1. El lunes 3 de noviembre la OCDE publicó su informe anual sobre lasPerspectivas de la migración internacional
La nota de prensa de síntesis del documento , publicada el mismo día, llevaba por título “La migración hacia los países de la OCDE cayó en 2024, aunque continúa en niveles elevados en comparación con los niveles históricos”, destacando en su introducción que “El número de entradas permanentes en los países de la OCDE cayó un 4% en 2024, tras tres años de marcado crecimiento. A pesar de este descenso, la cifra total de 6.2 millones de entradas permanentes sigue siendo relativamente elevada, un 15% por encima de los niveles de 2019, según un nuevo informe de la OCDE”, y añadiendo más adelante que “la reunificación familiar siguió siendo la principal razón de la migración permanente a los países de la OCDE, mientras que la migración por motivos laborales disminuyó”.
Para el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, que intervino en la presentación del informe en Bruselas junto al Comisario Europeo de Asuntos de Interior y Migración, Magnus Brunner, “Las grandes brechas salariales entre los inmigrantes y los trabajadores nativos ponen de relieve la importancia de agilizar la evaluación y el reconocimiento de las cualificaciones extranjeras, así como de mejorar las políticas que favorecen la adquisición de idiomas, la búsqueda de empleo y el desarrollo de competencias”.
Otro dato relevante desde la perspectiva laboral, recogido en la nota de
prensa, es que “en 2024, la tasa de empleo de los inmigrantes adultos en los
países de la OCDE se situó en un 70.9%, ligeramente por debajo del 72.1%
correspondiente a la población de origen. Por su parte, las tasas de empleo de
las mujeres inmigrantes aumentaron en dos tercios de los países de la OCDE,
alcanzando un 63.5%”.
2. Del resumen ejecutivo extracto aquellos contenidos que desde la
perspectiva laboral me parecen más relevantes.
“Los motivos
familiares continuaron siendo la principal razón para la migración permanente a
los países de la OCDE. La migración laboral disminuyó un 21 %, tras un aumento
sostenido desde 2020. La migración humanitaria aumentó un 23 % debido al
elevado número de solicitudes de asilo en los años anteriores y a un número
récord de nuevos refugiados reasentados (un 19 %).
La migración
laboral temporal a los países de la OCDE se estabilizó en 2024 en un nivel
históricamente alto. En los países de la OCDE (excluida Polonia) se concedieron
aproximadamente 2,3 millones de permisos y autorizaciones de trabajo, lo que
representa un aumento del 26 % con respecto a 2019.
Tras una sólida
recuperación pospandémica en 2022-2023, los resultados del mercado laboral para
los inmigrantes mostraron tendencias más heterogéneas en 2024, ya que la tasa
de empleo de los inmigrantes mejoró aún más solo en la mitad de los países de
la OCDE. En promedio, casi el 77% de los inmigrantes eran económicamente
activos, con casi el 71% empleados y menos del 10% desempleados en 2024.
En general, la
evolución tanto del empleo como de las tasas de participación laboral fue más
favorable entre las mujeres migrantes que entre los hombres. En un tercio de
los países de la OCDE, las tasas de empleo de las mujeres inmigrantes
aumentaron, mientras que las de los hombres disminuyeron, lo que generó algunas
de las menores brechas entre hombres y mujeres en años.
En respuesta a los
elevados flujos migratorios, varios países de la OCDE han establecido objetivos
explícitos para reducir la migración, ya sea la migración general o categorías
específicas. Las políticas de migración laboral se adaptan cada vez más a la
atracción de talento y a la satisfacción de las necesidades específicas del
mercado laboral.
Los inmigrantes
trabajan de forma desproporcionada en empresas y sectores con salarios más
bajos.
Nuevos datos de
panel vinculados de empleadores y empleados de 15 países de la OCDE entre 2000
y 2019 muestran que, al incorporarse al mercado laboral, los inmigrantes ganan
un 34 % menos que los trabajadores nativos de la misma edad y sexo. Dos tercios
de esta brecha se deben a que los inmigrantes trabajan en sectores y empresas
con salarios más bajos.
La brecha salarial
de los inmigrantes disminuye aproximadamente un tercio durante los primeros
cinco años en el país de acogida y a la mitad durante los primeros diez años.
Esto se debe, en parte, a que los inmigrantes se trasladan a sectores y
empresas con salarios más altos.
Las políticas que
abordan las barreras a la movilidad laboral deberían tener mayor relevancia en
el conjunto de herramientas de política de integración. Esto incluye
proporcionar información sobre búsqueda de empleo, orientación profesional y el
desarrollo de redes profesionales, así como mejorar el transporte local y el
acceso a viviendas asequibles, entre otras cosas.
3. El capítulo I
está dedicado a los últimos avances en los movimientos migratorios
internacionales y la inclusión de los inmigrantes en el mercado laboral.
