miércoles, 8 de septiembre de 2010

El debate sobre las pensiones de jubilación en la Unión Europea

1. La Comisión europea presentó el día 7 de julio el Libro verde “En pos de unos sistemas de pensiones europeos adecuados, sostenibles y seguros”. Con este documento la Comisión inicia un proceso de consulta sobre las cuestiones planteadas en el mismo, abierto desde la fecha de su publicación y que finalizará el 15 de noviembre. Una vez finalizado el proceso consultivo, la Comisión decidirá si cabe formular propuestas en una fase posterior.


2. Hace poco más de un año de la publicación de Libro verde, la Comisión ya dedicó especial atención a los efectos del envejecimiento de la población de la UE. La Comunicación de 29 de abril de 2009 analizó el impacto del envejecimiento de la población sobre los modelos sociales europeos, continuando en la misma línea de textos anteriores en los que se manifestaba la preocupación sobre cómo puede afectar a la UE la combinación del envejecimiento de la población y de las bajas tasas de natalidad. Se actualizaron las previsiones presupuestarias realizadas en el año 2006 y se expuso el margen de que dispone la UE para abordar la realidad demográfica en el nuevo marco de la crisis económica abierta a partir de 2008 a escala mundial. La conclusión principal del documento era que aún se dispone de tiempo, unos diez años, para afrontar las reformas estructurales que requiere el envejecimiento de la población, y que de no adoptarse las medidas oportunas la UE puede tener problemas a medio y largo plazo, y también que es fundamental apostar por las inversiones para fomentar la formación y el capital humano como mecanismos para “corregir los efectos de la crisis a corto plazo y a prepararse para el envejecimiento de la sociedad”.


El documento pasaba revista en primer lugar a los efectos económicos del envejecimiento de la población, destacando el cambio experimentado en las previsiones con respecto a las de 2006, ya que en estas se planteaba una disminución a largo plazo, mientras que en las de 2009 se argumentaba que hacia el año 2060 la población será más o menos la misma que ahora, en razón del aumento de la tasas de fecundidad y el incremento de los flujos migratorios, pero ciertamente de edad mucho más avanzada que la media actual, y de ahí que se argumentara que la ratio de dependencia de las personas trabajadoras con respecto a las de más de 65 años pasará a ser del actual 4 a 1 a un mucho más estrecho 2 a 1.


El incremento de la población de edad avanzada llevaba a efectuar una previsión de incremento de 4,75 puntos del producto interior bruto comunitario, como consecuencia del aumento en gastos de pensiones, asistencia sanitaria y cuidados de larga duración, siendo especialmente importante destacar a mi parecer que ese incremento alcanzaría hasta 7 puntos en varios países, entre los que se mencionaba a España. Dado el importante incremento del gasto en pensiones, el documento insistía en la desincentivación de las jubilaciones anticipadas y en el correlativo incremento de la tasa de actividad de dichas personas, y aunque se ha avanzado en los últimos años al respecto todavía queda mucho por hacer, ya que, se decía, “sólo alrededor del 50 % de los ciudadanos de la UE siguen ocupados a la edad de 60 años”.


El documento se detenía en el análisis de los problemas que están teniendo los regímenes generales de pensiones como los planes de pensiones por capitalización como consecuencia de la recesión económica, y llamaba a los poderes públicos a una gestión adecuada de las dificultades actuales para evitar que salgan perjudicadas buena parte de las personas de mayor edad.


En fin, la Comisión constataba que seguían siendo válidos los cinco objetivos que se marcaron en el año 2006 para enfrentarse a los retos planteados por el futuro demográfico europeo, y que son los siguientes: promover la renovación demográfica en Europea, creando mejores condiciones para las familias; fomentar el empleo en Europa con más puestos de trabajo y vidas laborales más largas y de mejor calidad; aumentar la productividad y el dinamismo de la economía europea; acoger e integrar a los inmigrantes en Europa; garantizar unas finanzas públicas sostenibles en Europa que permitan una protección social adecuada y la equidad entre generaciones.


En suma, la Comunicación reforzaba muchas de las tesis y propuestas reflejadas en anteriores documentos de la Comisión, y las adaptaba al nuevo escenario de la crisis económica pero siempre teniendo como punto de referencia la previsión a medio y largo plazo. La estrategia comunitaria debería implicar, por decirlo con las propias palabras del texto, “la prolongación de la vida laboral y el aumento de la tasa de actividad de los jóvenes, las mujeres y los trabajadores de edad, la reforma de los sistemas tributarios y de prestaciones sociales a fin de que compense ocupar un puesto de trabajo de conformidad con el principio de flexiseguridad, la reforma de los sistemas de pensiones y el aumento de la eficiencia de los sistemas de asistencia sanitaria y de cuidados de larga duración, paralelamente a las necesarias inversiones en educación e investigación y en servicios de asistencia a la infancia. La efectiva integración de los inmigrantes y sus descendientes también es importante en este contexto, como también lo es continuar con el desarrollo de una política de inmigración legal adecuada para satisfacer las futuras necesidades de mano de obra”.


