1. En este blog efectúo
el comentario mensual de los datos sobre afiliación a la Seguridad Social y
desempleo de la población extranjera, así como también el trimestral de los
datos de empleo de la población activa y el semestral del número de extranjeros
con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor, acogidos al
régimen general o al régimen comunitario. Quiero ahora completar brevemente
tales datos con los relativos a las estadísticas de autorizaciones de trabajode extranjeros, publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y que
permiten conocer muy bien el impacto de la crisis económica y de empleo
iniciada en 2008 sobre la población extranjera que pretende trabajar en España.
Los datos disponibles en el último informe elaborado por el MEySS incluyen
desde 2006 hasta 2014 inclusive.
Pues bien, el dato más
significativo es el muy brusco cambio producido en el número de autorizaciones
concedidas en 2008 con respecto a los años posteriores. Mientras que en 2008 fueron
concedidas 790.205 autorizaciones, el
número se redujo en más de un 50 % en 2009, en concreto 373.865, y siguió
bajando desde entonces hasta 2014: 301.418 en 2010, 314.149 en 2011, 234.707 en
2012, 175.610 en 2013, y 136.519 en 2014. Los datos de afiliación a la
Seguridad Social, número de contratos formalizados y trabajadores desempleados
durante el primer trimestre de 2015 apuntan a una tendencia de mejora de la
situación laboral (al menos en el terreno cuantitativo) de la población
extranjera, por lo que será conveniente seguir con atención los datos del año
2015 para comprobar en qué medida esta nueva situación laboral provoca o no un
cambio de tendencia en el número de las autorizaciones de trabajo a
extranjeros.
La inmensa mayoría de las
autorizaciones son concedidas para el trabajo por cuenta ajena, siendo muy
minoritarias las concedidas para llevar a cabo una actividad por cuenta propia.
Baste como ejemplo indicar que este dato es idéntico antes como después de la
crisis. En efecto, en 2008 se concedieron 778.810 autorizaciones por cuenta ajena
y 11.395 por cuenta propia, mientras que en 2.014 el número fue de 131.316 y
4.400 respectivamente. En cambio, los datos ofrecen un cambio relevante con
respecto al sexo de las personas extranjeras con autorización (la caída del
empleo en el sector de la construcción tuvo mucho que ver con ello, por lo que
la tendencia podría volver a invertirse si se mantiene la mejora en dicho
sector): mientras que hasta 2012 el número era superior para los trabajadores
(por ejemplo, en 2009 el número fue de 207.775 y 166.090), en los dos últimos
años se han invertido los datos, de tal manera que en 2014 las autorizaciones
masculinas, 66.222, fueron inferiores a las femeninas, 70.297.
Las estadísticas del
MEySS son también especialmente interesantes porque permiten conocer cómo han
evolucionado las autorizaciones según que tengan carácter inicial o de
renovación, y conocer igualmente aquellas concedidas por arraigo y otras
circunstancias excepcionales. Si seguimos comparando datos de 2009 con los de
2014 podemos comprobar como las autorizaciones iniciales tuvieron un descenso
muy brusco en 2009 con respecto al año anterior (26.709 frente a 69.020), disminución
que se recuperó a partir de 2011 y se mantuvo en 2012, pero que volvió a bajar
en 2013 y 2014, de manera que en este último año las autorizaciones iniciales
fueron de 38.564. Mucho más homogénea es la disminución del número de
renovaciones concedidas de autorización para trabajar por cuenta ajena, que
sufrió un fuerte descenso en 2009 con relación a 2008 (255.926 frente a
571.252) y que ha seguido bajando desde entonces hasta 2013 (58.772), con un
mínimo incremento en 2014, 60.445, que pudiera apuntar un cambio de tendencia
como he planteado con anterioridad.
Por el contrario, y
aunque los números sean muy pequeños, las autorizaciones iniciales por cuenta
propia han sufrido oscilaciones cuantitativas mucho menores, de tal manera que
de las 6.154 de 2009 hemos pasado a las 4.253 de 2014, mientras que el descenso ha sido más acentuado
en las renovaciones, que pasan de las 5.658 en 2009 a las 1.514 el pasado año.
El impacto de la crisis también ha tenido consecuencias destacadas sobre las
autorizaciones concedidas por arraigo y otras circunstancias excepcionales, que
han ido descendiendo desde 2009, año en que se concedieron 77.745, hasta llegar
a las 28.926 concedidas en 2014.