Siempre desde la
perspectiva laboral, los datos más destacados, sintetizados en las conclusiones
y desarrollados mucho más ampliamente en el capítulo, son los siguientes:
“Tras una sólida
recuperación pospandémica en 2022-2023, los resultados del mercado laboral para
los inmigrantes mostraron tendencias más mixtas en 2024: entre 2023 y 2024, la
tasa de empleo de los inmigrantes mejoró en la mitad de los países de la OCDE y
disminuyó en la otra mitad, mientras que las tasas de desempleo de los
inmigrantes aumentaron en dos de cada tres países de la OCDE.
En promedio, en
2024, casi el 77 % de los inmigrantes eran económicamente activos, con casi el
71 % empleados y menos del 10 % desempleados.
En general, la
evolución tanto de las tasas de empleo como de las tasas de participación
laboral fue más favorable entre las mujeres migrantes que entre los hombres. En
uno de cada tres países de la OCDE, las tasas de empleo de las mujeres
inmigrantes aumentaron, mientras que las de los hombres disminuyeron, lo que
dio lugar a algunas de las menores brechas de empleo entre hombres y mujeres
inmigrantes en los últimos años.
Las tasas de
empleo de las mujeres inmigrantes aumentaron en dos tercios de los países de la
OCDE, y su participación en la fuerza laboral aumentó en más de cuatro de cada
cinco países de la OCDE, alcanzando el 63,5 % y casi el 70 %, respectivamente.
La migración
laboral disminuyó en la mayoría de los países tras el repunte posterior a la
COVID-19. Tras un aumento sostenido de la migración laboral a los países de la
OCDE desde 2020, los niveles disminuyeron un 21 % en 2024 en comparación con
2023, alcanzando los 934 000 nuevos migrantes laborales permanentes. A
pesar de esta caída, la cifra de 2024 sigue siendo un 32 % superior a la de
2019 y un 93 % superior a los niveles de 2015, lo que indica una tendencia al
alza a largo plazo.
En tres cuartas
partes de los países de la OCDE, la migración laboral disminuyó en 2024. Esto
incluye importantes destinos de la UE como Alemania, Francia, los Países Bajos
y España, que habían registrado niveles históricamente altos de migración
laboral permanente de nacionales de terceros países en 2022-2023.
En 2024, cerca del
70% de los trabajadores migrantes temporales en los países de la OCDE se
dirigieron a solo cuatro destinos: Estados Unidos, Australia, Japón y Canadá.
Estados Unidos recibió por sí solo más de un tercio (36%) del total de
trabajadores migrantes temporales, mientras que Australia, Japón y Canadá
representaron entre el 9% y el 13% cada uno.
Los países de la
UE/AELC de la OCDE acogieron a poco más de uno de cada diez nuevos trabajadores
extranjeros temporales, excluyendo a aquellos que se desplazan libremente
dentro del área de la UE/AELC.
El número de
trabajadores migrantes temporales en 2024 fue similar al de 2023 en la mayoría
de los principales países de destino (un 2% más en Estados Unidos y un 2% menos
en Australia y Japón), excepto en Canadá, donde disminuyó (un 8% menos). Los
niveles se mantuvieron relativamente estables en el Reino Unido (+3%) y Corea
(+1%). Sin embargo, los niveles de 2024 representan aumentos considerables con
respecto a 2019 en todos estos países. En Canadá y Corea, las entradas de
migración temporal en 2024 fueron un 61 % y un 79 % mayores que en 2019. En
Estados Unidos y Australia, fueron un 24 % y un 17 % mayores.
En la zona
UE/AELC, la migración laboral temporal aumentó un 27 % con respecto a 2023 y un
50 % con respecto a 2019. España experimentó el mayor incremento, con un
aumento del 67 % desde 2023 y un notable 347 % desde 2019. Francia, Italia y
Alemania también registraron un crecimiento significativo en comparación con
2019.
Los programas de
formación tienen como objetivo facilitar la transferencia de habilidades a
corto plazo y promover la familiarización con procesos o equipos específicos.
Su principal
objetivo no es cubrir puestos de trabajo regulares, sino mejorar los
conocimientos y las capacidades de los participantes. En la mayoría de los
países de la OCDE, estos programas operan a una escala relativamente pequeña.
Entre las
excepciones más notables se encuentran Japón, el principal destino para los
participantes extranjeros en programas de formación, así como Corea y, más
recientemente, España. En 2024, el número total de nuevos participantes
extranjeros en programas de formación en los países de la OCDE se mantuvo
estable en comparación con 2023, con un ligero descenso del 1 %. Japón acogió a
más de la mitad (57 %) de todos los becarios extranjeros, casi todos a través
de su Programa de Becarios Técnicos, que expidió 148 000 permisos en 2024,
una cifra inferior a los 199 000 de 2023. España puso en marcha un nuevo
programa de becarios en 2022. Sin embargo, en lugar de reclutar becarios del
extranjero, permite a los migrantes irregulares que han vivido en el país
durante al menos dos años regularizar su situación matriculándose en un
programa de educación o formación. En 2024, 51 000 personas regularizaron
su estancia a través de este programa.
