1. El
Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el 20 de diciembre su documento
anual “Estructura y dinamismo del tejido empresarial en España”, con datos delDirectorio Central de Empresas (DIRCE) a 1 de enero de 2019.
El examen de
este informe es siempre de mucho interés, ya que ayuda a entender, en cuanto
que incluye datos sobre el número de personas asalariadas en las empresas
españolas, cómo pueden aplicarse las normas laborales y las mayores o menores
dificultades que pueden encontrar las mismas para su plena aplicación.
En esta ocasión,
el informe se ha difundido con varios meses de retraso respecto a la fecha
habitual de publicación, finales de junio, debido a algunos cambios metodológicos
introducidos, más concretamente el concepto estadístico de empresa, y de ahí que
tal como se explica al inicio del documento los datos no son comparables a los
de años anteriores, aun cuando la disminución del número de “unidades
estadísticas” respecto al año anterior “no significa que la tasa real de
crecimiento de empresas haya sido negativa, todo lo contrario”. En cualquier
caso, y para poder efectuar una comparación con los datos del año anterior, en
la nota metodológica anexa al final del informe se realiza “un breve análisis
comparativo bajo el supuesto de seguir considerando a las unidades legales como
aproximación a empresas”.
Una
explicación detallada de los cambio introducidos se encuentra en la notapublicada por el INE el 17 de diciembre, en la que se da cuenta de que se adapta
el concepto estadístico de empresa “para medir con mayor precisión la actividad
económica de los grupos empresariales” en estos términos:
“Hasta el
año 2018, el INE, como la mayoría de las oficinas de estadística de la Unión
Europea, ha venido identificando, a efectos operativos, la unidad estadística
empresa con la unidad legal (en el caso español, mediante el NIF). De esta
forma se daba cumplimento al reglamento vigente y se reflejaba adecuadamente la
actividad económica del país.
No obstante,
la progresiva complejidad en la forma de operar internamente que tienen hoy en día
los grupos de empresas ha hecho que el Sistema Estadístico Europeo se haya
planteado la búsqueda de una mejora en la manera de reflejar en las
estadísticas oficiales de empresas la actividad de estos grupos.
Tras esta
modificación del concepto estadístico, que se explica con detalle en el
apartado “Procedimiento
para calcular las Empresas dentro del SEE” de esta nota de prensa, la mayoría de
las empresas seguirán siendo, como hasta ahora, unidades legales
independientes. El cambio solo afectará a las unidades legales (UL) que forman
parte de grupos empresariales (el 3,1% del total)”. Sin embargo, el cambio es bastante más
importante en relación con el volumen de población asalariada afectada y de la facturación
total, ya que representan el 43 y el 66 % respectivamente”.
Una
explicación técnica muy detallada del cambio metodológico se encuentra en el
documento elaborado por el Departamento de Metodología de la Producción Estadística
de la Unidad DIRCE “Delineación de empresas complejas en el INE. Metodologíadel algoritmo de profiling automático”. Tras hacer sucinta mención a los
cambios económicos operados a escala internacional y el papel relevante que
están teniendo en ellos los grupos de empresas, conformados por “grandes
cantidades de unidades legales localizadas en diferentes países”, y cuyos
organigramas legales “difieren sustancialmente de sus estructuras operativas”,
pone de manifiesto que el uso de la unidad legal como aproximación al concepto
de empresa, hasta el año anterior utilizado, “no ofrece una imagen adaptada al
mundo real y por tanto es necesario cambiar esta práctica de forma progresiva”.
