martes, 26 de enero de 2010

El Gobernador del Banco de España sigue preocupado por “su” reforma laboral.

El Sr. Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Gobernador del Banco de España ha pronunciado hoy martes una conferencia en el Club Financiero de Vigo con el título “Perspectivas de la economía española”, cuyo texto íntegro se encuentra ya publicado en la página web de dicha entidad.

Nuevamente el Sr. Ordóñez vuelve a la carga con “su” reforma laboral, y esta vez se centra en la reforma de la negociación colectiva, pidiendo la total libertad para convenir en el ámbito de la empresa. Me imagino que sus consideraciones no son casuales en estos momentos en los que el gobierno está preparando sus propuestas de posibles cuestiones de contenido laboral objeto de negociación, y entre ellas la de negociación colectiva, para que sean objeto de debate con los agentes sociales a partir del día 5 de febrero.

¿Qué quieren que les diga sobre la nueva intervención del gobernador del Banco de España? Pues que estoy cansado, como la mayor parte de quienes nos dedicamos al estudio, análisis y explicación del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, de ver y oír como se culpabiliza permanentemente a nuestra disciplina y a sus instituciones nucleares, una de ellas la negociación colectiva, de los problemas de la economía española y del incremento del desempleo. Y además de cansado, harto de escuchar explicaciones simplistas de cómo mejoraría todo (más empleo, más calidad de vida, más bienestar, más….) si ponemos en práctica “su” reforma laboral. El profesor Antonio Baylos ha escrito recientemente un brillante artículo sobre “Creación de empleo, mercado de trabajo y Derecho del Trabajo en torno a la experiencia española” en el número doble 23-24 de 2009 de la revista Relaciones Laborales en el que desmonta mucho de los mitos falsamente preconstituidos sobre las maldades del ordenamiento jurídico laboral y su influencia nefasta, según algunos, sobre la creación de empleo y bienestar.

El próximo jueves se celebra una interesante sesión de debate organizada por la Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en Madrid, una de cuyas mesas de trabajo está dedicada justamente a la reforma de la negociación colectiva, cuestión que ha sido abordada recientemente por su presidente, el profesor Fernando Valdés, con su acostumbrada rigurosidad intelectual en el número 1 de 2010 de Relaciones Laborales. Estoy seguro de que ese debate, con independencia de los pareceres de cada ponente, será mucho más rico y riguroso que la intervención del gobernador del Banco de España, aunque con casi toda seguridad no tenga, ni mucho menos, el eco mediático que le auguro a la conferencia del Sr. Ordóñez.

Reproduzco en esta entrada del blog los fragmentos de la intervención del Sr. Ordóñez dedicados al ámbito laboral y recomiendo la lectura íntegra de toda su conferencia. Pero si no lo hacen, no se preocupen porque mañana tendrán abundantes raciones o informaciones periodísticas sobre la misma. Y como estoy seguro que al Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, le van a martillear mañana en Barcelona, con ocasión de la reunión informal de Ministros de Empleo de la Unión Europea, yo animo al Sr Ministro a que siga defendiendo en voz alta y sin complejos aquello que ha dicho en anteriores ocasiones, que el origen de la crisis no está en el mercado de trabajo y que el gobernador debería preocuparse más por la reforma del sistema financiero.

“… El desempleo y la situación de las cuentas públicas son nuestros dos grandes retos. La reforma laboral y la política de consolidación presupuestaria son las dos reformas más necesarias y urgentes. El desempleo, porque está estrechamente relacionado con todos los demás desafíos que tenemos en la economía española: el crecimiento, la necesidad de recuperar un nivel de ingresos públicos que mantenga el estado del bienestar o la situación del sistema financiero. Por ello, la reforma de nuestras instituciones laborales es absolutamente imprescindible para salir de la situación en la que estamos.

Es un hecho más que evidente que España destaca en el mundo desarrollado por la singularidad de sus instituciones laborales y por los efectos perniciosos que esa singularidad produce.

La evidencia es rotunda si repasamos lo que en la escuela llamaban “Geografía e Historia”. Si observamos lo que dice nuestra Historia, es la tercera vez que España llega a cotas de desempleo del orden del 20%, tasas desconocidas en cualquier país desarrollado. Es verdad que a mediados del 2007 conseguimos la menor tasa de paro de los últimos 30 años: un 8%. Pero, si echamos un vistazo ahora a la Geografía, comprobaremos que otros países ni siquiera han alcanzado esa tasa de paro ahora, después de haber sufrido durante estos dos años la mayor crisis desde los años treinta. Tanto si miramos al pasado, pues, como si observamos qué pasa en otros países, sabemos que tenemos que cambiar lo que no funciona.

