domingo, 7 de marzo de 2010

El Consejo de Ministros EPSCO y la nueva política de empleo de la Unión Europea (y IV).

V. Por último, abordo el análisis de otro documento que será objeto de debate en la reunión del Consejo de Ministros EPSCO, en concreto del informe elaborado en diciembre de 2009 por la Comisión sobre la igualdad entre mujeres y hombres, y sin duda merecerán atención los últimos datos y las propuestas presentadas por la Comisión Europea con ocasión de la celebración, justamente mañana, del día internacional de las mujeres. La vicepresidenta de la Comisión, y comisaria de justicia, derechos fundamentales y ciudadanía, Viviane Reding, ha anunciado que la Comisión está estudiando, de cara al próximo futuro, adoptar nuevas medidas jurídicas si no se avanza sustancialmente en un período breve de tiempo en la reducción de las desigualdades salariales, que podrían ir en una triple dirección: “presentación de informes sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres y transparencia de sueldos a nivel de empresa e individual o colectivamente mediante información y consulta con los trabajadores; refuerzo de la obligación de velar por que las clasificaciones de los puestos de trabajo y los baremos salariales sean neutros; mejora de las disposiciones en materia de sanciones en caso de que se incumpla el derecho a igual salario con el fin de garantizar que tales sanciones sean disuasorias y proporcionales (por ejemplo, sanciones más elevadas en caso de reincidencia)”.

A) En el documento comunitario se pasa revista a las actuaciones emprendidas o continuadas durante los últimos años para avanzar en el camino de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres básicamente en el ámbito sociolaboral, al mismo tiempo que se concretan cuáles son las prioridades para el próximo futuro.

La tesis general del texto es que se sigue avanzando en la superación de las desigualdades, pero que todavía persisten desigualdad entre hombres y mujeres, “generalmente en perjuicio de la mujer”. Además, la Comisión subraya el nuevo escenario económico de crisis, en el que se debe proseguir con las políticas de igualdad y evitar algunas tentaciones de ir hacia atrás en la regulación normativa, y también en la práctica, en materia de igualdad, argumentando y enfatizando que los tiempos de crisis “ofrecen una oportunidad única para el cambio, ya que la igualdad de mujeres y hombres es una condición previa para el crecimiento sostenible, el empleo, la competitividad y la cohesión social”. Durante el año en curso se prevé la elaboración de un nuevo plan de trabajo de la UE que sustituya al que finaliza, y se trabajará para conseguir que las políticas de igualdad queden bien recogidas en la estrategia europea 2000 y en el texto que actualice o renueve la estrategia para el crecimiento y el empleo.

B) Dicho sea de forma incidental, y refiriéndome un momento a la realidad española, el reciente informe sobre “Mujer y trabajo 2009”, realizado por la Secretaría General de Empleo del Ministerio de Trabajo e Inmigración, valora de manera positiva los avances de las mujeres hacia situaciones de igualdad en el mercado de trabajo, si bien sigue constatando que persisten fuertes desigualdades en materia salarial (25,4 %) y en la presencia femenina en cargos de dirección en las empresas. El Informe pone de manifiesto que el empleo femenino se ha visto menos afectado por la crisis que el masculino debido a los sectores y ocupaciones en los que tienen presencia mayoritaria las mujeres, con un número muy elevado en el sector servicios, reducido en industria y muy minoritario en construcción (con datos de 2009, el 87 % de las mujeres trabajan en el sector de servicios, un total de 7.180.800 personas, muy por delante de las 675.900 mujeres que prestan sus servicios en la industria, 205.800 en la agricultura, y 142.800 en la construcción).

C) Entre los principales avances en los países de la UE se constata el importante crecimiento del empleo femenino, que ha pasado en una década del 52 % en 1998 al 59,1 % en 2008 y muy cerca, pues, del objetivo marcado por la Estrategia de Lisboa del 60 % en el 2010, aún cuando la crisis económica ha interrumpido esta tendencia positiva y alejado el cumplimiento de dicho objetivo. Ese avance, que ha permitido reducir la diferencia con la tasa de empleo masculina desde 18,1 puntos en el año 1998 hasta los 13,7 en el 2008, no debe ocultar que siguen existiendo diferencias importantes por razón de sexo cuando se tienen hijos a cargo ya que la tasa de empleo femenina cae 11,5 puntos y la masculina se incrementa en 6,8. Otro dato estadístico que debe llevar a pensar sobre el diferente grado de asunción de las responsabilidades familiares y profesionales, y que aconseja seguir trabajando en su corrección, es el número de personas que prestan sus servicios a tiempo parcial, que en el caso de las mujeres es del 31,1 % durante 2008, cuatro veces mayor que el de los trabajadores (7,9 %). Justamente la Comisión enfatiza que los países que tienen una regulación más favorables en materia de atención a la infancia, permisos parentales y sistemas de trabajo flexible son aquellos donde la tasa de empleo de las mujeres y el índice de natalidad son más elevados”.

