sábado, 18 de abril de 2020

Resolución del Parlamento Europeo, de 17 de abril de 2020, sobre la acción coordinada de la Unión para luchar contra la pandemia de COVID‑19 y sus consecuencias



Reproduzco en esta entrada del blog los fragmentos que considero más significativos y relevantes desde las perspectivas social y laboral, en el bien entendido que todo el documento es de afectación general a estas.



Una respuesta unida y decidida a una crisis compartida

2.       Se confiesa impresionado y expresa su admiración por todos aquellos que se encuentran en la primera línea de la lucha contra la pandemia y han trabajado sin descanso, como médicos y enfermeros, al tiempo que manifiesta su profundo agradecimiento a todos los héroes anónimos que desempeñan funciones esenciales, como quienes trabajan en los sectores de la venta al por menor y la distribución de alimentos, la educación, la agricultura, el transporte, los miembros de los servicios de emergencia, la sociedad civil, los voluntarios y el personal de los servicios de limpieza y recogida de residuos, al objeto de mantener la vida y los servicios públicos y garantizar el acceso a bienes esenciales; destaca que el 70 % de los trabajadores de los ámbitos sanitario y social a escala mundial son mujeres, que a menudo solo reciben el salario mínimo y en condiciones de trabajo precarias, y pide la nivelación al alza de los salarios y de las condiciones laborales en sectores en los que predominan las mujeres, como el cuidado, la salud y las ventas al por menor, así como la erradicación de la brecha salarial y en materia de pensiones entre mujeres y hombres y de la segregación en el mercado laboral; considera que es deber de la Unión y sus Estados miembros prestar el máximo apoyo a estos trabajadores esenciales y reconocer los sacrificios diarios que realizan; insta a los Estados miembros a que garanticen unas condiciones de trabajo seguras para todos los trabajadores en primera línea frente a esta epidemia, en particular para el personal médico de primera línea, a través de la puesta en marcha de medidas nacionales adecuadas y coordinadas, incluido el suministro de suficientes equipos de protección individual (EPI); pide a la Comisión que supervise la aplicación de estas medidas;

Soluciones europeas para superar las consecuencias económicas y sociales

19.     Pide a la Comisión Europea que proponga un paquete de recuperación y reconstrucción a gran escala destinado a realizar inversiones en apoyo de la economía europea después de la crisis, más allá de lo que ya están haciendo el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Central Europeo, que forme parte del nuevo marco financiero plurianual (MFP); considera que dicho paquete debería estar activo mientras se mantenga la perturbación económica provocada por esta crisis; la inversión necesaria se financiaría a través de un MFP más amplio, de los fondos e instrumentos financieros de la Unión existentes y de bonos de recuperación garantizados por el presupuesto de la Unión; este paquete no debe implicar la mutualización de la deuda existente y ha de orientarse a inversiones futuras;

20.     Subraya que este paquete de recuperación y reconstrucción debería tener como ejes el Pacto Verde Europeo y la transformación digital, a fin de dar un impulso inicial a la economía, mejorar su resiliencia y crear empleo, así como, al mismo tiempo, contribuir a la transición ecológica, fomentar una economía sostenible y el desarrollo económico y social —incluida la autonomía estratégica— de nuestro continente, y favorecer la aplicación de una estrategia industrial que preserve los sectores industriales clave de la Unión; destaca la necesidad de adaptar nuestras respuestas al objetivo de la Unión de neutralidad climática;

28.     Propone la creación de un Fondo de Solidaridad de la UE en respuesta a la COVID-19 de al menos 50 000 millones EUR, constituido por un máximo de 20 000 millones EUR, al margen de los límites máximos del MFP para subvenciones y por un máximo de 30 000 millones EUR en préstamos, garantizados por el presupuesto de la Unión (ambos anticipados en los primeros dos años del próximo MFP o, en caso de que no se llegue a un acuerdo sobre el MFP a su debido tiempo, distribuidos a lo largo del período de contingencia), destinados a apoyar los esfuerzos financieros realizados por los sectores de la asistencia sanitaria de todos los Estados miembros durante la crisis actual, así como las inversiones en el sector de la asistencia sanitaria en el período posterior a la crisis, con el fin de que los sistemas sanitarios sean más resilientes y centren su atención en los más necesitados;

