1. Se han
publicado recientemente algunos informes sobre la población extranjera en
España y en Cataluña que aportan datos muy interesantes para acercarse a la
realidad cuantitativa de la población extranjera, aunque no es menos cierto que
de dichos informes también pueden extraerse algunos datos sobre la situación
cualitativa de aquella en el mercado laboral.
Realizo a
continuación una síntesis de todos aquellos que me han parecido más significativos
y que complementan los expuestos con anterioridad en otras entradas. Pero antes
de ello, destaco que en el ámbito internacional la información estadísticafacilitada el pasado 10 de julio por Eurostat sobra la población de la UniónEuropea a 1 de enero de 2015 pone de manifiesto que se produjo un incremento
sobre el año anterior de 1,3 millones, pasando de 506.900.000 residentes a
508.200.000, y que el incremento natural (resultado de restar las defunciones –
4,9 millones – a los nacimientos – 5,1) fue sólo de 200.000 personales, por lo
que el incremento restante de 1,1 millones (85,5 % del total) corresponde al
saldo migratorio. Más importante aún: diez Estados habrían tenido una variación
negativa de computarse únicamente los nacimientos y defunciones, por lo que su
saldo positivo se debe única y exclusivamente al fenómeno migratorio (Bulgaria,
Alemania, Francia, Croacia, Italia, Letonia, Hungría, Portugal, Rumanía y
Serbia).
2. El Instituto
Nacional de Estadística publicó el pasado 25 de junio los datos provisionalesde las cifras de población a 1 de enero de 2015 y la estadística de migraciones2014. La población residente es de 46.439.864 habitantes, una reducción de
72.335 sobre la misma fecha del año anterior. El crecimiento natural fue
positivo en sólo 29.974 personas, mientras que el saldo migratorio, resultante
de computar la inmigración procedente del extranjero y la emigración con
destino a otro país, fue negativa, con 307.035 inmigrantes y 409.343 emigrantes,
en el bien entendido que de los datos de emigración cabe reseñar que sólo
78.785 personas, es decir un 19,2 % del total, eran española, y que el número
se reduce hasta 50.249 si nos referimos a las nacidas en España, por lo que
cabe concluir que el resto de los emigrantes, 330,559, eran extranjeros.
Un dato
especialmente significativo es que la población española aumentó en 156.872
personas, debido en buena medida, tal como se explica en el informe, al proceso
de adquisición de la nacionalidad española por población extranjera
(básicamente ecuatoriana, colombiana y boliviana), un total de 205.870, ya que
el número de españoles nacidos en España disminuyó en 9,508, mientras que el de
los nacidos en el extranjero aumentó en 166.380. Corolario de lo anterior es la
disminución de la población extranjera en 229.207 personas (4,90 %), que no
implica, queda ya dicho, que muchas de ellas salgan de España sino que simplemente
han adquirido la nacionalidad española. Repárese en que la población
ecuatoriana ha disminuido en un año en 39.711, la colombiana en 27.703, y la
boliviana en 26.622.
3. Fijémonos
ahora, acercándonos al mundo del trabajo, en los datos de la Encuesta dePoblación Activa del segundo trimestre de 2015, difundidos el 23 de julio por
el Instituto Nacional de Estadística.
La población
activa extranjera estaba integrada por 2.760.400 personas, con 1.909.200
ocupadas y 851.300 desempleadas, mientras que 964.800 personas estaban
conceptuadas como inactivas. El número de personas extranjeras de 16 y más años
es de 3.725.300, con un descenso trimestral de 29.400 y en serie interanual
102.400 personas.
Hay que mencionar
el hecho de que la EPA se calcula con la base de población que incorpora la
información actualizada de los censos de población y vivienda de 2011. El
Instituto Nacional de Estadística publicó el 24 de abril de 2014 una nota
metodológica sobre la nueva base poblacional y poniendo de relieve que según el
censo de 2011 la población de 16 y más años supera en 373.700 personas la
población que se tomaba anteriormente en consideración para la muestra, más
concretamente "estaba infravalorada en 585.700 españoles, y en cambio el
número de Extranjeros estaba sobrevalorado en 212.100".
Hecha esta
matización, si comparamos con los datos del primer trimestre de 2015, la
población activa extranjera ha disminuido en 8.200 personas y en serie
interanual la disminución es de 75.800. Si nos fijamos en los datos de la
población autóctona, la población activa ha crecido en 124.400 personas sobre
el trimestre anterior y ha aumentado en 115.500 en serie interanual.
La tasa de
actividad es del 74,10%, 15,85 puntos superior a la de la tasa de la población
activa española (58,25%). En este trimestre, la tasa de actividad de los
extranjeros ha aumentado un 0,36%, mientras que el crecimiento de la tasa de la
población española ha sido del 0,34%. En serie interanual la tasa de actividad
de la población autóctona experimenta un incremento del 0,21, y la de la
población extranjera no experimenta cambio. La diferencia cercana a los 16
puntos se explica, según el INE, “por la diferente estructura por edades entre
uno y otros”.
La tasa de paro de
la población extranjera es del 30,84%, es decir 9,62 puntos por encima de la
española (21,22%). Durante el segundo trimestre de 2015 el desempleo autóctono
disminuyó en 215.300 personas, y también entre la población extranjera en
80.300.