Tras un fuerte
crecimiento en los años posteriores a la pandemia de COVID-19, el número de
nuevos migrantes que ingresaron a los países de la OCDE a través de programas
nacionales de trabajadores extranjeros temporales disminuyó un 7 % en 2024, en
comparación con 2023. A pesar de esta caída, el total de 778 000 nuevos
trabajadores extranjeros temporales representa un récord histórico: un 26 % más
que en 2019 y un 31 % más que en 2015.
Las tendencias
entre la población nativa de los países de la OCDE fueron generalmente más
positivas, alcanzando una tasa de empleo promedio del 72,1 % y una tasa de
desempleo promedio del 5,3 % en 2024. En toda la OCDE, las tasas de empleo de
los migrantes alcanzaron o superaron las de la población nativa en 15 de los 36
países en 2024. Sin embargo, las tasas de desempleo fueron más altas entre los
migrantes que entre la población nativa en todos los países, excepto en 6
países de la OCDE con datos disponibles. Los países de la OCDE con la mayor
brecha negativa de empleo para los migrantes (en comparación con la población
nativa) en 2024 fueron los Países Bajos (-12,8 p.p.), Turquía (-11 p.p.), México
y Alemania (-10,3 p.p. cada uno). Mientras tanto, las tasas de empleo de los
migrantes fueron significativamente más altas que las de la población nativa en
Chile (+14,3 p.p.), Costa Rica (+11 p.p.) y Luxemburgo (+9,3 p.p.).
Dado que los
resultados de los migrantes evolucionaron de forma menos favorable que los de
la población nativa en la mayoría de los países de la OCDE, entre 2023 y 2024,
la brecha en la tasa de empleo promedio entre migrantes y nativos se amplió de
0,8 puntos porcentuales a 1,2 puntos porcentuales. En la UE, las diferencias en
el mercado laboral entre migrantes y población nativa fueron más pronunciadas,
con una desventaja de 3,5 puntos porcentuales para los migrantes en la tasa de
empleo (brecha que se amplió ligeramente en 2024). Dinamarca, Costa Rica y
Polonia experimentaron las mejoras más marcadas en las tasas de empleo de los
migrantes en relación con la población nativa. La brecha de empleo de los
migrantes se redujo significativamente en Dinamarca (de -5,4 en 2023 a -3,2 en
2024), mientras que la ventaja preexistente de los migrantes en la tasa de
empleo aumentó aún más en Polonia y Costa Rica (hasta +6 y +11 puntos
porcentuales, respectivamente). Mientras tanto, Estonia, Grecia y Finlandia
experimentaron algunos de los aumentos más significativos en la desventaja de
los inmigrantes en las tasas de empleo y desempleo en relación con los nativos
(con brechas respectivas que aumentaron a -9,8 puntos porcentuales y +9,3
puntos porcentuales en Finlandia).
En cuanto a los
sectores (Tabla 1.A.8 del Anexo), los migrantes en los países de la OCDE
tienden a trabajar principalmente en la minería, la industria manufacturera y
la energía. Este sector representa el 17,4 % de los trabajadores migrantes en
la UE, el 11,6 % en Estados Unidos y el 15,9 % en Canadá. Mientras tanto, el
sector sanitario representa el mayor porcentaje de trabajadores migrantes en el
Reino Unido (18,5 %) y Estados Unidos (12,8 %), y el segundo mayor en Canadá
(14 %). El comercio mayorista también es significativo entre los trabajadores
migrantes en la mayoría de los países de la OCDE (representando el 13,4 % de
los trabajadores extranjeros en la UE y el 13,5 % en Canadá), mientras que la
construcción es un importante empleador de trabajadores migrantes en Estados
Unidos y varios países europeos.
Las brechas entre
hombres y mujeres inmigrantes se reducen a medida que mejoran los resultados
laborales de las mujeres inmigrantes. Las mujeres inmigrantes a menudo se
enfrentan a una doble desventaja en el mercado laboral, ya que sufren
obstáculos tanto por ser mujeres como por ser inmigrantes. De hecho, las
mujeres inmigrantes mantenían brechas sustanciales en los resultados laborales en
comparación con los hombres inmigrantes y, en menor medida, con las mujeres
nacidas en el país. La tasa de empleo promedio de las mujeres inmigrantes fue
del 63,5 % en 2024, 15,2 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres
inmigrantes (78,8 %). Las mujeres nacidas en el país, en comparación, tenían
una tasa de empleo del 67,9 % en 2024. La brecha de empleo entre hombres y
mujeres nacidos en el país es considerablemente menor (8,4 puntos
porcentuales). En la UE, la brecha de empleo entre hombres y mujeres
inmigrantes fue de 15,7 puntos porcentuales, mientras que la brecha entre
hombres y mujeres nacidos en el país fue de 7,9 puntos porcentuales.
No obstante, las
tasas de empleo de las mujeres migrantes experimentaron mejoras notables en la
mayoría de los países en 2024, mientras que las tasas de empleo de los hombres
disminuyeron considerablemente. De 2023 a 2024, las tasas de empleo de las
mujeres inmigrantes aumentaron en dos tercios de los 36 países de la OCDE con
datos disponibles, registrándose tasas récord en la UE y el Reino Unido. En 13
países, las tasas de empleo de las mujeres inmigrantes aumentaron, mientras que
las de los hombres inmigrantes disminuyeron. Teniendo en cuenta estas
tendencias, gran parte de la evolución negativa de las tasas generales de
empleo de los inmigrantes en 2024 parece deberse principalmente a los migrantes
varones.