32.     Subraya que la crisis, además de la dimensión de la salud, está teniendo gravísimas repercusiones en los trabajadores, los empleados, los trabajadores por cuenta propia y las pymes, que constituyen la columna vertebral de nuestras sociedades; considera que la Comisión, junto con los Estados miembros, debe adoptar todas las medidas necesarias para mantener el mayor número posible de puestos de trabajo y garantizar que la recuperación se basa en la convergencia económica y social al alza, el diálogo social y la mejora de los derechos sociales y las condiciones de trabajo, con medidas específicas para quienes soportan formas de trabajo precario;

34.     Insiste en que las instituciones de la Unión y los Estados miembros se aseguren de que las ayudas financieras públicas concedidas a las empresas para combatir los efectos económicos de la COVID-19 se concedan únicamente si la financiación se utiliza en beneficio de sus empleados, y si las empresas beneficiarias se abstienen de pagar bonificaciones a sus directivos, practicar la evasión fiscal, abonar dividendos o de recomprar valores mientras reciban dicho apoyo;

35.     Pide a la Comisión y a los Estados miembros que den prioridad a las medidas de ayuda y mitigación de la crisis destinadas a los ciudadanos más vulnerables, las mujeres y los niños expuestos a la violencia doméstica, las personas de edad avanzada, las personas con discapacidad, las minorías étnicas y las personas de regiones remotas y aisladas, incluidos los países y territorios de ultramar y las regiones ultraperiféricas, mediante un fondo de apoyo excepcional específico que se centre en el sistema de asistencia sanitaria y los sectores afectados por el brote de COVID‑19, así como en las personas en riesgo de pobreza o exclusión social, quienes corren el mayor riesgo de infección por el virus de la COVID‑19 pero también más sufren sus efectos económicos; pide que se tomen medidas para proteger a los inquilinos de los desahucios durante la crisis y se creen refugios seguros para las personas que necesitan refugio; pide una estrategia global de lucha contra la pobreza, con una garantía infantil europea; insta a la Unión y a los Estados miembros a que incorporen un análisis de género a todos los esfuerzos de respuesta, para evitar que se agraven las desigualdades de género, asegurar que los servicios para las víctimas de la violencia continúan abiertos, y reforzar los servicios de asistencia telefónica, los centros de acogida de emergencia para las víctimas, la asistencia jurídica en línea y los servicios de notificación, con el fin de combatir y proteger a todas las mujeres y niños frente a la violencia doméstica y de género; recuerda que las medidas pertinentes deben estar en consonancia con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, garantizándose un acceso equitativo y no discriminatorio a los servicios sociales y sanitarios y adoptándose medidas específicas destinadas a proteger a las personas con discapacidad, sobre la base de consultas y de la participación de estas personas a través de sus familiares u organizaciones representativas, siempre que se adopten medidas que les afecten;

37.     Considera que los Estados miembros deben adoptar medidas para garantizar que los trabajadores en Europa, incluidos los trabajadores por cuenta propia, estén protegidos ante la pérdida de ingresos y que los sectores y las empresas más afectados, en particular las pymes, cuenten con el apoyo y la liquidez financiera necesarios; acoge con satisfacción, a este respecto, la nueva propuesta de la Comisión sobre un Instrumento Europeo de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia (SURE) y solicita su rápida puesta en marcha y la creación de un régimen europeo permanente de reaseguro de desempleo; anima a los Estados miembros a que mejoren la coordinación de la legislación social y fiscal con el fin de evitar repercusiones en términos de seguridad social y sistemas fiscales sobre los trabajadores transfronterizos y los trabajadores migrantes como consecuencia de medidas de emergencia;

