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sábado, 8 de diciembre de 2012

La gobernanza europea 2020, el estudio prospectivo anual sobre el crecimiento 2013 y las políticas de empleo para enfrentarse a la crisis. ¿Algo nuevo bajo el sol? (y II).



G) Otro apartado específico, mucho más corto, está dedicado al fomento de la inclusión social y  la lucha contra la pobreza. Se propone el desarrollo de las estrategias activas de inclusión (en línea con las Recomendaciones ya aprobadas), con una adecuada combinación de medidas de complementos de ingresos, de lucha contra la pobreza, y de acceso a servicios asequibles y de alta calidad, entre los que se incluyen los servicios sanitarios y sociales; desde la perspectiva laboral, las medidas de activación deben ser muy personalizadas y tomar en consideración la situación particular de cada persona afectada, llamado la Comisión la atención sobre la necesidad de ir eliminando progresivamente las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis una vez que se recupere el mercado laboral (no parece que ello pueda producirse a corto plazo), si bien esa reducción de las medidas de apoyo en el ámbito estrictamente laboral debería hacerse “sin menoscabo de las redes esenciales de protección”.  

El incremento de la pobreza entre los trabajadores va en aumento como se constata en el proyecto de informe conjunto sobre el empleo, ya que cerca de un tercio de los adultos en edad laboral en riesgo de caer en la pobreza en 2.011 se concentraba en los trabajadores, siendo factores que pueden haber contribuido a dicha situación, y comparto la argumentación de la Comisión, “los ajustes salariales, la reducción de la jornada laboral, las medidas de reducción del tiempo de trabajo y el aumento de los contratos a tiempo parcial y temporales”.


4. Como he indicado con anterioridad, el estudio sobre el crecimiento para el próximo año viene acompañado de diversos documentos que desarrollan más extensamente, o que pretenden justificar, algunas de sus tesis y propuestas. Uno de ellos es el “Indicadorde resultados de empleo”, en el que las personas interesadas en el estudio de las políticas de empleo encontrarán, por una parte, “el seguimiento y la evaluación  de los retos esenciales en el marco de las Orientaciones para las políticas de empleo”, y por otra el seguimiento cuantitativo “del avance hacia el objetivo principal de la UE y de los objetivos nacionales relacionados con éste”, y que demuestra lo mucho que queda por hacer si se quiere alcanzar (a título de ejemplo, la previsión de la tasa de empleo de personas de 20 a 64 años en España para 2013 es del 57,6 %, y el objetivo del 2.020 es el 74 %, con la tesis del documento de que no se llegará más allá del 67,9 % sin no hay cambios de políticas laborales).

Recuerdo, por su  interés, que los ámbitos de política de empleo que son seguidos en el documento son los siguientes: aumento de la participación en el mercado de trabajo; mejora del funcionamiento del mercado de trabajo: lucha contra la segmentación; políticas activas del mercado de trabajo; sistemas de Seguridad Social adecuados y orientados al empleo; equilibrio entre vida profesional y vida privada; creación de empleo; igualdad de género; mejora de la oferta de capacidades y de la productividad: aprendizaje permanente; mejora de los sistemas de educación y formación; mecanismos de establecimiento de salarios y evolución de los costes laborales (sobre este último punto, el documento destaca que “las medidas adoptadas recientemente por el gobierno parecen ser adecuadas con vistas a reducir las rigideces salariales”.

5. Otro documento es el Informe elaborado relativo a la prevención y corrección dedesequilibrios macroeconómicos, en el que refiriéndose a España se afirma que “Unos costes laborales unitarios decrecientes y cierta disminución del tipo de cambio real efectivo contribuyen a recuperar una parte de la pérdida de competitividad acumulada durante el periodo de auge. Ello ha contribuido a disminuir las pérdidas de cuota en los mercados de exportación, aunque el indicador aún rebasa el umbral. Se espera que los costes laborales unitarios sigan disminuyendo este año y que el crecimiento sea moderado en los próximos años”.

6. En el documento “Anexo: Informe macroeconómico”, también se incluye un amplio apartado a las reformas estructurales y su impacto sobre el desempleo y la creación de empleo, en términos sensiblemente semejantes (y no podría ser de otra forma) a los del Informe sobre el crecimiento. Se constata como el débil crecimiento está minando las posibilidades de creación, y mantenimiento, del empleo, dado que las medidas de flexibilidad interna puestas en marcha por muchos Estados durante la situación de crisis iniciada en 2008 “se han reducido”, y se llama la atención, y lo valoro como positivo aunque las propuestas en muchas ocasiones no van en la misma línea a mi parecer, a la importancia de “una distribución equitativa de la carga del ajuste en toda la sociedad” como algo “muy necesario para el crecimiento”.  

