1. Sábado 1 de noviembre.
Sesión (casera) de cine. Plataforma Filmin. Previo pago de 2,95 euros (puede
estar tranquilo el Ministro Jose I. Wert y toda la industria del cine: pase de
película dentro de las más escrupulosa legalidad, que no están los tiempos que
corren para cometer irregularidades tras la aprobación de la reforma de le leyde propiedad intelectual), procedo a ver el documental “En tierra extraña” de
Icíar Bollaín, estrenado el mismo día en Madrid y que para quienes deseen verlo
en el cine en otras ciudades tendrán que esperar al día 8. Un consejo: no
esperen; primero, porque vale la pena ver el documental, aunque siga siendo
cine “para no pasar el rato” como ya lo era Dos días y una noche, que mereció
mi comentario del pasado domingo; segundo, porque el cine es mucho más caro, y
estoy seguro de que muchas personas que verán el film son jóvenes y una
diferencia de 6 euros no es de menor importancia.
Recuerdo que “En
tierra extraña” fue presentada en sesión fuera de concurso en el Festival de
cine de San Sebastián celebrado del 19 al 27 de septiembre, y que también fue
proyectada en la primera edición de cine español celebrada justamente en la
ciudad de Edimburgo (donde transcurre la mayor parte del documental), del 8 al
12 de octubre. Según el censo de 2009, la localidad escocesa tiene un población
total de aproximadamente 477.660 habitantes, y en la actualidad alrededor de 20.000
españoles viven en ella.
2. Me proponía redactar
la entrada esta mañana, pero me he puesto a leer la prensa y se me ha ido el
santo al cielo. Pero bueno, esa lectura me ha servido para conocer la intervenciónde la Ministra de Empleo y Seguridad Social, Sra. Fátima Bañez, en el Foro deEmpleo organizado ayer sábado por el Partido Popular de Navarra. La Sra Báñez, según
la noticia de agencia, avanzó que los datos de afiliación a la Seguridad Social
y de empleo y desempleo del mes de octubre “van a constatar que España sigue
creando empleo” (por cierto, ¿los datos no son confidenciales hasta que se
publican oficialmente el día previsto? Parece que la confidencialidad sólo se
reserva para los meses en que los datos no son positivos), y manifestó que "estamos
saliendo de la crisis y empezando a iniciar la recuperación". Debía estar
muy crecida la Sra. Báñez ayer ya que, tras recordar inevitablemente la “herencia
recibida” con la que se encontró el PP al llegar al poder, alabó, of course, al
presidente del gobierno y enfatizó que este gobierno ha logrado que "el
país empiece a ser un referente de cómo se empieza a salir de la crisis".
Bueno, con una cierta prudencia (nunca está mal en un político) reconoció que "nos
quedan muchas cosas por hacer" y remarcó que su Gobierno "sigue
trabajando" para reducir el número de desempleados, afirmando que “Los
ciudadanos tienen una cosa que no tenían hace tres años, que es confianza en
poder encontrar un empleo en los próximos meses". Ya en plan “superpositivo”
o “superguay” que dirían algunos, manifestó que "España va a ser el país
que más empleo cree el año próximo en la zona euro porque vamos consolidando
mes a mes la recuperación", concluyendo con la afirmación siguiente: "Que
España sea líder en creación de empleo es una buena noticia que tenemos
que consolidar con esfuerzo, reformas y estabilidad".
Por cierto, nada
sobre la calidad de ese empleo creado, nada sobre el trabajo a tiempo parcial
involuntario, nada sobre el incumplimiento de condiciones pactadas y que supone
para un número no desdeñable de trabajadores y trabajadoras trabajar más horas
de las previstas en su contrato, nada
sobre el número de horas trabajadas en conjunto por quienes están en el mercado
de trabajo y que ponen de manifiesto que ese número es inferior al de hace tres
años, cuando gobernaban aquellos que dejaron la “herencia recibida”,... en fin nada de esto porque ayer tocaba “recuperar
fuerzas” entre los populares después de la “semana trágica” (corrupción)
vivida.