La reforma laboral supone revisar un conjunto numeroso de instituciones (contratación, negociación, servicios de empleo, formación, intervención administrativa etc.) en las que nos apartamos mucho de lo que hacen otros países. Hoy, por razones de brevedad, hablaré solamente de una, la negociación colectiva. De la reforma de la contratación, que sin duda es importante, pienso que algunas propuestas conocidas en los últimos meses, como por ejemplo el documento publicado por 100 de los mejores economistas del país, han servido para exponer con claridad las deficiencias y han puesto sobre la mesa algunas ideas interesantes sobre qué es lo que se puede hacer. Pero en este momento la reforma más urgente es la de la negociación colectiva porque puede ayudar mucho a detener la sangría del paro, recuperar algo de competitividad y mejorar la productividad y, de esta forma, aprovechar la recuperación que está iniciándose en la economía mundial.

Esta reforma es especialmente necesaria para las medianas y pequeñas empresas, que se ven particularmente afectadas por la falta de flexibilidad del sistema vigente en la actualidad. Con frecuencia, estas empresas no disponen de la capacidad y de los instrumentos para aprovechar las ventajas que ofrecen sistemas laborales complicados. Para las PYMES es muy importante que las reformas que se lleven a cabo conduzcan a soluciones sencillas y fáciles de implantar.

Habría que conseguir que, sin mayores complicaciones, los trabajadores de cualquier empresa pudieran acordar con sus empresarios lo que mejor les convenga. En la situación actual esto no es posible como consecuencia de los convenios sectoriales y regionales, que imponen un importante grado de rigidez tanto en la fijación de los salarios como en todos aquellos aspectos que tienen que ver con la organización interna del trabajo en las empresas. Como consecuencia de esta falta de flexibilidad, ante unas circunstancias tan adversas como las de los últimos trimestres, muchas empresas se ven obligadas a hacer justo lo contrario de lo que querrían sus trabajadores, como reducir la plantilla o incluso acabar cerrando y despedir al 100% de sus empleados. Para cambiar esto no sería necesario suprimir los convenios sectoriales o regionales acordados por los sindicatos y patronales. Estos convenios podrían servir de referencia o de red de seguridad para todos aquellos trabajadores y empresarios que no lograsen llegar a un acuerdo a nivel de empresa. La clave está en encontrar un mecanismo legal simple que permita a los trabajadores españoles alcanzar acuerdos con sus empresarios para mantener su puesto de trabajo. Además, para aquellas empresas que no están en dificultades, la negociación colectiva a nivel de empresa es un instrumento capital para posibilitar aumentos de productividad, que, no lo olvidemos, es lo que permite aumentar los salarios de forma duradera.

Y es que algunas reformas estructurales aportan mejoras para todos. Así, tanto la reforma de la negociación colectiva, como la reforma de la contratación, si se implantan sin alterar las condiciones de despido de los trabajadores actualmente contratados, favorecerían a todos los trabajadores, tanto a los desempleados como a los que tienen empleo.

… Interesa mucho que se entienda la importancia que para el supervisor del sistema bancario tienen el paro y la reforma laboral, porque tanto el déficit público como la situación de nuestro sistema financiero dependen en buena parte de la evolución del paro. Si el paro sigue aumentando tendremos más problemas. Si, por el contrario, se adoptan las reformas destinadas a mejorar rápidamente la situación del empleo, bancos y cajas podrán contribuir, tal como deben, a la recuperación de la economía. Y por cierto, aprovecho esta oportunidad, como hago siempre, para llamar a la responsabilidad a todas las entidades de crédito para que, por descontado, no den crédito nunca a quien no se lo vaya a devolver, pero también recordarles que, si dejan de prestar un solo euro a quien es solvente, están echando piedras sobre su propio tejado”.

1 comentario:

Pepe Luis López Bulla dijo...

Lo de MAFO es espectacular, este hombre en otros tiempos estaría en un circo haciendo de mujer barbuda o del hombre de la sola idea. El texto no pasaría el filtro de política económica uno. Estapé lo estrellaría contra la barra del bar. Parece mentira que el que está al frente del banco de España se permita y le permitan tamañas frivolidades