1. Pues sí,
nuestras televisiones podrán seguir durante mucho tiempo a ciudadanos españoles
(o en versión autonómica a catalanes, madrileños, vascos y todas las demás
autonomías) por el mundo, porque cada vez es mayor el número de ellos
distribuidos por los cinco continentes. Que esa circunstancia, el estar
alejados de su país de origen o de acogida (dado que hay un número cada vez
mayor de españoles no nacidos en España) sea voluntaria o no, es otra cuestión,
y por los datos disponibles no parece que lo sea para una parte no
menospreciable de personas que han salido de España en los años posteriores a
la crisis de 2008.
2. El Instituto
Nacional de Estadística ha publicado hoy la Estadística del Padrón de EspañolesResidentes en el Extranjero a 1 de enero de 2014. Se trata, tal como se explica
en la información, de personas de nacionalidad española que han debido cumplir
con un requisito administrativo para aparecer en esta lista, esto es la
inscripción como residentes habituales en el registro de matrícula de la
oficina consular correspondiente a su residencia. Tales inscripciones
corresponden a “altas por cualquiera de las causas posibles (nacimiento,
nacionalización, omisión y emigración de España al extranjero).
A) Los datos
presentados hoy nos dicen, con las cautelas debidas a que se requiere esa inscripción
registral antes referenciada, que hay
2.058.048 españoles (con esta única nacionalidad o compartida con otra)
residentes en el extranjero, dato que supone un incremento de 126.800 personas
con respecto al año anterior, un porcentaje del 6,57 %. La mayor presencia se
sigue dando en América (muy especialmente en América del Sur), en donde viven
1.302.596 personas con nacionalidad española, con un importante incremento de
87.611 ciudadanos españoles (7,21 %) sobre el año anterior. El dato es
relevante tanto por el impacto de la crisis y el regreso de una parte de la población
migrante (ecuatoriana y colombiana en gran medida, pero ya con nacionalidad
española) a su país de origen, como por la influencia en el crecimiento de la
población española en el extranjero de la llamada Ley de la memoria histórica,
más exactamente la “Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen yamplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieronpersecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”.
Para confirmar
esta tesis fijémonos en un dato facilitado por el INE: del total de la
población española residente en el extranjero, sólo 702.734 personas nacieron
en España, mientras que el grueso de esa cifra, 1.225.718, nacieron en su
actual país de residencia, quedando 119.628 españoles que viven en terceros
países y 9.968 de los que no consta su lugar de residencia. Una mirada más
atenta a estas cifras para el continente americano ayuda a entender mejor esta
realidad: del total de 1.302.596 españoles que viven en ese continente, sólo
304.622 nacieron en España, mientras 934.051 lo hicieron en su país de residencia.
B) Algo, o
mucho, impacta la crisis en la salida, y el impacto es mayor con respecto a los
resultados de la Ley de la memoria histórica. El 8,3 % de quienes han fijado su
residencia en otro país se registraron en las oficinas consulares durante 2013,
un total de 170.146 personas, de los que “sólo” 53.676 habían nacido en España,
mientras que 100.948 tenían su origen en el actual país de residencia. Los
datos desagregados por continentes vuelven a poner de manifiesto la importancia
de la emigración de ciudadanos españoles por nacionalización, ya sea por
residencia en España o por tener derecho con arreglo a la citada ley: en los
distintos Estados de América se registraron un total de 109.719 españoles, de
los que menos del 20 % (19.753) habían nacido en España, mientras que en su
inmensa mayoría (83.581) su lugar de nacimiento era el del país de residencia.
Si prestamos
atención, antes de referirnos a la situación de cada Estado, a los restantes
continentes, cabe destacar también el crecimiento de la población española en
otros Estados europeos, con 34.752 españoles por el “mundo europeo”, un
incremento del 5,29 % sobre un año anterior (691.593 y 656.841, respectivamente).
Las cifras son muy inferiores para África, Asia y Oceanía, aunque no conviene
dejar de reseñar que en términos porcentuales el mayor crecimiento durante 2013
se ha producido en el continente asiático, un 12,26 %, pasando de los 24.484
residentes al inicio de dicho año a los actuales 27.485.