3. Desconozco si la Sra. Báñez habrá visto ya el
documental “En tierra extraña”, pero a buen seguro que si lo ve descubrirá otro
mundo laboral, el de muchos españoles en el extranjero (en este caso en la
capital escocesa, Edimburgo) que probablemente no compartirán el optimismo de
la ministra, y que explican los motivos por lo que trabajan, o intentan
trabajar, fuera de España, cuáles son las condiciones laborales que tenían,
quienes trabajaban, en nuestro país (con títulos y conocimientos varios) y por qué se marcharon a la búsqueda de una
vida, no sólo laboral, mejor, por la imposibilidad de tenerla en España. Ojala
que todas las personas que aparecen en el documental, y que explican su
situación, sus motivos y razones por lo que se fueron de España y por las que
trabajan, o intentan trabajar, en Edimburgo, puedan algún día tomar la decisión
de permanecer fuera de España o volver con garantías de poder desarrollar un
trabajo acorde a sus conocimientos y con una calidad de trabajo (no únicamente
salarial) adecuada. Porque, justamente una de los aspectos que más impacta del
documental es la insistencia de quienes explican su vida laboral en explicar
que, más allá de cuál sea su trabajo, aquello que hacen “es valorado”, así como
también sus manifestaciones de entender ahora que es la inmigración y acordarse
de la llegada a España en la época de expansión económica de miles de
trabajadores, poniendo de manifiesto las dificultades para la integración.
He dicho en más de una ocasión, y ahora lo reitero,
que en mi vida profesional he oído en muchas ocasiones las palabras “dignidad”,
“respeto” y “valoración” en muchos trabajadores y trabajadoras, no preocupados
sólo por la remuneración salarial (que desde luego, y nadie lo duda, es muy
importante) sino también y muy especialmente porque aquello que hacen en el día
a día sea debidamente valorado, vamos algo así como “un toque de calor humano”
en la cada vez más fría e impersonal vida laboral de muchas personas. Ese mundo laboral de informalidad,
precariedad, explotación, salarios mínimos (y no en el sentido jurídico
únicamente) también apareció, y mucho, el pasado viernes durante la primera sesión
del seminario del área social de Cristianisme i Justícia, dedicado este año
justamente al mundo del trabajo y a los cambios operados en los últimos tiempos
y su impacto sobre las personas
trabajadoras y las que desean serlo.
La preocupación por la realidad laboral española
también es compartida por instancias internacionales; en efecto, el Centroregional de información de las Naciones Unidas para Europa Occidental publicaba
recientemente un artículo con el llamativo título “Los españoles vuelven a ser
emigrantes”, que concluye con esta contundente afirmación y preocupante
pregunta: “Mientras tanto, en España el gobierno sigue haciendo recortes y los
jóvenes españoles se marchan huyendo de la pregunta que nadie quiere hacerse:
¿Está la juventud española condenada al desempleo? Sólo el tiempo lo dirá”.
No creo, ciertamente, que “En tierra extraña” sea vista por los 2.990.000 espectadores que vieron a los “Españolesen el mundo” el 6 de octubre de 2009, en el programa dedicado a la ciudadescocesa donde se ha rodado el documental, pero ojala el número no sea muy
inferior. Los “españoles en el mundo” de Edimburgo nos daban una visión alegre
y dulce de su vida en Escocia, como ocurre prácticamente en todas las ciudades
en que se realizan reportajes, pero no cabe olvidar que ya también podían encontrarse
en el documento algunas manifestaciones de las razones de haber ido a trabajar
a Escocia que tenían que ver, y recuerdo que hablamos de 2009, en el inicio aún
de la crisis, con la dificultad de encontrar empleo en España y de las malas
condiciones laborales y salariales.
Para quienes
deseen tener más información sobre el documental, adjunto una serie de enlaces
con comentarios de la película, tráiler incluido. Me ha gustado en especial la
información de Europa Press, en la que puede leerse que “Indignación,
preocupación, decepción, nostalgia, perplejidad y la sensación de estar
perdiéndose la vida de sus familias son algunos de los sentimientos comunes que
comparten los emigrantes españoles con las que Icíar Bollaín se ha encontrado
durante el rodaje del documental..”. También es justo destacar que en algunos
artículos encontrarán, entre los comentarios de los lectores, una valoración
crítica de la película poniendo el acento en algo que aparece en muchas ocasiones
en el film, el conocimiento “imperfecto” del inglés, que hace ciertamente
difícil poder acceder a determinados trabajos con un nivel de cualificación.
