domingo, 23 de diciembre de 2007

La película 14 kilómetros y la política de inmigración de la Unión Europea con África (II).

5. En la misma línea que las Comunicaciones de la Comisión, el Dictamen del Comité de las Regiones sobre “Aplicación del planteamiento global sobre la migración a las fronteras marítimas meridionales de la Unión Europea y a las regiones orientales y sudorientales vecinas de la Unión Europea”, respalda la política de diálogo y cooperación con África en cuestiones de migración al objeto de posibilitar un mejor aprovechamiento de los vínculos entre la política de migración y la de codesarrollo. Al mismo tiempo, el Comité “toma nota de la propuesta de crear plataformas sobre migración y desarrollo que reúnan a los países africanos, los
Estados miembros de la UE y las organizaciones internacionales en un esfuerzo por gestionar la migración de manera más eficaz en interés de todos; considera que los entes regionales y locales, especialmente los directamente afectados, deberían participar, posiblemente mediante sus asociaciones nacionales y regionales, en estas plataformas de cooperación y en el diálogo con los países ACP, dado que esta participación redundará en beneficio de todas las partes interesadas”. Igualmente, el Comité respalda la iniciativa de la Comisión de promover inversiones “en sectores con un elevado uso de mano de obra en regiones africanas con mucha emigración y de invitar a los Estados miembros a que completen esta contribución, sin olvidar que no es posible la promoción de estas inversiones sin una correcta participación de la empresa privada, para lo cual habría que articular los instrumentos que faciliten dicha inversión;

6. No menos importantes, al menos en el plano teórico, me parecen las conclusiones del Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno que tuvo lugar en Bruselas el pasado día 14 de diciembre, que recogieron la tesis de que la prosecución del desarrollo de una política global europea de migraciones que complemente las de los Estados miembros “sigue siendo una prioridad fundamental para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades que representan para la Unión en una nueva era de globalización”. Por lo que respecta a África, se destaca la necesidad de cooperación y de un enfoque global de la migración; en efecto, en la conclusión número 17 se afirma que “la cooperación con los terceros países sigue siendo vital a efectos de una buena gestión de los flujos migratorios y de lucha contra la inmigración ilegal. El Consejo Europeo celebra los avances que se están logrando en la aplicación del Enfoque Global de la Migración con respecto a África y al Mediterráneo, en particular las misiones de la UE a países africanos y de la ribera del Mediterráneo, así como los avances en la aplicación de dicho enfoque global a las regiones limítrofes oriental y sudoriental. Espera con interés la organización en 2008 de la Segunda Conferencia ministerial UE-África sobre migración y desarrollo. Aprueba las conclusiones del Consejo de 10 de diciembre de 2007 sobre las asociaciones de movilidad y la migración circular, y celebra, en relación con lo anterior, la decisión de entablar un diálogo con miras a emprender asociaciones piloto de movilidad con Cabo Verde y la República de Moldova. Se invita a la Comisión a que informe sobre los progresos a más tardar en junio de 2008. La reciente reunión ministerial de la Asociación Euromediterránea sobre cuestiones de migración contribuyó a la intensificación de la cooperación práctica con los socios mediterráneos en todos los ámbitos de la migración. El Consejo Europeo celebra la adopción, por la Segunda Cumbre África-UE, de una Estrategia conjunta en la que se define la migración como un ámbito de prioridad mutua en el cual ambas partes procurarán encontrar soluciones comunes; el Plan de Acción de la Estrategia conjunta contiene una asociación en materia de migración, movilidad y empleo que abarca múltiples medidas concretas que habrán de adoptarse en los tres próximos años”.

En cualquier caso, Europa no se abre de forma total a los ciudadanos de terceros países, ni de África ni de otros continentes o de otros Estados de Europa que no formen parte de la UE, y de ahí la importancia de seguir apostando por medidas de desarrollo de los países de origen de los que proviene gran parte de la inmigración irregular, en este caso, y por lo que respecta a esta entrada del blog, la población africana. En las conclusiones se afirma de forma clara y contundente que una política de inmigración eficaz deberá tener en cuenta el déficit de competencias y las necesidades del mercado laboral en los países de la UE, y que la migración de trabajadores “deberá respetar plenamente el acervo comunitario, las competencias de los Estados miembros en este ámbito y el principio de preferencia comunitaria para los ciudadanos de la UE”.

7. Si hubiera alguna duda de que la política comunitaria apuesta por una inmigración muy controlada y en modo alguno de puertas abiertas, aquí tenemos el nuevo Tratado de Lisboa, flamantemente suscrito por todos los Jefes de Estado y de Gobierno el pasado día 14 de diciembre, que incorpora una nueva redacción de los artículos 62 a 64 del Tratado de la Unión Europea, dedicados a las políticas de inmigración y asilo.

