Actualizo en
esta entrada las normas que se van dictando por las autoridades públicas, así
como las aportaciones jurídicas y económicas, con evidentes incrustaciones y
reflexiones sociales, de las que tengo conocimiento (y que con toda seguridad
serán muchas más). He podido leer (al menos hasta ahora) todas las normas y
parte de resoluciones judiciales y artículos que enumero en cada actualización,
y cuando lo considero oportuno extraigo aquellas tesis o ideas que me parecen
más importantes de todas ellas, con independencia de que esté o no de acuerdo
con sus contenidos.
Dado que el
número de normas es cada vez más elevado, y por ello muy difícil de seguir con
regularidad, es necesario remitirse al
Código electrónico “Covid-19 Derecho Europeo, Estatal y Autonómico” https://boe.es/biblioteca_juridica/codigos/codigo.php?id=355¬a=1&tab=2 que ha publicado el Boletín Oficial del
Estado y que se actualiza a medida que se van dictando
La Jurisdicción
Social no es competente para conocer de la demanda
formulada por el SINDICATO DEL CUERPO NACIONAL DE POLICÍAJUPOL, sobre TUTELA DE
DERECHOS FUNDAMENTALES CONTRA el GOBIERNO DE ESPAÑA, Y EL MINISTERIODE
INTERIOR, en la que se solicita: Se declare la existencia de vulneración de
derechos fundamentales y libertades públicas, concretamente así del artículo 15
de nuestra Constitución Española infringido, que contiene el derecho a la
integridad física, dentro de los límites del debate procesal y conforme a las
normas y doctrina constitucionales aplicables al caso, hayan sido o no
acertadamente invocadas por los litigantes. Se ordene el cese inmediato de la
actuación contraria a derechos fundamentales o a libertades públicas ya
expuestos en el apartado anterior". En el presente caso el sindicato actor
persigue la salvaguarda de un derecho fundamental (el derecho a la integridad
física) cuyo ataque entiende producido en el marco de la relación de prestación
de servicios que mantiene con la Administración demandada. No nos encontramos
en marco del art. 2 e) LRJS), sino en el del art. 2 f) LRJ.
2. Isabelle Marc y
Juan Varela-Portas. La encrucijada de
la Universidad post-covid (
profesora de la UCM y vocal del Consejo Social de la URJC, y profesor de la UCM
y miembro del Consejo Universitario de la Comunidad de Madrid). 28 de mayo.
… En el ámbito universitario, que no solo es
responsable de la formación superior sino también de la mayor parte de la
investigación de este país, desde los rectorados se han tomado medidas de
urgencia para intentar salvar el curso, y el conjunto de la comunidad
universitaria ha realizado un muy loable esfuerzo en este sentido. Pero más
allá de intentar paliar la debacle inmediata, es necesario mirar al problema de
frente y realizar un diagnóstico certero de la situación de nuestra
universidad, no solo para que sobreviva sino para que se reafirme y se
convierta en uno de los motores de la España post-covid.
La crisis actual llega a una universidad pública
profundamente maltratada por 20 años de reformas de corte neoliberal (Plan
Bolonia), aplicadas a contrapié de Europa y sin fondos, agravadas por diez años
de intensos recortes, con la excusa de la crisis iniciada en 2008, y no
revertidos en los últimos dos años. Ello ha sido así en toda España, pero
especialmente en Madrid y Cataluña, las regiones susceptibles de convertirse en
un hub educativo donde se podía abrir –y de hecho se ha abierto– un
nicho de negocio a la universidad privada. Esta visión ha promovido un
progresivo cambio en la concepción de la educación superior (y de la educación
en general), que ha dejado de ser un derecho y un servicio público para
convertirse en una aspiración y un servicio mercantilizado. Esta ideología de
la educación superior se está imponiendo, no solo por medio de potentísimos
aparatos ideológicos, sino por la fuerza de los hechos –que es la mejor forma
de imponer una ideología– a través de cuatro mecanismos perversos ejecutados
con la excusa de las crisis (en un perfecto ejemplo de “doctrina del shock”).
