miércoles, 20 de enero de 2010

Los nuevos Comisarios europeos de Empleo e Inmigración se examinan ante el Parlamento Europeo (I).

1. Estamos en plena época de evaluaciones (calificaciones, correcciones) de los trabajos (exámenes) realizados por el alumnado en mi Universidad. Pero no voy a hablar de ello en esta entrada, ni tampoco de la normativa reguladora de la evaluación y calificación de las asignaturas aprobada por el Consejo de Gobierno de la Universidad de Sevilla el 29 de septiembre de 2009 y de la que se están haciendo eco los medios de comunicación por sus “especiales” características, porque requeriría de un comentario específico. Mi propósito es comentar brevemente los “exámenes” de los nuevos Comisarios propuestos como responsables de las materias de empleo e inmigración ante las Comisiones del Parlamento Europeo encargadas de tales asuntos. El día 13 de enero le tocó el turno al húngaro Lászlo Andor, futuro responsable de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, y ayer martes fue el turno de la sueca Cecilia Malmström, que asumirá la cartera de Interior. Más exactamente, se trata de examinar las respuestas formuladas a un cuestionario que deben responder todos los nuevos Comisarios propuestos, ya que en las mismas encontramos algunos de los ejes de la futura actuación de los responsables comunitarios al frente de sus comisarías. También es conveniente conocer el currículum de los nuevos miembros encargados del empleo y la inmigración, que pueden consultarse en la página web del Parlamento Europeo.

2. De la comparecencia del Sr. Andor sólo encontramos una breve reseña en las noticias del PE, en las que se destaca que el nuevo comisario manifestó su preocupación por la crisis económica actual, que calificó como “la más seria desde Gran Depresión” y por su impacto sobre los colectivos más vulnerables, y destacó la importancia de evitar que se destruyan más empleo en el territorio comunitario. Entre las prioridades de su actuación, más detalladas en sus respuestas al cuestionario, apuntó las siguientes: “Estrategia 2020, el envejecimiento de la población, la lucha contra la pobreza, la legislación sobre tiempo de trabajo y la modernización de los fondos estructurales, con el objetivo de simplificar su gestión”.

Si vamos a las respuestas formuladas al cuestionario del PE, me parece importante destacar los siguientes aspectos:

A) Su constatación de que el mercado de trabajo europeo tardará mucho tiempo en recuperarse de la crisis económica, y que ello obliga a dedicar recursos y esfuerzos para atajar el desempleo y posibilitar que las personas desempleadas puedan reincorporarse al mercado de trabajo, al objeto de evitar que se produzca un incremento de las situaciones de pobreza y exclusión social y con el declarado objetivo de ayudar a los Estados miembros, en el marco de las competencias comunitarias, “a lograr unos niveles más elevados de calidad del empleo, un mercado de trabajo más firme e inclusivo y una mayor cohesión social”. El nuevo comisario se propone llevar a la práctica “una agenda social y laboral justa y moderna para Europea, como parte de la Estrategia 2.020 para el desarrollo de unas economías y de unos mercados de trabajo dinámicos, sostenibles e inclusivos”, con una relación muy estrecha con las otras Comisarías, señaladamente las responsables en materia de educación, migración e integración.

B) La pregunta clave del cuestionario es, a mi parecer, aquella en la que se pide a la persona examinada que identifique las tres prioridades principales que tiene intención de desarrollar. Para el nuevo comisario, y creo que no podría ser de otra forma, su prioridad máxima será hacer frente a las consecuencias de la crisis que vivimos desde 2.008 y a su impacto sobre el empleo y la inclusión/exclusión social, continuando con las medidas que sea necesario poner en marcha o desarrollar en el marco del plan europeo de recuperación económica y de cara a su integración en la futura Estrategia 2020 de la UE. Su concreción pasa por el desarrollo de nuevas fuentes de crecimiento, que sean beneficiosas tanto para un desarrollo económico sostenible como para la creación de empleo estable y de calidad, entre las que se citan de forma expresa “la economía ecológica la atención sanitaria y los servicios sociales”. En su agenda también encontramos el desarrollo de la política de flexiguridad, en sintonía con las directrices comunitarias que ponen el acento en la estabilidad en el empleo y en el desarrollo de medidas que faciliten las transiciones en el mercado de trabajo así como también en la mejora de las políticas de educación y formación a lo largo de toda la vida, contando para ello con los fondos estructurales comunitarios y muy especialmente con los recursos destinados al fondo europeo de adaptación a la globalización creado en 2.006.

La otra cara de la política social es la protección de los colectivos más desfavorecidos, aun sin quedarse sólo en las personas que se encuentran o pretenden incorporarse al mercado de trabajo, y aprovechar las oportunidades que ofrece que el año 2.010 haya sido declarado el de lucha contra la pobreza y la exclusión social “para sensibilizar a los ciudadanos al respecto”. La problemática derivada del gradual y progresivo incremento de la edad de la población comunitaria y su impacto sobre los sistemas de empleo y de protección social también deberá ser abordado por la nueva Comisaría, tanto para garantizar la sostenibilidad de tales sistemas como la calidad de vida de las personas afectadas, y a tal efecto se plantea que “hay que animar a la gente a que se mantenga activa más tiempo y garantizarles unos recursos que les permitan envejecer con dignidad”.

C) Con respecto a las iniciativas que se pretende poner en marcha y el calendario previsto para ello, el nuevo comisario señala que debe ponerse el acento principal en la elaboración de una Estrategia Europea de Empleo para los próximos años que proporcione respuestas a los nuevos retos del mercado de trabajo. Como no podía ser de otra forma si atendemos a todo aquello que se ha venido haciendo en sede comunitaria en los últimos años (y cuestión diferente es el mayor o menor éxito de las medidas adoptadas), se trata de impulsar políticas de mercado de trabajo activas, en las que el aprendizaje permanente, las medidas formativas vinculadas al empleo, y la puesta en marcha de nuevas competencias referidas a nuevos empleos serán asuntos prioritarios.

Muy prudente (“no se moja”, por utilizar una expresión más coloquial) es el nuevo Comisario con respecto a los asuntos más polémicos que tendrá inmediatamente sobre su mesa del despacho, o en su ordenador, como son la ordenación del tiempo de trabajo y la aplicación de la directiva comunitaria sobre desplazamiento de trabajadores, y la interpretación polémica (o limitadora de los derechos colectivos de los trabajadores, por decirlo con más claridad desde mi punto de vista jurídico) efectuada en varias sentencias por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Con respecto al tiempo de trabajo se plantea de forma deliberadamente abierta la hipótesis “de una revisión general”, y sobre la problemática de los derechos de los trabajadores desplazados y su relación con la libertad de prestación de servicios por las empresas se apunta que se tomarán iniciativas para mejorar la aplicación de la Directiva y en particular para “aclarar las obligaciones de las autoridades nacionales, las empresas y los trabajadores”.

Por último, deseo destacar la referencia expresa en las respuestas, algo que me parece muy importante, a la necesidad de poner en marcha unas políticas activas (entiendo que de empleo) de integración de los inmigrantes, algo que necesariamente debe de hacerse en estrecha relación con la comisaría encargada de esta materia, con especial atención a todo aquellos aspectos de la inmigración “vinculados con el mercado de trabajo y con cuestiones sociales”.

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