Se observa una
creciente brecha de empleo para los migrantes con alta formación
En función del
nivel educativo, las tasas de empleo de los inmigrantes con menor nivel
educativo tienden a ser más altas que las de sus homólogos nativos, mientras
que las tasas de empleo de los inmigrantes con nivel educativo medio y,
especialmente, superior tienden a ser inferiores a las de sus homólogos
nativos. En 2024, las tasas totales de empleo de los migrantes y los nativos en
la UE fueron, respectivamente, del 56 % frente al 43,4 % entre los de menor
nivel educativo, del 71,2 % frente al 73,2 % entre los que tenían educación
secundaria y del 78 % frente al 88 % entre los de alto nivel educativo. Los
patrones fueron similares, en promedio, en los países de la OCDE con datos
disponibles
Considerando los
cambios de 2023 a 2024 ... en la UE, tanto los migrantes con menor nivel
educativo como los de nivel secundario experimentaron ligeras mejoras en las
tasas de empleo (hasta el 56 % y el 71,2 %, respectivamente), mostrando una
evolución más favorable que la de sus homólogos nativos. Mientras tanto, los
migrantes con menor nivel educativo experimentaron descensos en las tasas de
empleo en Nueva Zelanda (-0,8 puntos porcentuales), el Reino Unido (-1,6 puntos
porcentuales). La brecha de empleo para los migrantes en las tasas promedio de empleo
de las personas con alta formación aumentó a 6,1 puntos porcentuales en 2024
(desde 5,5 puntos porcentuales en 2023).
Las tasas de
empleo tienden a mejorar con el tiempo de residencia.
Los migrantes
recién llegados (es decir, hace menos de cinco años) suelen tener tasas de
empleo más bajas que los migrantes más establecidos (es decir, aquellos que
llevan al menos 5 años en el país). En la UE, los migrantes recientes tenían tasas
de empleo del 57,8 %, en comparación con el 70,4 % entre los migrantes
establecidos en 2024, lo que supone una brecha de 12,6 puntos porcentuales, (similar
a 2023). En comparación, esta brecha fue de 11,6 puntos porcentuales en Estados
Unidos, 6,9 puntos porcentuales en el Reino Unido y 5,6 puntos porcentuales en
Canadá, mientras que en Australia, la brecha favoreció a los migrantes
recientes en 2 puntos porcentuales.
Tendencias en la
situación del mercado laboral de los jóvenes inmigrantes
En aproximadamente
la mitad de los países de la OCDE, las tasas de empleo de los jóvenes
inmigrantes de entre 15 y 24 años fueron superiores a las de sus pares nacidos
en el país en 2024. En la UE, la tasa de empleo de los jóvenes inmigrantes fue
del 38 %, frente al 34,6 % de los jóvenes nacidos en el país. En toda la OCDE,
la tasa de empleo promedio de los jóvenes inmigrantes fue del 42,5 %, superando
a la de sus pares nacidos en el país en 1,5 puntos porcentuales. En
comparación con los jóvenes nacidos en el país, los jóvenes inmigrantes
tuvieron una ventaja en la tasa de empleo de más de 10 puntos porcentuales. En
Chequia, Polonia, Eslovenia, Italia, España, Chile, Colombia y Costa Rica, y
una desventaja de más de 10 puntos porcentuales en los Países Bajos, Suiza,
Alemania, el Reino Unido, Turquía y México.
Dado el alto
porcentaje de jóvenes que aún se encuentran en educación y formación, un
indicador importante es el porcentaje de jóvenes que no estudian, trabajan ni
reciben formación (tasa NEET). En 2024, las tasas NEET de jóvenes inmigrantes superaron
las de los jóvenes nacidos en el país en todos los países de la OCDE, excepto
en 5 de los 28 con datos disponibles (las excepciones fueron el Reino Unido,
Hungría, Polonia, Chile y México). Sin embargo, en 2024 se observó que varias
de estas diferencias se redujeron; en 11 (de 28) países de la OCDE, las tasas
NEET disminuyeron para los jóvenes inmigrantes, mientras que simultáneamente
aumentaron para los jóvenes nacidos en el país.
Persisten las
disparidades entre las regiones de origen.
Dentro de la UE,
las tasas de empleo de los migrantes en 2024 oscilaron entre el 74,9 % para los
nacidos en la UE y el 54,4 % para los migrantes del norte de África.
En el extremo
superior también se encontraban los migrantes norteamericanos (69,4 %),
centroamericanos y sudamericanos (70,2 %) y asiáticos (68,9 %). Los migrantes
norteamericanos experimentaron el mayor descenso en las tasas de empleo (-2,5
puntos porcentuales) y el mayor aumento en las tasas de desempleo (+2,3 puntos
porcentuales) en 2024. Los migrantes de Oriente Medio tuvieron tasas de empleo
relativamente bajas (del 60,3 % en 2024), pero experimentaron el mayor aumento
(1,1 puntos porcentuales) entre los diferentes grupos de origen en la UE.
