1. Hoy se presenta en
Madrid la nueva revista de contenido laboral “Derecho de las Relaciones
Laborales”, dirigida por los catedráticos de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer, Fernando Valdés Dal-Re
y Mª Emilia Casas Baamonde. Me sumo a
las felicitaciones de los directores de otras revistas del mundo del trabajo
que están recogidas en el primer número, a las palabras de Antonio Baylos, Luís
Collado y Joaquín Aparicio (Revista de Derecho Social) que envían sus “mejores
augurios y felicidades para este feliz (re) nacimiento de nuestros amigos y
colegas”, y de Jesús Cruz (Temas laborales. Revista andaluza de Trabajo yBienestar Social) que al referirse a sus tres directores afirma que su
trayectoria personal, académica e investigadora “constituye un aval objetivo y
contrastado de rigurosidad, modernidad y coherencia en la defensa de los
valores consustanciales y principios informadores asentados como tradicionales
del ordenamiento laboral, con un pleno convencimiento de las garantías propias
del Estado Social de Derecho…”.
El día 12 de este mes recibí
el primer número de la revista y publiqué inmediatamente este comentario en micuenta de Facebook: “Doy una calurosa bienvenida a la nueva revista “Derecho de
las Relaciones Laborales” (ed. Francis Lefevre), cuyo número 1 recibí ayer. Una
dirección de extraordinario prestigio (Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer,
Mª Emilia Casa y Fernando Valdés), y unos consejos asesor, científico y de
valoración (nacional e internacional), y un comité de redacción, que garantizan
la calidad intelectual de todas las aportaciones y el análisis crítico del
derecho de las relaciones laborales, tan necesitado en estos momentos en España
y en el resto de Europa”. Lamento no poder asistir hoy al acto de presentación
y por ello utilizo ahora este blog para dirigir unas breves palabras de
felicitación a la editorial y a sus directores, y como miembro de su comité nacional
científico y de valoración ponerme a su disposición para que la Revista tenga
las cotas de calidad deseadas. Fue una gran satisfacción recibir de sus
directores el día 13 de febrero, durante el muy merecido acto de homenaje de laUniversidad de Sevilla al profesor Rodríguez Piñero, la invitación a participar
en dicho comité, que acepté muy gustosamente.
En la nota de prensa dela editorial en la que se anuncia el acto de presentación puede leerse lo
siguiente: “Los profesores Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, Fernando
Valdés Dal-Re y María Emilia Casas Baamonde han aceptado el ofrecimiento que la
editorial les ha hecho para dirigir la nueva publicación. El propósito es crear
una revista de nueva planta, siguiendo la pauta de publicaciones extranjeras,
en las que se busque un equilibrio adecuado entre la teoría y la práctica, la
información y la reflexión, creando canales abiertos para una comunicación con
los lectores, cuyos consejos e inquietudes servirán para mejorar y perfeccionar
su contenido. Sin perder el rigor académico, la revista pretende servir a muy
diversos destinatarios y ser de utilidad para todos los operadores jurídicos, y
también, si fuera posible, a los responsables de las políticas y nuevas
reformas laborales”.
2. Hoy lunes, 25 de mayo,
es un día muy importante (¿quién puede dudarlo?) en el ámbito político, y es
una excelente causalidad (¿o no?) que también sea el de la presentación de una
revista, cuyo propósito, según puede leerse en su primer editorial, será “el
estudio teórico y el análisis de la práctica, o en otras palabras la unión de
la información y la reflexión en el campo del Derecho del Trabajo, de las
relaciones laborales y de la Seguridad Social…. Que ha de enmarcarse en las
coordenadas de nuestra democracia constitucional y de los derechos y valores
sociales que encarna. El diálogo fructífero no ha de ser sólo entre economistas
y laboralistas, sino sobre todo entre laboralistas y constitucionalistas”.
El pasado miércoles
impartí una conferencia en el Ilustre Colegio de Abogados de Terrassa con el
título “El mundo del trabajo. ¿Cuál es la realidad? ¿Cuáles son lasperspectivas de futuro? En la búsqueda de referencias de prestigio que ayudaran
a fortalecer mi reflexión sobre cómo está
cambiando el mundo del trabajo (aunque no sepan, o no quieran, enterarse
quienes sólo tienen las cifras macroeconómicas como punto de referencia) acudí
a las aportaciones de los profesores Rodríguez Piñero y Casas Baamonde, así
como también, con gran satisfacción, al editorial del número 1 de “Derecho de
las Relaciones Laborales”.
Del primero era obligado recoger sus citas de la
conferencia pronunciada el 7 de noviembre de 2013, con ocasión del discurso
pronunciado en la entrega del premio Pelayo a juristas de reconocido prestigio, sobre la defensa de la
función del jurista, “tan necesaria en estos momentos de dificultades y de
incertidumbres y cuya superación requiere la contribución del Derecho y de los
juristas, que no podemos ser desplazados en los foros de decisión de reformas
legales o de soluciones jurídicas por la invasión de economistas iluminados que
desconocen las instituciones jurídicas sobre las que proponen reforma y son
insensibles a la idea misma de justicia y a los valores irrenunciables que
proclama nuestra Constitución”.