3. En el Consejo Informal de Ministros de Empleo celebrado el 8 de julio se dedicó una parte importante de su tiempo al debate sobre qué nuevas políticas de empleo son necesarias a escala europea para hacer frente a los nuevos desafíos demográficos y climáticos, es decir hacia dónde debe ir la concreción de las directrices integradas para las políticas económicas y, muy especialmente, las de empleo. Se destacó que el cambio demográfico, con el progresivo incremento de la edad de la población trabajadora y el envejecimiento de una parte relevante de la misma, implica necesariamente poner en marcha políticas que potencien e incrementen tanto la participación de la población en el mercado de trabajo en general como las políticas de envejecimiento activo en particular (mejora del nivel formativo de las personas de edad, adaptación de los tiempos de trabajo, de las modalidades contractuales, mayor conciliación entre visa familiar y laboral, reglas reforzadas de seguridad y salud en el trabajo, etc.). Se puso de manifiesto, y constato que esta es una de las cuestiones más importantes a abordar en el próximo futuro, que ese proceso de envejecimiento puede generar un número importante de empleo en los ámbitos de actividad de servicio a las personas y de cuidado de la salud, y que ello requiere ineludiblemente plantearse las capacidades y cualificaciones del personal que preste tales servicios, así como también su financiación.

Sobre este punto, cabe destacar la propuesta presentada por la Comisión el pasado día 6 de que 2012 sea declarado el año europeo del envejecimiento activo, en la que se defiende que “una oportunidad decisiva para afrontar el reto del envejecimiento demográfico y preservar la solidaridad intergeneracional es que las cohortes del baby boom permanezcan más tiempo en el mercado de trabajo y se mantengan sanas, activas y autónomas el mayor tiempo posible”.

4. El Libro verde reitera muchas de las manifestaciones vertidas en la Comunicación de 2009. La tesis central del documento de la Comisión, que plantea las propuestas tomando como puntos clave de sus tesis los principios de solidaridad entre generaciones y la solidaridad nacional, es que hay que retrasar la edad efectiva de la jubilación, y que “hay que revisar por completo el marco de la UE” porque con las tendencias actuales de salida temprana del mercado de trabajo “la situación es insostenible”. Se defiende que hay que ofrecer pensiones “adecuadas y sostenibles” como mecanismo esencial de cohesión social, y que para ello hay que tener en cuenta que “el envejecimiento demográfico ha sido más rápido de lo esperado y la reciente crisis financiera y económica ha tenido un impacto impresionante sobre los presupuestos, los mercados de capitales y las empresas”. Además, la crisis económica y social vivida desde 2008, y de la que ya se conocen plenamente sus efectos a mediados de 2010, y se está en condiciones de prever razonablemente su impacto en años venideros, plantea a juicio de la Comisión nuevos retos que deben abordarse en cualquier reforma del sistema de pensiones: “una necesidad más imperiosa de resolver las deficiencias de adecuación; una necesidad más acuciante de reformas que mejoren la sostenibilidad de las finanzas públicas; una importancia mayor del retraso de la edad de jubilación efectiva”.

En el bien entendido, y en la introducción del documento se deja suficientemente claro, que son los Estados miembros quienes tienen las competencias jurídicas en la regulación del marco normativo de prestaciones por jubilación, y que por consiguiente el Libro Verde “no cuestiona sus prerrogativas en materia de pensiones ni el papel de los agentes sociales, y tampoco insinúa que existe un sistema de pensiones ideal con un diseño válido para todos”.

En definitiva, la Comisión plantea para la consulta cómo puede la UE apoyar los esfuerzos de los Estados miembros por mejorar la adecuación de los sistemas de pensiones, y pregunta si debería la UE intentar definir mejor qué habría que entender por unos ingresos adecuados en la jubilación. También se cuestiona si el actual marco de la UE relativo a las pensiones es suficiente para asegurar unas finanzas públicas sostenibles. Traslada a las partes interesadas la pregunta de cuál es la mejor manera de conseguir edades de jubilación efectiva más avanzadas y cómo podría ayudar el aumento de las edades de jubilación, y también si deberían introducirse en los sistemas de pensiones mecanismos de ajuste automático en relación con los cambios demográficos, a fin de equilibrar el tiempo de trabajo y el tiempo de jubilación, y en caso afirmativo qué papel podría desempeñar a este respecto la UE. No menos importante, en fin, son las cuestiones de cómo debería modificarse la Directiva sobre fondos de pensiones de empleo para mejorar las condiciones de la actividad transfronteriza, y de qué manera la aplicación de la estrategia Europa 2020 puede servir para promover la prolongación de la vida activa, junto con sus beneficios para las empresas, y resolver la discriminación por edad en el mercado de trabajo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¿No existen otras alternativas en este debate, más allá de aumentar la edad de jubilación y la rebaja de las pensiones?
Desconociendo los datos exactos, perdonen mi ignorancia, me gustaría saber la relación de la plusvalía por hora de trabajo existente en la actualidad y la misma relación hace 50 años. Quizás este problema quedaría resuelto con una aportación equivalente al fondo de pensiones por parte de los empleadores como forma de una mejor distribución social de las riquezas producidas

Unknown dijo...

¿No existen otras alternativas en este debate, más allá de aumentar la edad de jubilación y la rebaja de las pensiones?
Desconociendo los datos exactos, perdonen mi ignorancia, me gustaría saber la relación de la plusvalía por hora de trabajo existente en la actualidad y la misma relación hace 50 años. Quizás este problema quedaría resuelto con una aportación equivalente al fondo de pensiones por parte de los empleadores como forma de una mejor distribución social de las riquezas producidas