Introducción.
1. El próximo
viernes, 2 de febrero, nos reuniremos en el campus de Getafe de la Universidad
Carlos III un buen número de personas de diferentes ámbitos profesionales,
interesadas sobre la temática de las relaciones de trabajo y muy especialmente
de todos los cambios que se están operando, y de los que vendrán en el
inmediato futuro, en las mismas.
Esta iniciativa
interuniversitaria, que se enmarca en las actividades puestas en marcha por la
Organización Internacional del Trabajo sobre el futuro del trabajo y que culminarán
en la Conferencia internacional de 2019, año del centenario de su creación, tiene
por finalidad, tal como puede leerse en la pagina web de la OIT, “promover la
conformación de nodos de conocimiento sobre cada uno de los temas relacionados
con el futuro del trabajo que permitan el intercambio de información y
elaboración colectiva entre investigadores/as de forma interdisciplinaria y
contribuir así al debate que se está dando”.
La amplitud y
diversidad de la temática que será objeto de atención en los numerosos grupos
de trabajo demuestra tanto el carácter pluridisciplinar del encuentro como el
interés por abordar de forma transversal asuntos y problemas que afectan e
interesan no sólo a una de las parcelas del conocimiento sino a varias, y baste
ahora, por poner un ejemplo muy conocido, citar cómo afecta el debate, y su
concreción en la realidad cotidiana, sobre la economía de plataformas y su
afectación al derecho, la economía, o la gobernanza del trabajo.
La celebración de
esta reunión es una buena excusa (no era ciertamente necesaria, pero no era
cuestión tampoco de desaprovechar esta excelente oportunidad) para recordar que
en los próximos meses se celebrarán varios congresos de ámbito internacional
sobre la temática global del futuro del trabajo y de los que deseo dejar
referencias en mi texto, sin olvidar el ya celebrado el pasado año en Madrid,
la conferencia nacional tripartita sobre “El futuro del trabajo que queremos”,habiendo sido publicados recientemente los dos volúmenes que recogen todas lasintervenciones institucionales y las muyricas y varias aportaciones de la doctrina científica universitaria, con gran
presencia del mundo laboralista.
Por ello,
recordaré en la primera parte de este texto cuáles son su contenido y algunas
de las finalidades que, según la organización de cada uno de ellos, se pretende
lograr con su celebración, para poner de manifiesto la importancia que está
adquiriendo a escala internacional, sin duda como consecuencia del impulso dado
por la OIT, el debate sobre los cambios en el mundo del trabajo, influenciados
por la tecnología, la demografía o la globalización.
No sólo son los
congresos los que abordan los cambios que se dan en el mundo laboral, sino que
también son objeto de atención en reuniones de trabajo de foros
internacionales, como la OCDE, en grupos pluridisciplinares de expertos en
ámbitos nacionales, como la Comisión creada en Alemania, o en estudios de campo
sobre la realidad de las empresas tecnológicas, como el recientemente llevado acabo por la profesora Mari Luz Rodríguez y el profesor Daniel Pérez del Prado.
También deben merecer algunas referencias concretas en esta entrada y serán
objeto de mi atención en la segunda parte.
El futuro del
trabajo y el impacto de la tecnología, es decir principalmente de cómo afectan
los procesos de digitalización y robotización de actividades productivas, tanto
sobre las personas trabajadoras como sobre sus concretas condiciones de
trabajo, está mereciendo especial atención por parte de la doctrina laboralista
en revistas especializadas. Más aún, la economía de plataformas (prefiero este
término al más habitualmente utilizado de economía colaborativa porque creo que
muchas de las empresas que suelen incluirse en los análisis no tienen
precisamente la nota de colaboración entre los sujetos implicados en su ADN)
cada vez está siendo objeto de mayor interés por la joven (utilizo esta término
en un sentido bastante amplio o flexible) doctrina iuslaboralista, como lo
prueban igualmente los numerosos artículos publicados en los últimos tiempos,
de los que aquellos que he seleccionado para referenciar son sólo evidentemente
una pequeña muestra y que no implican en modo alguno que no haya otros del
mismo valor en otras revistas y publicaciones. La tercera y cuarta parte prestarán atención a
esta problemática.