39.     Pide a los Estados miembros y a la Comisión que impulsen el diálogo social y la negociación colectiva a la hora de dar respuesta a la crisis de la COVID‑19, así como que velen por que los interlocutores sociales participen plenamente en el diseño y la aplicación de las medidas adoptadas; solicita a los Estados miembros que actúen como proceda al objeto de salvaguardar los puestos de trabajo, las condiciones laborales y los salarios, lo que puede incluir medidas de reducción del tiempo de trabajo, regímenes de compensación de la renta y otras medidas similares;

42.     Considera que los sectores del transporte y del turismo se han visto gravemente afectados y pide que se tomen medidas para garantizar la salud, la seguridad y las condiciones de trabajo de los trabajadores del transporte y que las empresas de transporte puedan sobrevivir a la crisis; sugiere que se desarrolle un mecanismo de prevención y gestión para el sector turístico a escala de la Unión, al objeto de proteger a nuestros trabajadores, ayudar a nuestras empresas y garantizar la seguridad de los pasajeros;

Protección de la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales

46.     Pone de relieve que la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el respeto del Estado de Derecho deben seguir aplicándose, y que, en el contexto de las medidas de excepción, las autoridades deben garantizar a todas las personas los mismos derechos y protección; subraya que todas las medidas adoptadas a nivel nacional o de la Unión deben estar en consonancia con el Estado de Derecho, ser estrictamente proporcionadas a las necesidades de la situación, estar claramente vinculadas a la crisis sanitaria en curso, limitadas en el tiempo y sujetas a un control periódico; considera totalmente incompatible con los valores europeos la decisión del Gobierno húngaro de prolongar indefinidamente el estado de excepción, autorizar al Gobierno a gobernar por decreto sin límite de tiempo, y debilitar la supervisión de la excepción por parte del Parlamento, así como las medidas adoptadas por el Gobierno polaco, a saber, la modificación de la ley electoral contra la sentencia del Tribunal Constitucional y las disposiciones legales, para celebrar elecciones presidenciales en el centro de una pandemia, lo que puede poner en peligro la vida de los ciudadanos polacos y socavar el concepto de elecciones libres, iguales, directas y secretas, tal y como se consagran en la Constitución polaca;

50.     Pide el pleno respeto de la Convención de Ginebra y del Derecho europeo en materia de asilo; señala que deben adoptarse disposiciones para la acogida de nuevos solicitantes de asilo en condiciones sanitarias adecuadas y con apoyo médico, por lo que expresa su profunda preocupación por la situación de los refugiados y solicitantes de asilo que llegan a las islas griegas, así como en los puntos críticos y los centros de internamiento, que carecen de acceso a una atención sanitaria adecuada y que corren un riesgo especialmente elevado; considera que deben encontrarse las soluciones necesarias, incluidas la evacuación y la reubicación preventivas de la población de alto riesgo, a fin de garantizar las condiciones materiales y el distanciamiento social adecuados para evitar la contaminación; recuerda la importante contribución de muchos migrantes y descendientes de migrantes que están trabajando para garantizar el correcto funcionamiento de un gran número de sectores esenciales en toda la Unión, en particular los sectores sanitario y de cuidados;

Acción exterior, solidaridad y cooperación internacionales
62.     Acoge con satisfacción las iniciativas adoptadas por el secretario general de las Naciones Unidas para un enfoque multilateral de la crisis relacionada con la COVID-19 y sus consecuencias a nivel mundial, y pide un enfoque coordinado a escala internacional; pide a la Comisión, al Consejo y a los Estados miembros que apoyen política y financieramente las iniciativas de las Naciones Unidas para coordinar esfuerzos a nivel internacional, principalmente a través del «Plan Mundial de Respuesta Humanitaria a la COVID-19» y del «COVID-19 Response and Recovery Fund» (Fondo de Respuesta y Recuperación frente a la COVID-19);…”. 


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