viernes, 10 de abril de 2020

Sigamos hablando de la inmigración (antes, durante y después del Covid-19). Lecturas recomendadas (y una nota previa).



 
I.  Introducción.

El nombramiento de nuevo gobierno en España, y las expectativas levantadas por la intervención del Ministro de inclusión, Seguridad Social y migraciones, José Luis Escrivá, en su comparecencia en la Comisión de Trabajo, inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso de los Diputados el 27 de febrero (ahora parece una fecha lejanísima en el tiempo ¿verdad?) me animó en aquel momento a pensar en la publicación de una nueva entrada en este blog dedicada a la política de inmigración, para tratar de su importancia en el ámbito internacional, europeo y por supuesto español. Por ello, fui recopilando documentación para su preparación, primero, y redacción después.  

El Covid-19 nos ha cambiado la vida en todos los aspectos, poniendo por delante de todo la importancia de la salvaguardia de la salud, si bien solo ha relegado temporalmente, al menos a mi parecer, la importancia de abordar, mejor dicho de seguir abordando, otros  asuntos de mucha relevancia para nuestro futuro, como son el cambio climático, el impacto de la tecnología, la demografía y el procesos de envejecimiento de la población en las sociedades (al menos hasta hace poco tiempo) desarrolladas, y desde luego también la inmigración. Aunque tampoco estamos a salvo, ni mucho menos, de repetir errores y de olvidar el pasado cuando puedan acaecer nuevas crisis (lean, por favor, el artículo del incansable profesor Ignasi Beltrán de Herediaen su blog, “¿Por qué no lo vi venir?; es casi obligada dicha lectura, obligación voluntaria si me permiten una contradictio in terminis, para entender qué nos ha pasado y qué nos puede pasar)  

Quizá resulte algo sorprendente que en unos momentos en que están cerradas las fronteras en muchos países y la libre circulación de personas restringida al máximo decida dedicar una entrada a la inmigración, ya adelanto que no desde una perspectiva de análisis teórico o doctrinal (tiempo habrá, espero y deseo, para ello), sino desde la de una recopilación ordenada de documentos que he podido leer, la gran parte bastante recientes (antes y después del inicio de la pandemia del Covi-19) y que ahora pongo a disposición de los lectores y lectoras del blog con algunos extractos o fragmentos de sus contenidos que me han parecido más relevantes en cuanto a la temática abordada en cada uno de ellos.

Lo hago, porque la inmigración no va a desaparecer y también porque habrá que prestar atención cada vez más, en un cambio social incierto en su configuración futura, tanto a los procesos migratorios de unos Estados a otros, como a los que se dan en el interior de cada uno de ellos, y plantearse con toda claridad si es posible seguir distinguiendo entre personas en situación “regular” y otras en situación “irregular” cuando la crisis que vivimos nos está demostrando que todas, además de la redundancia obvia de ser personas y por ello con derechos, son necesarias para el mantenimiento, y si es posible mejora, de nuestro bienestar. Y si quieren un ejemplo muy reciente referido a España, ¿qué les parecen las medidas adoptadas en el RDL 11/2020 para el empleo agrario y el reconocimiento de la regularidad, aunque en principio se plantee como temporal, de quienes podrían pasar a ser irregulares laboralmente hablando durante su vigencia?

Al igual que he hecho en otras ocasiones en que he abordado esta temática, he dividido las referencias de cada documento en tres bloques: el primero de ámbito internacional, con una atención preferente al último Informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) sobre las migraciones en el mundo, presentado públicamente poco antes del inicio, a ritmo de formula 1, de la crisis sanitaria y social que estamos viviendo; el segundo de ámbito europeo, con atención también destacada para las decisiones institucionales, pero sin olvidar en modo alguno las aportaciones de organizaciones sociales no gubernamentales y del sindicalismo que agrupa a los organizaciones de los Estados UE; en fin, la realidad española es el punto de atención del tercer bloque, con atención de primera magnitud para la citada intervención del Ministro José Luís Escrivá, acompañada de otros documentos con datos, cifras, estadísticas y propuestas tendentes a mejorar la situación de la población migrante, ahora tan vapuleada por la crisis como la nacional, ya que los virus no conocen de nombres, apellidos ni lugar de nacimiento… aunque sí impactan mucho más en quienes tienen peores condiciones de vida y de trabajo (o desempleo).

Y me permito finalizar esta introducción con dos reflexiones de índole general y que he considerado conveniente destacarlas aquí ya que podrían perfectamente tener cabida en las tres dimensiones o ámbitos anteriormente citados.

La primera, desde una revista de lectura recomendada por su dimensión social, “En la calle”, a cargo de Antonio Jiménez, del centro nacional salesiano de pastoral juvenil, titulada “Migraciones. Una perspectiva desde la fe”,    quien manifiesta, con toda razón a mi parecer, que “las migraciones, durante milenios, han conformado nuestros actuales contextos culturales y sociales, nuestros horizontes de pensamiento, nuestras tradiciones religiosas”, y que “en las próximas décadas, el gran reto de nuestras sociedades europeas será el paso desde el inevitable multiculturalismo a la realidad compleja de la interculturalidad”.  

La segunda, desde una perspectiva totalmente pegada a la realidad, es la  efectuada por la Red Jesuita con Migrantes (RJM), y ya en la primera fase de la presente crisis, titulada “ Ante la crisissanitaria y humanitaria provocada por la propagación del coronavirus COVID-19”,en las que se defiende, y no puedo sino estar de acuerdo también con estas tesis, que  “Nos toca levantar la voz para que en cada uno de nuestros países se realice una reflexión argumentada sobre el aporte que hace la población migrante y refugiada a nuestras sociedades y que por tanto no puede quedar excluida de un abordaje integral de la crisis. Nos necesitamos todos y todas para salir de esta pandemia”, y que “Las personas migrantes y refugiadas dinamizan las sociedades de las que hacen parte, prestan servicios indispensables en muchas áreas, son consumidores, están a cargo de los cuidados de niños y personas adultas mayores, se desempeñan en construcción, agricultura y en muchas otras áreas... En otras palabras, permiten que la vida siga o resurja. Para ayudarnos a superar los escenarios de recesión económica que se prevén, necesitamos también de las personas que han migrado. La política migratoria de cada país debe reforzar sus estrategias de integración en este contexto”.

II. Documentación internacional.  
1. OIM. Informe sobre las migraciones en el mundo2020. (NOTA IMPORTANTE: Documento redactado antes del inicio de la pandemia del Covid-19).

 “Síntesis del Informe. Una perspectiva de la migración y la movilidad en tiempos de creciente incertidumbre”.

“El presente informe sobre las migraciones en el mundo se centra en la evolución de la migración en el último bienio, procurando ofrecer un análisis que tenga en cuenta factores tanto históricos como contemporáneos. Históricos, en reconocimiento de que la migración y el desplazamiento se enmarcan en situaciones sociales, políticas, económicas y de seguridad más amplias y de más largo aliento; y contemporáneos, en reconocimiento de que nos encontramos en medio de profundas transformaciones mundiales, y de que los cambios en nuestra vida cotidiana están repercutiendo en el entorno en que se produce y analiza actualmente la migración”. 

