lunes, 15 de junio de 2020

COVID-19. Actualización a 14 de junio de normativa, resoluciones judiciales, y aportaciones económicas, jurídicas y sociales.


Actualizo en esta entrada las normas que se van dictando por las autoridades públicas, así como las aportaciones jurídicas y económicas, con evidentes incrustaciones y reflexiones sociales, de las que tengo conocimiento (y que con toda seguridad serán muchas más). He podido leer (al menos hasta ahora) todas las normas y parte de resoluciones judiciales y artículos que enumero en cada actualización, y cuando lo considero oportuno extraigo aquellas tesis o ideas que me parecen más importantes de todas ellas, con independencia de que esté o no de acuerdo con sus contenidos. 

Dado que el número de normas es cada vez más elevado, y por ello muy difícil de seguir con regularidad, es necesario remitirse al   Código electrónico “Covid-19 Derecho Europeo, Estatal y Autonómico”     que ha publicado el Boletín Oficial del Estado y que se actualiza a medida que se van dictando.

1. Enrique Cabedo. La corresponsabilidad en el “Plan Mecuida”  8 de junio.


… El Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, dio otro paso importante en esta materia. El modelo que regula sigue el principio de corresponsabilidad entre ambos progenitores, noción esencial “para el cumplimiento del principio de igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos”. Procedió, para ello, a la conversión de las situaciones de maternidad y paternidad en la de nacimiento y cuidado de menor.
El carácter preferente del trabajo a distancia y el “Plan MECUIDA”, aprobados por el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social de la COVID-19, a fin de posibilitar la prestación de trabajo durante el confinamiento de la mayor parte de la ciudadanía y la transición a la nueva normalidad, mantendrán su vigencia, salvo que se extiendan, hasta tres meses después de la finalización de la última prórroga del estado de alarma. El principio de corresponsabilidad de mujeres y hombres en los cuidados familiares han de presidir estas medidas extraordinarias, pues, de no ser así, resultarán de hecho, como viene siendo habitual en estos casos, discriminatorias para las mujeres. ¡Que no se nos olvide!



Nos cuentan que una serie de solo doce letras en un documento de treinta mil (secuencia del genoma del coronavirus SARS-CoV-2 que determina su virulencia y contagiosidad) es la responsable de una crisis sanitaria y económica “sin precedentes”, al menos en los últimos cien años. Con el fin de evitar la propagación de la COVID-19, se han adoptado drásticas medidas de confinamiento de la población que han producido un enorme impacto económico, social y en términos de empleo, la llamada pandemia económica. Por ejemplo, la contracción del PIB para nuestro país, según el Banco de España, se sitúa en una horquilla que va del seis con seis al trece por ciento y, en cuanto al mercado de trabajo, la tasa de desempleo a finales de 2020 podría superar el veinte por ciento.  
Si descendemos al andamiaje jurídico de las medidas adoptadas para hacer frente a las pandemias sanitaria y económica, la pieza clave del conjunto del engranaje es la declaración del estado de alarma. Las medidas confinatorias y las disposiciones para luchar contra la pandemia sanitaria han recibido respuesta a través de otras que trataban de limitar sus efectos económicos y sociales, “palos y zanahorias” las he denominado en un artículo para la revista Trabajo y Derecho.
En este momento, cabría preguntarse por el futuro. Habrá que comenzar por dotar de mejor cobertura jurídica a la posible limitación de derechos en la postalarma -quizá mediante una ley orgánica como proponía el presidente del CESCyL- y decidir qué medidas excepcionales de contención económica y social deben mantenerse, aún retocadas, para acompañar a las diseñadas para impulsar la actividad económica. En este sentido, apuntaremos algunas ideas en el territorio normativo del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.




