1. El Consejo de Educación, Juventud, Cultura y Deporte de la UE, celebrado los días 18 y 19 de este mes, aprobó las prioridades de una cooperación europea reforzada en materia de educación y formación profesionales (EFP) para el próximo decenio, así como también otro dos documento sobre el aumento del nivel de las capacidades básicas en el contexto de la cooperación europea en materia escolar para el siglo XXI (se pide a los Estados “establecer o seguir desarrollando planteamientos estratégicos nacionales para mejorar los resultados del alumnado en competencias de lectura, matemáticas y ciencias, prestando especial atención a los alumnos procedentes de entornos socioeconómicos desfavorecidos) y su valoración sobre la reciente iniciativa “Juventud en movimiento” que ya ha sido objeto de atención por mi parte en anteriores entradas del blog.
En el ámbito español, y por su relación con la primera de las materias apuntadas, quiero recordar que el Presidente del Gobierno anunció el 18 de noviembre en el Congreso de los Diputados que la reforma de la formación profesional es “un requisito imprescindible para mejorar la empleabilidad de nuestro mercado de trabajo”, y que a tal efecto se presentará durante el segundo semestre de 2001 el Real Decreto ordenador de la formación profesional. En la Comunidad Autónoma de Cataluña hoy viernes se publica el Decreto 182/2010, de 23 de noviembre, de ordenación de la formación profesional para la ocupación, cuya entrada en vigor a los 20 días de su publicación se producirá ya con un nuevo gobierno resultante de las elecciones del próximo domingo y que será, por consiguiente, el responsable de decidir si aplica el texto tal como ha sido aprobado, incorpora aquellas modificaciones que considere oportunas, o simplemente lo sustituye por otra nueva norma. Sobre la futura ordenación de la formación profesional en España y sus contenidos, una de las personas mejor conocedoras de la materia en España, y además un muy buen amigo, Emilio Palacios, ha escrito recientemente un interesantísmo post en su blog, de obligada lectura para todo el que quiera aprender en el ámbito educativo, apuntando una relación no exhaustiva de aquellos, que por su interés me permito ahora reproducir: “Derecho individual de las personas a la información, la orientación y la cualificación profesional. Formación profesional en el marco de la formación a lo largo de la vida. Servicio público de información y orientación profesional para la formación. Refuerzo y protección de la carrera profesional. Tipologías de formación profesional y sus características. Formación profesional inicial compensatoria y específica. Formación profesional específica para personas empleadas. Formación profesional específica para personas desempleadas. Fondos para la formación profesional: procedencia, distribución y control. Gestión de los fondos de formación profesional. Oferta y organismos de formación. Coordinación de la política de formación profesional. Evaluación del sistema de formación profesional. Formación profesional y negociación colectiva”.
2. Las prioridades aprobadas por el Consejo tienen su punto de referencia más inmediato en la Comunicación presentada por la Comisión Europea el 9 de junio con el título “Dar un nuevo impulso a la cooperación europea en materia de enseñanza y formación profesionales para apoyar la estrategia Europa 2020”, que también ha merecido mi atención en el blog.
La Comunicación responde, tal como se explica en la Introducción, al llamamiento de la Estrategia Europa 2020 para que se potencie el atractivo de la EFP, y examina cómo puede desarrollarse en el marco de dos propuestas emblemáticas de la UE para el próximo decenio, la agenda de nuevas cualificaciones y empleos, y el marco de empleo de los jóvenes (encuadrado en la propuesta de “juventud en movimiento”).
Las propuestas o líneas de actuación de la UE para el próximo futuro se basan en cuatro grandes ejes sobre los que se ha ido construyendo la política de la UE en esta materia desde hace muchos años: aprendizaje permanente y movilidad, calidad y eficacia, equidad y ciudadanía activa e innovación, creatividad y espíritu emprendedor. Y todo ello, en el marco de una política de cooperación europea en la materia que se base en las Recomendaciones aprobadas en los últimos años y en los planes ya existentes para potenciar los intercambios educativos y formativos (Leonardo Da Vinci), y en la utilización de los fondos estructurales comunitarios.