En este bienio “fuimos testigos de un aumento de la escala de la migración en consonancia con las tendencias recientes. Se estima que en el mundo hay cerca de 272 millones de migrantes internacionales, y que casi dos tercios de ellos son migrantes laborales. Esta cifra sigue siendo un porcentaje muy pequeño de la población mundial (el 3,5%), lo que significa que la enorme mayoría de las personas del mundo (el 96,5%) residen en su país natal. Sin embargo, estas estimaciones del número y la proporción de migrantes internacionales ya superan algunas proyecciones hechas para el año 2050, que pronosticaban un 2,6%, o 230 millones, de migrantes internacionales”. 

“El 74 % de los migrantes internacionales eran personas en edad de trabajar”… “Más de la mitad de los migrantes internacionales del mundo (141 millones) vivían en Europa y América del Norte”.

“La movilidad es una característica intrínseca de todas las poblaciones, a menos que existan políticas u otros factores específicos que la limiten o controlen. Sin embargo, algunas personas se mueven más que otras y lo hacen de maneras diferentes, lo que parece estar estrechamente vinculado al grado de desarrollo de los países, que a su vez se relaciona con la distribución de la población dentro de cada país”.

“La inclusión de los migrantes en las sociedades de acogida se relaciona con distintos ámbitos sociales y normativos, que en gran medida son interdependientes. Los resultados de la inclusión en un ámbito de las políticas —como la enseñanza del idioma, la educación, el mercado laboral, la reunificación familiar, la participación política o la naturalización— repercutirán probablemente en otros”.

“En los dos últimos años se registraron cambios sustanciales en la gobernanza mundial de la migración, principalmente gracias a la creación de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración y a la aprobación de los dos pactos mundiales sobre los refugiados y la migración. Aunque no son jurídicamente vinculantes, ambos pactos mundiales representan un consenso casi universal sobre las cuestiones que requieren una cooperación y un compromiso sostenido de parte de la comunidad internacional”.

“… tenemos un conjunto cada vez mayor y mejor de datos y pruebas que pueden ayudarnos a comprender con más exactitud las características básicas de la migración y el modo en que están cambiando, así como la evolución que está modificando el contexto en que tiene lugar la migración. Esto se está volviendo cada vez más importante, porque los debates públicos, plagados de desinformación y falsedades, están pudiendo utilizar en medida creciente la constante expansión de las plataformas abiertas de los “nuevos medios” para afianzar la representación distorsionada y tergiversada de la migración y los migrantes”.

“Más que meros trabajadores…
Aunque solemos pensar en los migrantes internacionales principalmente como una fuente de mano de obra, estas personas son más que meros trabajadores y cumplen diversas funciones económicas en los países de origen y de destino:
• Como trabajadores, forman parte del mercado laboral pero tienen asimismo un efecto en él; también modifican la distribución de ingresos del país e influyen en las prioridades de inversión interna.
• Como estudiantes, los migrantes —o sus hijos— contribuyen a aumentar la reserva de capital humano y a difundir el conocimiento.
• Como emprendedores e inversionistas, crean oportunidades de empleo y promueven la innovación y el cambio tecnológico.
• Como consumidores, contribuyen a aumentar la demanda de bienes y servicios nacionales —y extranjeros— influyendo de este modo en los niveles de los precios y la producción, así como en la balanza comercial.
• Como ahorradores, no solo envían remesas a sus países de origen, sino que también contribuyen indirectamente, a través del sistema bancario, a promover la inversión en sus países de acogida.
• Como contribuyentes fiscales, hacen aportaciones al presupuesto público y utilizan los servicios públicos.
• Como miembros de sus familias, respaldan a otros, que pueden necesitar cuidados y apoyo”.

MIGRACIÓN, INCLUSIÓN Y COHESIÓN SOCIAL: RETOS, NOVEDADES RECIENTES Y OPORTUNIDADES.

“Con 164 millones de trabajadores migrantes en el mundo en 2017 —el 59,2% de todos los migrantes internacionales y el 70,1% de los que estaban en edad de trabajar—, la inclusión en el mercado laboral es una esfera de política crucial para los países. Su importancia en términos de las contribuciones económicas de los migrantes a las sociedades de acogida y de origen se recalca cada vez más.. Por ejemplo, se ha estimado que, aunque los migrantes aportaron el 9,4% del producto interno bruto (PIB) mundial en 2015, una mayor inclusión, también en el empleo, podría añadir otro billón de dólares de los Estados Unidos por año al PIB mundial.

las diferencias entre distintos países y grupos son considerables, ya que la inclusión en el mercado laboral depende de la situación socioeconómica y las políticas de cada país, así como de las características demográficas e individuales de los migrantes (como la edad, el género, el conocimiento del idioma o los títulos de estudio) y las circunstancias de su migración…”.

2.  OIT.  Global employment trends for youth 2020.  9 de marzo.  

“En los últimos años, las políticas de inmigración se han vuelto más severas para los jóvenes migrantes, requiriendo el cumplimiento de una serie de procedimientos burocráticos.  Es probable que quienes inmigren sin los documentos necesarios terminen trabajando de manera informal y, por consiguiente, sean vulnerables a los abusos de sus empleadores.  La migración irregular también aumenta la probabilidad de trabajar sin contrato, lo que a menudo supone recibir un pago irregular y exponerse al riesgo de no recibir ningún pago por los servicios prestados. Sin embargo, las considerables disparidades en la calidad y la disponibilidad de trabajo entre los países significan que, a menos que se aborden los problemas del mercado laboral, los jóvenes seguirán buscando oportunidades económicas en el extranjero, independientemente de la legalidad”.   

3. Comunicado de prensa conjunto del ACNUDH, la OIM, el ACNUR y la OMS: los derechos y la salud de los refugiados,los migrantes y los apátridas deben protegerse en la respuesta a COVID-19.  1 de abril.

“Frente a la crisis de COVID-19, todos somos vulnerables. El virus ha demostrado que no discrimina, pero muchos refugiados, los desplazados por la fuerza, los apátridas y los migrantes corren un riesgo mayor.

Tres cuartas partes de los refugiados y muchos migrantes del mundo se encuentran en regiones en desarrollo donde los sistemas de salud ya están abrumados y con poca capacidad.  Muchos viven en campamentos, asentamientos, refugios improvisados o centros de recepción superpoblados, donde carecen de acceso adecuado a los servicios de salud, agua potable y saneamiento.

La situación de los refugiados y los migrantes detenidos en lugares de detención oficiales y oficiosos, en condiciones de hacinamiento e insalubridad, es particularmente preocupante. Considerando las consecuencias letales que tendría un brote de COVID-19, deberían ser liberados sin demora. Los niños migrantes y sus familias y los detenidos sin una base jurídica suficiente deberían ser liberados inmediatamente.

Esta enfermedad sólo puede ser controlada si hay un enfoque inclusivo que proteja los derechos de cada individuo a la vida y la salud.  Los migrantes y los refugiados son desproporcionadamente vulnerables a la exclusión, la estigmatización y la discriminación, en particular cuando están indocumentados.  Para evitar una catástrofe, los gobiernos deben hacer todo lo posible para proteger los derechos y la salud de todos. La protección de los derechos y la salud de todas las personas ayudará de hecho a controlar la propagación del virus.