En fin, en todos
nuestros debates la problemática de la inmigración aparece de forma recurrente,
con toda razón ya que el fenómeno migratorio forma parte indisoluble de la
realidad económica y social de nuestro tiempo, como lo ponen de manifiesto los
informes periódicos de la OIT y de otros foros internacionales, y desde luego
en España no es en modo alguno, ni mucho menos, una excepción. Por ello,
también dedicaré un apartado, el quinto, de este texto a algunas recientes
aportaciones de índole internacional y
europeas, y a la aportación de datos estadísticos recientes sobre la situación
en España, tanto por lo que respecta a la problemática estrictamente laboral
como por lo que respecta a los datos más generales disponibles sobre la
presencia de personas extranjeras, comunitarias o extracomunitarias, en nuestro
país.
2. El Sr. Joaquín
Nieto, director de la Oficina de la OIT para España, estuvo en la Universidad
Autónoma de Barcelona el 24 de enero, para la firma, con la rectora de la UAB,
Dra Margarita Arboix, de un memorando de entendimiento, promovido por la
Facultad de Derecho, para poner en marcha nuevas colaboraciones entre ambas
instituciones. En una entrevista publicada en la página web de la UAB el día25, el director formula manifestaciones de indudable interés sobre el cambio
tecnológico, los procesos migratorios, y sus influencias sobre el mundo del
trabajo, que reproduzco a continuación por su directa y muy estrecha relación
con los debates que tendrán lugar en la reunión de 2 de febrero.
“P. La tecnología
parece avanzar más rápido que nuestra capacidad de adaptar el mercado de
trabajo. ¿Es así?
R. Siempre ha sido
así. Las revoluciones tecnológicas siempre han determinado las formas de
producción y estas han influido en las formas del trabajo. Crean riesgos, pero
también oportunidades. Un ejemplo: ahora mismo, una de las características del
trabajo que viene de la mano de la digitalización es que está cada vez más
fragmentado. Y la fragmentación ha llevado a las cadenas mundiales de
suministro: ya hay más de 600 millones de trabajadores en ellas. Esta manera de
trabajar establece riesgos porque a menudo se traslada la producción a países
donde no se respeta los derechos laborales, o hay trabajo infantil, o hay trabajo
forzoso ... Pero, al mismo tiempo, tenemos la oportunidad de influir sobre el
conjunto de la cadena. Ya se ha firmado unos 200 acuerdos entre empresas
multinacionales y federaciones sindicales mundiales, acuerdos que tratan de
garantizar que, a lo largo de todo el proceso productivo, se cumple un mínimo
de derechos laborales.
P. En el siglo
XIX, fue el fenómeno del ludismo, pero ahora parece más preocupante el problema
del racismo y el recelo contra los inmigrantes entre las clases trabajadoras.
¿Cómo podremos detener este problema a largo plazo?
R. Es una cuestión
muy importante para que las tendencias demográficas, en un mundo muy desigual
como este, están provocando unos movimientos migratorios impresionantes. Hoy
hay 250 millones de migrantes en el planeta. La mayoría de las migraciones son
laborales, pero también hay millones de refugiados, y hay una nueva fuente de
migraciones forzadas que es el cambio climático (fenómenos climáticos extremos
que generan sequía, hambre, pérdida de hogares ...). Los 250 millones de
migrantes son el doble de los que había a principios del siglo XXI y la mitad
de los que habrá de aquí a quince años. Es decir, vamos a un mundo con
quinientos millones de migrantes que requerirán respuestas laborales e
influirán en los mercados de trabajo. Gestionar esto de una manera inclusiva es
una condición sine qua non para tener convivencia social”
3. Una última
observación en esta introducción: el artículo no es, como fácilmente podrá
comprobarse a continuación de índole doctrinal, sino sólo de ordenación y
recopilación, con alguna reflexión propia cuando lo he considerado necesario,
de toda la documentación que he seleccionado.
Además, y en
atención justamente a que se trata de un artículo que versa sobre el futuro del
trabajo y la influencia en el mismo de la tecnología, he tratado de que todos
los textos referenciados dispongan de acceso abierto en la red para su libre
acceso por parte de todas las personas interesadas, y creo que, con algunas
excepciones que obligarán a los lectores y lectoras a acceder por otras vías a
las publicaciones, que así lo he conseguido.
4. Y para acabar,
ahora ya sí, me permito reproducir un breve artículo que publiqué en la página
web de la Comunidad Cielo Laboral en 2016, titulado “Mundo laboral: aprenderdel pasado, cambiar el presente, mirar hacia el futuro”, porque creo que sigue
siendo plenamente válido y que encaja perfectamente con los debates que tendrán
lugar el próximo viernes en la UC3M y por supuesto también en los próximos
congreso y reuniones internacionales.
