1. No, no me he
equivocado al referirme en el titular de la presente entrada a la impartición
de una clase de Derecho del Trabajo por la Ministra de Trabajo y Economía
Social, Yolanda Díaz, con ocasión de su comparecencia en la Comisión de
Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso de los Diputados,
el lunes 22 de marzo (puede verse el texto íntegro de la misma en este enlacede la web del Congreso (aviso: dura 3 horas y 26 minutos), a petición propia y de los grupos Popular,
Vox y Ciudadanos para informar "sobre las líneas generales de su
Departamento en relación con la crisis ocasionada por el COVID-19, la gestión
del sector agrícola, las solicitudes de prestación por desempleo fruto de los
ERTE, las tareas programadas para el mantenimiento de la Sede Electrónica del
SEPE y el plan que tiene el Gobierno para crear empleo, reducir el paro y dar
estabilidad al mercado laboral", entre otros asuntos.
Y digo que no me
he equivocado porque tanto su primera intervención, muy formal y ajustada a un
guion clásico en el Parlamento como es la lectura del texto escrito preparado
al efecto (supongo que con participación de varias personas de su excelente equipo
que conocen muy bien las relaciones de trabajo), como muy especialmente en sus
respuestas a las intervenciones de los distintos grupos parlamentarios, en las
que la Ministra se mostró mucho más tranquila y relajada en su intervención, Yolanda
Díaz impartió una clase, informal si quieren que la denominemos así ya que no
estaba ni en la Universidad y no tenía delante a alumnos y alumnas, de Derecho
del Trabajo, recordando brevemente el pasado, analizando el presente y mirando
con firmeza hacia el futuro. Bueno, matizo mi afirmación anterior: no estaba en
la Universidad ciertamente, pero estaba delante de representantes de la soberanía
popular (explicitada en las elecciones generales), y desde luego no tenía alumnado
propiamente dicho, pero sí personas que iban a evaluar su labor al frente del Ministerio,
muchas de ellas juristas, y por ello tenía que esforzarse más incluso que el
profesorado para preparar su clase o intervención.
¿Y cuál es la
puntuación que otorgo por mi parte a la ministra? Muy buena nota, tanto para la
primera parte, el texto leído, en la que hay que puntuar a todo el equipo que
participó en su elaboración, como para la segunda, en la que, aunque sin duda
la ministra también se basó en conocimientos generales y no solo propios, debe
puntuarse únicamente a ella.
Claro, antes de
responder, me pueden preguntar, y será muy pertinente: profesor Rojo: ¿ha leído
o escuchado el texto íntegro de las intervenciones de Yolanda Díaz? Como la respuesta
solo puede ser, como en algunos concursos, sí o no, mi respuesta es clara e
indubitada: sí.
Tuve a mi
disposición a última hora de la tarde de ayer el texto de la primera parte de
la intervención, habiendo procedido a su lectura a primera hora de esta mañana,
y he escuchado después con toda la atención que se merecía las respuestas a las
intervenciones de los distintos grupos parlamentarios, tanto inmediatamente
después de finalizar estas como en el trámite final de cierre de la sesión. Eso
sí, les confieso que no he escuchado las intervenciones de las y los portavoces
parlamentarios de los distintos grupos, por lo que centro mi respuesta y mi
puntuación únicamente en las intervenciones de la Ministra, y centro mi exposición
básica y fundamentalmente en la primera parte.
2. Inicia Yolanda
Diaz su intervención poco más allá de doce minutos (12:30) desde que el presidente
de la Comisión iniciara la sesión, y la finaliza (48:20) un poco antes de
alcanzar la duración de 36 minutos. No está nada mal para la lectura de 38
páginas, eso sí con letra grande y espacio amplio entre líneas para facilitar la
lectura.
Venga, no hay que
procrastinar y vayamos a la valoración. El texto es una mezcla de referencias
sociales y de exposición de la actividad normativa y del diálogo social que se
ha llevado a cabo desde hace varios meses. Desde luego, no tiene nada que ver,
por decirlo de forma suave, con las intervenciones de la Ministra Fátima Báñez
durante los gobiernos del Partido Popular desde 2012 a finales de junio de
2018, y se acerca bastante a las intervenciones de su predecesora, Magdalena
Valerio.