En primer lugar, el encarecimiento exponencial de los precios públicos, que ha
conllevado la expulsión de facto de decenas de miles de estudiantes con rentas
más bajas y la difusión de la mentalidad cliente-servicio en las relaciones
pedagógicas. En segundo lugar, la precarización del profesorado, con la
consabida “fuga de cerebros”, la pauperización de los jóvenes investigadores,
además de constituir un atentado directo a la libertad de cátedra y la
autonomía del saber. En tercer lugar, el estrangulamiento económico, que obliga
a las universidades a echarse en manos de agentes privados para su
financiación. Por último, la sujeción de la actividad investigadora a
financiación por objetivos impuestos desde fuera del mundo académico, relegando
así la investigación básica y en artes y humanidades a un papel secundario….
…. Si, por el contrario, decidimos no repetir los
errores de la crisis del 2008, no expulsar a los estudiantes ni a los
investigadores y evitar que caigan en saco roto el esfuerzo y los recursos
públicos, podremos proporcionar un horizonte profesional y vital a nuestros
jóvenes. Podremos, asimismo, gracias a una investigación pública e
independiente de presiones mercantilistas, a la vez que eficiente y dinámica,
hacer frente a los cada vez más complejos desafíos sanitarios,
medioambientales, sociales y culturales que se nos avecinan, así como
contribuir al imprescindible cambio de modelo productivo que España necesita
urgentemente.
Concretamente, si elegimos esta segunda opción,
es necesario bajar de forma inmediata las tasas y aumentar las becas,
garantizar los puestos de trabajo, aumentar la financiación de proyectos de
investigación en ciencia básica y aplicada y promover la transferencia del
conocimiento. Asimismo, deben aprovecharse las tecnologías para dinamizar la
enseñanza en línea, con más inversión, por tanto, pero sin olvidar que la
comunidad universitaria es mucho más que una serie de clases presenciales: la
universidad son contactos, debates, confrontaciones…; aprendizaje, en suma, que
va mucho más allá de las aulas y que lo virtual no puede ni debe pretender
suplir. En definitiva, es urgente colocar a la universidad pública en el
centro de las políticas públicas, valorando lo que tenemos, mejorándolo, ofreciéndole
las condiciones materiales y jurídicas necesarias para cumplir su
misión. …
3. Borja de
Riquer. Per a un rearmament intel·lectual i polític 28 de mayo.
Hace unos siete
años, coincidiendo con los peores momentos de la pasada crisis económica,
algunos destacados historiadores, como Tony Judt, Eric Hobsbawm o el mismo José
Fontana, publicaron interesantes libros donde reflexionaban sobre el carácter
de la etapa posterior a la Segunda Guerra mundial para entender como se había
llegado a aquella situación tan compleja y difícil. Para comprender aquella
crisis económica y política la perspectiva histórica, aunque fuera de sólo 70
años, parecía extremadamente útil. Judt, en El mundo no se sale, explicaba que
los europeos aprendieron en 1945, después del gran desastre de la Segunda
Guerra Mundial, que tenían que cambiar muchas cosas de sus actitudes y debían
dotarse de unas reglas del juego político muy diferentes a las de preguerra.
Pero después, y hasta finales del siglo, los europeos occidentales se creyeron
que ya estaban en una situación de prosperidad ilimitada y que tenían unos
sistemas políticos auténticamente democráticos. Y eso fue un grave error dado
que, según Judt, los últimos 20 años supusieron una "etapa perdida"
para buena parte de los habitantes de Europa occidental porque habían sido
demasiado egoístas e ingenuos. No previeron los efectos políticos y sociales de
la globalización y del predominio de la revolución conservadora e
individualista impulsada por Thatcher, Blair, Reagan, Busch y compañía. Y no
reaccionaron a tiempo ante la realidad que dirigentes políticos de todo el
mundo, y de todo tipo de adscripciones ideológicas, fomentaban políticas que
favorecían las desigualdades sociales, el deterioro de los servicios básicos
del estado del bienestar y el descontrol de los grandes flujos financieros.
De la lectura de
los historiadores citados se deducía que era muy necesario un rearme
intelectual para hacer frente al pesimismo y la confusión que existía y también
para denunciar el individualismo neoliberal que parecía lo invadía todo. Hoy,
en 2020, después de la gran devastación provocada por la pandemia del Covid-19,
no deberíamos llegar a un conclusión semejante? Ahora hay, tal vez, una
perplejidad ciudadana de mayores dimensiones que la de hace siete años que se
traduce en pesimismo, confusión y sensación de impotencia. Por eso pienso que
el rearme intelectual y político es hoy todavía más necesario que entonces. Hay
que repensar, ciertamente, muchas cosas de cómo se ha organizado nuestra
sociedad y por ello la agenda de temáticas es bien larga. En mi opinión, las
temáticas más centrales deberían ser repensar y rehacer la misma idea de
democracia, relanzar y rectificar las políticas de igualdad social y redefinir
el lugar y el papel de las administraciones públicas.