Es vital que todos, incluidos todos los migrantes y refugiados, tengan garantizado el acceso igualitario a los servicios de salud y se incluyan efectivamente en las respuestas nacionales a COVID-19, incluidas la prevención, las pruebas y el tratamiento. La inclusión no sólo ayudará a proteger los derechos de los refugiados y los migrantes, sino que también servirá para proteger la salud pública y frenar la propagación mundial de COVID-19.  Si bien muchas naciones protegen y acogen a las poblaciones de refugiados y migrantes, a menudo no están equipadas para responder a crisis como la de COVID-19. Para garantizar que los refugiados y migrantes tengan un acceso adecuado a los servicios nacionales de salud, los Estados tal vez necesiten apoyo financiero adicional. Es aquí donde las instituciones financieras mundiales pueden desempeñar un papel destacado en la facilitación de fondos.

Mientras los países cierran sus fronteras y limitan los movimientos transfronterizos, hay formas de gestionar las restricciones fronterizas de manera que se respeten las normas internacionales de derechos humanos y de protección de los refugiados, incluido el principio de no devolución, mediante la cuarentena y los controles sanitarios.

Más que nunca, dado que COVID-19 representa una amenaza mundial para nuestra humanidad colectiva, nuestro principal objetivo debería ser la preservación de la vida, independientemente de su estatus.  Esta crisis exige un enfoque internacional coherente y eficaz que no deje a nadie atrás.  En este momento crucial, todos debemos unirnos en torno a un objetivo común, la lucha contra este virus mortal. Muchos refugiados, desplazados, apátridas y migrantes tienen habilidades y recursos que también pueden ser parte de la solución.

No podemos permitir que el miedo o la intolerancia socaven los derechos o comprometan la eficacia de las respuestas a la pandemia mundial. Estamos todos juntos en esto. Sólo podremos derrotar este virus cuando todos y cada uno de nosotros estemos protegidos”.

III. Documentación europea.

1. Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social, y al Comité de las Regiones. Plan de acción para la integración de los nacionales de terceros países. 7 de junio de 2016.


“En el caso de los nacionales de terceros países interesados, en particular los que se desplazan por motivos laborales o familiares, y también en el de los refugiados que necesitan reasentarse, la capacitación lingüística y la formación laboral antes de la partida pueden agilizar la integración en su futuro entorno. Se ha demostrado que las medidas previas a la partida diseñadas de manera conjunta entre los países de origen y destino resultan muy eficaces para acelerar la integración. No obstante, la cooperación con los países de origen y tránsito en esta cuestión aún no está lo suficientemente desarrollada. En su comunicación sobre el establecimiento de un nuevo Marco de Asociación con terceros países en el contexto de la Agenda Europea de Migración, la Comisión propone adoptar un enfoque coherente y adaptado para desarrollar, en colaboración con los Estados miembros, instrumentos, herramientas e incentivos para crear asociaciones de amplio alcance con terceros países a fin de mejorar la gestión de la inmigración”.

“En aras de reforzar sus políticas de integración, se insta a los Estados miembros a:

-- Apoyar la inserción rápida en el mercado laboral de los nacionales de terceros países recién llegados, por ejemplo, mediante una pronta evaluación de sus competencias y cualificaciones, la combinación del aprendizaje de lenguas con la formación en el puesto de trabajo, asesoramiento y orientación específica.

-- Eliminar los obstáculos para garantizar un acceso efectivo de los refugiados a la formación profesional y al mercado laboral y, cuando las condiciones sean propicias para ofrecerles protección, también a los solicitantes de asilo.

-- Evaluar, validar y reconocer lo antes posible las competencias y cualificaciones de los nacionales extranjeros, haciendo pleno uso de las herramientas disponibles en la UE.

-- Fomentar el espíritu emprendedor mediante el asesoramiento y la formación empresarial individualizados y con la apertura a los nacionales de terceros países de estructuras estándar orientadas a impulsar el emprendimiento”.



Algunos mensajes clave sobre la mejor manera de desarrollar enfoques integrados para incluir activamente a los migrantes en el trabajo, el mercado y la sociedad:
●● Adoptar políticas de inclusión dinámicas y a largo plazo y vías de acceso al trabajo al ritmo de la evolución del mercado y teniendo en cuenta transformaciones del trabajo (como la digitalización y la economía gig como políticas de inclusión que deben ser "a prueba de futuro", es decir, coherente con oportunidades futuras), así como confiar en medidas de protección social reforzadas.
●● Velar por que el enfoque integrado de la inclusión de los migrantes tenga en cuenta la gran variedad de perfiles de los migrantes y de estructuras y condiciones del mercado de trabajo en todos los Estados miembros.
●● Crear un entorno propicio para la migración inclusión al proporcionar un robusto y estable marco jurídico… La incertidumbre y los cambios retrasan el proceso de inclusión y podría crear desconfianza hacia las autoridades.
Fomentar la integración temprana y rápida de los migrantes en el mercado laboral como elemento crucial para su inclusión, ya que les permite ser financieramente independientes y autosuficientes; utilizar sus habilidades y cualificaciones; poner en práctica sus conocimientos del idioma; y construir redes sociales.
●● Las medidas de integración deberían ser el enfoque preferido, ya que pueden contribuir mejor a la inclusión sostenible de los migrantes en el mercado laboral a largo plazo.
Dar prioridad a los sistemas duales que combinan cursos de idiomas con vías de capacitación o empleo, que requieren que los migrantes conozcan el idioma antes de acceder al mercado laboral”.  

3. Eurobarómetro estándar 92. Otoño 2019. Laopinión pública en la Unión Europea. Noviembre 2019.

En el ámbito europeo, un 34 % de las personas encuestada consideran la inmigración como el problema más importante al que debe hacer frente la UE (sin cambio en el porcentaje desde el euro barómetro de primavera del mismo año), seguida del cambio climático (24 %) y la situación económica (18 %) (Posibilidad de dos respuestas). En España el porcentaje es el 29 %. En 26 Estados miembros (frente a 21 en la primavera de 2019) consideran la inmigración el principal problema.

En el ámbito nacional de cada persona encuestada, la principal preocupación es el sistema de salud y de seguridad social (23 %), siendo la primera ocasión en que se sitúa en primer lugar en el barómetro. La inmigración está en quinto lugar (17 %, muy lejos aún del porcentaje récord, 36 %, alcanzado en la primavera de 2015). Es el problema más importante en tres países (Malta, Grecia y Bélgica) y segunda en Chipre, Alemania, Austria e Italia. En España ocupa el quinto lugar (11 %)

(DATO IMPORTANTE, YA QUE ES ANTERIOR AL INICIO DE LA CRISIS DEL COVID 19) Un 68 % de las personas encuestada se manifiestan favorables a un reforzamiento de las fronteras exteriores de la UE, por sólo 22 % en contra y 10 % que no saben o no contestan. En Grecia alcanza un 91 %, y en España es de un 60 %.  


“La presente  Resolución  se  refiere  a  las  condiciones  de  entrada,  estancia  y  trabajo  de  los  nacionales de terceros países en Europa. Un migrante se define como una persona que vive en Europa pero que tiene la ciudadanía de un tercer país.

La CES y sus miembros piden a la UE que garanticen los derechos de todos los migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, los refugiados y los migrantes indocumentados.