La nueva
metodología “se basa en analizar la estructura legal, contable y operativa de
un grupo empresarial, con vistas a establecer las empresas que operan en su
seno, sus vínculos y las estructuras más eficientes para la recogida y el
proceso de datos económicos”. Remitiendo a todas las personas interesadas a la
lectura de dicho informe para disponer de información técnica más precisa para
analizar el cambio y el desarrollo e implementación de un algoritmo específico
para ello, baste ahora añadir, tal como se expone en la nota de prensa de 17 de
diciembre que el resultado de la aplicación de las nuevas reglas es en primer
lugar que para las unidades legales que no pertenezcan a grupos empresariales,
la gran mayoría en España, no hay cambio alguno ya que “una empresa estadística
seguirá siendo equivalente a una unidad legal”, mientras que para determinar
cuando estamos en presencia de grupos de empresas las unidades legales se han
agrupado atendiendo a diversos criterios, como por ejemplo “si en un grupo
empresarial distintas unidades legales llevan a cabo diferentes etapas de un
mismo proceso de producción y los output de una son los input de otra, todas ellas
forman una única empresa, a efectos estadísticos. Un caso de este tipo puede
ser un grupo que fabrica armarios y, para ello, una unidad legal del grupo que
fabrica puertas de armario vende toda su producción a otra unidad del mismo
grupo que es la que monta los armarios: ambas unidades legales pertenecerán a
una sola empresa, en lugar de ser dos como hasta ahora). O bien “Otro caso se
puede presentar cuando unas unidades legales prestan servicios o actividades auxiliares
para otras unidades legales del grupo (emplean el personal, llevan la
contabilidad o el transporte). La empresa estará entonces formada por todas
ellas conjuntamente. La unidad estadística empresa así formada tendrá una
actividad económica principal a la que se le asignará todas las magnitudes
económicas (empleo, cifra de negocios, compras, inversión,….).
En
conclusión, los efectos de cambio de la unidad estadística se concretan a 1 de
enero de 2019 en que hay un total de 3.414.966 unidades legales, de la que
aquellas que se definen en grupos son 104.168 (3,1 %), con muy diferente importancia
según sectores de actividad, siendo significativo el porcentaje del 34,2 % en
el de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado” muy por
delante del siguiente, Industrias extractivas (16,7 %), y completamente alejado
de los dos menos importantes, Otros Servicios (0,5 %) y Educación (1,2). Por consiguiente, y de acuerdo a la nueva
metodología, el tejido empresarial español se estructura ene 3.367.197
empresas, de las que 3.310.798 son simples, un 98,4 %, y 52.399 son complejas,
1,6 %, operando en entonos de grupos de sociedad, y agrupando 104.168 unidades
legales o filiales, “de las cuales 26.045 tienen suficiente autonomía de
decisión y constituyen en sí mismas, empresas estadísticas complejas. El resto
de unidades legales se combinan con otras, dando lugar a 26.354 empresas complejas.
De entre estas, 24.828 están constituidas por combinaciones de dos a cinco unidades
legales, 1.011 se conforman por combinaciones de seis a nueve unidades legales
y las 515 restantes están formadas por combinaciones de 10 o más unidades
legales”.
Cabe
recordar además que el INE dispone de un documento, “Explotación estadística
del DIRCE Metodología”, que sigue siendo plenamente válido por lo que respecta
a las unidades legales que no han sufrido cambio alguno, en el que se expone
que con el directorio se pretende “dar respuesta a las principales demandas de
los usuarios ofreciendo información sobre las empresas y unidades locales
implantadas en España, considerando desgloses según las variables básicas de
forma legal, actividad económica principal, tamaño y localización geográfica”,
y que cubre “todas las actividades económicas excepto la producción agraria y
pesquera, los servicios administrativos de la Administración Central Autónoma y
Local (incluida Seguridad Social), las actividades de las comunidades de
propietarios y el servicio doméstico”.
2. Desde la
perspectiva de mayor interés laboral, la dedicada a la recogida de datos sobre
el número de personas asalariadas, por estratos, el documento nos informa de
que los datos publicados se obtienen prioritariamente a través de las distintas
encuestas económicas que realiza habitualmente el INE y otros organismos, y que
también se obtiene la información “a partir del número de asalariados inscritos
en la Seguridad Social o, en su defecto, mediante la información, si existe,
proporcionada por vía fiscal, referida al número de retenciones practicadas en
el año”.
Pues bien,
los datos disponibles a 1 de enero de este año ponen de manifiesto que si se
hubiera utilizado la misma metodología que en 2018 las unidades legales activas
habrían tenido un incremento del 2.3 %, con un mayor crecimiento en el sector
de los servicios (3,0 %) y en de aquellas que tienen a sus servicios 20 o más asalariados
(4.8 %)
Operando ya
con la nueva metodología, el número de empresas activas a 1 de enero de 2019 es
de 3.363.197. Respecto a la distribución de las unidades empresariales en los
distintos sectores económicos de actividad, sigue ocupando un lugar prioritario
el denominado “Resto de Servicios”, con 2.000.414 empresas activas que
representan el 59,5 % del total.
Conviene señalar que en este grupo se incluyen “todas las empresas
dedicadas a hostelería, transporte y almacenamiento, información y
comunicaciones, actividades financieras y de seguros, actividades inmobiliarias,
profesionales, científicas y técnicas, actividades administrativas y de
servicios auxiliares, educativas, sanitarias y de asistencia social y otro tipo
de actividades sociales, incluidos los servicios personales”.