Muy buena entrada,
con las referencias “brasileñas” a Fordlandia y Uberlandia para situar el eje
central político-normativo de su intervención: la adopción de medidas para
articular una sociedad ¡que haga compatible el trabajo decente, la protección
social y el progreso tecnológico”. Una referencia inmediata al acuerdo
alcanzado sobre los “riders” (¿y por qué no les llamamos repartidores o
mensajeros? digo yo) , menciones históricas de sumo interés (Simone Weil y su
experiencia de trabajo en Alstom y Renault) para llegar a la regla de oro de la
OIT y que he utilizado, y defendido, en muchísimas ocasiones; “el trabajo no es
una mercancía”, y apoyarse en doctrina laboralista del más alto nivel, como los
profesores Alain Supiot y, aunque sin citarlo expresamente, Carlos Palomeque
quien acuñó la celebre frase de que la
crisis económica “es una compañera de viaje histórica del derecho del trabajo”.
Como se trata de
una comparecencia parlamentaria para explicar la actividad del Ministerio que
dirige, el texto subraya primeramente que se trata de rendir cuentas de la
respuesta a la crisis provocada por la Covid-19 como, no menos importante ni
mucho menos, “el programa de transformación de las políticas de trabajo
recogido en el acuerdo de gobierno y que estamos desarrollando”, siempre desde
el intento, en la mayor parte de las ocasiones logrado, de lograr un acuerdo
con las “contrapartes” a través del diálogo, “social con los interlocutores
sociales, territorial con las Comunidades Autónomas, y político con los grupos
parlamentarios”.
3. Cuando llegamos
a la parte del texto que expone como se ha abordado la crisis, es cuando se recogen
todas las normas adoptadas en el ámbito competencial del Ministerio. No es una
parte aburrida para el mundo laboralista, ya que es nuestra actividad cotidiana
su estudio, análisis y critica, pero a buen seguro no es la más interesante de
la primera parte de la comparecencia: se hace especial hincapié en esas cuatro
letras tan poco conocidas, y utilizadas en el ámbito empresarial, que son ERTE
(expediente de regulación temporal de empleo) y más exactamente en lo que han
significado como medida de flexibilidad interna para mantener el empleo, con
breve mención a sus sucesivos cambios y adaptación a las no menos cambiante
realidad económica que estamos viviendo, y sufriendo, desde hace ya más de un
año.
Muy optimista la
Ministra, y comparto su parecer desde la perspectiva jurídica pero no es la
tendencia mayoritaria, al menos hasta el presente, en sede judicial y en una
parte de la doctrina laboralista, afirma que la normativa de la emergencia, en
concreto el RDL 9/2020, prohibió los despidos, y que esta decisión “ha visto
confirmada su sentido originario con diversas sentencias de nulidad: la
pandemia no puede ser causa de despido”. ¿Inspirará esta manifestación de la
Ministra más decisiones judiciales en el mismo sentido? Sinceramente, no lo sé,
pero desde luego algunas sentencias, bien fundamentadas y argumentadas a mi
parecer, entre ellas las del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, van
en esa línea.
No hago referencia,
por ser bien conocidas, a la amplia relación de normas y medidas adoptadas
desde la primera que fue, antes de la crisis, la derogación del coloquialmente
denominado “despido por absentismo”, es decir el anteriormente existente art.