Se avanza lentamente según la Comisión en la reducción de la segregación profesional y sectorial que sufre la mayor parte del colectivo femenino, constatándose que el crecimiento del empleo de las mujeres se produce mayoritariamente en sectores y profesiones feminizadas y con niveles salariales más bajo que el promedio, y ello con independencia de un dato muy positivo como es que las mujeres consiguieron el 59 % de los títulos universitarios en la UE durante 20006. Esa segregación trae como consecuencia económica que exista una diferencia de retribución entre sexos que alcanza una media del 18 % en la UE, diferencias a las que no son ajenas tampoco las situaciones vividas por muchas mujeres de interrupción de su carrera profesional por motivos familiares.

D) El documento pasa revista a cómo ha sido la evolución política y legislativa en materia de igualdad durante el indudable impacto que ha tenido en las medidas adoptadas, y también las que se han dejado de adoptar, la crisis económica y financiera mundial en la economía real y en los mercados de trabajo. Cabe destacar el acuerdo alcanzado, y que está pendiente de aprobación definitiva por el Consejo que probablemente se produzca durante la sesión de trabajo del lunes y martes, de la revisión de acuerdo marco suscrito entre los agentes sociales sobre el permiso parental.

Cabe recordar que el acuerdo político sobre el proyecto de Directiva por la que se revisa el acuerdo marco parental, acuerdo revisado y suscrito en junio de 2009, ya fue alcanzado en el anterior Consejo EPSCO de finales de noviembre en los siguientes términos: “La nueva Directiva, que se aplicará a comienzos de 2012, amplía en particular el derecho de los trabajadores al permiso parental de tres a cuatro meses para cada progenitor. Un mes como mínimo de dicho permiso no podrá transferirse de un progenitor al otro. Esto obedece a que se quiere fomentar que los progenitores varones asuman un mayor grado de responsabilidades familiares.

Entre otros nuevos elementos con respecto al acuerdo precedente de 1995, cabe citar la precisión de que quedan cubiertos también los trabajadores que trabajan a tiempo parcial, por una duración determinada o en empresas de trabajo temporal. Se podrá exigir antigüedad, pero nunca superior a un año. Los trabajadores que regresen tras un permiso parental tendrán derecho a pedir cambios en sus horarios o regímenes de trabajo, y sus peticiones deberán ser tomadas en consideración y atendidas por los empleadores”.

E) En cuanto a los retos y orientaciones estratégicas de futuro, se llama a los Estados miembros a tomar en consideración la importancia de invertir en políticas de igualdad que faciliten la independencia económica de las mujeres y que faciliten el equilibrio entre vida laboral y vida privada, tanto de las mujeres como de los hombres, porque se ha constatado empíricamente que dicha inversión “resulta rentable en términos de desarrollo social y económico”.

Las líneas de actuación para el próximo futuro pasan por el reforzamiento de la sinergia entre la igualdad de género y el empleo, con objeto de estimular la recuperación económica y el crecimiento sostenible, con especial atención a las medidas que vayan directamente dirigidas a atacar las desigualdades salariales existentes; también, por el apoyo a la conciliación entre la vida laboral, privada y familiar de hombres y mujeres, con medidas dirigidas a incentivar que los hombres asuman una mayor parte de las responsabilidades familiares; por otra parte, se requiere promover la inclusión social y la igualdad entre mujeres y hombres, con una atención especial a las necesidades de los colectivos más vulnerables como son las familias monoparentales con una mujer al frente, las de edad avanzada o las procedentes de la inmigración; cobra también un reforzado interés la prevención y lucha contra la violencia de género, y no menos importante es la materialización del compromiso con la igualdad en acciones y resultados, haciendo una llamada a todos los Estados de la UE para que renueven el compromiso establecido en el Pacto Europeo por la igualdad de género y para que se refuerce “la asociación y la sinergia entre las instituciones europeas, los interlocutores sociales y la sociedad civil”.

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