“Aprender del
pasado. Durante mucho tiempo a lo largo de toda la historia no existieron las
relaciones laborales, no existió el marco normativo laboral y de protección
social tal como lo entendemos en la actualidad, pero sí hubo muchas, muchísimas,
personas que pusieron su fuerza de trabajo a disposición de otras que se
lucraron con su actividad. La explotación acelerada de gran parte de la
población desplazada a las fábricas llevó a la organización del movimiento
obrero y a la creación de organizaciones sindicales para la protección y
defensa de los (entonces casi inexistentes) derechos de los trabajadores.
Nuestros antepasados contemplarían hoy con orgullo cómo ha cambiado el mundo
del trabajo y cómo la regulación de derechos en materia de tiempo de trabajo,
por ejemplo, es considerado como el ADN de una parte importante (no toda, ni
mucho menos) de la regulación laboral. Sin su lucha, en condiciones muy
difíciles y que podía implicar penas de prisión, despidos fulminantes y
aparición en “listas de trabajadores indeseables”, el mundo del trabajo muy
probablemente no sería el que es en la actualidad. Aunque cada vez hay menos
tiempo en las actividades docentes para explicar cuál es la historia del
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, nunca convendrá olvidar el
pasado, aunque sólo sea para saber que el presente encuentra gran parte de su
origen en aquel.
Cambiar el
presente. Y entonces, si tanto hemos cambiado y hemos mejorado en poco menos de
dos siglos, me preguntarán por qué hemos de cambiar el presente. Pues porque el
mundo del trabajo es extraordinariamente dinámico y mucho más desde que la
introducción de la tecnología (no utilizo la expresión “nuevas tecnologías”
porque esta hace sonreír, y con razón, a los jóvenes nativos digitales) ha
posibilitado cambios extraordinarios en las relaciones entre el tiempo, el
lugar y la prestación de trabajo. Si para muestra vale un botón, fijémonos en
los numerosos congresos y reuniones que se celebran bajo el título de cambiar,
pensar o repensar el mundo del trabajo, en los que se debate, discute y analiza
el entorno productivo, la capacitación y aptitudes profesionales, el talento
necesario para llevar a buen puerto un proyecto, o la adaptación de las
condiciones de trabajo a una cada vez mayor diversidad en el seno de la
población trabajadora, y así podríamos seguir con muchas más cuestiones que
impedirían acabar mi artículo en la extensión requerida por esta revista.
Cambiar el presente sí, y desde la certeza, datos estadísticos la avalan, de
que sigue habiendo un elevado porcentaje de población que cada día, a través de
las múltiples formas jurídicas existentes, por medio de vías regulares,
irregulares o informales (¡cuántos estudios de la OIT hay al respecto, y qué
útiles son para conocer la realidad mundial y no sólo la de nuestra pequeña
parcela laboral en la que nos movemos diariamente!) vende su fuerza de trabajo,
presta sus servicios para otros sujetos, empleadores, ya sean personas físicas
o jurídicas, que retribuyen aquella prestación. Cambiar el presente es
conseguir que las condiciones laborales respondan al reto de una población
trabajadora, y empresarial, que se inserta en una realidad económica cada vez
más global y que condiciona las decisiones productivas que se adoptan, y en
donde no sólo el salario sino otras condiciones laborales como por ejemplo la
formación, la posibilidad de conciliar adecuadamente vida propia y vida
laboral, el ser “escuchado” y participar en la organización de tu trabajo, son
cada vez más importantes. Y en esta tarea, sigue siendo necesaria la
participación de los sujetos colectivos, de los agentes sociales, en suma, de
las organizaciones sindicales y empresariales para regular en cada sector
aquello que sólo puede hacerse de forma general en el ámbito político internacional,
europeo y estatal.
Mirar hacia el
futuro. No sirven, al menos para las personas de edad avanzada como es mi caso
(educada expresión con la que la OIT se refiere a las personas de 55 a 64
años), las meras lamentaciones de aquello que existió en poco más de treinta
años, desde el final de la segunda guerra mundial hasta mediados de los años
setenta del pasado siglo XX, y que ha ido cambiando al hilo de opciones
políticas claramente dirigidas a desmontar (aunque no lo hayan conseguido
plenamente ni mucho menos) el estado de bienestar (en una parte minoritaria del
planeta), y reclamar su recuperación. Mirar hacia el futuro es comprender que
el mundo del trabajo debe atender a los retos antes apuntados y dar voz a todas
las personas que tienen mucho que decir, en un marco de relaciones laborales
que debería ser cada vez menos jerarquizado y más participativo, aunque sigan
existiendo relaciones de trabajo subordinadas, que cada vez se combinarán más,
que sea de forma voluntaria o involuntaria es otra cuestión, con proyectos
emprendedores o de autoocupación puestos en marcha por jóvenes, y no tan
jóvenes, que desean ser sujetos activos y no meramente pasivos de la vida
económica y social. En este proceso, el Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social debe adaptarse, sin duda, para no perder sus señas de identidad, que no
son otras que la protección y defensa de las personas más necesitadas de
aquella y que siguen siendo muchas, muchos millones, en todo el planeta. Cobra
importancia, cada vez mayor, el papel de las organizaciones internacionales y
supraestatales, y cada vez es más necesaria la implicación de los agentes
sociales a escala internacional.
