lunes, 1 de octubre de 2007

Sería precioso...

Sería precioso, y quizás algún día lo consigamos, que los debates políticos se basen en la contraposición de buenas tesis e ideas defendidas por cada una de las partes y escuchadas atentamente por la contraria, y que no se sustenten, como ocurre ahora desgraciadamente en muchas ocasiones, en la pura y simple descalificación de todo aquel que no piensa como yo o de todas las ideas que son distintas de las mías.

Sería precioso que un día pudiéramos valorar la riqueza cultural que supone el contacto con personas de otras etnias, razas y orígenes, y que detrás de cada ser humano con el que estamos no veamos a un enemigo o a un potencial competidor en el mercado laboral sino a una persona con la que poder poner en común nuestro empeño de ayudar a construir un mundo mejor.

Sería precioso que todos pudiéramos ejercer plenamente nuestros derechos y también cumplir escrupulosamente con nuestros deberes, y no sólo reivindicar el ejercicio de nuestros derechos cuando nos conviene y pasar después olímpicamente de la responsabilidad de cumplir con nuestros deberes como ciudadanos y trasladar la responsabilidad de los males a los poderes públicos.

Sería precioso que cualquier persona en su vida laboral tuviera la sonrisa en la boca y cumpliera seriamente con su tarea, y que aquellos que mandan y gobiernan en los centros de trabajo trataran a su personal como seres humanos, como personas merecedoras de respeto y confianza, y no como subordinados que sólo merecen el ordeno y mando.

¿Estoy soñando despierto? No lo creo. Hay miles y miles de personas en el mundo que, de forma anónima, tratan cada día de que ello sea posible. No hay que desfallecer en el intento.

1 comentario:

Gudari 75 dijo...

...¿Soñar despierto? Yo tampoco lo creo pero, ¿cómo conseguir todo eso si lo que hoy manda es, única y exclusivamente, el poder y el dinero (el uno puede otorgar el otro y viceversa) y hacemos lo que sea por conseguir ambos?...
...En mi opinión, el rechazo a las demás etnias, razas y orígenes no es una cuestión únicamente causa del racismo. Cuando todo el entramado socio-económico está pensado para que los trabajadores compitan entre si por sus empleos y provocando una batalla de precios en el mercado de la mano de obra, aquellos que, por su mayor desesperación, venden su fuerza de trabajo a un precio menor al de la mayoría, desgraciadamente, son vistos por algunos como verdaderos competidores desleales...