Todos  los  Estados  miembros  deben  garantizar  el  derecho  a  trabajar  a  los  solicitantes de asilo.  La  condición  de  inmigrante  concierne  a  los  solicitantes  de  asilo,  mientras  que  el  derecho  al  empleo  concierne  a  la  dignidad  del  trabajador  -  a  nadie  se  le  debe  privar  del derecho a trabajar  debido  a  su  situación  irregular.  Lo  mismo  se  debe aplicar  a  los  hijos  de  los solicitantes de asilo y a los menores que solicitan protección internacional. Su condición no puede ser motivo para privarles del derecho a asistir a la escuela o a tener acceso a una educación de calidad.

La  UE  debería  perseguir  la  mejora  de  las  condiciones  de  vida  y  de  trabajo  de  todos  los  trabajadores  y  de  los  miembros  de  sus  familias,  independientemente  de  su  situación  migratoria. El Pilar Europeo de Derechos Sociales debe aplicarse a todas las personas que trabajan. En el esfuerzo común por mejorar el nivel de vida y de trabajo de los trabajadores europeos,  no  se  puede  dejar  de  lado  a  los  migrantes  (alrededor  del  10%  de  la  mano  de  obra).  Especialmente  cuando  están  expuestos  a  la  explotación  y  al  empleo  no  declarado, sus  derechos  como  trabajadores  deberían  conducir  a  la  regularización  de  su  situación  laboral y garantizar la continuidad de sus ingresos y su dignidad de vida

Más  oportunidades  para  la  migración  regular.  La  CES  defiende  una  Europa  abierta,  con  oportunidades para que los inmigrantes económicos entren y trabajen en la UE. Los Estados miembros deben tener libertad para decidir sobre los flujos. Sin embargo, la legislación de la UE  puede  seguir  obligando  a  las  legislaciones  nacionales  a  respetar  derechos  mínimos,  normas  de  trabajo  decente  y  el  principio  de  igualdad  de  trato  en  favor  de  todos  los  trabajadores,  independientemente  de  su  situación  migratoria,  incluido  el  derecho  que garantice la transición del empleo irregular al empleo regular.Es  necesario  definir  distintas formas  de  regularización  permanente  para  los  ciudadanos  migrantes  presentes  en  el  territorio  europeo  sin  permiso  de  residencia.  Al  mismo  tiempo,  deben  derogarse  todas  las  leyes  y  reglamentos  relativos  a  la  seguridad  y  las  prácticas  discriminatorias en materia de inmigración adoptadas hasta ahora por los distintos Estados miembros, y   poner   en   marcha   políticas migratorias nuevas   y   eficaces  destinadas  a  garantizar  una  inclusión  real  una  verdadera  aceptación,  así  como  una  mayor  cohesión  social.

La condición de inmigrante y los derechos laborales deberían separarse para garantizar que todos los trabajadores puedan reclamar sus derechos en el trabajo.

Los  inmigrantes  indocumentados  deben  poder  reclamar  sus  derechos  en  el  trabajo.En  muchos  Estados  miembros,  los  trabajadores  indocumentados  no  pueden  reclamar  sus  derechos laborales, ya que la ley vincula los derechos laborales a la condición de migrante. Empleadores sin   escrúpulos   se   aprovechan   de   esto   y   obligan   a   los   trabajadores indocumentados a aceptar condiciones abusivas sin que puedan denunciar los abusos a las autoridades  sin  riesgo  de  ser  encarcelados  o  deportados.  Es  imperativo  que  todos  los  Estados miembros separen la situación de la migración y los derechos laborales para evitar dicha  explotación.  Habida  cuenta  del  gran  número  de  trabajadores migrantes  presentes  en  Europa,  de  las  condiciones  de  explotación  a  las  que  a  menudo  se  ven  sometidos  y  de  la  gran dificultad para repatriarlos, es preciso encontrar una solución política a escala de la UE. En  particular,  los  migrantes  no  comunitarios  deben  estar  protegidos  contra  las  formas  ilegales o irregulares de empleo y beneficiarse de una regularización caso por caso de sus situaciones.  El  Pilar  Europeo  de  Derechos  Sociales  debe  interpretarse  de  manera  que  proteja  plenamente  a  todos  los  nacionales  de  terceros  países  "que  trabajan  en  actividades  legales" o con residencia legal”.

5.  Comisión Europea y Alto representante de la Unión para asuntos exteriores y política de seguridad.  Comunicación conjunta al Parlamento Europeoy al Consejo. Hacia una estrategia global con África.  9 de marzo.

“… Es necesario reforzar la cooperación para evitar la migración irregular y poner fin a la pérdida de vidas en el mar. Esto incluye intensificar la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes, prestando especial atención al papel de las redes delictivas, y debe ir de la mano de la lucha contra la trata de seres humanos. La creación de capacidad para una gestión eficaz de la migración, incluida una gestión fronteriza eficaz, es especialmente importante, y la UE debe seguir ofreciendo asistencia a los socios africanos en este ámbito. También se requieren medidas adicionales para hacer frente a las causas subyacentes de la migración irregular y de los desplazamientos forzosos tomando como base los diversos tipos de apoyo facilitado a través del Fondo Fiduciario de la UE para África.
Es preciso mejorar la cooperación en materia de retorno y readmisión y los índices de retorno efectivos. La UE y África deben esforzarse por lograr unos mecanismos más eficientes y sostenibles, también mediante el apoyo al retorno voluntario, y mediante la celebración y la aplicación efectivas de acuerdos de readmisión. Los retornos deben ir acompañados de una reintegración sostenible en los países de origen.

Paralelamente, una cooperación reforzada en materia de migración legal puede aportar importantes ventajas en ambos sentidos, ofreciendo oportunidades de empleo que respondan a las necesidades del mercado laboral en ambos continentes. Los proyectos relativos a la migración legal y circular y la movilidad laboral con los países africanos y los esfuerzos por mejorar los beneficios de la migración para el desarrollo, también mediante la facilitación de las remesas, podrían contribuir significativamente a la regularidad y la seguridad de la migración y la movilidad….”.

6. Cáritas Europa.    Covid-19 as an opportunity to improve ourwelfare systems.  27 de marzo.

Cáritas Europa ve la situación actual como una oportunidad para que la UE y sus estados miembros empiecen a diseñar un sistema de bienestar sostenible y adecuado que ponga a las personas en primer lugar, avanzando hacia una convergencia ascendente. En respuesta a la crisis financiera de 2008, Cáritas Europa ya destacó la importancia del estado de bienestar como el asunto más crítico que deben afrontar la UE y sus Estados miembros, instando a una transformación del estado de bienestar de los siglos XIX y XX para abordar adecuadamente los retos del siglo XXI de pleno empleo, crecimiento inclusivo, inversiones en familias y jóvenes, una fuerte protección social, condiciones de jubilación decentes y una política sanitaria activa.

Insistimos en la necesidad de aumentar la conciencia de las desigualdades que existen e instamos a los encargados de la formulación de políticas a que tengan esto en cuenta en las propuestas presupuestarias en curso. Debemos asegurarnos de que la atención de salud universal, la atención infantil universal, la licencia de enfermedad remunerada, los ingresos mínimos, el apoyo y los servicios para los solicitantes de asilo, las personas sin hogar y otras personas menos afortunadas sigan ocupando un lugar destacado en el programa político. Debemos colaborar ahora con soluciones innovadoras para asegurar que los gobiernos mantengan sistemas de atención de la salud pública universales y sólidos sistemas de protección social (incluidos los planes de ingresos mínimos) para poder hacer frente a esta crisis sanitaria y económica. Con este fin, recordamos la necesidad de incluir los tres pilares siguientes en el próximo modelo social de Europa:

1. Protección de la familia

La familia es la célula vital de la sociedad, hoy con las medidas de confinamiento de COVID-19 más que nunca. Las medidas socioeconómicas deben salvaguardar los ingresos y las condiciones de vida de la familia, apoyando la resistencia de las familias.