4. Lucrezia Reichlin.. ¿Un salto gigante para Europa? 26 de mayo.
LONDRES – El fondo
de 500 mil millones de EUR (547 mil millones de USD) para la recuperación de la
COVID-19 que propusieron la canciller alemana Angela Merkel y el presidente
francés Emmanuel Macron fue recibido como un punto de inflexión para la Unión
Europea, por buenos motivos. Más allá de sus implicaciones económicas
concretas, la propuesta reafirma un compromiso con la solidaridad por parte de
las dos mayores economías de la UE, preparando así el terreno para un avance
genuino hacia la unión fiscal.
La propuesta
básica es simple: la UE tomaría créditos de largo plazo en el mercado con la
garantía implícita del presupuesto común, luego canalizaría los fondos
obtenidos hacia las regiones y sectores más golpeados por la crisis de la
COVID-19. Aún hay mucho por negociar, por ejemplo, si ofrecer créditos o
subsidios, el tipo de condiciones que corresponderían a los proyectos y el
grado en el cual habría que aumentar la capacidad fiscal agregada. La oposición
de los llamados «cuatro frugales» —Austria, los Países Bajos, Finlandia y
Suecia— indudablemente obligará a buscar un acuerdo.
Pero, dejando
estas consideraciones de lado y mientras esperamos la propuesta que debe
presentar la Comisión Europea esta semana, es importante considerar cuáles son
las posibles implicaciones en el largo plazo para la UE si se implementa alguna
versión de la propuesta francogermana.En especial, ¿cómo queda con esto el
debate sobre la capacidad fiscal europea y la coordinación monetaria y de
política fiscal en la zona del euro? ¿Es éste un paso decisivo en esa
dirección?, ¿un momento tan crucial como la declaración en 2012 del entonces
presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi de que el BCE haría «todo lo
necesario» para salvar al euro?, ¿o es una respuesta pragmática a la crisis
actual, que define los límites viables para compartir riesgos dadas las
condiciones actuales? La propuesta atraviesa varios límites históricos, desde
el supuesto del nivel de la deuda europea, hasta las transferencias basadas en
las necesidades en vez de contribuciones al presupuesto de la UE, y el
otorgamiento de subsidios en vez de créditos. En principio, lograría finalmente
el tan promocionado objetivo de la «solidaridad».
5. COVID-19 LESPROVES DIAGNÒSTIQUES EN L’ÀMBIT LABORAL CCOO de Catalunya 18 de mayo.
CCOO
entiende que la vigilancia y el interés epidemiológico son competencias de las
autoridades sanitarias públicas, y no un interés legítimo que puedan invocar
empresas ni servicios de prevención para la realización de las pruebas del
coronavirus SARS-CoV-2 de forma unilateral y fuera del control del sistema
público. Por este motivo, nuestro sindicato ha elaborado una guía sindical en
relación con la aplicación de estas pruebas
Sumario
Carta
de redacción
La
economía española experimentará, durante la primera mitad de 2020, una
contracción sin precedentes. Aun contando con el previsible rebote posterior,
las medidas de confinamiento y cierre de las actividades productivas decretadas
para hacer frente a la pandemia del COVID-19 provocarán una caída del PIB en
torno al -8,4% en el conjunto
del
año, situando la tasa de paro cerca del 19% en media anual. Frente a los
impactos de todo tipo que provoca una paralización económica de duración aún incierta,
la intervención de las autoridades económicas y monetarias ha sido mucho más
rápida y adecuada que en crisis precedentes. También el tejido productivo de la
economía española se encontraba en mejor posición que en los años previos a la
Gran Recesión, con registros de competitividad exterior que siguen
sorprendiendo por su persistencia y con un sistema
bancario
con mayores niveles de solvencia, buena calidad de los activos y una holgada
situación de liquidez. Por el contrario, el escaso margen de maniobra de las
cuentas públicas y la todavía elevada tasa de paro conformaban –como
reiteradamente se ha señalado en estas mismas páginas– las dos principales
vulnerabilidades de la economía española a finales de 2019”.