De la
segunda, sus claras, precisas y contundentes manifestaciones críticas sobre las
consecuencias de la reforma laboral de 2012, avalada por el Tribunal
Constitucional pero criticada por gran parte de la ciudadanía trabajadora, la
que sufre sus consecuencias, por su impacto sobre el deterioro del mundo
laboral; para Mª Emilia Casas, en su artículo “El fracaso del empleo y elestímulo de su temporalidad”, “La norma laboral no crea empleo, pero lo
transforma. Los cambios legislativos acusados por el empleo durante los años de
la larga crisis financiero-económica de 2008 han dejado un legado de extendida
precariedad laboral y social. … Las normas reformadoras de la ordenación
jurídica del mercado de trabajo más recientes, desde 2012, han realizado el
ajuste de la crisis financiero-económica sobre el empleo y los salarios,
reduciendo los anteriores niveles de protección del empleo, así como su estabilidad,
su calidad y los derechos de los trabajadores…. La política de empleo de la
crisis ha reducido la cantidad y calidad del empleo, originando, añadidamente,
con ese empleo de baja calidad -virtualmente instalado en el subempleo- un
bajísimo crecimiento de la productividad del trabajo”.
Por fin, de la revista
que hoy es presentada a la opinión pública, me quedé con estas citas que creo
que reflejan muy fielmente cuál es la línea que pretende seguir en el inmediato
futuro: “Es momento de reflexionar sobre las consecuencias económicas y
sociales de las reformas legislativas laborales más recientes y de identificar
adecuadamente las causas de las nuevas disfuncionalidades por ellas producidas,
que, al no haber logrado los objetivos reformadores perseguidos, generan mayor
inefectividad e ineficacia del Derecho del Trabajo, una crisis de precariedad
social y de incompetencia para cumplir su función propia…. “El enfoque de los
derechos permite superar el pretendido desapoderamiento de la política por
soluciones pretendidamente tecnocráticas, por la desmedida invasión de las
reglas del mercado y por un evidente riesgo de deconstitucionalización y de
pérdida de presencias o de prescriptividad de los derecho sociales… La nueva
realidad del mundo del trabajo… puede imponer un cambio en la ordenación de
prioridades y valores (del Derecho del Trabajo), pero no de sus funciones y
fines”.
3. El mundo del trabajo
necesita de análisis críticos de la realidad, para corregirla y transformarla
desde una perspectiva de representación de los intereses de la mayor parte de
la ciudadanía, de aquella que está en ese mundo o que quiere estar y no puede
ante la falta de empleo. Análisis críticos que aborden la complejidad y
pluralidad de las relaciones laborales, en las que se entrecruzan contenidos
jurídicos y económicos que no pueden ni deben dejar de lado a la persona
trabajadora, ya que en caso de hacerlo padece su dignidad y respeto. En mi vida
profesional he oído en muchas ocasiones las palabras “dignidad”, “respeto” y
“valoración” en muchos trabajadores y trabajadoras, cuya preocupación no es
sólo por la remuneración salarial (que desde luego, y nadie lo duda, es muy
importante) sino también y muy especialmente porque aquello que hacen en el día
a día sea debidamente valorado”. El Papa Francisco se pronunciada de esta formaen su intervención el 28 de octubre del pasado año en el encuentro demovimientos populares: “No existe peor
pobreza material… que la que no permite
ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo. …El desempleo juvenil, la
informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son resultado
de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios
por encima del hombre, si el beneficio es económico, sobre la humanidad o sobre
el hombre, son efectos de una cultura del descarte que considera al ser humano
en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar”.
Y esa vida profesional es
extraordinariamente diversa como trato de explicar a mis alumnos y alumnas cada
año, al tiempo que aprendo de ellos y ellas las “nuevas” ( ¿o quizás muy viejas”)
realidades en donde la disociación entre la norma y su cumplimiento real y
efectivo es algo, mucho más, que una mera anécdota. Piénsese en que en el mundo
del trabajo conviven todas estas realidades: trabajadores con empleo, estable o
temporal; trabajadores desempleados, perceptores o no de prestaciones,
contributivas o asistenciales, por desempleo; trabajadores en economía
regular/legal o irregular/sumergida/ilegal; trabajadores del sector público y
del sector privado; trabajadores de empresas pequeñas, medianas y grandes; trabajadores
en sector económico “clásico”, o en el ámbito social (“tercer sector”); trabajadores
y trabajadoras; trabajadores por cuenta ajena y trabajadores autónomos; trabajadores
nacionales, comunitarios y asimilados; trabajadores extracomunitarios; trabajadores
jóvenes (16-30 años), adultos (30-45), “tercera edad” laboral (+ 45 años); Trabajadores
“internos” y trabajadores “externos” (ETTs, contratas, subcontratas); discapacitados
psíquicos, físicos, sensoriales.
4. Concluyo esta nota. Muchos
éxitos a la nueva revista. Sus tres directores son una garantía de solvencia,
rigurosidad y análisis crítico de las relaciones de trabajo, y esperemos que
todos los artículos y aportaciones doctrinales estén a la misma altura.
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