2. Empleo

Los trabajadores afectados por el cierre forzoso de sectores económicos deben tener derecho a un ingreso de sustitución que cubra al menos el 70% de su salario regular.

3. Vivienda y atención de la salud

Las autoridades públicas evitarán cualquier situación que ponga en peligro a los individuos y las familias durante el encierro. Por lo tanto, es importante hacer cumplir una moratoria temporal para el pago de alquileres o hipotecas en todos los casos en que la persona o la familia se encuentre temporalmente incapacitada para pagar. Los bancos deben asumir su responsabilidad en esto.

La aplicación de las medidas de confinamiento debe tener en cuenta la situación especial de los grupos e individuos en situaciones de exclusión social grave, como las personas sin hogar o los migrantes en situación administrativa irregular, que viven en asentamientos informales.

Todas las personas que residen en el país, posiblemente afectadas por el virus COVID-19, deberían tener acceso igual e incondicional a una atención de salud adecuada.


“En 2018, alrededor de 672.300 personas adquirieron la ciudadanía de uno de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE), frente a 700 600 en 2017 y 843 900 en 2016.Del total de personas que obtuvieron la ciudadanía de uno de los Estados miembros de la UE en 2018, el 13% eran antiguos ciudadanos de otro Estado miembro de la UE, mientras que la mayoría eran ciudadanos de la UE o apátridas.

El grupo más numeroso que adquirió la ciudadanía de un Estado miembro de la Unión Europea donde vivía en 2018 fue el de los ciudadanos de Marruecos (67200 personas, de las cuales el 84% adquirió la ciudadanía de España, Italia o Francia), por delante de los ciudadanos de Albania (47400, el 97% adquirió la ciudadanía de Grecia o Italia), Turquía (28 400, el 59% adquirió la ciudadanía alemana), el Brasil (23100, el 76% adquirió la ciudadanía de Italia o Portugal), Rumanía (21.500, el 51% adquirió la ciudadanía de Italia o Alemania), Argelia (1.800, el 81% adquirió la ciudadanía francesa), el Reino Unido (16.200, el 59% adquirió la ciudadanía de Alemania o Francia), Siria (16.000, el 66% adquirió la ciudadanía de Suecia), Rusia (15.800, el 31% adquirió la ciudadanía alemana) y Ucrania (1.500, el 55% adquirió la ciudadanía de Alemania, Polonia o Italia).

Los rumanos (21.500 personas), los polacos (1.900) y los italianos (8.100) fueron los tres grupos más numerosos de ciudadanos de la Unión Europea que adquirieron la ciudadanía de otro Estado miembro de la Unión.

IV. Documentación española.
1 Consejo Económico y Social. La inmigración enEspaña: efecto y oportunidades. 20 de marzo de 2019.

Conclusiones del Informe.

“… no debe olvidarse que la emigración entraña una gran pérdida de capital humano porque tienden a emigrar las personas con más formación y especialización profesional, con mayores recursos económicos y mayor red de contactos internacionales.

En España, desde el inicio de la salida de la crisis económica (2014-2015) “hay… una mayor diversidad de países de nacimiento de los inmigrantes, una menor masculinización y una distribución menos concentrada en edades jóvenes.

En los flujos de entrada, que van configurando la nueva población inmigrante en España, es visible el avance de la presencia de mujeres, hasta una participación ya muy igualadaen los datos anuales. Y se observa asimismo una mayor presencia de edades relativamente más mayores en estos datos. Se trata de dos rasgos distintos a los que se daban antes de la crisis y, sobre todo, en los años noventa del pasado siglo y en los primeros años del actual, donde los inmigrantes eran varones en mayor proporción y donde las edades eran más jóvenes (pero sin destacar la presencia de niños) lo que marcaba el carácter más económico, laboral sobre todo, de la inmigración en aquellos años, frente a la mayor diversidad actual de motivos”.

Los datos sobre autorización de residencia permanente (84,2 % en 2018) permiten afirmar en el Informe que “la regularidad y la estabilidad de los extranjeros, referidos a su situación administrativa, constituyen hoy en día la norma en la gran mayoría de los casos”, que pierden peso las de trabajo y lo gana las de razones familiares y arraigo.

No obstante, el informe reconoce que “…  por su propia naturaleza, se desconoce la magnitud exacta de volumen de extranjeros en situación administrativa irregular. La mayoría de la información disponible, al igual que el debate sobre estas cuestiones, se centra en las entradas interceptadas por vía marítima y terrestre cuando lo más probable es que la principal vía de entrada en la irregularidad sea la caducidad de los visados de turista de personas llegadas por vía aérea”.

En el conjunto de la población activa en España había, en 2018, 3,6 millones de personas de origen inmigrante (733.000 de ellas con doble nacionalidad). De ellas, 2,8 millones tenían empleo y las 766.000 restantes estaban en paro. El peso de esta población activa inmigrante no ha llegado a retroceder, pese al visible impacto de la crisis, y supone más del 15 por 100 del total en 2018, con una importancia aún mayor en los grupos más jóvenes (en torno al 22 por 100 en ese mismo año), asociada al peso ya en ellos de la segunda generación. Por otro lado, la mayoría de esta población de origen migrante en edad laboral cuenta con periodos largos de residencia en España, como atestigua el 58 por 100 del total con residencia entre 10 y 19 años en España que señalaba la EPA en 2018.

Una población de origen inmigrante que es, por tanto, cada vez mayor en volumen y en peso en el mercado laboral y que presenta además, en concordancia con lo que se explicó en la caracterización sociodemográfica, dos rasgos diferenciales básicos: su mayor juventud (su menor edad, en promedio), que no ha variado mucho en el periodo contemplado; y su creciente heterogeneidad por otras circunstancias personales (orígenes, grado de cualificación…) con impacto en su situación laboral.

El carácter central del trabajo como medio de vida se trasluce en la participación laboral de las personas extranjeras, sistemáticamente más alta que la de las personas de nacionalidad solo española (15 puntos más de tasa de actividad en 2018)….

El informe propone: “las políticas de integración deben implicarse también, en lo relativo al mercado de trabajo, en la mejora de los procedimientos administrativos, reduciendo trabas que obstaculizan el acceso al trabajo de las personas de origen extranjero. En este sentido, sería deseable que se articularan medidas para facilitar la homologación de los títulos formativos obtenidos en el extranjero, así como la acreditación de las competencias profesionales adquiridas en la práctica laboral, para permitir a los trabajadores inmigrantes el acceso a ramas de actividad y categorías ocupacionales acordes con su nivel de cualificación y mejor remuneradas, lo que redundaría, a su vez, en un mejor aprovechamiento económico de su capital humano”.

En cuanto a las ocupaciones desempeñadas, destaca que cinco categorías “suponen nada menos que el 55 % del total del empleo en las mujeres inmigrantes”, y que dentro de ellas “destaca la de empleadas domésticas, con un 22 % de ese total”.