El Reino Unido
comparte algunos de estos patrones, ya que los inmigrantes nacidos en la UE y
los norteamericanos registraron las tasas de empleo más altas (80,6% cada uno)
en 2024, y los inmigrantes del norte de África las más bajas (54,3%). Sin
embargo, a diferencia de la UE, los inmigrantes del África subsahariana
presentaron tasas de empleo notablemente altas, del 78,8%. Los inmigrantes
norteamericanos experimentaron el mayor aumento en las tasas de empleo (+3,7
puntos porcentuales), mientras que los inmigrantes de Oriente Medio y Asia
Central, aunque registraron tasas de empleo relativamente bajas, experimentaron
un aumento significativo (+1,6 puntos porcentuales) en 2024. En Estados Unidos,
los europeos tuvieron las tasas de empleo más altas (75,7%) en 2024, siendo el
único grupo cuyas tasas aumentaron en comparación con 2023 (+1,8 puntos
porcentuales). Los inmigrantes africanos registraron las tasas de empleo más
altas en 2023 (76,8%), pero experimentaron una disminución significativa de 3,9
puntos porcentuales. En 2024, con un aumento simultáneo de 1,3 puntos
porcentuales en las tasas de desempleo. Los migrantes de Sudamérica y el Caribe
registraron la segunda tasa de empleo más alta (74,2 %) en 2024, pero también
una de las tasas de desempleo más elevadas, con un 5,1 % (tras un aumento en
2024)”.
4. El capítulo II
está dedicado a los desarrollos recientes de las políticas migratorias,
ofreciendo una visión general de los cambios en las políticas de inmigración de
los países de la OCDE durante el período 2024-2025, “con especial atención a
los cambios relacionados con los programas de regularización laboral”.
Las principales
conclusiones son las siguientes_
“En respuesta a
los elevados flujos migratorios, varios países de la OCDE han establecido
objetivos explícitos para reducir la migración, ya sea en términos generales o
en categorías específicas.
Las políticas de
migración laboral se adaptan cada vez más a la captación de talento y a la
satisfacción de necesidades específicas del mercado laboral. Esto se ha logrado
ajustando los umbrales de cualificación, generalmente al alza, modificando las
cuotas para los trabajadores migrantes, a menudo aumentándolas, y revisando de
forma más general los criterios de elegibilidad.
Se están creando
nuevas vías para los trabajadores temporales y cualificados.
Las listas de
ocupaciones con escasez de mano de obra para la migración laboral se han
ampliado en su mayoría, y las pruebas del mercado laboral en los países que las
utilizan se han simplificado en su mayoría. • Los sistemas de asilo se han
vuelto más restrictivos en muchos países, con procedimientos más rápidos, beneficios
reducidos y nuevas limitaciones a la reunificación familiar, aunque algunos
países han introducido medidas para mejorar el acceso.
Las políticas de
estudiantes internacionales están en revisión; varios países están endureciendo
los requisitos de admisión y los derechos posteriores a los estudios, mientras
que otros están mejorando las vías de retención para apoyar la integración en
el mercado laboral.
La digitalización
de los sistemas migratorios continúa avanzando, mejorando los procesos de
solicitud, la gestión de datos y la prestación de servicios en varios países de
la OCDE.
La cooperación
regional y bilateral en materia de migración se ha intensificado, con nuevos
acuerdos que facilitan la movilidad laboral, el retorno y la protección,
incluidas las respuestas al desplazamiento relacionado con el cambio climático.
Se han utilizado
mecanismos de regularización para abordar la escasez de mano de obra en varios
países de la OCDE, a menudo vinculados al empleo en sectores específicos,
aunque persisten desafíos en su implementación.
Al
institucionalizar esquemas de regularización rotativos o sectoriales, a menudo
vinculados a ocupaciones con escasez de mano de obra y a criterios de
integración, algunos países los están integrando en estrategias más amplias de
gestión de la migración.
La migración
laboral está sujeta a criterios de elegibilidad más detallados y, a menudo, más
estrictos, pero no necesariamente a cifras totales más bajas.
Existe una clara
tendencia, ya evidente en 2023, de que los países de la OCDE estructuren sus
canales de migración laboral para vincularlos más estrechamente a las
necesidades específicas del mercado laboral. En muchos casos, esto ha
significado imponer nuevas restricciones a la migración laboral, ya sea en
términos de cantidad o de las características de los migrantes laborales
admitidos.
Regularizaciones
relacionadas con el empleo
A medida que
muchos países de la OCDE intensifican sus esfuerzos para repatriar a los
migrantes en situación irregular, surge la pregunta de cómo tratar a aquellos
migrantes que carecen de estatus pero que tienen empleo. La migración laboral,
como se ha señalado, se centra cada vez más en la escasez de mano de obra
cualificada, pero puede haber empleos para los que no existen vías de migración
laboral y donde los empleadores contratan a migrantes en situación irregular, o
recurren a esta contratación debido a las ineficiencias de los canales
regulares. Una alternativa a la deportación de estos trabajadores, que puede
resultar impráctica, costosa o políticamente compleja, es establecer un
mecanismo de regularización.