El nuevo Tratado destaca en su artículo 2 C) que las competencias compartidas entre la Unión y los Estados miembros se aplicarán, entre otros, en el ámbito del “espacio de libertad, seguridad y justicia”; también deseo resaltar su nuevo artículo 5 ter, que dispone que en la definición y ejecución de sus políticas y acciones “la Unión tratará de luchar contra toda discriminación por razón de sexo, raza u origen étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual”.

Si bien es cierto que el nuevo artículo 62 dispone en su apartado 1 que la Unión desarrollará una política que tendrá por objetivo “a) garantizar la ausencia total de controles de las personas, sea cual sea su nacionalidad, cuando crucen las fronteras interiores; b) garantizar los controles de las personas y la vigilancia eficaz en el cruce de las fronteras exteriores; c) instaurar progresivamente un sistema integrado de gestión de las fronteras exteriores”, su apartado 4 expone con claridad meridiana que “el presente artículo no afectará a la competencia de los Estados miembros respecto de la delimitación geográfica de sus fronteras”.

Por otra parte, el nuevo e importante artículo 63 bis, dispone que la Unión desarrollará una política común de inmigración “destinada a garantizar, en todo momento, una gestión eficaz de los flujos migratorios, un trato equitativo de los nacionales de terceros países que residan legalmente en los Estados miembros, así como una prevención de la inmigración ilegal y de la trata de seres humanos y una lucha reforzada contra ambas”, y que la UE “podrá celebrar con terceros países acuerdos para la readmisión, en sus países de origen o de procedencia, de nacionales de terceros países que no cumplan o que hayan dejado de cumplir las condiciones de entrada, presencia o residencia en el territorio de uno de los Estados miembros”. Igualmente, el nuevo Tratado prevé actuaciones coordinadas del Parlamento Europeo y del Consejo para propiciar la integración de ciudadanos de terceros países residentes legalmente en territorio comunitario, si bien esas medidas deberán llevarse a cabo “con exclusión de toda armonización de las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados miembros”, y deja bien claro que todo lo dispuesto en los restantes apartados del artículo no afectará, según reza el número 5, “al derecho de los Estados miembros a establecer volúmenes de admisión en su territorio de nacionales de terceros países procedentes de terceros países con el fin de buscar trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia”.

8. Acabo mi nueva entrada volviendo a la película “14 kilómetros” y a las palabras de su director, recogida en la hoja informativa facilitada a la entrada del cine y en la que se explica que, según le contaron, la ciudad de Agadez “es uno de los puntos más importantes en las rutas de la inmigración; desde allí parten los grandes vehículos hacia Libia y Argelia. También me hablaron de camiones perdidos en el desierto y nunca encontrados; de pasajeros que se quedan dormidos durante la noche, caen del camión y mueren de sed, abandonados; de asaltos de bandidos; de tormentas de arena… Historias que me costaba imaginar que pertenecieran a este mundo”.

Las personas que seguirán intentando entrar en Europa a la búsqueda de un futuro mejor no conocerán las políticas comunitarias ciertamente, pero sí que estas políticas deberían contribuir a que la vida de esas personas en sus países de origen fueran mucho mejor de lo que son, tanto en el terreno formativo como económico, y que la decisión, en su caso, de iniciar un proceso migratorio no fuera una carrera hacia la muerte sino hacia la búsqueda de una sociedad que les acogiera e integrara en su seno, y que dichas personas tuvieran la oportunidad de volver a sus países de origen y de poner en marcha proyectos de desarrollo o codesarrollo que permitan revertir hacia dichos países los conocimientos obtenidos en los países de acogida. No se trata de mero pragmatismo, ni de sensiblería propia de las fechas navideñas en las que nos encontramos cuando redacto este texto, sino de la convicción de que la Europa del modelo social no puede ni debe nunca pasar por aceptar la muerte de personas a la búsqueda de dicho modelo y de su bienestar.

1 comentario:

carme dijo...

¡Fabuloso!

Ayer leí sus "moltes gràcies" y supe de la existencia del blog... No he tardado demasiado en visitarlo.

La sorpresa ha sido la última entrada. Precisamente uno de los múltiples trabajos que tengo que hacer durante estos "entrañables" días es sobre la política de migración de la UE.

El curso pasado pusimos en marcha un blog para una de las asignaturas de la carrera y aprendimos la importancia de compartir el conocimiento.

Estoy encantada de que haya decidido tener su propio blog y así poder seguir teniendolo de profesor.

Bon Nadal