El Informe propone: “… en línea con la opinión de la AIREF, el mantenimiento de una política migratoria abierta, flexible e integradora durante las próximas décadas puede paliar en cierta medida el descenso de la población en edad de trabajar, y con ello, de los ingresos por cotizaciones, compensando en parte el impacto del envejecimiento de la población sobre el gasto en pensiones”.

CONCLUSIÓN FINAL.  “La política migratoria no puede quedar reducida a la gestión de los controles en las fronteras. Es necesario apostar por la aceptación de la diversidad y su traslación a la gestión de todas las políticas con el objetivo de reforzar la cohesión social. Los cambios sociales y económicos derivados del fenómeno migratorio en España necesitan de la articulación de políticas de carácter integral apoyadas en el más alto nivel de consenso que favorezca su continuidad y eficacia, con un papel destacado del diálogo social”.


A 31 de diciembre de 2019 había 5.663.348 extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor, más exactamente 3.435.034 personas acogidas al régimen comunitario (60,7 %) y 2.228.314 al régimen general (39,3 %), con un incremento en series interanual en el primer grupo de 160.180 (4,9 %), y de 78.387 en el segundo (3,6 %). Cabe destacar como elemento relevante el incremento del número de residentes extranjeros en régimen general, habiéndose cambiado la tendencia de descenso poblacional de 2001 a 2015 en 2016, en que el porcentaje de la población extranjera residente se incrementó alrededor del 1,5 %, subiendo al 3,6 % en 2017 y 2018, y alcanzando el 4,5 % el pasado año.   La edad media es de 39 años, con grandes diferencias entre la población de mayor edad (Reino Unido, 53,5 años) y la de menor (Marruecos, 32 años, seguida muy de cerca por China, 33,2). La población femenina supone el 47,9 % del total.

Como he indicado, el porcentaje de ciudadanos extranjeros a los que se aplica el derecho de libre circulación y residencia, es decir, el Régimen Comunitario, es del 60,7 % sobre el total, frente al Régimen General que se sitúa en el 39,3 % % Las provincias de Madrid y Barcelona, con 927.228y 849.405 extranjeros respectivamente concentran el 31,4 % de los extranjeros residentes en España, y junto con las de las de Alicante, Málaga, Valencia, Islas Baleares y Murcia, el 56,5 %. Las Comunidades Autónomas de Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, concentran el 66,0 % del total de la población extranjera.

En el régimen general, destaca el peso de la población extranjera en edad laboral, ya que el 78,2 de la población se encuentra en edades comprendidas entre 16 y 64 años (1.742.978) mientras que el resto se concentra mayoritariamente en la población menor de 16 años (414.933, 18,6 %), con una presencia residual (70.403, 3,2 %) de los mayores de 65 años.
De los extranjeros del régimen general, el 81,6 %, es decir 1.817.191 personas, disponen de autorización de residencia de larga duración (con un elevado porcentaje, superior al 49 y 28 % de ciudadanos africanos y de América Central y del Sur, destacando que los colectivos más numerosos son los nacionales de Marruecos, China y Ecuador,). Las autorizaciones temporales (411.123) suponen el 18,4 % del total, habiéndose detenido por tercer año consecutivo la disminución existente en años anteriores, con un crecimiento de 65.126 (18,8 %) concesiones en serie interanual. 

3. Amparo González. Cambios en la dinámica migratoria española de la última década. Más allá del titular.  El Notario del siglo XXI, enero-febrero 2020, nº 89.

“Junto al dinamismo de los flujos y el reemplazo constante de una parte de la población inmigrante que deriva de la salida de unos y la llegada de otros, hay una parte importante de la población de origen inmigrante que se ha instalado de forma permanente en España, lo que no quiere decir necesariamente para siempre. La estabilización de la población de origen inmigrante implica una mayor presencia de mujeres y menores, así como una sustancial reducción de la irregularidad frente a épocas pasadas, con el incremento paralelo de quienes tienen permiso de residencia permanente (83% de los sometidos a régimen general de extranjería en 2018, frente al 36% en 2008) y, en muchos casos, la nacionalidad española (ver más abajo). Por tanto, como en tantos otros países de nuestro entorno, la población extranjera representa solo una fracción de toda la población de origen inmigrante, y es necesario incorporar al imaginario colectivo y a las políticas públicas el componente de diversidad que ello implica”.



Sus objetivos tienen una proyección ética, preventiva, y proactiva. El objetivo ético de este pacto es contribuir a reforzar la respuesta solidaria y responsable ante las necesidades de las personas migrantes. El objetivo preventivo es configurar una unidad social y política transversal que haga estériles las pretensiones de los populismos de pretexto xenófobo. Su objetivo pragmático es afrontar el reto migratorio como parte de un proceso de crecimiento y progreso para nuestra sociedad.

OPCIONES TRANSVERSALES. Quienes suscribimos este Pacto coincidimos en hacer nuestras, en la medida de nuestras capacidades y competencias, las siguientes opciones transversales:

II. Derechos Humanos. Promovemos la máxima extensión posible de la titularidad de derechos fundamentales, con independencia de la nacionalidad, sobre la base del principio de igualdad de trato y oportunidades, y frente a cualquier forma de discriminación.

IV. Cohesión. Apoyamos firmemente la universalidad de la educación, la sanidad o las prestaciones sociales básicas y el mantenimiento de cauces para el acceso a la formación e integración socio-laboral para el empleo y a la vivienda en un marco de igualdad de derechos y deberes.

COMPROMISOS ESPECÍFICOS.

3. Inmigración regularizada. Promover cauces que amplíen las posibilidades de una inmigración regularizada y que tenga en cuenta la realidad de los países de origen, el proyecto migratorio de la persona migrante y las necesidades que en Europa plantea el reto demográfico.

4. Solicitantes de asilo y personas refugiadas. Desarrollar actuaciones orientadas a mejorar cuantitativa y cualitativamente la acogida e integración de solicitantes de protección internacional y personas refugiadas tanto en el ámbito europeo y estatal como en Euskadi.

5. Migrantes en situación de vulnerabilidad. Ofrecer los recursos necesarios para una respuesta humanitaria adecuada a migrantes en situaciones de vulnerabilidad, con especial atención a mujeres, menores y víctimas de violaciones de derechos humanos.

6. Migrantes en situación no regularizada. Articular los recursos necesarios para ofrecer una respuesta solidaria y humanitaria a la llegada de migrantes en tránsito, o sin documentación regularizada, que sea tendente a favorecer procesos de autonomía.

7. Menores Extranjeros No Acompañados (MENAs) y Jóvenes Extranjeros No Acompañados (JENAs). Disponer los recursos necesarios para ofrecer una respuesta compartida, equitativa y adecuada a las obligaciones legales, al cumplimiento del principio de interés superior del menor y a un proyecto de integración socio-laboral de estos jóvenes.

5. Comparecencia del Ministro de Inclusión,Seguridad Social y Migraciones. Sr. Escrivá. Comisión de Trabajo, inclusión social, Seguridad Social y Migraciones, del Congreso de los Diputados. 27 de febrero de 2020.