Por consiguiente,
aprender del pasado es necesario, cambiar el presente es una tarea obligada, y
mirar hacia el futuro es algo que se impone por la fuerza de las cosas.
Esperemos y deseemos que desde el mundo académico, en el que se inserta la red
CIELO, se contribuya activamente a ello”.
Primera parte. Referencia a diversas reuniones y
congresos de próxima realización que debatirán (o que ya han debatido) las
cuestiones referenciadas en el título.
I. I encuentro universitario de investigadores,
personas expertas y redes sobre el futuro del trabajo. 2 de febrero de 2018. UC3M.
Tal como se indica
en el programa del Encuentro, los temas que serán abordados en los grupos de
trabajo serán los siguientes:
“1.1. Cambio tecnológico [Impactos, riesgos
y oportunidades de la digitalización y automatización]
1.2. Evolución demográfica y tendencias
migratorias [Efectos de la desigual evolución de la pirámide demográfica en los
mercados de trabajo]
1.3. Cambio climático y otros desafíos
ambientales [Transición energética, empleos y nuevos modelos productivos,
empleos verdes, economía circular]
1.4. Trabajo, personas y organización
social [Rol del trabajo para las personas y para la sociedad / tiempo de
trabajo / trabajos remunerados y no remunerados y conciliación]
2.1. Situación y perspectivas del trabajo
decente [Principios y derechos fundamentales del trabajo / ODS / economía
informal tradicional / salarios / salud laboral, etc.]
2.2. Empresas y derechos humanos
[Responsabilidad social empresarial, nuevos instrumentos de Naciones Unidas]
2.3. Protección social y fiscalidad [Estado
del bienestar, presente y futuro / Meta 1.3 de los ODS / nuevos sistemas renta
básica universal/mínima/etc. / reformas fiscales para nueva protección social /
fiscalidad verde / exclusión social y desigualdades]
3.1. Cadenas mundiales de suministro
3.2. Gig economy, crowdworking, uberización
y otras formas análogas de trabajo
3.3 Cooperativas y economía social
4.1. Derecho del trabajo [Regulación de las
nuevas formas de trabajo / Normas internacionales del trabajo / rol de la OIT]
4.2. Diálogo social, negociación colectiva
y transición justa
4.3. Sindicatos
4.4. Organizaciones empresariales”
II. Congreso internacional “Innovación tecnológica yfuturo del trabajo: aspectos emergentes en el ámbito mundial”. Santiago deCompostela 5 y 6 de abril de 2018. USC. Dirección académica: Dra. Lourdes López
Mella.
En su presentación
se afirma: “El imparable desarrollo digital, la constante y exponencial
innovación tecnológica, la inteligencia artificial, la robótica, la impresión
3D, el Big Data y las nuevas – novísimas- tecnologías de la información y
comunicación (NTics), con todo tipo de dispositivos informáticos, incluidos los
teléfonos inteligentes de última generación y sus sofisticadas aplicaciones
informáticas conectadas a Internet, son potentes factores que están confluyendo
simultáneamente en una misma época y provocando cambios nunca antes vistos. En
efecto, la coincidencia de todos estos elementos tecnológicos está generando
una nueva manera de trabajar y vivir que se presenta como auténticamente
disruptiva y que ya se designa como la “Cuarta Revolución Industrial”, la cual
va a marcar el futuro del trabajo en el mundo, tal y como ya están reconociendo
todos los organismos internacionales, entre ellos, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT)”.