El
Gran Confinamiento de la economía española / Raymond Torres y María Jesús
Fernández
Ayudas
a la financiación ante el COVID-19: marco temporal y suficiencia / Santiago
Carbó Valverde y Francisco Rodríguez Fernández
Medidas
fiscales para mejorar la liquidez empresarial en respuesta al COVID-19 /
Desiderio Romero-Jordán y José Félix Sanz-Sanz
COVID-19:
un terremoto para las cuentas públicas / Santiago Lago Peñas
Resiliencia
de la banca española frente a la crisis del COVID-19: comparativa europea /
Joaquín Maudos
Alivio
de capital y liquidez ante el COVID-19: implicaciones para la banca española /
Marta Alberni, María Rodríguez y Fernando Rojas
COVID-19:
globalización contra pandemia / José Antonio Martínez Serrano
SOS en
tiempos de COVID-19: la evaluación económica en salud pública / Marta
Trapero-Bertran
7. CES. ETUC noteon Posted Workers and the COVID-19 Outbreak
20 de mayo.
https://www.etuc.org/en/document/etuc-note-posted-workers-and-covid-19-outbreak
Los trabajadores desplazados en la UE se enfrentan a
retos particulares en vista del brote de COVID-19 y las medidas impuestas, no
sólo en lo que respecta a las restricciones fronterizas a la libre circulación
de trabajadores y servicios, sino también en lo que respecta a las medidas de
emergencia introducidas para mitigar y proteger a los trabajadores y las
empresas de las consecuencias negativas de la crisis. Los trabajadores
desplazados corren un riesgo especial de quedarse atrás.
Si bien en los Estados Miembros se están introduciendo
medidas como planes de trabajo a jornada reducida, prestaciones de desempleo
ajustadas y medidas para facilitar el trabajo desde el hogar, esas
disposiciones no se aplican necesariamente a los trabajadores desplazados o no
atienden suficientemente sus necesidades o su situación particular.
Faltan medidas específicas y coordinadas para los
trabajadores desplazados. No deben quedar rezagados en la crisis, como
resultado de que sus empleadores hayan ejercido su libertad de prestación de
servicios en virtud de la legislación de la UE.
8. Daniel Innerarity. De las ruinas no surge necesariamente el
nuevo orden y el cambio puede ser a peor”
29 de mayo.
P. ¿No es imprudente tratar de escribir, y más
publicar, un libro en una crisis tan in fieri, tan dinámica y volátil,
originada además por la realidad biológica, por definición abierta? Al poco de
iniciar el libro escribe: “Una teoría de la crisis no es, ni siquiera en estos
momentos de prioridad y triajes, algo ocioso”. ¿Se puede pensar con claridad en
el fragor de la batalla?
R. ¿Y por qué tendríamos que renunciar a pensar en ese
fragor de las batallas? Me temo que entramos en un mundo de turbulencias y que
pensar en medio de ellas va a ser requerido, con toda la modestia y la
disposición a rectificar, si es que no queremos cometer errores que en esos
momentos se pagan especialmente caros. Realmente llevo veinte años pensando y
escribiendo sobre esto. Cuando escribí La transformación de la política en 2002
ya advertía que nuestros sistemas políticos no estaban suficientemente
preparados para gobernar las sociedades complejas. Y en mi último libro Una
teoría de la democracia compleja lo formulaba expresamente de un modo
sistemático. Nuestro mundo se caracteriza porque además de cambios graduales o
previsibles cada vez hay más lo que se viene llamando cambios discontinuos,
repentinos, no anticipados, y que modifican las sociedades de un modo
catastrófico. Una pandemia es un caso típico de esta clase de acontecimientos.
La dificultad de predecir estas irrupciones no es solo acerca de cuándo van a
suceder sino incluso sobre su naturaleza, de manera que no sabemos exactamente
qué va a suceder (o qué ha sucedido y qué va a cambiar después). La pandemia me
ofrecía una posibilidad de explicitar una teoría que había formulado
previamente. De todas maneras, los filósofos solo llegaríamos demasiado pronto
a la batalla si lo hiciéramos con la pretensión de dar el golpe definitivo.