Destaco del documento su advertencia sobre la gravedad del desempleo a medio plazo, de tal manera que “Habida cuenta de la prolongación de los períodos sin trabajo y el agravamiento del desajuste entre la oferta y la demanda de mano de obra en muchos países de la UE, debido principalmente a cambios sectoriales en algunos países, el desempleo podría adquirir cada vez mayor carácter estructural, en detrimento del potencial de crecimiento a largo plazo”. La Comisión llama la atención, en el momento de adoptar las políticas, a que se coordine la actuación a escala europea pero que al mismo tiempo se adapten las mismas a las circunstancias específicas de cada país. Se sigue afirmando que es necesario adoptar políticas adecuadas para dar respuesta a dificultades “estructurales” del mercado de trabajo, entre las que se incluyen una vez más la segmentación del mercado laboral, el deterioro de la adecuación entre oferta y demanda, y el desempleo estructural, valorando como positivo (y supongo que aquí el gobierno español es un “buen alumno” porque está haciendo muy bien “los deberes”, y otra cosa es en beneficio de quién) que algunos países estén comprometidos en mejorar la capacidad de respuesta de los salarios y su capacidad de ajuste al mercado de trabajo, “especialmente reformando la legislación sobre protección del empleo y el sistema de fijación de salarios”.

7. Sin duda, el documento más importante que se anexa al Informe sobre crecimiento es el dedicado al empleo, informe que anualmente elabora la Comisión y de los que voy dando debida cuenta en el blog. Destacaré a continuación aquellos contenidos que me parecen más relevantes, recordando que el documento tiene dos partes bien diferenciadas: una primera en la que se analiza la evolución del empleo a escala europea, y una segunda en la que se aborda la concreción de las políticas europeas (las orientaciones generales del empleo) en el seno de cada Estado.

A) La Comisión es muy crítica con la situación actual del empleo, que ha disminuido en los últimos tiempos y con perspectivas “desalentadoras” para 2.013, con un incremento importante del desempleo, que afecta en gran medida a los jóvenes y que se sufre con mayor intensidad (estoy seguro que esta afirmación la harán suya muchas personas en Grecia, Portugal, Irlanda e España) “sobre todo en los Estados miembros que aplican estrictas medidas de consolidación fiscal”, habiéndose comprobado además que las medidas de consolidación fiscal aplicadas desde 2010 (en la segunda fase de la crisis) “parecen haber contribuido a reducir considerablemente la renta disponible de los hogares”,  de tal manera que las desigualdades en términos de creación de empleo y de incremento o reducción del desempleo se están haciendo cada vez mayores entre los Estados en el seno de la UE, remitiéndose al lejano 2.014 para manifestar que “se espera” (como pueden comprobar, de afirmación tajante y contrastada, nada de nada) que los mercados laborales “presenten perspectivas más positivas”. No está de más recordar, además, que esas hipotéticas mejoras tendrán que confrontarse con una realidad crítica desde el inicio de las crisis en 2008 que se ha llevado consigo en la UE más de cinco millones de puestos de trabajo, de los que cuatro han desaparecido en la zona euro, y que ha afectado tanto a los contratos más flexibles (temporales y a tiempo parcial) como a los más estables (indefinidos).

B) La Comisión reconoce que se están ya aplicando reformas “de gran calado” en muchos países (insisto, España es un alumno aventajado en esto momentos) pero pide aún más, aunque cabría que hiciera un esfuerzo mayor de concreción (si bien se intuye por dónde va si se analizan sus últimos documentos) cuando se refiere a “modernizar nuestro mercados laborales”. Con el marco normativo vigente, no obstante, la participación de la fuerza laboral de edad avanzada (55 a 64 años) ha crecido desde 2008 a 2011, y la de las mujeres prácticamente se ha mantenido, por lo que el grueso del desempleo se ha concentrado en los hombres y en los jóvenes (sin diferencia apreciable por razón de sexo), un desempleo que ha aumentado en casi nueve millones de personas desde 2.008 y en cuyo crecimiento España, desgraciadamente, ha tenido bastante que ver como lo prueba el dato de que el 21 % del paro de larga duración se encuentra en nuestro país y que hemos “contribuido” con 1,6 millones “al incremento de 3,7 millones en el número de desempleados de larga duración en el período 2.008-2.011”, siendo también España la que ocupa un lugar muy destacado entre los países cuyos desempleados han visto disminuir la posibilidad de acceder a un empleo desde el inicio de la crisis, ya que ha pasado del 50 % en 2.008 al 30 % en 2.011. Por cierto, la crisis afecta con especial virulencia a los trabajadores extracomunitarios, ya que su desempleo de larga duración ha sido dos veces superior al del trabajador medio de la UE en 2.011.

No menos preocupante es la situación de buena parte de los jóvenes ya que más de un 20 % de quienes están en el mercado de trabajo se encuentran en situación de desempleo (porcentaje muy superior en España como es sabido), con peores perspectivas para quienes abandonan los estudios de forma prematura, y con aumento, preocupantes tanto a efectos educativos como sociales, del número de jóvenes que no continua estudiando y que tampoco trabaja.