Los temas de estudio del Congreso versan sobre la
innovación tecnología y su impacto en tres ámbitos de las relaciones de trabajo
como son el empleo, el contrato individual de trabajo y las relaciones
colectivas. En la presentación se explica que el impacto digital, calificado de
revolucionario, puede abordarse desde los tres ámbitos reseñados, en los
siguientes términos:
“El primero es el de “innovación tecnológica y su efecto en la creación
o destrucción de empleo, en general”, esto es, los sectores económicos e
industriales más afectados por el desempleo tecnológico o más beneficiados por
las nuevas oportunidades de empleo que surgen, las nuevas formas de empleo
derivadas de los referidos instrumentos informáticos de trabajo, las plataformas
digitales como modelo de negocio, las nuevas competencias profesionales
requeridas, las exigencias de formación de los nuevos trabajadores, la no
discriminación en los empleos tecnológicos, la brecha digital, competencias y
responsabilidad de las autoridades gubernativas y las Administración pública
educativa en este ámbito y otros aspectos similares. También aquí se pueden
analizar los efectos de la robótica en el empleo y la Industria 4.0 como
modelos económicos futuros.
El segundo frente es el de “innovación tecnológica y su impacto en el
contrato de trabajo individual”, lo que exige analizar aspectos novedosos y
emergentes respecto del reequilibrio entre las posiciones de las partes
contractuales en el ámbito digital: el ejercicio del poder de dirección del
empresario frente a los derechos fundamentales del trabajador, como la
privacidad, la libertad de expresión e información de los trabajadores y sus
representantes legales y sindicales; el control de los trabajadores a través
de sistemas informáticos avanzados (sistemas de geolocalización,
microimplantes, programas informáticos espía), el secreto de las comunicaciones
en el uso de las nuevas Tics en cuanto herramientas de trabajo; la protección
de datos personales; los deberes de buena fe y no competencia contractual del
trabajador a través de acciones desarrolladas con estos nuevos instrumentos
informáticos. En este ámbito, también se examina el poder de dirección
del empresario a la hora de determinar el tiempo de trabajo y descanso
del trabajador, lo que se relaciona con el respeto a la vida privada, la conciliación y la salud de este. Aquí se abordarán aspectos
como el derecho a la desconexión digital y la protección frente a los riesgos
psicosociales, que velan por un trabajo decente. En fin, las nuevas
aplicaciones informáticas, redes sociales y sus contenidos digitales (emails,
WhatsApp y similares) también plantean dudas en el ámbito judicial, a efectos
de su validez como medio de prueba electrónica, que conviene abordar.
Y el tercer frente es el de “innovación tecnológica y su impacto en las
relaciones colectivas”. Cuando se trata de empleo, resulta necesario tener
en cuenta los procesos de negociación colectiva y defensa de los
intereses de los trabajadores, en los que los sindicatos y representantes
legales de estos también se ven afectados por las nuevas tecnologías.
Conviene analizar aquí el uso de estas como potencial instrumento sindical (reuniones
virtuales, voto digital, huelga tecnológica) con sus límites, ventajas e inconvenientes”.
III. Transformaciones del trabajo: desafíos para lossistemas nacionales de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. XXIICongreso Mundial de la Sociedad Internacional de Derecho del Trabajo y de laSeguridad Social (SIDTSS). Turín, 4 a 7 de septiembre de 2018.
Según se explica
en la presentación del Congreso, este es “una llamada a un debate internacional
sobre las últimas tendencias y problemas en el cambiante mundo del trabajo, que
reunirá a académicos y profesionales de todo el mundo para discutir temas
relevantes de actualidad. El Derecho del Trabajo y los sistemas de Seguridad Social
siguen siendo áreas de erudición y prácticas jurídicas interesantes,
desafiantes y en rápido movimiento. El XXII Congreso Mundial de la SIDTSS
promete ser un evento importante, inspirador y de colaboración. Se presentarán
y debatirán los siguientes temas principales, que son el resultado de los siete
grupos de investigación internacionales creados para este evento”.
De los siete
grupos de trabajo (trabajadores informales, trabajadores migrantes, comercio
mundial y trabajo, organización, productividad y bienestar en el trabajo,
Convenios colectivos transnacionales, nuevas formas de Seguridad Social, y el
papel del Estado y las relaciones industriales), deseo ahora destacar las
referencias que se contienen a dos ellos, de especial relevancia a mi parecer
para abordar el futuro del trabajo. Me refiero a los trabajadores migrantes,
por una parte, y al papel del Estado y las relaciones industriales por otra.
Respecto de los
primeros, el documento del Congreso expone lo siguiente: “Muchos factores han dado lugar a que la
migración de personas adquiera una nueva y dramática dimensión: la
globalización económica, las divergentes condiciones de trabajo y de vida en
las distintas partes del mundo, los conflictos políticos y civiles en varias
regiones que obligan a que grupos enteros se vean obligados a emigrar. La
presión que están ejerciendo los distintos tipos de migración está afectando
los estados nacionales y las comunidades en distintos niveles.