Mientras estemos dispuestos a reconocer lo que somos (una propuesta en espera
de su refutación), nuestra intervención puede ser útil para quienes desean una
descripción de la realidad y no pueden permitirse el lujo de esperar a que sea
la definitiva. Un ejemplo para mi de pensamiento en medio de la crisis y sin
renunciar a la necesaria profundidad fue Ulrich Beck, a quien escuché en
Alemania su teoría de la sociedad del riesgo en plena crisis de Chernobil en
los años 80. Beck llevaba tiempo reflexionando sobre el riesgo y eso le
permitió ofrecer una teoría de lo que estaba pasando que el tiempo ha
confirmado. De vivir hoy, nos estaría ilustrando sobre la presente crisis de un
modo muy clarividente.
… ¿Hay motivos para esperanza?
Nunca he entendido por qué el pesimismo crítico y la
negatividad desesperanzada gozan de tanto prestigio en el mundo intelectual. Si
no puedes ser muy profundo, intenta parecerlo siendo muy cenizo. De todas
maneras, déjame hacer una precisión sobre qué significa esperar. No habría
ninguna esperanza si no hubiera incertidumbre y por tanto un cierto temor a que
no se cumpla lo esperado. Se trata de una expectativa que no se deriva ni de la
experiencia ni del conocimiento. El optimismo, el pensamiento positivo, son
actitudes subjetivas que aumentan la verosimilitud de que acontezca lo
esperado; la esperanza no facilita su satisfacción y puede recompensar también
a quienes no la tienen. Al optimista no le sorprenden los buenos resultados; al
esperanzado, sí.
9. Cristóbal Molina Navarrete ¿Es tan saludable el teletrabajo como para
imponerlo judicialmente frente al riesgo de contagio? 28 de mayo.
… Un «movimiento
migratorio (desplazamiento)» tan masivo desde los centros de trabajo a los
domicilios, legalmente decretado por la autoridad gubernativa (art. 5 RDL
8/2020), en su improvisación, no solo genera pérdidas de productividad
(asumidas como mal menor), sino que pone en riesgo la salud laboral de las
personas trabajadoras, perjudicando su calidad de vida (riesgos psicosociales,
riesgos ergonómicos, riesgos higiénicos –fatiga visual–, etc.). De todo ello
era consciente la regulación, cuando la ordenada preferencia del teletrabajo,
como medida de prevención del riesgo de contagio de la COVID-19 por
antonomasia, se condicionaba sea al criterio de posibilidad tecnológica (realismo)
sea al de la razonabilidad organizativa (utilidad económica) para la empresa.
En última instancia, el teletrabajo, en su dimensión jurídico-laboral,
constituye una forma alternativa de organización de la prestación de servicios
asalariados que no pueden imponerse, ni al empleador, pues la organización
forma parte de la libertad de empresa (art. 38 CE) ni a la persona trabajadora
(art. 13 ET), por cuanto responde al principio de voluntariedad. En
consecuencia, el paradigma de la imposición choca de raíz, en el Derecho del
Trabajo común o «normal» –hasta ahora– con la forma organizativa de teletrabajo
(Acuerdo marco comunitario de 16 de julio de 2002 y STS de 11 de abril de 2005,
rec. 143/2004).
Consecuentemente,
pasado lo más duro del confinamiento social masivo, abierto ya el proceso de
desescalada, con el impulso gubernativo a la recuperación de la actividad
económica y social, aun en el marco de ese extraño horizonte que llaman –con
una formulación digna del título de un best seller de esoterismo– la «nueva
normalidad», cabía pensar en que se produciría la reversibilidad progresiva de
esa situación. Asimismo, la gran reducción de la prevalencia de los contagios
en nuestro país y la mayor disposición –cierto que gradual y también
asimétrica, según empresas– de medios preventivos, iría alimentando los
procesos de retorno desde los domicilios a los centros de trabajo. No obstante,
la autoridad gubernativa, conforme al principio que hoy parece hacer furor,
ignorado en la etapa preCOVID-19, decidió mantener la preferencia unos meses
más, incluso finalizado el estado de alarma (hasta septiembre), sin ponerle
tampoco una fecha de caducidad cierta –se reserva, discrecionalmente, la
continuidad de la preferencia, a resultas de las decisiones de autoridad
sanitaria–.
10. Mar
Calpena. Auge y caída del “país de camareros”
31 de mayo.
