sábado, 31 de mayo de 2008

Las orientaciones generales para las políticas económicas de los Estados miembros y de la Comunidad Europea (2008-2010).

1. La Recomendación del Consejo de 14 de mayo de 2008, relativa a las orientaciones generales para las políticas económicas de los Estados miembros y de la Comunidad (2008-2010), encuentra su origen en las conclusiones del Consejo Europeo de Bruselas del pasado mes de marzo, que se refieren a la contribución que las políticas económicas deben aportar al aumento del crecimiento y del empleo, tanto las de carácter macroeconómico como las macroeconómicas y en estrecha interrelación con las orientaciones relativas a la política de empleo. La norma se dirige a todos los Estados miembros y a la Comunidad, al objeto de hacer posible la coordinación de las políticas económicas, sociales y medioambientales, debiéndose tener presente en todas las actuaciones el principio de igualdad de sexos.

2. La Sección A está dedicada a las políticas macroeconómicas para el crecimiento y el empleo, marcándose el objetivo general de garantizar la estabilidad económica y aumentar el potencial de empleo y del crecimiento. Algunas de las Directrices guardan estrecha relación con las relativas a la política de empleo, también aprobadas en el Consejo Europeo de Bruselas, por lo que detendré en esta nueva entrada del blog en su examen, y todas ellas asumen como punto de referencia, ante las actuales crisis económicas y las que parece que se avecinan en el futuro inmediato, que “las reformas estructurales y la adecuada coordinación de las diferentes políticas desempeñan un papel esencial para ayudar a las economías a resistir la posible evolución adversa de la economía mundial”. No deja de ser sintomático que el documento insista en la necesidad de adoptar las medidas económicas y sociales adecuadas por parte de los Estados miembros para conseguir que “dispongan de margen suficiente para la plena actuación de los estabilizadores automáticos antes de la siguiente recesión económica”.

3. La UE está preocupada por el proceso de envejecimiento demográfico, y se plantea la necesidad de adoptar medidas para conseguir que los sistemas de protección social sigan siendo viables, y también para que haya una mayor presencia en el mercado de trabajo de mujeres, jóvenes y trabajadores de edad avanzada, debiendo los Estados miembros “promover un planteamiento del trabajo basado en el ciclo de vida para aumentar el número de horas de trabajo en la economía”.

4. No hay prácticamente ninguna diferencia entre las orientaciones para el próximo período trienal y las aprobadas para el período 2005-2007 sobre la política salarial. Según el documento ahora analizado, la estabilidad macroeconómica y el crecimiento necesitan de una política salarial adecuada, por lo que se plantea, dentro del respeto a la autonomía de los agentes sociales, que ésta sea compatible con la estabilidad de los precios y las tendencias de la productividad a medio plazo, poniendo de manifiesto el texto que la política salarial debería de tomar en consideración las diferencias de cualificaciones y las condiciones de los mercados de trabajo locales. La Comisión apuesta, en esta fase de incertidumbre económica y social, por la promoción de “iniciativas a escala de la UE para favorecer el diálogo y el intercambio de información constante entre las autoridades monetarias y fiscales y los interlocutores sociales en el marco del diálogo macroeconómico”.

5. Igualmente, se considera necesario que los sistemas tributarios y asistenciales se regulen de tal forma que no desincentiven la búsqueda y el acceso al empleo de quienes se encuentran temporalmente fuera del mercado laboral (es decir, la evitación de la llamada “trampa de la pobreza”), y muy especialmente que los mercados de trabajo se adapten a las nuevas realidades productivas, combinando adecuadamente la flexibilidad y la seguridad en el empleo y aumentando la inversión en el capital humano para mejorar su empleabilidad. La norma se refiere a la conveniencia de efectuar las reformas necesarias para conseguir unos mercados laborales “más adaptados, globales e integrados”, que junto con políticas macroeconómicas adecuadas deberán contribuir a facilitar que los Estados se ajusten adecuadamente a los choques económicos.

6. La Sección B se dedica a las reformas macroeconómicas para incrementar el potencial de crecimiento en Europea, poniendo el acento en la importancia de apostar por políticas de inversión en I+D, innovación y educación en todos los ámbitos territoriales, ya que conviene recordar que las políticas de aumento de la inversión en conocimiento y refuerzo de la capacidad de innovación de la economía de la UE ocupan un lugar central en la Estrategia de Lisboa, tanto la inicial del 2000 como la revisada de l 2005, y se confirma que el objetivo para el año 2010 debe ser lograr que el 3 % del PIB comunitario se dedique a I + D (frente al 1,85 % actual) y que la inversión privada adquiera un papel más relevante del que posee en la actualidad (un 55 %). Y todo ello, en el marco de una apuesta decidida por el mantenimiento y aumento del nivel de vida y de los sistemas de protección social, para lo que será necesario, según el Consejo, “seguir mejorando la productividad, una mano de obra con mejor formación, más experta y motivada, e incrementar las horas trabajadas”.

7. Uno de los objetivos comunitarios es incrementar la presencia de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todos los ámbitos productivos y sociales, al objeto de maximizar su utilización y obtener resultados positivos para el crecimiento económico, el empleo y la cohesión social. Por consiguiente, en el ámbito europeo y en cada Estado miembro deberán intensificarse las medidas necesarias para fomentar el uso generalizado de las TIC en los servicios públicos, las pymes y los hogares, fomentar el desarrollo de industrias en este ámbito, y desde la perspectiva laboral “crear el marco necesario para los cambios derivados que se produzcan en la organización del trabajo en la economía”.

8. La UE sigue apostando por hacer de Europa un lugar más tractivo para invertir y trabajar, y de ahí que se proponga acelerar la transposición de las directivas del mercado interior todavía pendientes, eliminar los obstáculos existentes a la actividad transfronteriza y “promover un mercado interior de servicio plenamente operativo, manteniendo al mismo tiempo el modelo social europeo”. Está por ver, ciertamente, si el deseo plasmado en la Recomendación es coherente o no con recientes resoluciones del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas que han situado en un plazo desigual, a mi parecer, el derecho comunitario a la libre prestación de servicios y los derechos sociales de los trabajadores afectados por decisiones empresariales que puede ir en contra del mantenimiento del modelo social europeo. También se alienta a las empresas a desarrollar su responsabilidad social corporativa, y se defiende que el aprendizaje respecto de la iniciativa empresarial debe potenciarse en todas las formas de enseñanza y de formación.

9. Por último, y por su indudable impacto sobre el crecimiento económico y el empleo en numerosos sectores, es importante destacar el énfasis que se pone en la importancia de mejorar y ampliar las infraestructuras europeas para facilitar la movilidad de las personas, las mercancías y los servicios en toda la UE, insistiéndose en la necesidad de reducción de los costes, la ampliación de los mercados, la interconexión y la interoperabilidad de las redes transeuropeas.

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