Se han realizado algunos progresos en la definición
del estatuto jurídico de los migrantes, estableciendo las obligaciones
generales a cumplir para respetar los derechos humanos básicos. Sin embargo, es
necesario prestar mayor atención, teniendo también en cuenta la expansión de
esta tendencia, a cuestiones como la elevada tasa de desempleo, el riesgo de
explotación, la trata y la segregación social, la falta de protección social
adecuada que hacen que los trabajadores migrantes sean más vulnerables que
otros empleados.
Dicha vulnerabilidad y distorsión conlleva, entre
otros efectos, la trata de trabajadores. Este fenómeno ha suscitado un renovado
interés debido a las tendencias cambiantes en los flujos migratorios y en la
globalización de la fuerza laboral.
- El grupo de investigación debería conceder prioridad a algunos aspectos de las tendencias migratorias, en particular a los trabajadores migrantes.
- Debe determinar cómo encontrar nuevas medidas nacionales e internacionales para regular el flujo de trabajadores migrantes a escala nacional y continental de una manera socialmente sostenible.
- Debe determinar cómo combinar las inspecciones y los controles de seguridad necesarios para garantizar la aceptación social de los migrantes mediante medidas destinadas a promover su integración en las comunidades civiles y en los mercados de trabajo.
- Qué disposiciones específicas son eficaces para proteger a los trabajadores migrantes contra la explotación laboral y favorecer su empleabilidad en la economía formal”.
Respecto del segundo, se afirma que “La globalización
de los mercados está cambiando las relaciones tradicionales de poder entre los
países y entre sus instituciones. En qué medida está alterando el papel y el
poder de los Estados nacionales, sigue siendo una cuestión abierta. La cuestión
es de especial importancia con respecto a las relaciones laborales, porque los
estados nacionales han jugado en la mayoría de los países un papel importante
en la fundación y desarrollo de las relaciones e instituciones colectivas de
trabajo.
Este grupo de investigación analizará en particular:
- el impacto de la globalización sobre la reglamentación nacional de los diversos aspectos de las relaciones laborales: derechos y la representatividad de los actores sociales, la estructura de la negociación colectiva y los efectos, la huelga y otras actividades de confrontación;
- las viejas y las nuevas formas de intervención del Estado en las relaciones industriales: la legislación, las directrices de la soft law (legislación blanda), la mediación y la conciliación, la promoción de pactos sociales, etc. ;
- las reacciones nacionales a los acuerdos comerciales globales: cláusulas sociales y otras medidas para prevenir el dumping social, la promoción de las prácticas de comercio justo, el apoyo a la negociación colectiva transnacional, las condiciones para las inversiones extranjeras y la movilidad laboral, etc.;
- la cooperación entre los Estados y las instituciones nacionales para supervisar los efectos del comercio interestatal y garantizar el cumplimiento de los acuerdos transnacionales”.
IV. 2º Congreso Mundial Cielo Laboral 2018. “Cuartarevolución industrial y globalización: la protección del empleo, la salud yvida privada de los trabajadores ante los desafíos del futuro” 12 y 13 de
octubre de 2018. Universidad de La República. Facultad de Derecho Montevideo
(Uruguay)
En la presentación
del Congreso se destaca que “actualmente, hay dos aspectos que son claves para
el presente y el futuro de la vida de las personas y, por supuesto, del mundo
del trabajo. Estos dos aspectos son, por un lado, la incipiente –y así ya
denominada- Cuarta Revolución Industrial y, por otro, la globalización de la
economía, la política y hasta la vida social de las personas”. Inmediatamente a
continuación, pasa a efectuar una breve descripción de cuáles son los temas que
deberán merecer la atención de todas las personas participantes.
“I. EL EMPLEO ANTE
LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LOS DESAFÍOS DEL TRABAJO DEL FUTURO
-Aparición de
nuevos yacimientos de empleo, start ups, gig economy, nuevas formas de empleo,
plataformas informáticas, profesiones que emergen y otras que desaparecen.
-Robótica, empleo
y globalización. Inteligencia artificial en el sector legal.
-La relación
laboral en vínculos de semi-dependencia (falsos autónomos, crowdworker,
knowmad, trabajador “new collar”).