Uno de los sectores económicos, si no el sector, que
en España más rápidamente ha notado el embate de la covid es el turismo. No es
de extrañar: el “país de camareros” debía a esta industria, a finales de
2019, el 12,3% de su PIB, y un 12,7% de sus puestos de trabajo. Un peso
económico que, sin embargo, se traducía en un
salario medio un 17,4% inferior al de otros sectores.
El turismo es, además, un sector que depende de la
movilidad y de la sociabilidad, dos intangibles que ahora mismo están más que
racionados. Si se cumplen las previsiones del World Travel and Tourism Council,
uno de sus foros principales, este sector perderá cien millones de empleos en
todo el mundo a causa de la pandemia y dejará de contribuir un 2% al PIB
mundial. En esta tesitura, es lógico preguntarse si esta crisis no es la
proverbial oportunidad para el necesario cambio de rumbo. Pero no se puede
entender este desastre turístico –ni plantear soluciones– si no entendemos
antes cómo hemos llegado hasta él.
11. Yolanda Díaz: “Nuestro país vive una reformalaboral permanente desde el año 84” 31
de mayo.
¿Cómo se pasa de ser una abogada laboralista puño en
alto, a sentarte en la zona noble de Madrid como ministra de Trabajo?
Lo mejor que le puede pasar a una abogada laboralista,
que además procede de una familia que ha pisado y conocido las cárceles
franquistas, que ha luchado toda su vida por la igualdad y por la defensa de
los trabajadores y las trabajadoras es tener la oportunidad de defender a la
mayoría social. ¿Cómo se vive? Con una enorme responsabilidad y con la
convicción firme de no olvidar nunca a qué hemos venido aquí. Llevábamos un mes
antes de la pandemia y ahora estamos gestionando una crisis de una magnitud que
es desconcertante. En un mes teníamos avanzado mucho, pero ni siquiera hemos
tenido tiempo de comprobar la dinámica ordinaria del Ministerio.
¿Cuál es la cesión que más ha dolido?
Yo entiendo muy bien la dinámica del diálogo social.
Este ministerio dialoga no solo con los sindicatos grandes y con las patronales
grandes, sino también con los sindicatos pequeños y con las patronales
pequeñas. Y dialoga a diario con todos los portavoces parlamentarios. No
tendría por qué hacerlo, sin embargo me parece que democráticamente debo de
hacerlo. ¿Qué cesiones se hacen? Nuestro programa, como sabéis, decía “alcanzar
el 60% del salario mínimo interprofesional en la legislatura”, y hay una
discusión técnica entre los economistas de cuánto es el 60% de la media
salarial de aquí al año cuatro de la legislatura, pero obviamente a mí me
pareció que era más positivo para una familia avanzar en un mínimo de 50 euros.
Sé de la importancia de esos 50 euros. A lo mejor hubiera querido 955, o correr
un poco más... Bueno, creo que no hay que perder el pulso de lo que la gente
ahí fuera necesita. …
12. Vicente Roldán
Martínez. ¿Desliz o trampa? Sobre ERTEs
y concursos de acreedores 28 de mayo.
“… Así, la
disposición final primera del Real Decreto 18/2020 modifica, entre otras, la
disposición adicional sexta del Real Decreto ley 8/2020 en lo atinente a las
medidas de protección del empleo, estableciendo una excepción al deber de
mantenimiento de los puestos de trabajo durante los próximos seis meses
posteriores: que concurra en las empresas el riesgo de concurso de acreedores
en los términos del artículo 5.2 de la ley concursal.
Aquí es donde
puede aparecer la trampa porque, a priori, la referencia al artículo podría
parecer inocua, pero en realidad no lo sería. Dicho precepto determina dos
cuestiones esenciales. En primer lugar, parte del hecho indubitado de que el
deudor (reza el artículo) ha conocido su situación de insolvencia cuando
concurre alguno de los supuestos que pueden servir de base a la solicitud de un
concurso necesario conforme al artículo 2.4 de dicha norma. Y en segundo lugar,
que según éste, concurre cuando se haya producido el incumplimiento
generalizado en el pago de las obligaciones tributarias exigibles durante los tres
meses anteriores a la declaración de concurso, las de pago de cuotas seguridad
social y demás conceptos de recaudación, o el impago de salarios e
indemnizaciones así como de indemnizaciones de los tres últimos meses….”
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