Durante el segundo
trimestre de 2015 hay que hacer especial mención al hecho de que el número de
trabajadores autóctonos ocupados ha experimentado un incremento de 339.700
personas, y el de extranjeros de 72.100 si comparamos los datos con los del primer
trimestre. En serie interanual la población ocupada extranjera crece en 41.200
personas, la población parada merma en 117.000 y la inactiva en 26.600,
mientras que la población ocupada española crece en 472.300 personas, la
población parada disminuye en 356.900, y la inactiva disminuye en 44.500.personas.
4. Por último,
fijémonos en Cataluña y para ello disponemos de la recientemente publicada
Memoria del Consejo de Trabajo, Económico y Social correspondiente al año 2014,
y también del informe número 16 (julio 2015)
de la Dirección General para la Inmigración de Departamento de Bienestar
Social y Familia, dedicado monográficamente a la situación laboral de la
población extranjera, y que analiza los datos de la EPA y de la encuesta anual
de condiciones de trabajo, los datos sobre afiliación a la Seguridad Social,
desempleo registrado y contratos formalizados en las oficinas del Servicio de
Empleo de Cataluña, dejando para un posterior número el análisis de las
condiciones económicas, que estará basado en la muestra continua de vidas
laborales.
A) De la Memoria2014 del CTESC es importante acudir al capítulo dedicado al mercado de trabajo,
donde se constata que la destrucción del empleo en Cataluña en dicho año tuvo
especial repercusión entre la población joven (16 a 24 años) y entre la
población extranjera. Con respecto a esta última, se produjo una disminución
del 4,1 % sobre el año anterior, dato que contrasta claramente con el
crecimiento del de la población de nacionalidad española (3,0 %).
Con respecto a los
datos generales de la población extranjera a 1 de enero de 2014, había un total
de 1.089.214 personas, es decir el 14,5 % del total de la población catalana,
con un descenso de 69.258 en relación con 2013, si bien hay que volver a
insistir en el proceso de adquisición de la nacionalidad española por un número
relevante de ciudadanos originariamente nacionales de países de América Central
y del Sur, por lo que no es de extrañar que la variación negativa en términos
relativos fuera importante para los ciudadanos de Ecuador, Colombia, Perú y
Argentina, y ello también se pone de manifiesto en los datos de afiliación a la
Seguridad Social, ya que con arreglo a los datos mensuales facilitados por el
Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en media de 2005 a 2015 la población
extracomunitaria experimentó un descenso del 27,5 % de afiliados desde 2007,
siendo llamativo que en el año en curso la población ecuatoriana haya
disminuido su afiliación en un 30 %, mientras que otras nacionalidades no
afectadas por los procesos de adquisición de la nacionalidad española, como la
china y la paquistaní, han aumento su número de efectivos.
La población
extranjera se concentra mayoritariamente en Barcelona, que absorbe al 25 % del
total (273.121), siendo las poblaciones de Guissona, Castell d’Empúries y Salt
las que tienen un porcentaje más elevado de población foránea (49,1, 48 y 40,5,
respectivamente).
B) En cuanto al
Informe de la DGI sobre la situación laboral de la población extranjera cabe
destacar en primer lugar, por su indudable incidencia sobre el mercado de
trabajo, la diferencia en media de edad entre el colectivo nacional y la población
extranjera, 32,03 y 42,87, diferencia que se amplía si nos centramos en el
colectivo que puede acceder al mercado laboral, es decir las personas de 16 y
más años, que es de 37,5 y 49,86 años respectivamente.
Otros datos
disponibles de interés son los relativos al número de autorizaciones de trabajo
concedidas durante 2013 y su distribución. En dicho año se concedieron 34.623
autorizaciones, una décima parte de las 209.675 concedidas en 2005, año de
plena expansión de la actividad productiva, en especial en el sector de la
construcción, para el que se concedieron el 19,3 del total de las autorizaciones,
porcentaje que ha caído estrepitosamente al 4,9 % en 2013.
Por fin, si nos
atenemos a los datos del volumen de contratación laboral, el número de
contratos formalizados con trabajadores extranjeros representa el 19,3 % del
total en 2014 (481.614), aún lejos del
26,7 % alcanzado en 2006 (766.724), habiéndose incrementado ligeramente el
porcentaje en el primer trimestre de este año hasta alcanzar el 20 %. Sobre la
calidad de la contratación, cabe decir que el 60,9 % se formalizan en este
primer trimestre con hombres y el 39,1 % con mujeres, y que la gran mayoría
tienen estudios secundarios o primarios, con una abrumadora presencia en el
sector de servicios (72,1 %), quedando reducida la construcción al 8,6 %
(porcentaje que, no obstante, se acerca al doble de los suscritos con
trabajadores españoles, 4, 6 %), y con una duración no superior a un mes. Las
diferencias salariales son también significativas, a peor, entre los
trabajadores extranjeros y españoles, ya que la media anual salarial de los
primeros es de 16.543,95 euros, mientras que la de los segundos es de 25.236,72
euros.
Buena lectura de los documentos.
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