domingo, 18 de septiembre de 2011

El primer día de clase.

Mañana lunes, 19 de septiembre, reanudo mi actividad docente en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona, con los estudiantes de la doble licenciatura de Derecho y Administración y Dirección de Empresa. Casi sin solución de continuidad seguirán las clases en la Licenciatura de Derecho y el Máster de Derechos Sociolaborales (cuya primera edición el pasado curso fue todo un éxito), y a todo ello se añadirá en el segundo semestre la impartición del Derecho Social de la Unión Europea para los estudiantes del grado de Relaciones Laborales. Es decir, una pluralidad de ámbitos de conocimiento, aunque todos ellos vinculados al mundo del trabajo, y con estudiantes con muy diferente grado de conocimiento, teórico y práctico, de todo aquello que va a ser abordado durante el curso.

Cada año me planteo como enfocar la primera sesión general de introducción, y aunque tenga acumulada mucha vida docente a mis espaldas (desde la incorporación como profesor colaborador de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Barcelona en el curso 1975-76) siempre trato (que lo consiga es otra cosa) de preparar algo que pueda ser de interés para los estudiantes, que combine la explicación de los objetivos generales y contenidos de la materia con el conocimiento por su parte de la persona, el profesor, que van a tener con ellos durante todo el curso.

Cuando accedí a la Cátedra de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de Girona en octubre de 1993, recibí de dos (entonces) jóvenes y prometedores ayudantes (jóvenes ya no son, pero han llegado profesionalmente muy lejos), Ferran Camas e Ignasi Camos, una placa de regalo. En dicha placa, que tengo siempre ante mi vista en los despachos que he ocupado en la UdG y en la UAB, hay una frase del histórico dirigente socialista francés Jean Jaurès que trato que me acompañe siempre en mi actividad profesional: “"No se enseña lo que se quiere; diría incluso que no se enseña lo que se sabe o lo que se cree saber: sólo se enseña y sólo se puede enseñar lo que se es."

Espero que me siga acompañando a partir de mañana, y que el primer día de actividad docente permita a los estudiantes (que no son sólo números de una lista sino personas con ganas de aprender) conocer muy bien qué van a hacer a lo largo del curso como a la persona que va a estar con ellos. Y después de acabar la sesión, nos pondremos todos a trabajar, el profesor en la preparación de todas las clases y todos los materiales, y los alumnos en el estudio y aprendizaje crítico de la materia. Espero que estudien mucho (más bien estoy seguro de ello) y que aprendan aún más, y también estoy seguro (los datos estadísticos de cursos anteriores avalan mi afirmación) que los resultados positivos de todo ello se verá al final del curso, tras una actividad permanente durante el mismo. Y, afortunadamente, para lograr esos objetivos dispondremos de las posibilidades que permiten las nuevas tecnologías y que, bien utilizadas, son una herramienta imprescindible en la docencia del año 2011


¡Ah! Y recuerden los estudiantes que el Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social es tan cambiante en España que sólo puede estudiarse con materiales puestos al día, y que no sirve “refugiarse” en documentos de sus compañeros de cursos anteriores. Por si no vienen a clase mañana algunos estudiantes, aquí les dejo este mensaje.

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