1. En anteriores
entradas del blog, y de forma periódica, me he ido ocupando, y espero seguir
haciéndolo en el futuro, de la evolución de la población extranjera en España
desde la perspectiva laboral. Es decir, presto atención mensualmente a los
datos sobre afiliación a la Seguridad Social, y a los de empleo y desempleo
según los datos disponibles en el Servicio Público de Empleo Estatal, con
atención específica a la realidad de Cataluña, y a los facilitados en la
Encuesta de Población Activa que publica trimestralmente el Instituto Nacional
de Estadística (INE). De forma semestral, y ya con carácter general, sigo los
datos sobre extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en
vigor, y anualmente los datos que publica el INE sobre cifras de población
residente en España y la estadística de migraciones.
En algunas ocasiones, pero menos, he prestado atención a las estadísticas del padrón continuo, algo que ahora hago con mayor detenimiento una vez que se ha publicadopor el INE, el 20 de abril, el avance de datos a 1 de enero de 2021. Recomiendo compararlos con los de afiliación a la Seguridad Social y de población desempleada, a fin de comprobar qué diferencias puede haber entre la población extranjera total (diferenciando por nacionalidades, y dentro de estas entre países miembros de la Unión Europea y externos a ella), y la población trabajadora regular, es decir la que está afiliada a la Seguridad Social.
2. Fijémonos,
pues, en los datos más relevante del citado avance, en el que se nos informa de
que el total de personas empadronadas es
de 47.344.649, con un importante descenso de 106.146 personas respecto a los
datos de inicio de 2020, siendo bastante superior el descenso de la población
española (79.815) que el de la población extranjera (26.331), con la
particularidad relevante de que mientras la población de Estados miembros de la
UE desciende en 37.870, la de países extracomunitarios se incrementa en 11.539
personas (- 2,3 y + 0,3 respectivamente
sobre los datos a 1 de enero de 2020).
Otro dato
relevante es que la población extranjera supera ampliamente los cinco millones,
exactamente 5.407.822, que supone el 11,4 % del total de la población
empadronada, solo una décima de disminución respecto al año anterior. En fin,
el dato de la población extranjera comunitaria es de 1.580.066 personas,
mientras que el de la población extracomunitaria es de 3.827.756, es decir suponen el 3,3 y el 8,1
%, respectivamente respecto al total de la población,
3. No hay
diferencias significativas por razón de sexo entre la población española y la
extranjera, ya que entre la segunda existe prácticamente la paridad (50,1 %
hombres y 49,9 % mujeres) mientras que en la primera hay una mínima diferencia
de dos puntos porcentuales a favor de la población femenina (51 % mujeres y 49
% hombres).
En cambio, si la
hay por razón de edad, y gran parte de la diferencia radica en la mayor
presencia de población ocupada en la franja de 16 a 44 años por parte
extranjera, y mucho menor en el grupo de mayores en edad de jubilación. Si
concretamos más esta información, podemos decir que no hay casi diferencias
entre la población menor de 16 años (15,2% la española y 15,0 % la extranjera),
y sí la hay considerablemente en el colectivo de 16 a 44 años (33,1 y 53,9
respectivamente), cambiando el dato mayoritario a favor de la población
española en el grupo de 45 a 64 años (30,4 y 24,1 %) y con mucha mayor
diferencia en el de 65 y más años (21,3 y 7,0 %).
Se entiende mejor
esta diferencia tanto porque la población extranjera llega mayoritariamente
para incorporarse, o tratar de hacerlo, al mercado de trabajo, como porque la
media de edad de la población española es más de ocho años mayor que la de la
extranjera (44,7 y 36,6 años respectivamente, si bien el INE se encarga de
indicar rápidamente que la edad llega a los 38,9 años cuando dentro de la
población extranjera solo nos fijamos en la comunitaria). En efecto, si la edad
media de la población total inscrita en el Padrón es de 43,8 años, esta se
incrementa en varios años para la población comunitaria del Reino Unido y
Alemania que reside en zonas costeras, tanto en el interior de la península
como en las Islas Baleares y Canarias (53,6 y 49,4 años), mientras que países
extracomunitarios con importante presencia entre la población extranjera,
especialmente Marruecos, tienen una población mucho más joven, siendo los más
jóvenes los ciudadanos hondureños (30,3 años) seguidos de los pakistaníes (31,2)
y los marroquíes (31,70), y situándose en cuarto lugar la población china (32,9).
4. Si bien las
cuatro Comunidades Autónomas con mayor presencia de población extranjera son
Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, son las Islas Baleares la
que tienen una mayor porcentaje de población extranjera (18,7 %), seguida por
Cataluña (16,1 %) y la Comunidad Valenciana (14,7 %), con una amplísima
diferencia, que también se produce en los datos de afiliación a la Seguridad
Social, con respecto a las que tienen menor porcentaje, que son Extremadura,
Galicia y Principado de Asturias (3,3, 4,2 y 4,5 % respectivamente), habiéndose
producido un incremento durante 2020 en Andalucia, Castilla y León, y País Vasco
(5.107, 1.766 y 1.448, respectivamente)
Si nos fijamos en
las nacionalidades, comunitarias y de terceros países, con mayor presencia
entre la población extranjera, también nos daremos cuenta de las pocas diferencias
con respecto a los datos de afiliación, empleo y desempleo, si bien en la
población marroquí hay un número no despreciable de menores de edad. Así, el
primer país es Marruecos (869.661), seguido por Rumania (639.261), mientras que
a efectos laborales se invierten las tornas. Por detrás, encontramos a los
nacionales colombianos
(290.053), británicos (280.022, en buen número jubilados), seguidos de los italianos
(256.115) y los chinos (228.564), De
tal manera que las seis nacionalidades con mayor presencia están cerca del
alcanzar el 50 %, siendo significativo que un país que vive en una muy difícil
situación económica y social, como es Venezuela, se sitúe ya en el séptimo
lugar con 197.615 nacionales, con un incremento de 8.505 sobre el año anterior
(4,5 % de aumento).
5. Al igual que en
las relaciones de trabajo y protección social, la población de Estados UE es
mayoritaria, seguida por la africana y la americana del sur. Así, mientras que
la población comunitaria es de 1.580.066 personas, el 29,2 % del total, la
africana es de 1.193.758, 22,1 %, y la americana del sur 1.130.408, 20,9 %. A bastante más distancia se encuentra la
población del resto de Europa, 10,5 %, y la asiática, 9,1 %.
6. Por último,
también es de interés conocer donde se concentra la población extranjera según
el tamaño de los municipios, de los que hay 8.131 en España y de ellos 5.002
tienen una población menor de 1.000 habitantes.
Pues bien, la estadística del Padrón nos da el dato de que el porcentaje más elevado de la población extranjera se encuentra en los municipios entre 50.001 y 100.000 habitantes (hay 86), con el 13,1 %, mientras que es algo inferior, 12,3 %, en los de más de 100.000 habitantes (hay 63) y bastante más, 6,6 %, en los de menos de 1.000 habitantes. Otros datos que conviene destacar son que en 18 municipios el porcentaje de población extranjera supera el 50 %, y en 239 es superior al 25 %, mientras que dicho porcentaje (un buen dato, dicho sea incidentalmente, para reflexionar cuando se hacen grandes proclamas y declaraciones sobre los “problemas” que “provoca” la inmigración) queda por debajo del 5 % en más de la mitad de los municipios españoles, 4.172.
Buena lectura.
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