo migratorio fue negativo en 366 personas, al haberse dado una inmigración
de 201.638 y una emigración de 202.004 personas.
Durante el período
ahora referenciado continuó el proceso de adquisición de la nacionalidad
española de extranjeros, en número (provisional) de 68.282 personas. Sin
embargo, este crecimiento de población española no ha sido suficiente para
compensar el descenso producido por el saldo vegetativo negativo resultante de
la diferencia entre 157.184 nacimientos y 2227.920 defunciones.
Por su parte, la
reducción del número de extranjeros residentes en España (5.325.907) es debido en
su totalidad al dato antes citado de personas que han adquirido la nacionalidad
española. En efecto, el descenso de 42.364 personas no impide que tanto el
saldo vegetativo como el migratorio exterior (17.739 y 8.376 personas,
respectivamente) fueran positivos.
Los datos sobre la
variación de la población extranjera residente en España durante el primer
semestre de 20210 ponen de manifiesto que los descensos más importantes de la
misma se produjeron en ciudadanos de nacionalidad rumana (- 18.579) y
ecuatoriana (- 8.113), mientras que el crecimiento más relevante se produjo
entre ciudadanos de Italia (6.742), y Francia (2.499).
3. Como ya he
indicado, se produjo una inmigración hacia España de 201.638 personas, de la
que la gran mayoría (172.016) eran nacionales de otros Estados y casi todos
ellos (172.016) habían nacido fuera de España, mientras que el número de
ciudadanos españoles que migraron desde otros países hacia España fue de 28.468,
con leve desequilibrio entre los nacidos en nuestro país y aquellos que lo
hicieron en el extranjero (12.274 y 16.194). El número de personas que
emigraron desde España hacia otro país fue ligeramente superior, 202.004, con
un saldo positivo de 164.794 que eran extranjeros (158.216 nacidos en el
exterior, y 6.578 en España), mientras que el saldo positivo para españoles fue
de 37.210, de los que el mayor número, 23.828 correspondió a quienes habían
nacido en España.
Los datos del
primer semestre demuestran que 173.170 personas extranjeras migraron a España,
y que emigraron 164.794. El informe del INE destaca que “la tendencia creciente
de la inmigración se ha revertido desde 2019, resultando en el primer semestre
de 2021 un 22,6% inferior al mismo periodo de 2020. Por el contrario, la
emigración ha sido un 82,8% superior que en la primera mitad de 2020. Como
consecuencia, el saldo migratorio ha resultado ser un 93,7% inferior”
El crecimiento de
la población marroquí, británica e italiana fue el más destacado (23.686,
16.036 y 11.763, respectivamente), mientras que el principal descenso se
concentró en la población rumana (27.301), seguida de lejos por la marroquí y
la colombiana (17.316 y 8.601, respectivamente).
4. Respecto a la
emigración española al exterior, fue negativa en 8.742 personas, resultante de
una inmigración procedente del extranjero de 28.468 personas y de una
emigración al exterior de 37.210. De las que abandonaron el país, el 13,4 %
había residido siempre en España, mientras que habían residido previamente en
el extranjero un 86,6 %. Con datos
relativos a la nacionalidad, el 56,8 % de españoles emigrantes habían residido
siempre en España, mientras que sólo un 3,6 % de los extranjeros se encontraban
en idéntica situación.
La mayor
emigración española al exterior se produjo al Reino Unido, un total de 9.672
personas, seguida de la que se dirigió a Francia (5.133), y Alemania (3.463). La que llegó a España procedía principalmente
de Reino Unido (9.672), Argentina (2.601) y Ecuador (2.086).
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