jueves, 1 de julio de 2010

La igualdad entre mujeres y hombres. Una Carta de la Mujer.

La Comisión europea presentó el pasado 19 de abril una importante Comunicación sobre la materia referenciada en el título de la nueva entrada del blog. La presentación se realizó con ocasión de la conmemoración del 15º aniversario de la adopción de la Declaración y la Plataforma de Acción de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en Pekín, y del 30º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. La Comisión se compromete a seguir luchando para promover la igualdad entre mujeres y hombres y enuncia las grandes líneas de actuación en las que se sustentarán sus acciones durante el nuevo mandato.


En primer lugar, igual independencia económica para personas de ambos sexos, con la adopción de las medidas que posibiliten el equilibrio de la vida privada y profesional, al tiempo que se corrigen aquellas realidades que afectan negativamente a dicha independencia de las mujeres, entre otras la segregación del mercado laboral, el empleo precario y el trabajo a tiempo parcial involuntario.


En segundo término, la reducción de la diferencia salarial todavía existentes, una media de un 18 % menos por hora trabajada de la mujer en relación con el hombre y que incide al final de la vida laboral en la cuantía de la pensión de jubilación, con la utilización de todos los instrumentos legislativos y no legislativos al alcance de la UE y de los Estados miembros. No hay una propuesta cuantitativa de hasta dónde ha de llegar esa reducción sino sólo la tesis de que se ha de reducir durante el mandato de la Comisión “perceptiblemente”.


La igualdad en la toma de decisiones es el tercer eje de la política de la UE, con una llamada a fomentar el aumento de las cuotas de las mujeres en cargos de responsabilidad, empezando por la propia Comisión Europea. Se argumenta que esa mayor equilibrio en los ámbitos de poder y toma de decisiones es necesario para construir una sociedad que sea más democrática y más sensible a las cuestiones de género.


La dignidad, integridad y fin a la violencia sexista se configura como el cuarto pilar de la actuación europea, con la propuesta de elaborar un marco normativo que erradique radicalmente actuaciones contrarias a la dignidad de la persona. Especial atención parece concederse a la protección de los derechos fundamentales en general, y al acceso a la asistencia sanitaria, y sus innegables repercusiones sobre la salud, en particular.


Por fin, se asume que la igualdad no puede quedar dentro de las fronteras de la UE, sino que ha de propagarse en todos los países y continentes, y que la UE ha de actuar dentro de sus competencias y posibilidades para que ello sea posible. De ahí que se proponga fomentar y reforzar la cooperación entre las organizaciones internacionales y regionales, y hacer uso de todos los instrumentos y recursos disponible para conseguir, primero, y aplicar efectivamente después, el principio de igualdad entre mujeres y hombres.

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