A) En primer lugar, la EFP ha de jugar un papel de primera importancia en el aprendizaje permanente y la movilidad de la población. Ello requerirá, o más exactamente requiere ya, de una mayor flexibilidad “en relación con la manera de adquirir los resultados del aprendizaje, de evaluarlos y de ver cómo conducen a las cualificaciones”. Se propugna un enfoque del aprendizaje basado en los resultados y que se incorpore a todos los sistemas de EFP. Hay además que potenciar la vinculación entre la EFP y la enseñanza superior para alcanzar el objetivo fijado en la Estrategia Europa de 2020 de que haya un mínimo del 40 % de licenciados universitarios. Además, el aprendizaje permanente ha de ir acompañado con una buena intervención de los servicios públicos de empleo que facilite orientación y asesoramiento para facilitar las transiciones de la formación al empleo y entre puestos de trabajo, sin olvidar la importancia de garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, y para ellos es conveniente animar a los jóvenes “a pensar en profesiones que no se encasillen en los tradicionales esquemas sexistas”.
Hay que potenciar la movilidad transnacional en el ámbito de la EFP, tal como se propone en la propuesta “Juventud en movimiento”, de tal manera que los períodos pasados en otros países deberían considerarse como parte normal del proceso formativo, sin olvidar la importancia de potenciar la movilidad virtual mediante el uso del aprendizaje electrónico como complemento de la movilidad física. El objetivo debe ser el de conseguir que en el año 2020 se haya consolidado una política europea de transparencia de las cualificaciones y de exportación validable de los resultados del aprendizaje, concediendo importancia tanto al aprendizaje formal como al informal.
B) La EFP debe ser más atractivo para el alumnado mediante la mejora de su calidad y su eficiencia. Para ello se requiere una estrecha correspondencia con las necesidades del mercado de trabajo y una implicación activa de los agentes sociales, con un seguimiento permanente, y con indicadores específicos, del nivel de su calidad, de un profesorado bien formado y motivado, de una excelencia profesional combinada con unas competencias claves bien desarrolladas. Se pone de manifiesto la importancia del desarrollo de herramientas de anticipación para adaptar las cualificaciones y los empleos”, y se recuerda la importancia de la mejora de las cualificaciones tecnológicas, dado que según un estudio reciente de la propia UE en el año 2015 podría haber un déficit de cualificaciones en este campo para cubrir “hasta 700.000 puestos de trabajo”.
En particular, en el ámbito del profesorado se subraya la importancia de converger en las competencias pedagógicas y la buena comprensión de las prácticas de trabajo para los formadores de las estructuras de aprendizaje y para los profesores de escuela.
C) Por lo que respecta al ámbito de la “equidad y ciudadanía activa”, se pone el acento en la adecuación de la EPF a las necesidades individuales del alumnado como mecanismo eficaz para fomentar la inclusión, con atención especial hacia las necesidades específicas de algunos colectivos como son las personas con discapacidad o las personas inmigradas (cursos específicos de idiomas para estas últimas), en la perspectiva más general de reducir al 10 % el porcentaje de abandono escolar. En cualquier caso, esta adaptabilidad de la EFP no debe verse en modo alguno como una separación del ámbito clásico educativo, sino que se apuesta por integrarla más en el sistema general de educación y formación a favor de la justicia social, destacándose que “la mejora del nivel de excelencia de la EFP, la creación de pasarelas hacia la enseñanza superior y la consolidación de programas de EFP de nivel terciario pueden aumentar las expectativas de los estudiantes de EFP y darles vías para mejorar sus perspectivas sociales”.
D) Por último, en el apartado dedicado a “Innovación, creatividad y espíritu emprendedor”, se trata de fomentar tanto en el ámbito educativo como empresarial tales ideas, en todos los sectores de actividades, planes y ramas de estudios, con una atención especial para los jóvenes que deseen poner en marcha un proyecto empresarial, y con una implicación activa de los formadores. Tal como puede leerse en la Comunicación, se trata de que el aprendizaje sea activo y se promueva en la persona “la adquisición de cibercapacidades, la disposición a asumir riesgos, la iniciativa, la curiosidad, la motivación intrínseca y el pensamiento crítico”.
