martes, 22 de junio de 2010

El Sr. Fernández Ordóñez dispara con balas, y no de fogueo, contra la parte de la reforma laboral que no es de su agrado.

Adjunto en esta entrada del blog los apartados más relevantes, a mi parecer, del discurso del Sr. Fernández Ordóñez esta mañana en el Congreso de los Diputados en relación con la reforma de la normativa laboral y con la inminente reforma de la protección social.

Hay que reconocer que el Banco de España conoce la importancia de lanzar sus mensajes con la mayor rapidez posible a la opinión pública, y de ahí que publique en su web el texto de la intervención del Gobernador prácticamente al mismo tiempo que efectúa su comparecencia en el Congreso.

Los economistas/juristas/técnicos del Banco de España que han preparado el discurso del gobernador disparan con balas, y no precisamente de fogueo. Se ha leído bien la norma, y saben dónde hay que atacar para imponer su tesis. Como ejemplo más significativo, la petición de que se reduzcan o desaparezcan los límites fijados a la contratación temporal. Y además, eligen el momento más adecuado, dado que esta tarde se realizará el debate de convalidación del Real Decreto-Ley 8/2010 de 16 de junio.

Formulo una pregunta para la que se admiten respuestas: ¿Se encuentra a gusto todo el gobierno, y en especial su Presidente, con este planteamiento? Con respecto a la primera parte, estoy convencido de que no, y me quedo de momento con las ganas de saber que piensa el Sr. Rodríguez Zapatero.

Pero, por favor, que esta tarde todos los grupos den la cara, y no se escondan detrás de vaguedades y generalidades, sobre si quieren o no reforma laboral, y en caso de quererla con qué contenidos. Los ciudadanos necesitan oír con claridad que piensan sus representantes.
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Comparecencia del Gobernador del Banco de España en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados con ocasión de la presentación del Informe Anual de 2009.

Fragmentos del discurso.

I. "El Informe Anual del Banco de España trata con gran detalle la situación en la que se encuentra la economía española y sus perspectivas, por lo que me permitirán que, dado lo limitado del tiempo de esta comparecencia, me centre en tres cuestiones, que me parecen que son las esenciales para poder superar la actual situación e impulsar un retorno rápido a ritmos de crecimiento sostenidos: el proceso de consolidación fiscal, los pasos que se han de dar para contar con un mercado de trabajo eficiente que promueva rápidamente la creación empleo y, por último, la reestructuración del sistema financiero, en la que se ha avanzado sustancialmente en las últimas semanas"

II. Ese objetivo del 6% del PIB de déficit público en 2011... "La percepción que tengan los mercados financieros sobre las posibilidades de cumplimiento de ese objetivo medirá el grado de compromiso de las autoridades con la búsqueda de una salida a esta crisis, por lo que constituye ahora la referencia esencial que debe guiar las decisiones y ejecución presupuestaria de los próximos meses"

III. Como he dicho antes, las medidas de ajuste fiscal recientemente aprobadas eran urgentes, porque eran imprescindibles para atajar una situación de elevadísima inestabilidad que podría haber tenido consecuencias nefastas. Pero hay otras actuaciones que, sin tener el mismo grado de urgencia, son, incluso, más importantes, pues su objetivo es asegurar la estabilidad presupuestaria a medio y largo plazo. Me refiero, obviamente, a las medidas de reforma de nuestro sistema de pensiones. El Gobierno ya realizó algunas propuestas en la Actualización del Programa de Estabilidad y, sobre esa base, la Comisión del Pacto de Toledo va a ponerse a trabajar en las próximas semanas. No quiero entrar aquí en los detalles de las posibles vías de reforma, pero parece claro que una combinación de modificaciones en algunos parámetros del sistema, que eleven la edad legal de jubilación, el mínimo número de años necesario para acceder a la prestación y el período de cálculo de la pensión, sería lo óptimo para garantizar la viabilidad del sistema.