Aunque a
mucha distancia, debe destacarse la importancia de las actividades incluidas en
el ámbito del comercio, 741.357, es decir aquellas que desarrollan actividades
de venta al por mayor, al por menor y los intermediarios del comercio, que
representan el 22,0% del total. A mayor distancia, les siguen las empresas
ubicadas en el sector de la construcción, el 12,6 % del total, y las que
encontramos en la industria, el 5,9 %.
3. Afirmar
que el tejido empresarial español es de micro y pequeña empresa principalmente,
responde a una realidad estadísticamente contrastada, con datos que dejan para
una reflexión de mayor alcance que esta nota si el elevado número de empresas
sin personas asalariadas se ajusta a la legalidad o hay detrás de las cifras un
número no desdeñable de relaciones laborales asalariadas encubiertas.
Repárese en
que 1.882.745 millones de empresas, el 56 % del total, no emplearon a ningún
asalariado en 2018, y que otro porcentaje nada despreciable, el 26,9 %, es
decir 905.013 sólo daban ocupación a uno o dos personas asalariadas, por lo que
entre ambas sumaban el 82,9 % de total.
A reseñar
también otro dato significativo para el funcionamiento de las relaciones
de trabajo en la empresa, cuál es el
pleno reconocimiento del derecho a elegir representantes del personal, en
empresas de 11 y más trabajadores, ya que las empresas con número inferior de
personal eran 302.375 (entre 3 y 5 trabajadores), y 123.424 (entre 6 y 9
personas ocupadas), datos que hacen una vez más pensar en la necesidad de
articular formar representativas del personal que no se basen únicamente en el
ámbito empresarial. 79.323 es el número de empresas que ocupaban de 10 a 19
trabajadores, y 70.247 el de aquellas que proporcionaban ocupación a 20 o más
trabajadores (4,7 % del total). Mientras que el minifundismo extremo empresarial
se concentra en construcción (84,9 %) y servicios (84,7 %), el sector
industrial destaca por el volumen de población asalariada, ya que el 8,0 % de
sus empresas agrupan a 20 o más trabajadores. Todo ello conlleva a mi parecer una necesaria una
reflexión adicional sobre la dificultad, no solo jurídica, sino real, de elegir
a representantes del personal en aquellas unidades empresariales de reducida
dimensión.
Del total de
empresas activas, el 55 % de las unidades (1.847.996), pertenecen jurídicamente
hablado a personas físicas, estando a su frente una mujer en el 36,3 %, con
presencia mayoritaria femenina en los sectores de enseñanza, sanidad y
servicios sociales (55,1%), mientras que la masculina está cercana al 80 % en
el sector de la industria.
4. Otro dato
que puede ser de mucho interés para analizar la evolución de las relaciones de
trabajo y la aplicación de las normas laborales es la antigüedad de las
empresas activas, destacándose en el informe el gran dinamismo existente en el
tejido empresarial español, ya que sólo un 16,7% existía hace 20 o más años” y
el 20’6 % todavía no tenían dos años de vida a la fecha de cierre del informe,
con un peso relevante de las empresas industriales que ocupan a un mayor número
de trabajadores entre las de mayor antigüedad, y las de hostelería en el grupo
de las menos, siendo destacable que un 24,7 % de las mismas no ha llegado aún a
los dos años de vida.
También es
de especial interés poner en relación la mayor o menor edad de la empresa con
el número de trabajadores que ocupa, no siendo lógicamente de extrañar que la
mayor parte de grandes empresas, un 31,1 % del total que ocupan a 20 o más
asalariados, tengan como mínimo 20 años de vida, mientras que el 34,8 % de las
empresas sin asalariados aún se encuentran entre el primer y el cuarto año de
vida.
5. Por
último, cabe destacar que la Comunidad Autónoma de Cataluña fue la que
concentraba más empresas activas a 1 de enero de este año, un 18,4 % del total,
seguida de cerca por la Comunidad de Madrid (15,7%) y Andalucía (15,5%). En
cuanto al número de locales implantados en toda España, y en los que las
empresas desarrollaron sus actividades, un total de 3.853.124, también Cataluña
ocupa el primer lugar 18,45% del total, seguida por la Comunidad de Madrid con
el 15,7% y Andalucía con el 15,7%.
Buena
lectura.
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