El Boletín oficial autonómico publica hoy miércoles la Ley 3/2011, de 30 de junio, de apoyo a la familia y a la convivencia, fijándose en la disposición final tercera su entrada en vigor a los dos meses de la publicación, es decir, el 13 de septiembre.
La norma tiene por finalidad, según dispone el artículo 1, “reconocer a la familia como estructura básica de la sociedad y ámbito natural de desarrollo de la persona, regulando la obligación que los poderes públicos de la Comunidad Autónoma de Galicia tienen de apoyar y proteger a las familias y a sus miembros, y, en especial, a los niños y niñas y adolescentes”. En cuanto al ámbito de aplicación de la norma, es el siguiente (artículo 2): “a) Las personas unidas entre sí por matrimonio, sus ascendientes, las que de ellas dependan por filiación, adopción, tutela o acogimiento, y las que tengan a su cargo, siempre que formen un núcleo estable de convivencia. b) Aquellas personas que estén inscritas en el Registro de Parejas de Hecho de Galicia, sus ascendientes, las que dependan de ellas por filiación, adopción, tutela o acogimiento, y las que tengan a su cargo, siempre que formen un núcleo estable de convivencia. c) Las personas individuales junto con sus ascendientes, aquellas que dependan de ellas por filiación, adopción, tutela o acogimiento, y las que estén a su cargo, siempre que formen un núcleo estable de convivencia. d) La mujer gestante y la mujer u hombre en proceso de adopción en solitario que hayan formalizado un acogimiento familiar preadoptivo. e) Los diferentes modelos de familias contemplados en la legislación vigente. f) Las niñas, niños y adolescentes. g) Las personas mayores.
En el título I, dedicado a la familia, se incluye el capítulo V que versa sobre la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Como principios rectores de las actuaciones de la Administración pública gallega se recogen los de adoptar las medidas que aseguren la conciliación del trabajo y de la vida personal y familiar y que posibiliten “el acceso, la permanencia y la promoción laboral de las personas que hayan asumido alguna responsabilidad familiar”, la promoción de la voluntaria corresponsabilidad en las tareas y obligaciones familiares, y la sensibilización social para que esa compatibilización no implique en modo alguno menoscabo de la carrera profesional.
En cuanto a medidas concretas que pueden adoptarse, en el ámbito de las competencias de la Xunta, se prevé el establecimiento en todos sus centros y servicios de las medidas que faciliten dicha conciliación, y la promoción de acuerdos con los agentes sociales para que se adopten medidas que favorezcan la misma en todas las empresas. En el ámbito educativo, se plantea la mejor utilización de los centros en horas o períodos no lectivos, al objeto de poder atender al alumnado menor de 12 años; la ampliación de centros educativos infantiles y la incentivación de su creación en ámbitos laborales mediante ayudas o beneficios fiscales.
En las contrataciones públicas se valorará la adopción de medidas adecuadas de conciliación en las proposiciones presentadas por empresas públicas o privadas, con respeto a la legislación vigente y por ello “siempre que dichas proposiciones igualen en sus términos a las más ventajosas desde el punto de vista de los criterios que sirvan de base para la adjudicación”. Igualmente, se adoptará medidas que permitan reconocer públicamente el esfuerzo de aquellas empresas que implanten las medidas de conciliación, y se adoptarán medidas que posibiliten la prestación del trabajo mediante modalidades no presenciales, es decir facilitará esa posibilidad al personal a su servicio, mientras que promoverá los acuerdos en esta línea en el sector privado.
La promoción de la igualdad en este ámbito pasa por garantizar por parte de los poderes públicos gallegos la igualdad de trato y de oportunidades, en el ámbito de sus competencias, para garantizar el disfrute de todas las medidas de conciliación (permisos, licencias y excedencias), “por parte de los hombre en igualdad de condiciones con las mujeres”, y las campañas de sensibilización han de tender a que la sociedad disponga de la información adecuada sobre todas las medidas vigentes, la promoción de la participación corresponsable entre hombres y mujeres, y la concienciación de la importancia que tienen aquellas “en aras del fomento de la natalidad”. Por fin, la conciliación deberá ser apoyada y promovida por los medios de comunicación, con la eliminación de estereotipos sexistas y en el fomento de la corresponsabilidad como un valor social.
Ahora, a esperar el desarrollo de la ley, y desde luego a desear su estricto cumplimiento. ¿Será posible?
1 comentario:
Publicar un comentario