Desde la OIT se lleva haciendo una esfuerzo ingente por erradicar el trabajo infantil ( a través del programa IPEC especialmente) y de hecho se han logrado resultados esperanzadores, disminuyendo el número de niños y niñas que trabajan, especialmente en América y el Caribe, pero hay que ver las repercusiones económicas, sociales y laborales que va a conllevar la pandemia COVID-19 donde los primeros afectados serán los niños, junto con sus familias, sobre todo aquellos que cuentan con menos recursos económicos y donde la COVID-19 haya golpeado más fuerte.
Se estima que ya hay 152 millones de niños en situación de trabajo infantil, de los cuales 73 millones realizan trabajos peligrosos. (88 millones de niños y 64 millones de niñas).
..Con el confinamiento obligatorio en la mayoría de países, y los establecimientos cerrados, los niños han dejado de acudir a los colegios y ello tendrá efectos a largo plazo en su educación, sobre todo en aquellos que pertenezcan a familias más desfavorecidas.
Por eso los Gobiernos no pueden quedarse atrás. No pueden adoptar medidas coyunturales sino medidas a largo plazo que ayuden a paliar los graves efectos que la pandemia va a causar en aquellos niños que ya se veían abocados a trabajar y aquellos que por la crisis van a tener que hacerlo.




Como muy bien documentaba Jordi Paniagua (aquí), en los pocos meses que dura la crisis de la COVID19 se han escrito muchos artículos, informes, notas, boletines, etc., sobre sus impactos sanitario y económico y sobre las políticas que deberían adoptarse para mitigarlos. Y se escribirán muchísimos más artículos y libros. No es exagerado esperar que esta pandemia alcance una prominencia parecida a la de la gripe española de 1918 en los libros de Historia y a la de la Gran  Depresión de 1929 en los libros de Economía. Recordaremos vívidamente la “Gran Reclusión” y sus consecuencias económicas durante los años venideros.
Alguno tenía que ser el primer libro (en castellano) dedicado íntegramente al tema y me enorgullece anunciar que NeG  ha sido parte fundamental en su elaboración. El libro nació de una propuesta de Miguel Aguilar (Pengin Ramdon House) que vio la oportunidad de construirlo sobre la base del intenso y extenso trabajo de seguimiento de la crisis en tiempo real que algunas instituciones españolas están haciendo. Toni Roldán (EsadeEcPol), Angel de la Fuente (FEDEA) y yo mismo, con la aprobación de la Junta Directiva de la Asociación NeG, recogimos el guante.
El resultado acaba de ver la luz en formato de libro electrónico. …


5. Jordi Alberich. Ertes, flexibilidad y negociación. 12 de junio.


Este jueves, en el marco de la comisión para la reconstrucción que acoge el Congreso, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, confirmó la intención del Gobierno de aprobar la nueva extensión de los ertes para todos los sectores, hasta al menos el próximo 30 de septiembre. 
Una medida implementada a gran escala en España y, con matices diversos, en los países más afectados por el covid-19. Desde el inicio del estado de alarma, ha demostrado todo su sentido, pues ha permitido permanecer activas a cerca de 3,5 millones de personas cuyos empleos, al igual que sus vidas, se confinaron. 

Y con sus empleos, sucede como con su libertad, que se recupera, pero de aquella manera. Las personas, con mascarilla, manteniendo las distancias y con una botellita de gel alcohólico en el bolsillo, y dependiendo de la edad y factor de riesgo de cada ciudadano. Para el empleo, también depende. En ciertos sectores la actividad se ha mantenido, e incluso aumentado, durante la crisis sanitaria, mientras en otros ha disminuido o paralizado. Y entre estas últimas, no todos los sectores tienen las mismas perspectivas. 

… Así, las cosas, dos consideraciones finales. La primera, armarnos de paciencia y negociar para entender y atender, con rapidez y equidad, las necesidades del tejido productivo. La gran prioridad es mantener actividad y empleo. Con dos criterios básicos, estimular a las empresas para incorporar a sus empleados, garantizándoles que, ante caídas de la demanda, por falta de respuesta del sector o eventuales rebrotes, se recuperará la figura del erte o similar.
La segunda, aunque no sea la prioridad del momento, deberíamos aprovechar el buen clima entre patronales y sindicatos para atrevernos a innovar en el mercado laboral y, por ejemplo, aprender de fórmulas que combinan trabajo a tiempo parcial y subsidio público complementario en situaciones de crisis. Tenemos a Alemania, y su famoso 'kurzarbei', de ejemplo. Tiempo habrá para ello. De momento, bienvenida la nueva ampliación de los ertes. 




Según el informe COVID-19 and child labour: A time of crisis, a time to act  [COVID-19 y trabajo infantil: En tiempos de crisis, es hora de actuar], el trabajo infantil ha disminuido en 94 millones desde 2000, una mejora que ahora podría verse amenazada.