3. Considero importante, en primer lugar, destacar de las conclusiones del Consejo la reflexión inicial sobre los problemas con los que se va a enfrentar el mercado de trabajo europeo en el próximo futuro, ante el proceso gradual de envejecimiento de la población y la disminución del número jóvenes que acceden a los ámbitos educativos y al mercado laboral, los retos cada vez más importantes de “un continuo desarrollo técnico y de unas exigencias económicas variables”, y las restricciones presupuestarias que la crisis económica puede provocar en las inversiones en educación y formación, paradójicamente en unos momentos en que se reconoce cada vez más la importancia de las políticas de formación. Hay una especial preocupación en la reflexión de los Ministros de la UE sobre el freno de la productividad, el crecimiento y la competitividad europea si no se adaptan las capacidades de las personas, y se enfatiza la importancia de realizar políticas preventivas “para adaptar mejor la oferta de educación y formación permanentes a las necesidades de la economía, de los ciudadanos y de la sociedad en general”; nuevamente se insiste, y estoy completamente de acuerdo con ello, en la importancia de desarrollar un ámbito europeo de educación y formación, que permita efectiva y realmente que las calificaciones adquiridas en unos Estados se reconozcan en otros, ya que ello contribuiría especialmente a promover la movilidad de jóvenes y adultos.
La UE se fija, tal como ya he apuntado, cuatro objetivos estratégicos para el próximo decenio, gran parte de los cuales deberán ponerse en marcha durante el período 2011- 2014 de acuerdo a las reglas marcadas en el propio texto y siempre teniendo en consideración el pleno respeto de “la responsabilidad de los Estados miembros en la organización y contenidos de sus planes de educación y formación”. Para ello, el método de coordinación abierto seguirá siendo el mecanismo principal de cooperación, siendo los medios que deben sustentar los avances de los Estados miembros “el aprendizaje entre iguales y los proyectos innovadores”.
A) En primer lugar, debe mejorarse la calidad y la eficacia de la EPF, así como aumentar su atractivo y adecuación al mercado laboral. Para ello, debe hacerse de la EFP inicial “una opción de aprendizaje atractiva”, y fomentar su excelencia, calidad y adecuación, reglas que también son aplicables a la EFP permanente. Se destaca igualmente la relevancia de potenciar la calidad del personal formador, tanto de carácter inicial como permanente, y se recuerda que “el envejecimiento de la población europea de profesores y formadores, los cambios en los mercados y entornos laborales, así como la necesidad de atraer a los más capacitados para la enseñanza, hacen este objetivo aún más esencial”. Respecto a la adecuación de la EPF al mercado laboral quiero subrayar la importancia que se concede a una estrecha relación entre los ámbitos educativos y laborales, la importancia de la adaptación de los planes educativos a las necesidades del mercado laboral, la realización de una parte del aprendizaje de forma práctica en el marco de una actividad laboral, y el impulso de una lengua común (taxonomía europea de destrezas, competencias y ocupaciones) “para conectar el mundo de la educación y formación con el mundo del trabajo, que esté además en consonancia con otros instrumentos de la UE, como por ejemplo con el marco europeo de cualificaciones”.
B) En segundo lugar, han de adoptarse las medidas oportunas para hacer realidad la formación permanente y la movilidad, siendo el objetivo el de alcanzar un 15 % de adultos “encuadrados en educación y formación para 2020”. A tal efecto se propugna propiciar el acceso flexible a la formación y cualificaciones, tanto inicial como permanentes, y destaco la importancia a mi parecer del fomento de acuerdos de formación flexibles, que tengan en consideración las diversas fases de la vida educativa, laboral y familiar de cada persona y que puedan ir adaptándose a las necesidades cambiantes tanto de las personas como del entorno productivo, con una propuesta concreta de empezar a desarrollar, con el horizonte de tenerlos completados en el año 2015, “los procedimientos nacionales de reconocimiento y validación del aprendizaje formal e informal respaldados, cuando proceda, por marcos nacionales de cualificaciones”, y con una petición formulada a los Estados miembros para que, en el ámbito de sus competencias, tengan en cuenta las especialidades necesidades de formación de los colectivos desfavorecidos y ajusten el número de personas con bajo nivel de cualificación y con edades comprendidas entre 25 y 64 años que participan en actividades de formación permanente “al índice medio de participación de esta categoría por edad”. Todo ello, en la línea de conseguir el objetivo marcado en la Estrategia Europa 2020 de un 40 % de la población con enseñanza superior o equivalente, promoviendo pasarelas flexibles entre los distintos niveles educativos. La apuesta por una mayor movilidad implica según el Consejo elaborar un planteamiento estratégico de la internacionalización de la EFP, adoptándose medidas que permitan la realización de prácticas en empresas de otros Estados miembros, un mayor conocimiento de idiomas, y la utilización y promoción de los instrumentos de transparencia europeos (EQF, ECVT y Europassa) “para fomentar la movilidad entre Estados”.