52 d) de la Ley del Estatuto de los trabajadores. Saca pecho todo el equipo
ministerial, y supongo que aquí las autoridades de la ITSS han tenido mucho que
ver en la redacción del texto, cuando se afirma que en apenas dos años de
utilización masiva de la herramienta de lucha contra el fraude, “la Inspección
transformó más de 320.000 contratos temporales irregulares en indefinidos, una
cifra histórica para la Inspección”. Como en toda intervención parlamentaria, y
esta no es una excepción, siempre se enfatiza aquello que se considera más
positivo, por lo que no es de extrañar que la Ministra se refiera a las
felicitaciones recibidas desde la Unión Europea o la OCDE “por la eficacia de
estas medidas”, aunque inmediatamente, y después de subrayar una vez que hay
formas distintas de encarar una crisis y que la actual se ha abordado por el
gobierno “con esfuerzo público, medidas de protección y flexibilidad interna”,
completamente distintas de las de los gobiernos del Partido Popular, la
Ministra vuelve a “bajar al tajo”, a la dura y preocupante realidad del mundo
laboral presente, con elevados índices de paro y una preocupante precariedad
laboral, circunstancias ambas que afectan en especial a jóvenes y mujeres,
apuntando que la a emblemática de la OIT, al “trabajo decente” guiará todas las
medidas que se adopten en el inmediato futuro para abordar los retos del empleo,
aprovechando todo el desarrollo tecnológico en beneficio de todas las personas
trabajadoras, con independencia de la existencia de una relación laboral
asalariada o como autónomas, sin olvidar una mención (no es por casualidad obviamente
ya que está incorporada a la denominación del Ministerio) a la economía social.
En algunos momentos
de la lectura del texto me ha parecido estar leyendo documentos recientes de la
OIT que abocan justamente por esa modernidad que sitúe a las personas en el
centro del debate y que permita que los avances tecnológicos repercutan en
beneficio tanto de las empresas como de las personas trabajadoras.
4. Por ello, a mi
parecer la palabra “modernizar”, refiriéndola a las relaciones laborales, tiene
un significado bien distinto de como se utiliza en otros ámbitos, señaladamente
el económico, e incluso por miembros del mismo gobierno de coalición (se ha
referido a ello el profesor Baylos en su entrada “La modernización y el sistemade relaciones laborales” , con una foto que no habrá elegido precisamente al azar) , ya que el equipo
ministerial, y ahora lo expone la Ministra, entiende la modernidad como “avanzar
en derechos, recuperar la Constitución y el derecho al trabajo en su sentido
originario”, lo que implica “generalizar la lógica del trabajo decente, empleo
estable, digno y con derechos” (no les “suena” a los lectores y lectoras del
blog esta “música” de numerosos documentos de la OIT?). En apretada síntesis, y
también, por si alguien se ha olvidado, se encuentra presente en el acuerdo de
gobierno suscrito el 30 de diciembre de 2019, se menciona la preferencia por la
contratación indefinida, una negociación colectiva equilibrada, y mejorar las
condiciones salariales, con especial atención a la cuantía del Salario Mínimo Profesional
con el objetivo de llegar al 60 %del salario medio durante la presente
legislatura.
5. Y llegamos a la
pagina 25, a partir de la que el texto aborda la modernización “en relación a
los cambios en los tipos de trabajo”, en la que nuevamente se enfatiza en primer
lugar alguno de los logros alcanzados en la mesa del diálogo social, cuál es en
esta ocasión la regulación del trabajo a distancia, pudiendo entenderse la satisfacción
del equipo ministerial, dados los problemas existentes en otros Estados UE para
llegar a acuerdos sociales y/o parlamentarios en la materia, que se trata de “una
regulación muy completa y avanzada que nos sitúa a la cabeza de la Unión
Europea”. Un examen más detallado de la norma, como el que ha realizado en
anteriores entradas del blog, lleva a señalar algunas cuestiones que
necesitarán mucha mayor concreción en sede convencional por los agentes sociales,
pero obviamente ello no podía ser objeto de explicación en una intervención parlamentaria
de carácter general y omnicomprensiva de la actuación ministerial.
Buenas y buenos
asesores tiene la Ministra en materia de la regulación de los repartidores o mensajeros,
o quizás tenga tiempo para leer algunas entradas de blogs en los que se han
explicado problemáticas de otros Estados, ya que al volver a hablar del acuerdo
sobre esta materia se refiere al algoritmo “Frank” considerado discriminatorio
en Italia y aprovechando esta mención para afirmar, ciertamente con base en la
reforma del art. 64 LET, que la norma española (corrijo, el acuerdo pendiente
de convertirse en norma) “busca evitar esos castigos algorítmicos”.