… “Habida cuenta de las graves consecuencias de la pandemia en los ingresos de las familias, muchas de estas, al no tener apoyo alguno, podrían recurrir al trabajo infantil”, afirmó Guy Ryder, Director General de la OIT. “La protección social es fundamental en épocas de crisis, puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables”.

“Tener en cuenta los problemas asociados al trabajo infantil en el marco de políticas de mayor alcance sobre educación, protección social, justicia, mercados de trabajo y derechos humanos y laborales a escala internacional supone una diferencia fundamental”, añadió el Sr. Ryder.

Según el informe, la COVID-19 podría resultar en un aumento de la pobreza y por tanto en un incremento del trabajo infantil, ya que los hogares utilizan todos los medios disponibles para sobrevivir. Algunos estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza conlleva un aumento del 0,7%, o más, del trabajo infantil.

… En el informe  https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/---ipec/documents/publication/wcms_747421.pdf   se propone un conjunto de medidas encaminadas a paliar el riesgo de que aumente el trabajo infantil, entre ellas, ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, y disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales y hacer cumplir la ley.

7. Susan George / Miguel Urbán y 45 firmas más. Manifiesto Por una tasa Covid-19 en Europa.. 11 de junio.


La crisis de la covid-19 ha obligado a los Estados europeos a una serie de gastos excepcionales para hacer frente a la situación de extraordinaria gravedad sanitaria y social. La suspensión coyuntural de la aplicación del Tratado de Estabilidad y Crecimiento ha permitido aumentar los niveles de déficit sin la amenaza de sanciones por parte de las instituciones europeas. Sin embargo, la cuestión ahora es quién pagará la factura: si el endeudamiento de los Estados conducirá a nuevos planes de austeridad y ajuste, o si se hará pagar a quienes más tienen. Por ello es urgente situar en la agenda política el reparto de la riqueza, la idea de que las rentas altas y los grandes patrimonios deben ser gravados en beneficio de los intereses colectivos.

Pensamos además que la crisis del coronavirus requiere de una respuesta coordinada a nivel internacional. En Europa, la Unión Europea y el mercado común han demostrado ser incapaces de coordinar una respuesta sanitaria y una política económica que respondiera a la situación de emergencia social. Por ello queremos promover medidas que muestren una Europa diferente, a la altura de la situación de emergencia en la que nos encontramos, exigiendo al Consejo Europeo la aplicación de unas “tasas Covid19” para sufragar las necesidades económicas actuales.  De no haber acuerdo del conjunto de Estados, creemos que esta tasa puede coordinarse entre los países que así lo decidan, sin esperar al acuerdo de los 27. Y si no es posible de lograr un acuerdo entre varios gobiernos, uno solo podría tomar esta decisión.

Por ello proponemos:

– El establecimiento de forma urgente por parte de los Estados europeos de un sistema de “tasas de emergencia Covid19” para gravar los beneficios empresariales y los grandes patrimonios, de manera finalista para hacer frente a los gastos masivos ocasionados por la crisis. La liquidación se hará antes del 30 de junio de 2020.



El proyecto europeo está en peligro. Tras la catastrófica respuesta al choque de 2008, el apoyo público a las instituciones y los partidos democráticos, en particular los de centro-izquierda, ha disminuido en toda Europa. Al mismo tiempo, se han fortalecido las fuerzas que tratan de desmantelar la Unión Europea y renunciar a nuestros valores democráticos compartidos.
La pandemia del Covid-19 amenaza con acelerar esta espiral descendente, pero también puede representar un punto de inflexión. Los Estados miembros de la UE se enfrentan a una importante elección: mantenerse unidos por una unión reformada o vivir para ver implosionar la antigua. Como la mayor asociación de partidos socialdemócratas de Suecia, Reformisterna insta al gobierno sueco a desempeñar su papel. Suecia debería estar preparada para apoyar un ambicioso fondo de recuperación, pero con la condición de que la UE no repita los errores de la crisis financiera.
El proyecto de la UE no es un fin en sí mismo. Tras décadas de un fundamentalismo de mercado muy arraigado, de doctrinas de austeridad de arriba abajo y de una burocracia desconectada, es fácil ver el atractivo de rendirse y dejar que el sindicato se desmorone. Sin embargo, como ha demostrado la debacle de 'Brexit', tal solución está lejos de ser simple o convincente. De hecho, Suecia tiene todo para ganar con una UE que se desarrolla en la dirección correcta….