4. Sobre la calidad, y no sólo sobre la cantidad,
del trabajo, recomiendo fervientemente también (no sólo a la Ministra, pero
desde luego no me parecería nada mal que los leyera) la lectura de la
intervención del Papa Francisco en el Encuentro de movimientos populares,
celebrado en Roma esta semana, y la declaración final de dicho Encuentro, y
desde luego no me extraña que haya un sector del mundo eclesial que tenga “la
mosca tras la oreja” por las intervenciones del Papa sobre el mundo del trabajo
y en las que llama a las cosas por su nombre, sin que le duelan prendas
utilizar unas palabras que en la neolengua conservadora suelen ser proscritas:
explotación y desigualdad. En el discurso pronunciado el pasado martes,
manifestó lo siguiente: “No existe peor pobreza material - me urge subrayarlo-,
no existe peor pobreza material, que la que no permite ganarse el pan y priva
de la dignidad del trabajo. El desempleo juvenil, la informalidad y la falta de
derechos laborales no son inevitables, son resultado de una previa opción
social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima del hombre,
si el beneficio es económico, sobre la humanidad o sobre el hombre, son efectos
de una cultura del descarte que considera al ser humano en sí mismo como un
bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hoy, al fenómeno de la
explotación y de la opresión se le suma una nueva dimensión, un matiz gráfico y
duro de la injusticia social; los que no se pueden integrar, los excluidos son
desechos, “sobrantes”. Esta es la cultura del descarte y sobre esto quisiera
ampliar algo que no tengo escrito pero se me ocurre recordarlo ahora. Esto
sucede cuando al centro de un sistema económico está el dios dinero y no el
hombre, la persona humana. Sí, al centro de todo sistema social o económico
tiene que estar la persona, imagen de Dios, creada para que fuera el
denominador del universo. Cuando la persona es desplazada y viene el dios
dinero sucede esta trastocación de valores....". Conviene en especial a mi
parecer enfatizar su afirmación de que “Desde ya, todo trabajador, esté o no
esté en el sistema formal del trabajo asalariado, tiene derecho a una remuneración
digna, a la seguridad social y a una cobertura jubilatoria”
Respecto a la declaración final del encuentro,
adoptada por unanimidad, me quedo por su importancia con estos dos fragmentos
que reproduzco a continuación: “3. En primer lugar, siempre desde la
perspectiva de los pobres y los pueblos pobres, en este caso de los campesinos,
trabajadores sin derechos y habitantes de barrios populares (villas, favelas,
chabolas, slums), se analizaron las causas estructurales de la desigualdad y la
exclusión, desde su raigambre sistémica global hasta sus expresiones locales.
Se compartieron las cifras horrorosas de la desigualdad y la concentración de
la riqueza en manos de un puado de megamillonarios. Los panelistas y oradores
coincidieron en que debe buscarse en la naturaleza inequitativa y depredatoria
del sistema capitalista que pone el lucro por encima del ser humano la raíz de
los males sociales y ambientales. El enorme poder de las empresas
trasnacionales que pretenden devorar y privatizarlo todo –mercancías,
servicios, pensamiento– son primer violín de esta sinfonía de la destrucción. 4.
Durante el trabajo en talleres se concluyó que el acceso pleno, estable, seguro
e integral a la tierra, el trabajo y la vivienda constituyen derechos humanos
inalienables, inherentes a las personas y su dignidad, que deben ser
garantizados y respetados. La vivienda y el barrio como un espacio inviolable
por Estados y corporaciones, la tierra como un bien común que debe ser
compartido entre todos los que la trabajan evitando su acaparamiento y el
trabajo digno como eje estructurador de un proyecto de vida fueron algunos de
los reclamos compartidos”.
5. En fin, un artículo sobre los españoles por el
mundo (voluntaria o involuntariamente, ya sean nacidos en España o en el
extranjero) no puede olvidar aportar datos sobre esa realidad, y aquí los proporcionados
por el Instituto Nacional de Estadística son de obligada referencia para comprender
la magnitud e importancia de la nueva realidad de la emigración española hacia países
europeos y sudamericanos.
A) En una entrada anterior del blog, publicada el
20 de marzo de este año, con el título “Españoles (de nacimiento o no) por elmundo: 2.058.048. Las televisiones (públicas y privadas, estatales yautonómicas) tienen programas garantizados para mucho tiempo”, aportaba estos
datos:
“1.
Pues sí, nuestras televisiones podrán seguir durante mucho tiempo a ciudadanos
españoles (o en versión autonómica a catalanes, madrileños, vascos y todas las
demás autonomías) por el mundo, porque cada vez es mayor el número de ellos
distribuidos por los cinco continentes. Que esa circunstancia, el estar alejados
de su país de origen o de acogida (dado que hay un número cada vez mayor de
españoles no nacidos en España) sea voluntaria o no, es otra cuestión, y por
los datos disponibles no parece que lo sea para una parte no menospreciable de
personas que han salido de España en los años posteriores a la crisis de 2008.