Y desde luego, no
se olvida de la importancia del programa Mecuida y de la necesidad de seguir
adoptando medidas (los Reales Decretos sobre planes de igualdad y de
transparencia retributiva van sin duda en esta línea) que permitan avanzar en
la igualdad de derechos y obligaciones, afirmando con contundencia que “modernidad
no significa solo que las mujeres se
incorporen al empleo, significa también que los hombres se incorporen al
trabajo, a todo el trabajo” (intuyo aquí la pluma de alguna pluma muy bien
conocedores de esta problemática).
6. Un amplio
bloque del texto se dedica a la modernización de las políticas activas de
empleo. Será prudente esperar a la presentación de un primer borrador,
anunciado ya por la Ministra, sobre la reforma de la Ley de Empleo para
analizar su contenido, ya que también esté pendiente de aprobación la nueva
Estrategia Española de Activación para el Empleo 2021- 2024 y el Plan Anual de
Política de Empleo 2021. Las explicaciones realizadas en el texto reiteran
aquello que se ya se expuso en la Conferencia Sectorial de Empleo y Asuntos
Laborales, poniendo el acento en la “personalización de los servicios” y la
modernización y digitalización de los servicios de empleo. Personalmente, me ha
gustado en especial, con ocasión de su segunda intervención al responder a los
grupos parlamentarias, el énfasis que puso la ministra en destacar “la proximidad
y lo local” para las políticas de empleo, ante la imposibilidad de desarrollar
y poner en marcha un modelo único que no tome en consideración no sólo las necesidades
de los distintos sectores productivos sino tampoco de los distintos territorios.
7. Reformas, modernización,
que encajan perfectamente al parecer del equipo ministerial, y coincido
plenamente con su parecer, en las medidas que deben abordarse, tal como ha
explicado el gobierno, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia que ha presentado España a la UE, y que son de interés para todas
las partes implicadas, empresas y personas trabajadoras, en el mundo laboral.
Medidas que pongan el acento en la estabilidad laboral y en un modelo de
empresa socialmente responsable y en donde quienes trabajan puedan aportar y desarrollar
plenamente todos sus conocimientos y aptitudes.
Y de la frialdad
de las referencias normativas, aunque en todo el texto hay un “espíritu social”
que lo impregna y anima, la Ministra acaba de la misma forma que empezó:
volviendo al viaje “brasileño” y manifestando su convicción de que las normas
laborales, y desde luego el Estatuto del trabajo del siglo XXI del que tanto hablaremos
en los próximos meses, deben basarse en el trabajo cedente y hacia el que debe
avanzarse, porque, finalizando con la cita, algo retocada, de Antonio Machado, “entre
todos y todas estamos haciendo camino al andar”.
8. ¿Y cómo ha sido
valorado, recibido, este texto y todo el debate posterior, en los medios de
comunicación? Nuevamente he de decir que un ejercicio muy práctico que debe
realizarse (y a buen seguro que se realiza) en las Facultades de Ciencias de la
Información, es el del titular de la información, ya que sin duda marca aquello
que el diario, y en su caso quien redacta la noticia, desea destacar. Desde luego,
los titulares de la comparecencia de la Ministra se parecen en varios casos “como
un huevo a una castaña” Lean y juzguen:
“Díaz: “Me
propongo abordar la asignatura pendiente de la democracia en España: el trabajo
decente” (Nota de prensa del MITES).
“Díaz reconstruye
puentes con Calviño: todas las reformas se harán este año” (Raquel Pascual.
Cinco Días).
“No es el momento
de la contrarreforma laboral” (Editorial de Expansión)
“Días asegura una
subida del SMI en esta legislatura de hasta un 25 %” (Juan Ferrari, El
Economista).