Los programas de
regularización otorgan estatus a los ciudadanos extranjeros presentes en el
país sin un documento que les permita permanecer en él; estos pueden ser
solicitantes de asilo cuya solicitud ha sido rechazada, personas cuyo derecho a
permanecer en el país ha caducado, exestudiantes o personas que entraron de
forma irregular. Existen regularizaciones por razones humanitarias, como las
que otorgan estatus a menores indocumentados u otras personas en situación de
vulnerabilidad.
Los programas de
regularización son el principal medio por el cual los migrantes sin estatus
regular lo adquieren ... La mayoría de las regularizaciones se realizan en
relación con el mercado laboral y el empleo. Esta sección analiza varios
mecanismos de regularización recientes y en curso, comenzando con las
regularizaciones puntuales, seguidas de los mecanismos de regularización
continua y, finalmente, las regularizaciones no relacionadas con el empleo. La
experiencia previa demuestra cómo las regularizaciones puntuales pueden
funcionar en períodos de transición y como parte de una reforma más amplia de
los canales de migración laboral y la lucha contra el empleo ilegal de
extranjeros, mientras que las regularizaciones continuas pueden ser más
eficaces para abordar las deficiencias del marco legal de migración laboral en
cuanto a la cobertura de ciertas ocupaciones con alta demanda.
5. El capítulo III
está dedicado a recientes desarrollos en políticas de integración de
migrantes.
Sus conclusiones
son las siguientes:
Si bien algunos
países de la OCDE están ampliando los marcos de integración e inclusión (p.
ej., Bélgica, Canadá, Alemania), otros han restringido el acceso y aumentado
las obligaciones (p. ej., Finlandia, Países Bajos).
La integración
está cada vez más ligada a las necesidades del mercado laboral: países como
Bélgica, Canadá, Alemania, Luxemburgo y España están vinculando la integración
más estrechamente con la escasez de mano de obra, especialmente en los sectores
de cuidados, tecnologías de la información y oficios especializados.
Nuevos programas
promueven una rápida integración en el mercado laboral: el programa Job-Turbo
de Alemania y el programa Turboplan de Bélgica combinan el aprendizaje de
idiomas con una rápida inserción laboral y la participación de los empleadores
para impulsar la integración temprana.
La protección de
los migrantes contra el abuso y la discriminación es una prioridad creciente:
países como Italia y Finlandia están combatiendo la explotación laboral,
mientras que Dinamarca, Finlandia, España y Suecia están impulsando estrategias
contra el racismo.
La
descentralización de la integración continúa: Bélgica, Finlandia, Suiza,
Irlanda y Luxemburgo están transfiriendo las responsabilidades de integración a
las autoridades locales o regionales para mejorar la capacidad de respuesta y
la coordinación.
Se está reforzando
el seguimiento y la evaluación: Alemania y Suecia han desarrollado nuevos paneles
de control e indicadores de integración para hacer un mejor seguimiento de los
resultados en las dimensiones socioeconómicas y culturales.
El apoyo
específico a las mujeres migrantes está creciendo: Finlandia, Alemania,
Irlanda, Corea, Luxemburgo y México han introducido medidas específicas para
apoyar la integración laboral de las mujeres migrantes.
Las normas de
ciudadanía se están endureciendo en varios países: Finlandia, Hungría y los
Países Bajos han introducido requisitos de residencia más prolongados, pruebas
culturales o lingüísticas y condiciones que pueden restringir el acceso a la
ciudadanía.
Se está agilizando
el reconocimiento de competencias: Bélgica, Canadá, Chequia, Alemania, Noruega
y otros países están reduciendo los tiempos de tramitación y creando vías
prioritarias para los migrantes en ocupaciones con escasez de profesionales.
Se están ampliando
los programas de formación puente y microcredenciales: Países como Austria,
Canadá, Francia y Alemania están desarrollando vías flexibles para que los
migrantes puedan cubrir la falta de competencias sin una recalificación
completa.
La digitalización
mejora el acceso a los servicios y la coordinación: Países como Dinamarca,
Luxemburgo y los Países Bajos utilizan plataformas digitales centralizadas para
brindar a los migrantes un acceso más ágil a la atención médica, la vivienda y
la educación.
La IA mejora el
aprendizaje de idiomas, la búsqueda de empleo y la planificación: Herramientas
en Austria, Alemania y Suiza personalizan el aprendizaje, predicen las
necesidades de asentamiento y adecuan mejor las habilidades de los migrantes a las
demandas del mercado laboral.
La integración
digital conlleva nuevos riesgos: Si bien la IA aumenta la eficiencia, los
países deben abordar los riesgos de exclusión, las violaciones de la privacidad
de datos y los sesgos para garantizar un acceso equitativo para todos los
migrantes”.
6. El capítulo IV
está dedicado a la integración de los migrantes y el papel de las empresas
al respecto.