En el bien entendido, y este es un dato muy importante para entender la realidad de la crisis en la UE y cómo afecta de manera muy desigual a los Estado miembros, que en sólo seis países se concentra la mitad del desempleo de toda la UE, y no es casualidad que ahí se encuentren los países que tienen, en terminología muy aséptica y que no permite conocer los sacrificios que deben acometer, “programas de apoyo económico” como son Grecia, Irlanda, Portugal y Rumania, a los que hay que sumar España e Italia.

C) Ante esta situación especialmente crítica, el informe alerta de la imperiosa necesidad de la puesta en marcha de políticas destinadas a estimular la demanda de mano de obra y un modelo de crecimiento más rico en empleo, medidas ya anunciadas y enunciadas en el llamado “Paquete de Empleo” presentado por la Comisión el pasado mes de abril, y en donde se enfatiza, y así lo recoge también el Informe sobre el crecimiento tal como he explicado, el potencial de crecimiento en sectores clave para el futuro como son las ecoindustrias, el sector sanitario y el sector social, y en el sector del TICs, con la necesidad de rejuvenecer la población laboral y mejorar la preparación profesional, ya que “en términos generales, se constatan carencias de cualificaciones en los sectores de la economía ecológica, el sector de las TIC y la asistencia sanitaria, especialmente para las ocupaciones con un alto grado de especificidad técnica”.

Mucho habrá que cambiar en las políticas de la UE y de los Estados miembros si se quiere que los deseos se transformen en realidad, ya que según estudios de la OCDE los recursos invertidos en políticas activas del mercado laboral por desempleado “disminuyeron en más de un 20 % entre 2007 y 2010”, además de haber disminuido la protección a los trabajadores desempleados por haber agotado muchos de ellos sus derechos derivados de la previa prestación laboral y no haber mecanismos suplementarios de protección (los datos mensuales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social ponen de manifiesto el descenso gradual de la cobertura de protección por desempleo, el menor peso de la protección contributiva y el aumento creciente de la protección no contributiva).

D) Por último, cabe decir que la segunda parte del documento está dedicada al análisis de la aplicación de reformas estructurales del mercado de trabajo en los Estados miembros, en el marco de las orientaciones generales de la UE de política de empleo y la concreción que los Estados han efectuado en sus programas nacionales de reforma. De tal manera, se repasan las medidas adoptadas para reforzar las políticas activas del mercado laboral y los servicios públicos de empleo; las dirigidas a reducir la fiscalidad sobre el trabajo para grupos desfavorecidos (reducciones impositivas y en las cotizaciones a la Seguridad Social); el fomento de la creación de empresas y del autoempleo; la mayor vinculación entre la percepción de prestaciones por desempleo y la búsqueda activa de empleo, poniéndose entre otros el ejemplo de España de la adopción de medidas “para reforzar la responsabilidad mutua, vinculando la condicionalidad a la participación en las políticas activas del mercado de trabajo”; la vinculación de los salarios a la productividad y un mayor flexibilidad en su fijación siendo nuevamente el “buen alumno” que es España el que se pone como ejemplo de los demás, explicando el informe con acierto jurídico (de consecuencias sociales ahora no hablamos) que la última reforma laboral, la del gobierno del Partido Popular, “da prioridad a las decisiones adoptadas en las propias empresas a propósito del horario laboral y de los salarios y les facilita la posibilidad de desmarcarse de los acuerdos sectoriales”; el incremento de la movilidad laboral.

Otras medidas analizadas son la reducción de las posibilidades legales de salida anticipada del mercado de trabajo, con mayores restricciones para la jubilación anticipada; medidas de promoción de mantenimiento de los trabajadores de edad avanzada en el mercado de trabajo, mediante medidas de incentivación económica, formativas y de seguridad y salud en el trabajo; medidas de apoyo al empleo, dirigidas en especial a los jóvenes, como son la garantía de empleo en algún Estado, como Finlandia, anticipándose a las recientes propuestas presentadas por la Comisión, o la potenciación de los contratos de aprendizaje y de prácticas; mayor flexibilidad en la extinción de la contratación laboral estable mediante reducción de los costes de indemnización; la adaptación de los sistemas educativos y formativos a los requerimientos del mercado de trabajo; la revisión de la calidad y  la financiación de las Universidades; la mejora de la eficacia de los sistemas de protección social y la puesta en marcha para colectivos vulnerables de estrategias de inclusión activas “que se centren en un apoyo a la renta adecuados, unos mercados de trabajo inclusivos y el acceso a servicios de calidad”, así como también medidas de apoyo a la integración en el mercado laboral.

Buena lectura de todos los documentos.   

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