La reforma de las pensiones no va a suponer una mejora significativa en las cifras de déficit público a muy corto plazo, pero ejercerá una influencia poderosa en la recuperación de la confianza en esta economía y en la solvencia del sector público, y ello se traducirá en mejores condiciones de financiación y unas perspectivas de crecimiento más sólidas. Por ello, no puedo sino animar a que esa discusión en el marco del Pacto de Toledo tenga lugar con la mayor celeridad posible –y con el mayor consenso político-, pues creo que esta puede ser una pieza fundamental para disipar la incertidumbre que estamos sufriendo en las últimas semanas.


IV. La corrección de las ineficiencias que lastran el funcionamiento del mercado de trabajo tiene una importancia primordial, puesto que en su configuración actual nuestro mercado laboral ha mostrado palmariamente las dificultades que plantea para ganar competitividad y para generar empleo sostenible. En particular, estas deficiencias han hecho que el ajuste de la economía en la crisis reciente haya recaído de forma desproporcionada sobre el empleo, como consecuencia, entre otras razones, de la escasa sensibilidad de la negociación colectiva a la situación específica de las empresas. El alcance de estas rigideces no es simplemente cíclico, sino que sus efectos son en buena medida permanentes al expulsar del mercado a empresas y trabajadores, causando un daño duradero sobre la capacidad productiva y el capital humano.

El Gobierno aprobó la semana pasada un conjunto de medidas dirigidas a corregir estas ineficiencias; en concreto, a reducir la dualidad en la contratación y a reforzar los instrumentos de flexibilidad interna de las empresas. Para ello, se ha optado por modificar algunos de los elementos del sistema en vigor, aunque sin cambiar los aspectos más sustanciales del mismo. En especial, el sistema de negociación colectiva ha quedado fuera de ámbito de la reforma, lo que limita el alcance y la eficacia de la misma, pues la interacción de esta pieza institucional con el sistema de contratación laboral es un determinante fundamental de la capacidad de ajuste del mercado de trabajo.

A pesar de ello, la reforma propone avances en términos de flexibilidad interna y salarial que hay que valorar adecuadamente, pues amplía las posibilidades para que empresas que se enfrentan a circunstancias difíciles puedan acordar con sus trabajadores unas condiciones salariales o de organización del trabajo que se ajusten mejor a la situación y faciliten la conservación de los puestos de trabajo. Como he señalado en numerosas ocasiones, si esta posibilidad hubiera estado disponible de manera efectiva durante la pasada crisis, el ajuste del mercado de trabajo no habría recaído de forma tan severa sobre el empleo.

Paralelamente, con el objetivo de reducir la dualidad en la contratación se han adoptado algunas medidas para aumentar los incentivos a la contratación indefinida mediante la ampliación de las posibilidades de utilización de los contratos de fomento al empleo estable y la eliminación de algunas de las causas que venían incentivando un uso injustificado de los despidos por caudas distintas de las económicas. También se han ampliado los colectivos que pueden acceder a contratos permanentes de fomento y se han introducido de ciertas limitaciones a la contratación temporal. La tramitación parlamentaria debería aprovecharse para introducir una mayor claridad en la redacción de las medidas de fomento de la contratación indefinida que evite interpretaciones restrictivas y fomente un impulso efectivo de misma. Pero lo que resulta más cuestionable es la imposición de nuevos límites a la temporalidad, sobre todo mientras no se mejore suficientemente la contratación estable. En las condiciones actuales, con más de cuatro millones y medio de españoles en paro, es crucial mantener abiertas todas las oportunidades de creación de empleo y no perjudicarlas lo más mínimo, en tanto no se haga patente la efectividad de los nuevos canales de contratación indefinida”.

2 comentarios:

Sergio dijo...

¿El Real Decreto-Ley no es 10/2010 y no 8/2010?

Eduardo Rojo dijo...

Hola Sergio, muchas gracias por tu observación. En efecto, se ha deslizado un error en mi entrada, porque el numero del RDL es el 10/2010 y no el 8/2010.

Saludos cordiales.