Las conclusiones
clave son la siguientes:
“... Que los
inmigrantes alcancen su potencial de ingresos en el país de acogida es
fundamental para unas mejores condiciones de vida y una garantía contra la
pobreza. Si bien se han logrado avances sustanciales en la medición de los
resultados de la integración, existen pocos datos comparativos internacionales
sobre los ingresos de los inmigrantes, principalmente debido a la
disponibilidad de datos.
Este capítulo
proporciona datos comparativos internacionales sobre la magnitud y las causas
de la brecha salarial de los inmigrantes. y su evolución a lo largo del tiempo
en el mercado laboral del país de acogida. Para ello, se utilizan datos de
panel vinculados de empleadores y empleados para el período 2000-2019 en 15
países de la OCDE: Austria, Canadá, Colombia, Dinamarca, Finlandia, Francia,
Alemania, Italia, Portugal, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, España,
Suecia y Estados Unidos.
Al ingresar al
mercado laboral, los inmigrantes ganan, en promedio, un 34 % menos que los
trabajadores nativos de la misma edad y sexo. La brecha salarial de los
inmigrantes disminuye en aproximadamente un tercio (13 puntos porcentuales)
durante los primeros cinco años en el país de acogida, y en aproximadamente la
mitad durante los primeros diez años.
Si bien los
inmigrantes con menores ingresos iniciales tienen mayor probabilidad de
abandonar el empleo en el país de acogida, este efecto de composición es
pequeño y no explica la reducción de la brecha salarial.
Casi dos tercios
(63%) de la brecha salarial inicial de los inmigrantes se explican por la concentración
de inmigrantes en empresas y sectores con salarios más bajos, en promedio entre
países.
El trabajo en
sectores con salarios más bajos representa más de un tercio (36%) de la brecha,
y el trabajo en empresas con salarios más bajos, dentro de sectores y regiones,
representa un cuarto adicional (27%).
Durante los
primeros años en el mercado laboral, los inmigrantes se trasladan a sectores y
empresas con salarios más altos.
El traslado a
sectores mejor remunerados explica el 18 % y a empresas mejor remuneradas el 24
% de la reducción de la brecha salarial en los primeros cinco años en el
mercado laboral. Las empresas a las que se trasladan los inmigrantes con el
tiempo son, en general, de mayor calidad: son más grandes, más productivas y
menos segregadas.
Trabajar en
ocupaciones peor remuneradas explica una cuarta parte de la brecha salarial
inicial de los inmigrantes, en promedio para los seis países con datos
disponibles. Para este subconjunto de países, los sectores y las empresas
explican, sin embargo, aproximadamente la mitad de la brecha salarial. El
efecto ocupacional se debe, en parte, a la sobrecualificación generalizada de
los inmigrantes en los mercados laborales de los países de acogida.
Sorprendentemente, los inmigrantes no se trasladan a ocupaciones mejor
remuneradas con el tiempo.
Tener en cuenta
las diferencias educativas entre los inmigrantes y los nativos en dos países
con datos disponibles reduce la brecha salarial inicial en una cuarta parte.
Sin embargo, no modifica sustancialmente la reducción de la brecha salarial, ni
el papel de las empresas y los sectores a la hora de explicar dicha brecha y su
reducción a lo largo del tiempo.
La brecha salarial
de los inmigrantes al incorporarse al mercado laboral es mayor para los
procedentes de África, Oriente Medio y Asia, y menor para los de la UE-15,
Norteamérica y Oceanía. Esto se debe, en parte, a que los inmigrantes de
África, Oriente Medio y Asia trabajan en sectores y empresas con salarios más
bajos. Con el tiempo, los inmigrantes de todos los orígenes se trasladan a
empresas con salarios más altos.
La brecha salarial
es ligeramente mayor para los hombres que para las mujeres, y su reducción es
mayor para las mujeres. Esto refleja, en parte, la mayor concentración de
empleo de los inmigrantes varones en empresas con salarios más bajos y su
relativa persistencia a lo largo del tiempo. 125
Este capítulo
destaca la importancia de las políticas relacionadas con el reconocimiento de
las cualificaciones extranjeras y la mejora de las competencias, dada la
persistencia de la gran brecha salarial de los inmigrantes que se debe a que
trabajan en ocupaciones peor remuneradas.
Sin embargo,
también muestra que la movilidad laboral hacia empresas y sectores con mejores
salarios puede desempeñar un papel importante en la integración salarial de los
inmigrantes. Esto sugiere que existe margen para políticas que aborden las
barreras a la movilidad laboral, como proporcionar información sobre la
búsqueda de empleo y el mercado laboral del país de acogida, la orientación
profesional y el desarrollo de redes profesionales, la mejora del transporte
local, la lucha contra la discriminación en el mercado de la vivienda y la
provisión de viviendas asequibles, entre otras”.
7. El capítulo V
está dedicado monográficamente a la migración internacional de profesionales
de la salud a los países de la OCDE, siendo estas sus principales
conclusiones:
“La escasez de
personal sanitario se ha convertido en un desafío crítico en los países de la
OCDE, debido al envejecimiento de la población, el aumento de las necesidades
de atención y la creciente demanda de servicios médicos. En respuesta, muchos
países de la OCDE han reforzado su capacidad de formación de personal
sanitario, pero la contratación internacional de médicos y enfermeros también
ha seguido aumentando.