Si nos fijamos ahora en que sectores de actividad y en que divisiones
de actividad se han concedido tales autorizaciones, con datos ahora únicamente
disponibles para 2014, la foto del mercado de trabajo nos demuestra la
ubicación de la población extranjera preferentemente en trabajos y actividades
de poca cualificación. Del total de las 131.136 concedidas para trabajo por
cuenta ajena, el grueso se concentró en el sector servicios (100.288), seguido
muy de lejos por el agrario (15.218), mientras que el porcentaje es aún mayor
para los servicios cuando hablamos de trabajo por cuenta propia (3.731 de un
total de 4.400). Por divisiones de actividad, en el trabajo por cuenta ajena
encontramos 14.844 en “agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados
con las mismas”, 10.183 en “comercio al por menor, excepto de vehículos de
motor y motocicletas”, 13.057 en “servicios de comidas y bebidas”, y el dato
más relevante de 57.260 autorizaciones concedidas para “actividades de los
hogares como empleadores personal doméstico”, de las que más del 80 % fueron
para mujeres. En el trabajo por cuenta propia, un peso destacado tiene el
comercio al por menor (1.501 autorizaciones). Trasladados estos datos a las
ocupaciones la foto es aún más clara: 12.296 trabajadores de los servicios de
restauración y 61.657 empleados domésticos y otro personal de limpieza.
Si nos fijamos ahora en las nacionalidades de los extranjeros que
han obtenido autorización inicial o renovación, los datos son coherentes con
los de los países que tienen un mayor volumen de población en sectores de
restauración, personal doméstico y comercio al por menor (en el primer y en el
tercer caso tanto se trate de trabajo por cuenta ajena como por cuenta propia):
los ciudadanos marroquíes son un total de 17.221, los de Bolivia y Paraguay
(donde se concentra gran parte de los trabajadores domésticos) son 16.046 y
13.732 respectivamente, y los de China y Pakistán 6.410 y 5.790. La presencia
femenina es mayoritaria entre los nacionales de los países sudamericanos,
mientras que es casi totalmente masculina para Pakistán, mayoritariamente
masculina en el caso de Marruecos, y mucho más equilibrada en el caso de China.
En cuatro Comunidades
Autónomas (Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana) se concentra más
del 65 % de la población inmigrante, y de ahí que no resulte extraño que sean
justamente esas cuatro autonomías las que tenga la gran mayoría de personas
extranjeras con autorización de trabajo en 2014. El ranking lo encabeza
Cataluña con 34.534 (de ellos, 26.900 en Barcelona), seguida de Madrid
(29.939), Andalucía (18.801) y Comunidad Valenciana (12.899).
2. Para concluir esta
nota estadística cabe referirse también a datos de interés como son las
estadísticas de empresas de trabajo temporal, dado que recientemente el MEySS
ha publicado los datos del año 2014 del
número de ETTs, de contratos de puesta a disposición, de trabajadorescontratados por ETTs para ser cedidos a empresas usuarias, y de trabajadores
afiliados a la Seguridad Social en ETTs.
El número de ETTs con autorización
a 31 de diciembre de 2014 era de 251, mientras que el número total de contratos
de puesta a disposición fue de 2.662.170, concentrándose en cinco secciones de
actividad el 84,6 % de dichos contratos (hostelería, transporte y
almacenamiento, comercio al por mayor y por menor y reparación de vehículos a
motos, actividades administrativas y servicios auxiliares, e información y
comunicaciones).
A los efectos de esta
entrada me interesa especialmente destacar que el número de trabajadores
contratados por ETTs para ser cedidos a empresas usuarias fue de 495.675
personas (60,7 % varones y 39,3 % mujeres), y más concretamente que por
nacionalidad el 21,9 % (108.443) fueron extranjeros, frente al 78,1 % (387.232)
de nacionalidad española. Sobre 2013 el incremento de trabajadores contratados
fue de 73.122, un 17,3 %, mayor entre los españoles (18,4 %) que entre los
extranjeros (13,7 %).
Por último, entre los
trabajadores extranjeros contratados, el mayor número se dio en aquellos
comprendidos entre los 35 y 39 años (14.041), seguidos de los de 40 a 44
(12.086) y los de 30 a 34 (9.529).
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