-La formación
profesional como protección del trabajador: la formación profesional como
derecho de todo trabajador que contribuye a la mejora de la calidad del empleo,
la competitividad y la productividad; el rol de los actores sociales y de las
Instituciones públicas y privadas en la planificación, instrumentación y
evaluación de la formación profesional; la formación profesional y la práctica
en los centros de trabajo. La coordinación de la educación formal y los
sistemas de formación profesional; nuevas modalidades de contrato/formación de
trabajo; la revalorización del contrato de aprendizaje; la educación y la
formación profesional y la formación permanente a lo largo de la vida y el
papel de la Administración y el sistema educativo.
-Impacto de las
novísimas Tics en la relación laboral, especialmente en el ejercicio del
control empresarial y en el respeto a los derechos de los trabajadores, como el
de la privacidad. La prueba vinculada a las tecnologías de la información en el
proceso laboral.
-Empleo,
negociación colectiva y orden público laboral.
-La nueva gestión
de los recursos humanos en la empresa cambiante del futuro.
-Globalización,
cadenas mundiales de suministro y su impacto en el empleo. Acción sindical
internacional, negociación colectiva, códigos de conducta y las posibles
medidas de conflicto colectivo que se puedan adoptar ante los abusos de la
globalización. Tendencias de desglobalización y proteccionismo laboral y su
impacto en el estatuto jurídico de los trabajadores migrantes en economías
dominantes con políticas migratorias restrictivas de entrada de no nacionales
(Estados Unidos y Reino Unido).
-Globalización y
trabajo decente. El diálogo social para la eliminación del trabajo informal.
II. LA SALUD DEL
TRABAJADOR ANTE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA GLOBALIZACIÓN
-Tiempo de trabajo
y descanso. Derecho a la desconexión. Bienestar personal y calidad en el
trabajo.
-Flexibilidad
laboral, competencias de los representantes y salud de los trabajadores.
-Enfermedades
crónicas y relación laboral y viabilidad de sistemas de seguridad social
públicos, emergencia de instrumentos de la seguridad social complementaria.
-Riesgos
psicosociales y nuevas Tics.
-El sistema
público de salud y las prestaciones sociales públicas en el ámbito sanitario.
-Envejecimiento de
la clase trabajadora y los sistemas de protección social.
-La renta mínima
universal y protección de los trabajadores.
-Papel de los
agentes sociales y prevención de riesgos laborales.
-Cambio climático
global y consecuencias para la salud de los trabajadores. Papel de la
negociación colectiva.
-El efecto de los
cambios demográficos en una empresa globalizada, especialmente, en el diálogo
intergeneracional, el envejecimiento activo, la gestión de la diversidad, el
aumento de la calidad del trabajo o, en fin, en la prevención de riesgos
laborales.
III. LA VIDA
PRIVADA DEL TRABAJADOR ANTE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA GLOBALIZACIÓN
-Protección de
datos de personales y relación laboral.
-Acoso y
vulneración de derechos fundamentales de los trabajadores en las redes sociales
o en el uso del ordenador u otros instrumentos informáticos.
-Conciliación de
la vida privada y laboral (nueva propuesta de Directiva europea de 2017).
Trabajo a tiempo parcial como elemento de conciliación.
-Nuevas formas de
trabajo y vida privada del trabajador en una economía global.
-Nuevas medidas de
control empresarial (micro-implantes) y vida privada del trabajador.
-No discriminación
de los trabajadores por raza, sexo, religión u otro motivo en una economía
global. Medidas de integración social.
-Libertad
religiosa de trabajadores extranjeros y relación laboral.
-Objeción de
conciencia y relación laboral.
-Maternidad,
cuidado de familiares y sistema público de protección social”.
V. “El futuro del trabajo que queremos. Conferencianacional tripartita. 28 de marzo de 2017. Madrid.
Como he indicado
en la introducción, no solo me refiero a los encuentros y congresos que tendrán
lugar más adelante, sino que también hay que mencionar, por su importancia y
porque no deja de ser un referente indirecto de la jornada a celebrar el 2 de
febrero en la UC3M, la Conferencia Nacional Tripartita, organizada a instancias
de la OIT y del gobierno de España sobre “El futuro del trabajo que queremos”,
y de cuyas aportaciones ya he ido dejando cuenta en anteriores entradas del
blog.
Ahora, ya
disponemos de todas las intervenciones (institucionales y académicas) de la
Conferencia, que sin duda deben ser objeto de atenta lectura por quienes están
interesados en los cambios en el mundo del trabajo. Afortunadamente, también
disponemos de una excelente síntesis de los debates llevados a cabo en el seno
de los diferentes grupos de trabajo, que por su interés reproduzco a
continuación.