El número total de médicos y enfermeros
migrantes en los países de la OCDE ha crecido significativamente en las últimas
dos décadas, superando el crecimiento general del empleo en estas profesiones.
En la OCDE, el número total de médicos nacidos en el extranjero aumentó un 86 %
y el de enfermeros nacidos en el extranjero aumentó un 136 %. Mientras tanto,
el número de médicos formados en el extranjero aumentó un 62 % y el de
enfermeros un 71 % desde 2010. Esto demuestra una alta y creciente dependencia
de los países de la OCDE de los profesionales sanitarios migrantes para dotar
de personal a sus sistemas de salud y responder a las necesidades de salud y
atención de la población.
Los mayores
incrementos en el número absoluto de profesionales sanitarios migrantes se
registraron en Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido. Estos tres países
siguen siendo los principales destinos para médicos y enfermeros nacidos y
formados en el extranjero, y en conjunto albergan a la mayoría de los
profesionales sanitarios migrantes de la OCDE.
El número de
médicos nacidos en el extranjero se triplicó con creces en las últimas dos
décadas en varios países, entre ellos Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Noruega,
España y Suiza. En el caso de los enfermeros nacidos en el extranjero,
Finlandia experimentó un aumento de casi ocho veces, mientras que Alemania,
Irlanda, Nueva Zelanda y Noruega también vieron cómo sus cifras se triplicaban.
En la mayoría de
los países de la OCDE, la proporción de trabajadores sanitarios formados en el
extranjero es inferior a la proporción de quienes nacieron en el extranjero, lo
que demuestra que muchos migrantes terminan al menos parte de su formación o
tienen que repetirla en el país de acogida.
Aproximadamente
uno de cada cinco médicos y enfermeros migrantes en los países de la OCDE
proviene de otro país del Espacio Económico Europeo (EEE), mientras que el 30 %
y el 27 % de los médicos y enfermeros migrantes, respectivamente, proceden del
área metropolitana de la OCDE. Asia es la principal región de origen,
representando aproximadamente el 40 % de los médicos nacidos en el extranjero y
el 37 % de los enfermeros nacidos en el extranjero que trabajan en la OCDE.
India, Alemania y
China son los principales países de origen de los médicos, mientras que
Filipinas, India y Polonia son los tres principales países de origen de los
enfermeros. Alrededor de 89 000 médicos y 257 000 enfermeros
provienen de países incluidos en la Lista de Apoyo y Salvaguardias del Personal
Sanitario (LSS) de la OMS, lo que genera preocupación sobre el posible impacto
de la movilidad internacional de los trabajadores sanitarios en los frágiles
sistemas de salud de estos países.
Siete países de
origen tienen más médicos trabajando en la OCDE que en sus países de origen, y
esta cifra asciende a 15 países en el caso de los enfermeros. Se trata
principalmente de pequeños estados insulares y países menos desarrollados del
África subsahariana.
• Las políticas
migratorias están evolucionando para facilitar la contratación internacional en
el sector de la salud. La mayoría de los países de la OCDE utilizan listas de
ocupaciones con escasez de personal y acuerdos laborales bilaterales
específicos, mientras que las vías migratorias específicas para profesionales
de la salud se han vuelto más comunes. Los principales países receptores deben,
sin embargo, mantener sus esfuerzos para aumentar la capacitación y mejorar la
retención del personal sanitario con el fin de reducir la escasez interna y la
mala distribución.
El reconocimiento
de cualificaciones y la obtención de licencias siguen siendo importantes
obstáculos para la integración en el mercado laboral, en función de las
competencias adecuadas, de los profesionales sanitarios migrantes. Los
procedimientos largos y complejos a menudo retrasan la entrada en el mercado
laboral de los profesionales formados en el extranjero, lo que ha impulsado a
varios países a simplificar los procedimientos para el reconocimiento de
cualificaciones extranjeras y a reforzar la oferta de cursos puente. Esta
práctica positiva puede servir de referencia y hoja de ruta para que otros
países la consideren.
Las crisis
recientes, en particular la COVID-19, impulsaron una amplia gama de respuestas
políticas temporales relativas tanto a la migración como a los sistemas de
reconocimiento/licencia. Si bien muchas medidas relacionadas con la migración fueron
a corto plazo, la experiencia ha generado un interés más amplio en los países
de la OCDE por introducir nuevos enfoques de licencia, especialmente las
licencias temporales y condicionales.
Es fundamental que
todos los países implementen el Código Mundial de Prácticas de la OMS sobre la
Contratación Internacional de Personal Sanitario en su totalidad. Esto puede
requerir fortalecer la cooperación internacional para ayudar a los países en
desarrollo a crear una fuerza laboral sanitaria suficiente y a reforzar sus
sistemas de salud, mitigando así los factores que impulsan la emigración de los
profesionales sanitarios”.
Buena lectura.
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