“… Abro el tercer consenso, que es por la migración. Aquí, permítanme empezar con una referencia general, necesitamos gestionar la realidad migratoria de hoy, pero también, y esto es muy importante, la realidad migratoria de hoy es cambiante, volátil, por la geografía que tenemos y por el entorno en que nos movemos. Tenemos que planificar mucho mejor las necesidades que tenemos que afrontar en los próximos años, cuando se produzca este gran envejecimiento de la población nacida en España. Por eso, es clave construir un consenso duradero en torno a una migración legal, segura y ordenada. Al mismo tiempo, tenemos que enfrentar unas situaciones inmediatas de gestión, y ya lo estamos haciendo desde la Secretaría de Estado de Emigración, yo diría día tras día.
Aquí, al mismo tiempo que gestionamos esto, tenemos que perfeccionar nuestros mecanismos de gestión. Tenemos que introducir innovaciones y, sobre todo, tenemos que reforzar nuestro sistema de acogida. …

“… tenemos que prepararnos para, primero, gestionar, desde el lado de la comunicación a corto plazo, que ahora mismo, efectivamente, la prioridad tiene que ser dar oportunidades de trabajo a los españoles que no la tienen, son muchos, y muchos en algunas regiones. Pero, al mismo tiempo que esto es así, tenemos que ser conscientes de que esto que viene hacia adelante, a partir dentro de cinco o seis años, va a ser creciente en el tiempo. España a veces ha tenido problemas por no mirar largo, no tener una visión de largo plazo y solamente concentrase en la gestión del corto. Por tanto, tenemos que articular dos niveles de actuación que son muy importantes y no perder de vista esta dimensión. Por eso, hay que hacer un acuerdo y un pacto, para que ese flujo que nos vendrá sea lo más ordenado, lo más seguro y lo más adecuado a las necesidades del país. Por tanto, debemos hacer frente a un reto demográficamente a medio plazo. Lo que está en juego aquí es mantener nuestro estado de bienestar, para nosotros y todos los países de nuestro entorno”.

IMPORTANTE.  “Al final todo esto que les estoy comentando sobre el consenso nos lleva a la Ley de extranjería del año 2000, que es una ley que tenemos que cambiar —tenemos que cambiar aquí— porque la realidad ha cambiado dramáticamente, porque hay que fortalecer las vías de acceso legal a nuestro país, porque es necesario primar lo ordinario frente a lo extraordinario. Al final —y yo creo que este gráfico es muy claro—, de media, en el periodo 2011-2019 el ministerio termina autorizando casi tantos permisos de trabajo por la vía ordinaria como por la vía extraordinaria a través del arraigo que se produce tras los tres años en España de situación irregular. Prácticamente, lo extraordinario es igual a lo ordinario, y estoy hablando de la media en 2011-2019. Esto no debería de ser así. Debemos de intentar que lo que haya sean procedimientos ordinarios y no procedimientos extraordinarios por la vía, digamos, del arraigo de hecho”.



“Nuestros análisis confirman que, junto a la brecha cuantitativa de nacionalidad, existe un desajuste cualitativo: los extranjeros hacen menos formación en horas de trabajo que los nativos, obtienen menos cursos pagados por la empresa y reciben, en cuatro de cada diez casos, sólo cursos básicos obligatorios para el empresario, como Prevención de Riesgos o Manipulación de Alimentos. Así mismo, la gama de contenidos a la que pueden acceder para formarse es más estrecha que la de los trabajadores nativos. La duración de los cursos y la proporción de formación online es prácticamente la misma.

Los trabajadores extranjeros entienden la formación como una salvaguarda laboral y una señal, destinada a que los empleadores, de que se hayan en un proceso de integración, de ahí que los propósitos que persiguen al realizar los cursos sean mucho más concretos que los que de los españoles. Las barreras declaradas por unos y otros son similares, salvo en el coste de los cursos, la falta de formación adecuada y no reunir los requisitos para realizarla, que son señalados con mayor frecuencia por los inmigrantes y que denotan, entre otras, dificultades para acceder a la información sobre la oferta formativa gratuita o a bajo coste disponible. Adicionalmente, los inmigrantes valoran más positivamente que los españoles los resultados obtenidos con la formación”.

7. Proposición no de Ley presentada por el grupoparlamentario republicano del Congreso de los Diputados, relativa al programa piloto visar dirigido a hijos y nietos de españoles de origen residentes en Argentina, para su debate en la Comisión Interior.  3 de marzo.


«El Congreso insta al Gobierno español a:

1. Prorrogar los visados de búsqueda de empleo del programa piloto visar dirigido a hijos y nietos de españoles de origen según Orden Ministerial 1426/2018 de 26 de diciembre.

2. Equiparar a los trabajadores altamente cualificados y de los que no lo son, en cuanto a la duración de los contratos, sin exigencia de duración mínima en los contratos para la concesión de la autorización de la residencia temporal y trabajo por cuenta ajena a los hijos y nietos de españoles de origen.

3. Reconocer el ejercicio del derecho a la reagrupación familiar de todos los hijos y nietos de españoles de origen, desde su entrada en España y extender la duración de la autorización de residencia temporal y trabajo por cuenta ajena en las mismas condiciones que los profesionales altamente cualificados.

4. Adoptar las modificaciones normativas y administrativas necesarias con el fin de agilizar los trámites para la concesión de la autorización de la residencia temporal y trabajo por cuenta ajena, a los hijos y nietos de españoles de origen.

5. Acelerar las modificaciones normativas necesarias para la concesión de la nacionalidad española a todos los hijos y nietos de españoles de origen.»

8. Instrucción 1/2020 de la Secretaria de Estadode migraciones por la que se habilita a trabajar a menores extranjeros en edad laboral. 6 de marzo.

“PRIMERA
La concesión de la autorización de residencia, expedida a favor de los menores extranjeros, habilitará para el ejercicio de la actividad laboral por cuenta ajena en el momento en el que éstos alcancen 16 años de edad, sin necesidad de ningún otro trámite administrativo en materia de extranjería. Esta habilitación quedará reflejada expresamente en la documentación expedida a su favor, mediante la siguiente leyenda “habilita atrabajar por cuenta ajena”.

SEGUNDA
De acuerdo con el artículo 118.3 del Real Decreto 557/2011, de 20 de abril, por el que se aprobó el Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, la vigencia del reconocimiento de la excepción se mantendrá en tanto duren las circunstancias que motivaron la excepción”.

9. Instrucción 2/2020de la Dirección General de Migraciones sobre la suspensión de los procedimientos enmarcados en la Orden TMS/1277/2019, de 23 de diciembre, por la que se regula la gestión colectiva de contrataciones en origen para 2020. como consecuencia del alcance del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. 25 de marzo.  


El Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, establece en su disposición adicional tercera la suspensión de los plazos administrativos y la disposición adicional cuarta en materia de suspensión de plazos de prescripción y caducidad.

Teniendo en cuenta lo anterior, desde esta Dirección General, de acuerdo con la función que se le atribuye en el artículo 4.1b) del aún vigente Real Decreto 903/2018, de 20 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, y en el marco del Real Decreto 2/2020, de 12 de enero, y del Real Decreto 139/2020, de 28 de enero,

ha resuelto dictar la siguiente Instrucción:

Primero

Los procedimientos enmarcados en la Orden TMS/1277/2019, de 23 de diciembre, por la que se regula la gestión colectiva de contrataciones en origen para 2020 quedan suspendidos atendiendo a la disposición adicional tercera del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo.