“Conversación I.
TRABAJO Y SOCIEDAD
– La relación
entre persona y trabajo es indisoluble.
– Si bien el
trabajo tiene un gran impacto en la persona y su desarrollo, la sociedad
también provoca efectos en el trabajo y en su organización.
– Es necesario
recuperar la centralidad del trabajo en el debate económico, social y político.
El trabajo no se puede percibir como una mercancía.
– Los avances
tecnológicos son ineludibles. Habrá transformación y no solo destrucción o
creación de empleos. Superar las visiones apriorísticas tecno-optimistas y
tecno-pesimistas es necesario.
– Adoptar un
enfoque de presente continuo, observando tanto las oportunidades como los
riesgos ayudará a afrontar los desafíos ante los que nos encontramos y a diseñar
políticas negociadas de transición que reflejen mejor las necesidades de la
sociedad.
– Diseñar una
estrategia país donde se priorice la inversión en innovación, desarrollo y
formación continua y se trate de cerrar la brecha digital será un elemento
fundamental para situar a España a la altura de otros países en avance digital.
Conversación II.
TRABAJO DECENTE PARA TODOS
– El concepto de
trabajo se transforma, surgen nuevos modelos de relaciones laborales y nuevos
modelos de trabajo y de trabajadores. Se difuminan conceptos como centros de
trabajo, horario, la frontera entre trabajo dependiente/independiente se
debilita. Existe incertidumbre acerca de las consecuencias de esta
transformación que posee tanto aspectos positivos como negativos. En cualquier
caso, dependerá de nosotros y de las políticas de empleo y relaciones laborales
que pongamos en marcha la posibilidad de tener el futuro del trabajo que
queremos.
– Ante todos estos
cambios, no podemos prescindir del objetivo de pleno empleo ni del trabajo
decente de calidad para todos y de la protección social, que deben estar en el
centro del debate.
– La inversión en
educación, en formación profesional y en los nuevos sectores emergentes, como
la economía verde y el cuidado de las personas va a ser fundamental.
– El papel del
marco regulatorio es esencial, y es imprescindible adaptar y/o establecer
reglas mínimas y elementos suficientes para generar políticas inclusivas.
– Se refuerza el
papel de la inspección de trabajo para proteger las condiciones de trabajo y
evitar el fraude, así como su actuación preventiva.
Conversación III.
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
– Los criterios
que definen la relación laboral están cambiando, es importante definir las
nuevas formas de trabajo, sus características, responsabilidades y derechos
asociados.
– El trabajo
autónomo debe ser una fuente de empleo decente con derechos asegurados.
– Con los avances
de la tecnología es posible realizar no pocas actividades y responsabilidades
sin necesidad de una presencia física, por lo que es necesario reconsiderar
ciertos elementos de las condiciones de trabajo para garantizar el tiempo libre
y el descanso.
– La tecnología
debe permitir una simbiosis de la máquina y la persona de forma que los robots
ayuden a que los trabajadores sean más productivos y se les evite las tareas
pesadas e insalubres y así, evitar riesgos.
– Con los avances
tecnológicos, habrá cambios en los perfiles de puestos de trabajo más
repetitivos, y serán destruidos o sustituidos por otros con mayor valor añadido
que no puedan realizar robots. Por ello, la inversión en formación en
innovación, creatividad, solución de problemas y habilidades sociales,
emocionales y comunicativas será fundamental para garantizar que las
habilidades de la fuerza laboral se ajustan a las necesidades de las empresas.
Conversación IV.
LA GOBERNANZA DEL TRABAJO
– La
Administración del trabajo es gestión, pero es a la vez mucho más: es acción
política y normativa, inspección, y diálogo social.
– El rol de las
organizaciones sindicales y de empleadores podría verse debilitado ante las
nuevas formas de relaciones laborales, por lo que trabajarán para que su papel
crucial en la gobernanza del trabajo siga presente en el futuro.
– El dialogo
social y la negociación colectiva, como fuente jurídica, deberían extenderse y
modernizarse tanto a nivel nacional como internacional, respondiendo a las
nuevas realidades.
– Emergen nuevas
formas de gobernanza surgidas de los Acuerdos Marcos Internacionales y de la
Responsabilidad Social Empresarial.
– El papel de la
OIT como institución internacional tripartita deber ser clave para establecer,
dentro del dialogo social, un marco legal internacional adaptado a estas nuevas
realidades.
– Necesidad de
promover la negociación de una transición justa para todos ante los retos del
futuro del trabajo”.
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