A diferencia de
lo que ocurre en el continente americano, la distancia cuantitativa entre
españoles de origen y españoles que han adquirido la nacionalidad por
cumplimiento de algunos de los requisitos legales exigidos por el ordenamiento
jurídico es mucho menor en los restantes continentes, y valga como ejemplo
significativo (tanto para poner de manifiesto dicha diferencia como también
para no dejar de reseñar que un número importante han adquirido la nacionalidad
española) el de Europa, en el que de las 695.593 personas residentes en el
extranjero 365.490 nacieron en España y268.290 en su país de residencia,
diferencia porcentual que se mantiene si nos fijamos únicamente en los datos de
españoles que se registraron en oficinas consulares de Estados europeos durante
2013, ya que del total de 51.388 que así lo hicieron, 28.470 nacieron en España
y 14.682 en su actual país de residencia.
C) La salida de
población migrante nacionalizada española hacia sus países de origen, con el
regreso también de sus hijos, ayuda a entender igualmente que haya un 14,7 % de
inscritos en el PERE que tenga menos de 16 años de edad (de ellos casi el 55 %
en América), y que el grupo de 16 a 64 años tenga un porcentaje del 62,6 %
sobre el total (con un porcentaje prácticamente idéntico, del 61,7 % en
América). Una parte de la población española que no es de origen se encuentra
en esta segunda franja de edad, y un número porcentualmente menos importante
(22,7 %) pero no por ello menos significativo de españoles por adquisición de
la nacionalidad se encuentran entre los mayores de 65años, no siendo en
absoluto casualidad que un 73,2 % de ellos residan en países americanos.
La influencia de
la crisis, y de la salida de españoles nacionalizados preferentemente hacia sus
países de origen, en especial de América del Sur, se demuestra palmariamente en
los datos de 2013, ya que el mayor número de inscripciones realizadas (108.789
sobre el total de 170.146) correspondió a personas en edad laboral, esto es de
de 16 a 64 años, mientras que si nos fijamos únicamente en la población emigrante
que ha nacido en España el mayor peso se encuentra en Europa, con 28.470
españoles diseminados por los diversos Estados europeos, mientras que sólo
19.753 españoles de origen se marcharon, y registraron, en algún país
americano.
D) Para concluir
esta nota, el dato de la población de nacionalidad española por razón del país
en el que reside avala a mi parecer la importancia del proceso de adquisición
de la nacionalidad por la Ley de la memoria histórica de personas que no han
residido en España y que muy probablemente, por razón de la edad, no lleguen a
hacerlo, así como también el proceso de retorno de migrantes llegados a España
en la “década laboral dorada”, de 2001 a 2009, a sus países de origen.
Con respecto a
la primera afirmación, vale decir que Argentina es el país con mayor población española
(404.111 personas, con un importante incremento de 18.723 sobre el año
anterior), y que en tercer lugar se encuentra Venezuela con 188.585 españoles,
estando dos países europeos a los que se trasladó gran parte de la emigración española
en los años sesenta del siglo XX (y que ahora recuperan actualidad aunque el
perfil de la emigración española sea de personas, preferentemente jóvenes, con
mucha mayor cualificación profesional que la que tenían los emigrantes de
antaño) en los lugares segundo y cuarto: Francia con 215.183 (incremento de
8.594) y Alemana (122.218, con un incremento nada despreciable de 6.162
españoles).
En relación con
la segunda, repárese en otro dato muy significativo y que ayuda a entender el
regreso de población migrante pero con nacionalidad española: el mayor
incremento porcentual de españoles residentes en otros países se ha producido
en Ecuador, en donde se ha pasado de 21.009 a 31.867 personas, un incremento ciertamente
muy importante de 10.858 o lo que es lo mismo un 51,68 %. El regreso no se está
produciendo sólo hacia Ecuador, sino que también se comprueba con los datos de
españoles en Colombia, pasando de los 18.213 españoles residentes en 2013 a los
actuales 22.123, un 21,47 % de incremento: Y para concluir estas cifras,
repárese en que Perú es el tercer Estado de mayor incremento porcentual de
españoles, pasando de 17.315 a 19.668, es decir un 13,59 % de aumento. Menos importante
porcentualmente hablando, pero también relevantes para entender los cambios en
los procesos migratorios y cómo ha impactado la Ley de la memoria historia, son
los datos de otros países americanos como Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos,
México y República Dominicana.
Buena lectura del documento.
1 comentario:
Genial el título...el próximo programa, patrocinado por el SPEE, podría llamarse "Españoles, sin trabajo, por el mundo"...Enhorabuena por la entrada.
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