Segundo
Cuando la situación del estado de alarma termine, siempre que a su vez se produzca el levantamiento de las restricciones en las fronteras exteriores, esta Dirección General se reserva el derecho de dictar nuevas instrucciones con la finalidad de adaptar los procedimientos iniciados durante esta campaña a las necesidades que existan en ese momento en relación con los procesos regulados por la Orden TMS/1277/2019, de 23 de diciembre, por la que se regula la gestión colectiva de contrataciones en origen para 2020.


10. Orden SND/299/2020, de 27 de marzo, por la que se modifica la Orden SND/232/2020, de 15 de marzo, por la que se adoptan medidas en materia de recursos humanos y medios para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.  BOE, 30.


En la introducción se explica que “la evolución de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 exige adoptar nuevas medidas que suponen una modificación de la referida orden ministerial con las que poder dar respuesta con la necesaria agilidad a la creciente demanda asistencial”. Por ello, se modifica la Orden citada en estos términos:


“Uno. Se modifica el apartado segundo que queda redactado en los siguientes términos:

    «Segundo. Medidas relativas a los profesionales sanitarios en formación.

    1. Se establece la prórroga de la contratación de los residentes en el último año de formación, de las especialidades de: Geriatría, Medicina del Trabajo, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Intensiva, Medicina Interna, Medicina Preventiva y Salud Pública, Neumología, Pediatría y sus Áreas Específicas, Radiodiagnóstico, Microbiología y Parasitología, Enfermería del Trabajo, Enfermería Familiar y Comunitaria, Enfermería Geriátrica y Enfermería Pediátrica. …

Dos. Se modifica el párrafo 1.a) del apartado tercero, que queda redactado en los siguientes términos:

    «1. Se autoriza con carácter excepcional y transitorio la contratación de aquellas personas con grado, licenciatura o diplomatura, y que carecen aún del título de especialista, para la realización de funciones propias de una especialidad en los siguientes supuestos: a) Profesionales que realizaron las pruebas selectivas 2018/2019 y 2019/2020 de formación sanitaria especializada.

    Los profesionales, de cualquier titulación, que realizaron las pruebas selectivas 2018 para el acceso en el año 2019, a plazas de formación sanitaria especializada y que, habiendo superado la puntuación mínima en el ejercicio, no resultaron adjudicatarios de plaza, podrán ser contratados bajo la modalidad contractual prevista en el Real Decreto 1146/2006, de 6 de octubre, por el que se regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud.

    El contrato que se suscriba tendrá una duración de tres meses prorrogables por sucesivos períodos de tres meses.

    Asimismo, se podrá contratar a los profesionales, de cualquier titulación, que realizaron las pruebas selectivas 2019 para el acceso en el año 2020, a plazas de formación sanitaria especializada y que han superado la puntuación mínima en el ejercicio. Podrán ser contratados bajo la modalidad contractual prevista en el Real Decreto 1146/2006, de 6 de octubre, por el que se regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud.

    El contrato que se suscriba tendrá una duración de tres meses prorrogables por sucesivos períodos de tres meses, y se extinguirá en el momento en que el profesional resulte adjudicatario de plaza.»

11.  Orden SND/319/2020, de 1 de abril, por la que se modifica la Orden SND/232/2020, de 15 de marzo, por la que se adoptan medidas en materia de recursos humanos y medios para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. BOE, 3 de abril.

En la introducción se explica que “La necesidad de ir adoptando de manera gradual medidas en esta materia, en función de la continua evolución de la crisis provocada por el COVID-19 y su repercusión en la organización asistencial, exige una nueva modificación de la orden ministerial que dé respuesta al avance de esta crisis en lo que respecta a las dificultades de gestión de los recursos humanos, en particular de los residentes en formación y en la posibilidad de que nuevos grupos de profesionales sanitarios puedan incorporarse a prestar sus servicios en el Sistema Nacional de Salud”.

Las modificaciones son las siguientes:

“Primero. Modificar la Orden SND/232/2020, de 15 de marzo, por la que se adoptan medidas en materia de recursos humanos y medios para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, en los siguientes términos.

   
Dos. Se añade un nuevo apartado 3 al apartado tercero, que queda redactado en los siguientes términos:

    «3. Se autoriza, con carácter excepcional y transitorio, la contratación de aquellos profesionales sanitarios incluidos en el ámbito de aplicación del Real Decreto 459/2010, de 16 de abril, que cuenten con título de Especialista obtenido en Estados no miembros de la Unión Europea siempre que hayan adquirido una formación cualitativa y cuantitativamente equivalente a la que otorga el correspondiente título español de Especialista y se encuentren en la fase de evaluación prevista en el artículo 8.d) del citado real decreto.

    El contrato que se suscriba será de un máximo de tres meses prorrogables por sucesivos períodos de tres meses.
                  



“Los CIE y los CETI

Tras decretarse el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, la Institución comenzó a recibir quejas por la situación en la que se encontraban las personas en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Fernández Marugán pidió la puesta en libertad de estas personas ya que en la situación actual no puede llevarse a cabo su devolución o expulsión. El Defensor recuerda que la privación de libertad de estas personas en estos centros tiene como fin exclusivo asegurar la materialización de su devolución o expulsión.

Fernández Marugán se encuentra en permanente comunicación con la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y con la Secretaría de Estado de Migraciones. Ambos departamentos han comunicado las medidas de coordinación adoptadas que han permitido que ya se esté poniendo en libertad de manera paulatina a los internos derivándoles a los recursos disponibles de acogida humanitaria.

Por otra parte, el Defensor también ha traslado al Ministerio del Interior y al de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones consideraciones sobre la situación en los centros de estancia temporal para inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla. Fernández Marugán, teniendo en cuenta la tradicional sobreocupación de estos dos centros, en los que además, suele encontrarse un número significativo de menores, aboga por continuar con los traslados a la península y evitar así que se puedan producir contagios en unas dependencias que, en su opinión, no están preparadas para tal eventualidad.

Autorizaciones de trabajo y homologación de títulos

Fernández Marugán ha pedido al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la concesión de autorizaciones de trabajo para ciertos colectivos de ciudadanos extranjeros que podrían incorporarse a determinados sectores (sanitario, agrícola o cuidado de personas mayores) que en esta crisis necesitan personal de manera urgente.

Así, el Defensor es consciente de que no es el momento de abordar reformas normativas. Sin embargo, cree que la legislación actual permite dotar de permiso de trabajo a ciudadanos que se encuentran en situación regular en España pero que no pueden acceder al mercado laboral al no contar con autorización de trabajo.

En esta situación se encuentran tanto solicitantes de protección internacional, titulares de la conocida como “tarjeta roja”, como jóvenes extutelados por la Administración, que son titulares de autorización de residencia no lucrativa.

Fernández Marugán recuerda que el Reglamento de extranjería dispone que, en caso de que circunstancias de naturaleza económica, social o laboral lo aconsejen, el Consejo de Ministros podrá dictar instrucciones para la concesión de autorizaciones de residencia temporal y/o trabajo, que podrán quedar vinculadas temporal, por ocupación laboral, o territorialmente, en los términos que se fijen en aquellas.

En este sentido, para paliar la falta de personal en ciertos ámbitos, el Defensor también ha formulado una recomendación a la Dirección General de Ordenación Profesional y a la Secretaria General de Universidades para que facilite la incorporación de los profesionales sanitarios que en el momento actual permanezcan a la espera de finalizar la homologación o reconocimiento de su formación sanitaria. …”.   

Buena lectura.

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