C) En tercer lugar, se pretende fomentar la creatividad, la innovación y el espíritu emprendedor, con ayudas para la creación de sus propias empresas por parte de los titulados en EFP. Se trata de utilizar al máximo las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación para incrementar las posibilidades de acceso a la formación, promover el aprendizaje activo y vincular muy estrechamente métodos educativos que tengan como puntos de referencia tanto el entorno laboral como el escolar.
D) Por fin, la UE se marca como cuarto objetivo estratégico la promoción de la equidad, la cohesión social y la ciudadanía activa, en el que se incluye la adopción de medidas que puedan reducir el abandono escolar por debajo del 10 %. Para ello se pide que en todas las actividades formativas se tenga en cuenta a los colectivos desfavorecidos, que se estimule la adquisición y desarrollo de competencias fundamentales que puedan ser válidas a lo largo de la mayor parte de la vida laboral, y que la EPF que se ofrezca a todas las personas que quieren cursarla abra posibilidades de empleo tanto a corto como a largo plazo, la adquisición de competencias laborales satisfactorias, y permita sentir “confianza en sí mismas y sentirse profesionalmente dignas e íntegras, además de abrirles las puertas del progreso profesional y personal”.
4. Para apoyar la puesta en marcha y desarrollo de los cuatro objetivos estratégicos, la UE se marca otros objetivos más generales y de carácter transversal a todos ellos. En primer lugar, una mayor intervención de las partes interesadas en la EPF y una mayor difusión al público de los logros de la cooperación europea en este ámbito, poniéndose de relieve con acierto a mi parecer que para facilitar la utilización de los instrumentos de la UE que ya existen, “hay que ofrecer a los alumnos y a todas las partes interesadas información amplia y bien adaptada”.
En segundo término, la gestión coordinada de los instrumentos europeos y nacionales desde el punto de vista de la transparencia, el reconocimiento, el control de la calidad y la movilidad, debiendo coordinarse la gestión con arreglo al proceso de Copenhague (que también ha merecido en varias ocasiones mi análisis en el blog) y estableciendo al mismo tiempo “una mayor sinergia con los instrumentos y principios del proceso de Bolonia”.
A continuación, la UE se marca el objetivo transversal de intensificar la cooperación entre la actuación en el ámbito de la EFP y otros ámbitos de actuación pertinentes (como empleo y asuntos sociales) para seguir las orientaciones de la Estrategia Europa 2020. Hay que mejorar la calidad y las posibilidades de comparación de los datos para la actuación de la UE en el ámbito de la EFP, y por último hay que aprovechar el respaldo de la UE mediante la utilización de los fondos estructurales y del programa de aprendizaje permanente.
6. En un anexo de las conclusiones se recogen los resultados previstos en el período 2011-2014, proponiéndose la puesta en marcha de diferentes acciones tanto en el plano de cada Estado como por parte de la UE, en la línea que acabo de explicar.
Destaco en el primer objetivo estratégico la referencia expresa a la actuación de los gobiernos, agentes sociales y proveedores de EFP, con la finalidad de “ampliar al máximo la formación basada en el trabajo, incluido el aprendizaje en centros de trabajo, para contribuir a aumentar el número de aprendices en Europa en 2012”. En el segundo objetivo se pide que los Estados apliquen la Recomendación relativa al marco europeo de cualificaciones, con la creación de marcos nacionales propios, mientras que se anuncia para 2011 la aprobación de una Recomendación de la UE sobre la convalidación de la educación no formal e informal, otra sobre movilidad en la formación, y la creación de un “pasaporte europeo de destrezas” antes de 2012. En el tercero, se ha de buscar y fomentar las asociaciones para la creatividad y la innovación, y fomentar el espíritu emprendedor (pero sin mayor concreción) y en la cuarta, la UE presentará una Recomendación sobre la disminución del abandono escolar (obsérvese, dicho sea incidentalmente, que no hay ninguna propuesta de Directiva entre las medidas propuestas a medio plazo).
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