• Lo revela un informe del AquASa a partir del análisis de las defunciones declaradas por las empresas de servicios funerarios de Cataluña desde el inicio de la pandemia
• El estudio también estima que la Covid-19 ha supuesto un exceso de 6.482 defunciones en Cataluña entre el 13 de marzo y el 22 de abril de 2020
• El informe también calcula que entre el 2 y el 24 de abril se han evitado 1.415 muertes no Covidien-19 a raíz del confinamiento como los accidentes de tráfico o los accidentes laborales


13 de junio.


…Pero la verdad es que la vida de los niños no ha vuelto a la normalidad y no lo hará durante algún tiempo. Habla con los padres, y las historias se desbordan: de niños enfadados, tristes, desconcertados, que acaban de acostumbrarse al encierro y ahora se desequilibran de nuevo al salir de él. Esta semana hablé con la madre de un niño de siete años que estalló en lágrimas ante la idea de volver a la escuela, porque estaba aterrorizada de contraer un coronavirus y morir, y con otro cuyo hijo pequeño está tan inquieto por volver a su antigua guardería después de tres meses de descanso que no quiere dormir en su cuna.



…Los que crean y hacen posible que las cosas ocurran, no deciden el futuro del conjunto, y los que lo deciden no necesitan saber cómo se hace.  Esa es la realidad del trabajo sometido al capitalismo financiero; un sistema que ha utilizado las capacidades liberadas por la globalización para blindarse contra la mayoría, es decir contra la democracia. Por lo tanto, un objetivo vital para los trabajadores es conseguir que la democracia entre en los sistemas organizativos donde desempeñan su capital más importante, las habilidades para hacer cosas socialmente útiles, sus empleos.
Existen experiencias previas, incluso en nuestro país, de democracia empresarial. Por no remontarnos y quedarnos en la historia reciente, las cooperativas de producción, de servicios e industriales, como los grupos vascos y las diferentes experiencias de cooperativas y sociedades laborales que salvaron miles de empleos durante los años ochenta y noventa del siglo XX. Ellas demostraron que la gestión delegada en técnicos cualificados o en gestores intuitivos y con capacidad de aprendizaje, realizada por los trabajadores socios y evaluada por órganos de su representación, redundaba en un aprendizaje común de una de las principales aportaciones culturales del mundo moderno: la empresa mercantil, en lo que tiene de organización y cooperación del trabajo para conseguir hacer cosas, buscar a sus destinatarios y hacérselas llegar.
Como toda experiencia humana, el cooperativismo ha tenido éxitos, equivocaciones y fracasos, y alguna consecuencia dramática de pérdidas de empleo y ahorros; incluida la penetración de la ideología neoliberal en forma de operaciones financieras. Pero, en general, dado que la mayoría de experiencias tuvieron lugar en sectores y actividades muy maduras, las empresas del sector social demostraron una resiliencia ante las crisis industrial y de empleo de los últimos cuarenta años, superior a sus competidoras. Estas sociedades han conocido en los más de treinta años de experiencia, un proceso de mejora de sus órganos de administración y dirección ejecutiva. Dirigidas por sus órganos representativos, sus socios trabajadores más voluntariosos y emprendedores se formaban en la práctica de gestión, rotaban en los consejos, y el ejercicio de la función seleccionaba entre ellos a los más aptos y sensibles a la problemática común.
Esas experiencias nos enseñan que las clases trabajadoras de nuestro país han alcanzado un nivel organizativo que les permitiría acceder sin necesidad de transiciones traumáticas o violentas, a los niveles de democracia industrial alcanzados por sus colegas alemanes y nórdicos tras las guerras del siglo XX, es decir a la cogestión: el derecho a participar en igualdad de voto en los Consejos de Administración de las empresas, tener voz en la formación de sus estrategias y en la selección de sus principales directivos; conocer y opinar sobre los resultados y cuentas trimestrales, en el caso de grandes empresas,  y anuales, en todas ellas. Pedir explicaciones y conocer de primera mano las decisiones trascendentes de sus directivos, participar en la negociación de sus remuneraciones y exponer sus criterios sobre los límites a la desigualdad en las remuneraciones dentro de las empresas.

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