“Yolanda Diaz
anuncia para este 2021 el desmontaje de la reforma laboral y los cambios contra
la alta temporalidad” (Laura Olias, eldiario.es )
“Díaz avanza “una
base de acuerdo para renovar las políticas activas de empleo, como le pide
CEOE” (Gabriel Ubieto, El Periódico)
“Díaz asegura que
este año desmontará la reforma laboral y simplificará los contratos” Alicia
Rodríguez de Paz, La Vanguardia). Dicho
sea incidentalmente, el mismo diario, y la misma redactora, había publicado el
artículo “Calviño se alinea con la CEOE y relega los cambios de las reforma
laboral”
“No es el momento
de derogar la reforma laboral” (Sandalio Gómez Egea, El Mundo).
“Yolanda Díaz
elude la polémica con Calviño y se compromete a tener listos este año con los
cambios laborales prometidos a Bruselas” (Manuel V. Gómez, El País).
“Díaz propone que
los sueldos suban con el PIB: «Las personas deben ser partícipes de la
prosperidad del país” (María Cuesta, ABC).
En fin, elijan el artículo
o artículos que más les guste (n) y, sobre todo, lean el texto presentado por
la Ministra, cuando se publique en el Diario de Sesiones, o bien lo escuchen en
el canal parlamento, y muy especialmente sus respuestas que demuestran sus
muchos y buenos conocimientos del Derecho del Trabajo y de la realidad del mundo
laboral.
9. Continuará,
seguro, y si para muestra vale un botón, véase la adopción el pasado 11 de
marzo, en la misma Comisión, de la proposición no de ley presentada por elgrupo parlamentario socialista el 2 de diciembre de 2020 “para regular lascondiciones salariales de los trabajadores subcontratados”, con una transacción
con ERC para que se regule antes del 30 de junio, en cuyo texto se insta al
gobierno a “adoptar las medidas
normativas que permitan asegurar que las personas trabajadoras que sean
contratadas para realizar servicios comprendidos dentro de la propia actividad
del empresario principal tengan las mismas condiciones que tendrían de ser contratados
directamente por éste, tanto si dichas condiciones traen causa del convenio
colectivo de la empresa principal como si son acordadas por dicha empresa en el
momento de la contratación”. El texto fue aprobado por 20 votos a favor y 15 en
contra
Conviene recordar
que en la XII legislatura ya se presentó por el grupo socialista unaproposición de ley de modificación del art. 42.1 LET “para garantizar laigualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados”, que
finalmente caducó, y que era mucho más
amplia y directa que la proposición no de ley ahora aprobada, ya que se proponía
añadir estos dos nuevos párrafos en el art. 42.1 LET:
«Se entenderá que
el objeto de contratación o subcontratación supone la realización de obras o
servicios correspondientes a la propia actividad del empresario contratante
cuando se corresponda con todas o alguna de las actividades principales o
nucleares del mismo y suponga, por parte del contratista o subcontratista, la
aportación de mano de obra que desarrolla funciones profesionales que tienen
relación directa con dichas actividades principales o nucleares. En estos
casos, las empresas contratistas y subcontratistas deberán garantizar a los
trabajadores afectados por la contrata o subcontrata, durante el tiempo en que
presten servicios adscritos a la misma, las condiciones laborales y de empleo
esenciales previstas en el convenio colectivo que fuese de aplicación en la
empresa principal o, en su caso, las que tendrían si fueran trabajadores
contratados directamente por dicho empresario principal.
A estos efectos se
consideran condiciones laborales y de empleo esenciales las referidas a
remuneración y cuantía salarial, condiciones de contratación, tiempo de trabajo
y descanso, igualdad, protección de la maternidad, lactancia y paternidad y
frente a riesgos laborales.»
Y no menos
importante, es que en el acuerdo de gobierno suscrito el 30 de diciembre de2019, en el bloque dedicado a la consolidación del crecimiento y la creación de
empleo de calidad, se incluía la modificación del art. 42.1 LET sobre
contratación y subcontratación laboral, “a efectos de limitar la
subcontratación a servicios especializados ajenos a la actividad principal de
la empresa”.
Mientras tanto, buena
lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario