1. Hoy se inicia
el mandato semestral de la Unión Europea a cargo del país más afectado por la
crisis económica y social, Grecia.http://www.gr2014.eu/ En su programa de trabajo, uno de los puntos
a los que dedica más atención es a la inmigración, y no es por casualidad dado
que el territorio griego es puerta de entrada a la UE y en el ámbito político
la existencia de un fuerte partido político antiinmigrantes, Amanecer Dorado,
es un especial motivo de preocupación para una buena parte de la sociedad
griega. En dicho programa puede leerse que “la Presidencia griega concentrará
sus esfuerzos en poner de relieve los aspectos positivos de una gestión
integral de la migración en beneficio de impulsar el crecimiento, y no
escatimará esfuerzos en la promoción de todas las dimensiones de las políticas
de migración y de movilidad. Al mismo tiempo, está prevista la actuación para
hacer frente a los problemas derivados de la inmigración ilegal en la economía,
la cohesión social y la estabilidad política”.
También hoy es
un día importante para el ejercicio de la libre circulación de los trabajadores
rumanos y búlgaros en el seno de todos los Estados miembros de la UE, ya que ha
finalizado el período transitorio máximo previsto en el Tratado de 25 de abril de 2005 de adhesiónde ambos Estados a la UE, que entró en vigor el 1 de enero de 2007. A los
efectos de mi comentario deseo referirme al anexo VII, que recogía las medidas
transitorias sobre la libre circulación de personas (“cláusula de
salvaguardia”) y permitía no aplicar temporalmente el, entonces vigente,
Reglamento (CEE) nº 1612/68, en concreto sus artículos 1 a 6, sobre libre
circulación de trabajadores de esos Estados a los Estados miembros ya
pertenecientes a la UE. A partir de la fecha de adhesión, se decía en el número
2, “los Estados miembros actuales aplicarán medidas nacionales, o medida que
resulten de acuerdos bilaterales, para regular el acceso de los nacionales
rumanos a sus mercados de trabajo. Los Estados miembros actuales podrán seguir
aplicando tales medidas hasta el final de un período de cinco años a partir de
la fecha de adhesión”.
Pero, no parece
que algún gobierno europeo haya comprendido qué significa la libre circulación,
y buena prueba de ello son las medidas adoptadas por el gobierno británico (por
cierto, no notificadas aún formalmente a la Comisión Europea) y que limitarían
los derechos sociales de los nuevos inmigrantes en territorio británico, como
por ejemplo que todos los demandantes de empleo de Estados la UE tengan que esperar
tres meses antes de que puedan solicitar prestaciones sociales, o suprimir
tales prestaciones después de estar seis meses un demandante de empleo de un Estado
de la UE en situación de desempleo y sin perspectivas de encontrar trabajo.
Los datos con
los que trabaja la Comisión Europea desmienten las preocupaciones
(¿electorales?) del gobierno británico, habiéndose además puesto de manifiesto
que a fin de garantizar la libre circulación de los ciudadanos de la UE (por
consiguiente también en su posible condición de trabajadores) y de sus
familias, sin que se ponga en tela de juicio el sistema de protección social de
cada Estado, hay diversas medidas que pueden adoptarse y que van en esa
dirección. En la Comunicación presentada el 25 de noviembre se detallan las
mismas, y se aportan datos que ponen de relieve la aportación laboral de los
trabajadores europeos en terceros Estados de la UE: “El principal motivo que
lleva a los ciudadanos de la UE a hacer uso de la libre circulación es el
trabajo, seguido por las razones familiares. De todos los ciudadanos de la UE
que en 2012 residían en otro país de la UE.., más de tres cuartas partes (78 %)
estaban en edad laboral (15-64), frente al 66 % aproximadamente, entre los
nacionales. Por término medio, la tasa de empleo de los ciudadanos móviles de
la UE (67,7 %) era mayor que la de los nacionales (64,6 %). Los ciudadanos
móviles de la UE que no ejercen una actividad económica solo representan una
pequeña parte de los ciudadanos móviles de la UE. Por otro lado, el 64 % de
ellos había trabajado previamente en su actual país de residencia13 y el 79 %
vive en un hogar con al menos un miembro empleado. La tasa de inactividad entre
los ciudadanos que se desplazanen el interior de la UE disminuyó entre 2005 y
2012”. Entre las propuestas concretas se encuentran las de ayudar a las
autoridades estatales a “aplicar las normas de la UE de lucha contra posibles
abusos del derecho a la libre circulación mediante la elaboración de un manual para
combatir los matrimonios de conveniencia”, y “colaborar estrechamente con los
Estados miembros para mejorar la aplicación de las normas relativas a la
coordinación de la seguridad social. En este contexto, se está redactando una
guía práctica para aclarar la «prueba de residencia habitual» utilizada en la normativa
europea de seguridad social”.
2. La
inmigración fue objeto de atención, limitada, en el último Consejo Europeocelebrado los días 19 y 20 de diciembre, poniendo el acento no en los derechos
de los migrantes (con ocasión del debate sobre los trágicos acontecimientos de
Lampedusa) sino en las políticas de control y prevención de los flujos
migratorios irregulares, afirmando que debe constituir una prioridad de la UE
“la colaboración reforzada con terceros países con el objetivo de evitar que
los migrantes embarquen en viajes peligrosos con destino a la Unión Europea”, y
que los Estados miembros sometidos a una alta presión migratoria (Grecia,
Italia, España, en el sur de Europa) deberían merecer una “solidaridad
adecuada” del conjunto de los Estados miembros.
Al respecto es
importante destacar la reciente elaboración de una Comunicación por parte de la
Comisión Europea, presentada el 4 de diciembre, sobre la labor del grupo
especial para el Mediterráneo, creado tras el Consejo de Ministros de Justicia
e Interior de los días 7 y 8 de octubre, es decir muy poco después de la tragedia
del 3 de octubre que supuso el hundimiento de una embarcación con más de 500
migrantes a bordo frente a la costa de la isla de Lampedusa. En dicho texto se
formulan una serie de propuestas que tienen todas ellas, como hilo conductor,
“impedir que los migrantes se embarquen en un viaje peligroso hasta las costas
de la Unión Europea”, y que se concentran en cinco ámbitos de acción: las
acciones en cooperación con terceros países; la protección regional,
reasentamiento y refuerzo de las vías legales para entrar en Europea; la lucha
contra el tráfico ilícito y la trata de seres humanos y la delincuencia
organizada; el refuerzo de la vigilancia de las fronteras, ya que ello, según
el grupo de trabajo, “contribuirá a mejorar la visión de la situación marítima
y a proteger y salvar la vida de los migrantes en el Mediterráneo”; en fin, la
asistencia a los Estados miembros que afrontan fuertes presiones migratorias y
solidaridad con ellos”. En el documento se enfatiza, y hay que destacarlo, la
necesidad de intensificar el diálogo por parte de la UE y de sus Estados
miembros con los países de origen y tránsito de la inmigración, “y hacerlo más
especifico, con el fin de fomentar un clima de confianza y un compromiso
positivo sobre la migración, ya que se trata de un asunto especialmente
sensible para todas las partes”.
También debe
mencionarse la reciente aprobación del Reglamento UE nº 1381/2013, delParlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre de 2013, por el que se
establece el programa “Derechos, igualdad y ciudadanía” para el período
2014-2020, cuyo objetivo general es desarrollar un espacio “en el que se
promuevan, protejan y ejerzan de forma efectiva, la igualdad y los derechos de
las personas consagrados en el TUE, el TFUE, en la Carta y en los convenios
internacionales de derechos humanos a los que se ha adherido la Unión”, y que
tiene entre sus objetivos específicos el de “prevenir y combatir el racismo, la
xenofobia, la homofobia y otras formas de intolerancia”. El programa está
económicamente dotado con 439.473.000 euros.
3. ¿Qué grado de
“preocupación” encuentra la inmigración entre la ciudadanía europea? Si hemos
de hacer caso al eurobarómetro de otoño de 2013 sobre la opinión pública en la
UE, cuyos datos fueron presentados el mes de diciembre, no es especialmente relevante.
Entre las principales preocupaciones de los europeo a escala nacional, la
inmigración ocupa el sexto lugar con un 12 % (10 % en el eurobarómetro de
primavera), aún cuando debe mencionarse que es la primera (63%) para los
ciudadanos de Malta, y la segunda en el Reino Unido (33 %), dato este último
que sin duda tiene que ver con las decisiones adoptadas por el gobierno
británico. Respecto a las principales preocupaciones de ámbito personal, la
inmigración baja hasta el duodécimo lugar y con un mínimo 3 % (mismo porcentaje
en el eurobarómetro anterior), porcentaje que asciende hasta el 14 % (tercer lugar de sus preocupaciones) entre
los ciudadanos de Malta, y que en el Reino Unido llega al 6 %. Por fin, sobre
las principales preocupaciones en el ámbito europeo, los ciudadanos encuestados
creen que la inmigración es la cuarta más relevante (16 %, con un incremento
significativo de seis puntos sobre el eurobarómetro anterior), porcentaje que
se eleva entre los ciudadanos malteses hasta el 40 % y hasta el 23 % para los
británicos.
4. Como si se
pensara, o quisiera pensarse, que los flujos migratorios llevan el mismo ritmo
que los Consejos Europeos (y la realidad, por si alguien lo dudaba, demuestra
que responden a factores mucho más complejos y diversos), el Consejo manifestóque volverá a tratar de este asunto “en junio de 2014”.
Pero los
migrantes no esperan, ni sus problemas, y los de las sociedades de origen,
tampoco, y de poco servirán los controles y las medidas represivas si no se
adoptan medidas de otro tenor de apoyo a dichos países y de apertura de mayores
espacios para la inmigración regular a Europa. Desde su observatorio
privilegiado de la ciudad de Tánger, el arzobispo de dicha ciudad, SantiagoAgrelo, lanzó el 10 de diciembre un mensaje desde su diócesis sobre las
migraciones y las fronteras del sur de Europa, denunciando tales políticas y el
acento que ponen sobre el control de las personas migrantes, su consideración
de personas potencialmente delincuentes, el monto económico importante dedicado
a los controles y el mínimo que se dedica a otros aspectos sociales de mucha
importancia para la población migrante, y el mantenimiento de vallas
fronterizas en Ceuta y Melilla con elementos como las “concertinas” que
representan “un atentado a la integridad física de los inmigrantes”. La
comunidad eclesial, afirmaba el arzobispo, “es testigo asombrado y apenado de
que, en las fronteras del sur de Europa, son vulnerados no pocos de los
artículos incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Nadie
puede considerar respetuoso con la dignidad de las personas y con “su derecho a
salir de cualquier país, incluido el propio”, el que, en veinte años, las
fronteras se hayan cobrado la vida de más de 20.000 jóvenes”, y sostenía con
rotundidad que “Ni las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades
europeas y españolas para el control de fronteras, ni otras más costosas que se
puedan adoptar, impedirán que a esas fronteras sigan llegando pobres en busca
de futuro. No hay cuchillas que frenen el ansia de vivir, no hay cuchillas que puedan intimidar más que el
hambre y la miseria, nada pueden perder quienes nada tienen”, y concluía con
esta petición: “Por sentido de responsabilidad, por amor a la justicia, por
respeto a nuestros hermanos emigrantes, pedimos a quienes tienen autoridad para
hacerlo, que, en el ejercicio de esa autoridad, dispongan la retirada inmediata
de las concertinas instaladas en las vallas de Ceuta y Melilla, por tratarse de
instrumentos que violan derechos fundamentales de las personas y en nada
favorecen el deseado desarrollo moral, cultural y económico de la sociedad
española y de la Unión Europea. Las cuchillas sólo causan dolor y muerte”.
Muy parecido era
el mensaje lanzado por el Servicio Jesuita a migrantes con ocasión de la
celebración el 18 de diciembre del día internacional de las personas migrantes,
denunciando las restricciones y limitaciones de derechos de los migrantes en el
ámbito de la asistencia sanitaria, centros de internamiento y controles de
fronteras, y mostrando su preocupación por el crecimiento del discurso
populista xenófobo en Europa, llamando a los poderes públicos a adoptar “medidas
moralmente más justas y políticamente más eficaces”, e invitándonos a todos a “poner
la hospitalidad en el corazón de la vida social y como valor que nutre la
política migratoria”.
También la
Confederación Europea de Sindicatos (CES) solicitó un cambio de orientación de
las políticas migratorias en el seno de la UE, pasando de aquellas que
privilegian una inmigración circular y selectiva (según nivel de cualificación)
a otra “basada en los derechos humanos, igualdad de trato y plena integración
de los nacionales de terceros Estados”, con especial atención a la lucha contra
el dumping social y la inaplicación de las normativas laborales, por lo que
ello supone de “condena de los trabajadores no nacionales a pobres condiciones
de vida y de trabajo”.
5. Me adentro a
continuación en la realidad española, con algunas referencias concretas a
Cataluña. Diversos informes estadísticos publicados recientemente, tanto de
toda España como específicamente de Cataluña, permiten que nos acerquemos
nuevamente a la realidad, cada vez más cambiante, de la inmigración, en una
fecha en que la libre circulación de los trabajadores rumanos y su familiares
es plenamente efectiva en España por haber finalizado la restricción al trabajo
por cuenta ajena que existía desde la Decisión del Consejo de 11 de agosto de2011. La Instrucción de la Secretaria General de Inmigración y Emigración5/2013 de 19 de diciembre dispone que a partir de hoy dichos trabajadores y sus
familiares disfrutarán de los derechos de entrada, libre circulación y
residencia en España de los ciudadanos de los Estados miembros de la UE y de otros
Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, según
regulación contenida en el RD 240/2007 de 16 de febrero.
Otros informes
plantean propuestas concretas sobre cómo modificar la normativa vigente para
eliminar “duplicidades administrativas”, una terminología tras que la puede
esconderse fácilmente el deseo de revisar
y limitar las competencias autonómicas, señaladamente las de Cataluña,
en esta materia. Es el caso del elaborado (y al que se denomina “Borrador”) porla subcomisión de duplicidades administrativas, con fecha 18 de noviembre de2013, creada en el seno de la Comisión para la reforma de las AdministracionesPúblicas. A dicho documento, por su importancia, me referiré con atención específica
en la última parte de esta entrada.
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