2. El Instituto
Nacional de Estadística ha publicado hoy la Estadística del Padrón de españoles
residentes en el extranjero a 1 de enero de 2014. Se trata, tal como se explica
en la información, de personas de nacionalidad española que han debido cumplir
con un requisito administrativo para aparecer en esta lista, esto es la inscripción
como residentes habituales en el registro de matrícula de la oficina consular
correspondiente a su residencia. Tales inscripciones corresponden a “altas por
cualquiera de las causas posibles (nacimiento, nacionalización, omisión y
emigración de España al extranjero).
Los datos
presentados hoy nos dicen, con las cautelas debidas a que se requiere esa
inscripción registral antes referenciada,
que hay 2.058.048 españoles (con esta única nacionalidad o compartida
con otra) residentes en el extranjero, dato que supone un incremento de 126.800
personas con respecto al año anterior, un porcentaje del 6,57 %... .... Del
total de la población española residente en el extranjero, sólo 702.734
personas nacieron en España, mientras que el grueso de esa cifra, 1.225.718,
nacieron en su actual país de residencia, quedando 119.628 españoles que viven
en terceros países y 9.968 de los que no consta su lugar de residencia.... cabe
destacar también el crecimiento de la población española en otros Estados europeos,
con 34.752 españoles por el “mundo europeo”, un incremento del 5,29 % sobre un
año anterior (691.593 y 656.841, respectivamente).... De las 695.593 personas
residentes en el extranjero 365.490 nacieron en España y268.290 en su país de
residencia, diferencia porcentual que se mantiene si nos fijamos únicamente en
los datos de españoles que se registraron en oficinas consulares de Estados
europeos durante 2013, ya que del total de 51.388 que así lo hicieron, 28.470
nacieron en España y 14.682 en su actual país de residencia”.
B) Más recientemente
el INE ha publicado, el 30 de junio, los datos provisiones sobre cifras dePoblación a 1 de enero de 2014 y la Estadística de Migraciones 2013. Respecto a
esta estadística, los datos más relevantes y que permiten situar películas como
“En tierra extraña” en un contexto adecuado, son a mi parecer los siguientes:
“El flujo migratorio hacia el exterior se intensificó a lo largo del año
2013. Así, un total de 291.041 personas procedentes del extranjero
establecieron su residencia en nuestro país, mientras que 547.890 personas
abandonaron España con destino al extranjero. En términos relativos, entre 2013
y 2012 la inmigración descendió un 4,3%, mientras que la emigración experimentó
un incremento del 22,7%.
Del total de inmigrantes procedentes del extranjero, 33.393 personas (el
11,5% del total) tenían nacionalidad española. El resto, 257.648, eran
extranjeros.
En cuanto a la emigración, de las 547.890 personas que se marcharon al
extranjero 79.306 (un 14,5% del total) eran españolas. Y, de estas, 52.160
habían nacido en España. El resto de los emigrantes, 468.584, eran extranjeros.
Evolución de la
migración exterior de España por años (2008-2013)
2009 (más
inmigración que emigración: 12.845). De 2010 a 2013 más emigración que
inmigración (42.675, 37.698, 142.552 y 256.849, respectivamente).
Evolución de la migración exterior de extranjeros
por años (2008-2013).
2009 (más
inmigración que emigración: 21239). De 2010 a 2013 más emigración que
inmigración (32.936, 17.669, 116.850 y 210.936, respectivamente).
Evolución de la
migración exterior de españoles por años (2008-2013).
El saldo
migratorio de los españoles con el exterior se vio reducido respecto al año
anterior, alcanzando los -45.913. Esto se debió al incremento de las salidas de
españoles hasta un total de 79.306 emigraciones, un 38,5% más que en 2012.
Todos los años
el saldo ha sido favorable a la emigración (1.804, 8.394, 9.739, 20.030, 25.702
y 45.913, respectivamente).
Emigración
exterior de españoles
La emigración de
población de nacionalidad española aumentó un 38,5% en 2013 respecto al año
anterior. Dos de cada tres que emigraron habían nacido en España, si bien esta proporción
varía mucho en función de los destinos. De los 79.306 emigrantes españoles,
52.160 habían nacido en España, y 27.146 en el extranjero.
Los principales
países receptores de emigrantes españoles fueron Ecuador, Reino Unido y Francia.
Cabe
destacar que en el caso de Ecuador se trata, fundamentalmente, de población
no nacida en España o de niños menores de 15 años, lo que parece indicar una migración
de retorno de ecuatorianos de origen que han adquirido la nacionalidad española
junto con sus hijos nacidos en España”.
Buena visión del
documental, y buena lectura de los documentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario