lunes, 6 de diciembre de 2010

Debate y discusión sobre las propuestas para la creación de empleo en el desarrollo de la Estrategia Europa 2020 (y IV).

7. El tercer bloque propuesto por la Comisión se centra en la mejora de la calidad del trabajo y de las condiciones laborales, y en su análisis previo a la presentación de propuestas se destacan los cambios experimentados en las condiciones de trabajo en muchos sectores en los que se ha producido un incremento de su intensidad “y su carácter estresante”, de tal forma que han tenido un impacto indudable sobre el personal afectado. De ahí que se proponga revisar la normativa vigente en materia de seguridad y salud en el trabajo para hacerla más eficaz y operativa, con menciones concretas a problemas cada vez más importantes en nuestras sociedades como son los riesgos derivados de la exposición ambiental al tabaco, a los nanomateriales “y las causas de la creciente incidencia de enfermedades psíquicas en el lugar de trabajo”. La UE (ya lo había anunciado al iniciar mi exposición) cree que hay que promover “instrumentos no vinculantes” para mejorar la calidad de los empleos, y adaptar la normativa vigente para que contribuya “en lugar de entorpecer, a la adaptación de las trabajadores al lugar de trabajo” (curioso concepto, ciertamente, el que tienen los miembros de la Comisión, o sus equipos técnicos que han elaborado el documento, sobre la normativa laboral, y les recomendaría que estudiaran mínimamente la historia del Derecho del Trabajo para saber mejor cuál es la razón de ser de esta normativa, incluso en el años 2010). Para las personas interesadas en un conocimiento más detallado de cuáles son las condiciones de trabajo actuales en la Europa de los 27, remito a la lectura de los resultados de la quinta encuesta europea sobre dichas condiciones, elaborado por la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, en el que se pone de manifiesto que un número importante de trabajadores sigue teniendo importantes condicionamientos de carácter físico o psíquico en la prestación de su actividad ordinaria, y que se ha avanzado poco en este terreno desde la encuesta anterior de 2005.

Por consiguiente, la Comisión se compromete a desarrollar las siguientes medidas preparatorias y de acompañamiento:

“a) En 2011, examinar la viabilidad de una iniciativa destinada a intensificar la cooperación entre las inspecciones de trabajo y otros entes ejecutivos a fin de prevenir el trabajo en negro y luchar contra la economía sumergida.

b) En 2011, revisar y armonizar el concepto político de calidad del trabajo en cooperación con los Estados miembros y los interlocutores sociales.

c) En 2012, estudiar la repercusión de las Directivas de no discriminación que se aplican al empleo, Directivas 2000/78/CE y 2000/43/CE”.

8. Por último, la Comisión propone apoyar la creación de empleo y adoptar las medidas necesarias para garantizar un puesto de trabajo a todos aquellos que deseen trabajar, con especial atención a las medidas más convenientes para las pequeñas y medianas empresas, que suponen el 99 % de las empresas de la UE y que proporcionan “dos tercios de todos los empleos del sector privado”, con la potenciación del espíritu empresarial y de la actividad laboral por cuenta propia, y poniendo la mirada de futuro en la creación de empleo “en empresas que trabajan con modelos empresariales de alta cualificación y uso intensivo de I+D”. Nuevamente se insiste en lograr la reducción de las cargas burocráticas que dificultan la creación de empleo (en esta línea también se sitúa en España una parte, quizás la menos publicitada, del reciente Real Decreto-Ley 13/2010 de 3 de diciembre), la reducción de los costes no salariales, la adopción de medidas que permitan aflorar la economía sumergida, y la puesta en marcha de medidas que permitan conseguir el objetivo marcado de dedicar el 3 % del PIB de la UE en I+D el año 2030. Las medidas preparatorias y de acompañamiento de la Comisión serán las siguientes:

“a) A finales de 2010, a más tardar, presentar una propuesta destinada a ampliar y transformar la acción preparatoria «Erasmus para Jóvenes Emprendedores» en un programa permanente.

b) Apoyar programas específicos de formación de profesores y el intercambio de las mejores prácticas para mejorar la formación de los profesores en el ámbito del emprendimiento, y poner en marcha un manual acerca de la formación en espíritu empresarial con objeto de potenciar la extensión, la repercusión y la calidad de este tipo de formación en Europa”.

9. Algo debe decir la Comunicación sobre los fondos económicos de los que se dispondrá para poner en marcha todas las medidas, ¿no les parece? En efecto, sí lo hace pero es para decirnos que, que hay que hacer un mejor uso de los fondos estructurales y de otros instrumentos financieros disponibles para apoyar las reformas en el terreno del empleo, la educación y la formación, con cita expresa no sólo del FSE, FEDER y FEADER, sino también de los programas de aprendizaje permanente y Progress. Dicho mejor uso implica que los recursos se concentren en un número menor de prioridades, incentivar a los Estados miembros a que lleven a cabo las reformas propuestas en sus programas nacionales, vinculando la percepción de los fondos a ese cumplimiento, centrarse en resultados y con elaboración de unos indicados claros y medibles (pactados entre la Comisión y los Estados), y formalizar “contratos de inversiones en desarrollo y cooperación” entre ambas partes.

10. Concluyo. El documento analizado es una pieza más, y muy importante, del desarrollo de la Estrategia Europa 2020 en materia de empleo. No es un texto que plantee reformas sustanciales del marco normativo vigente, sino que apuesta por potenciar los mecanismos de coordinación y cooperación, tanto entre los Estados como de estos con la Comisión. Me parece que los fondos económicos de la UE pueden seguir jugando un papel relevante de apoyo a las medidas nacionales, pero que estas deberán ajustarse cada vez más a lo que permitan sus propios presupuestos. Parece que vienen tiempos en los que habrá que saber gastar menos y gastar mejor, y decidir claramente que prioridades adoptar y llevarlas a buen puerto. De buena parte de estas decisiones depende que podamos seguir hablando del modelo social europeo como una realidad tangible en el próximo futuro, y de la existencia de una cohesión social como seña de referencia de la UE. Ojala la Comisión y todos los Gobiernos estén de acuerdo con ello, y me gustaría, y desearía no equivocarme. La respuesta… en los próximos años.

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